Me
confieso frente al mar. Son pecados
racionales
que nadie entendería,
y
sobrecogen, no son tontería.
Es
cobardía en verdad, son humillados.
Los
eclipso sin más, por descarados.
¡Eso
diría mi amiga, María!
Supo
de cierto, que yo pecaría,
obligada
a juzgar, por mi manía.
Pecar
con las palabras es injusto
pecar
con pensamiento es muy obsceno
pecar
con acto y hechos no es de augusto.
Mas
injusto y obsceno, es. ¡Nada bueno!
¡No
soñar! Aunque infrinjas tu disgusto,
pudiéndote
admirar, con desenfreno.
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