miércoles, 31 de marzo de 2021

Treinta y otro

 









Marzo rugoso, casi tenebroso,

como febrero qué, por corto, queda.

Entre el mito y la niebla tan de seda.

Dando fin a un trimestre bochornoso.

 

Creímos comenzar tiempo glorioso,

optamos por pensar: fin de la veda.

Insolente alegría, mientras pueda.

Confiando en la vacuna, y fue hermoso.

 

Quedamos presos en el mismo borde

de las paciencias, sin ceñir mi anhelo,

sin rodear al que quiero, siendo acorde.

 

Con respeto, al que tengo en desvelo,

a las normas, y a lo más desacorde

que puedas pergeñar, aquí en mi cielo.


 


lunes, 29 de marzo de 2021

Dulcemente sonará.


El título de aquella canción, que marcó mi adolescencia y mis pretensiones ilusionadas era la que ahora vuelve a deleitarme: “
Sentado en el muelle de la bahía”. Que la estoy percibiendo mientras vuelan mis pecados alrededor de mí.

En este instante ¡Ahora!, precisamente ya, sosegado después de la rabieta que embargó mi cuerpo por no dejarme volver a pasar mis días de Pascua en el lugar de mis preferencias, finaliza esa melodía y mientras comienza otra.

Puedo descubrir, mi necesidad por retornar a Valderrobres, ese lugar que ya lo hago mío, por tantas y tantas pujantes ilusiones, que suelo atesorar. Otra frase escrita en otra canción de mis preferencias, El arroyo de la sierra me complace más que el mar” (Guantanamera)




Son ya dos años, que por un motivo u otro me impiden viajar en Semana Santa, al lugar donde deseo, y con emoción dejarme disfrutar de todo lo que allí me rodea. “Y por tanto yo no; te dejaré de amar. Cuando no puedas yo te daré calor” La letra de la canción: “C’est pourquoi”, del inolvidable Charles Aznavour.

 

Quizás tú te preguntarás, sin poder hilar mis motivos ¿Quién me impide volver?, ¿No estamos en una democracia? ¡Eso dicen!, pero anteponen una excusa que denominan “Pandemia” y que no han sabido dirigir ni contrarrestar.

 

Sereno me despido con otra letra de mi concertista predilecto, José Feliciano, y no es otra que comparto con vosotros a continuación: “pueblo mío que estás en la colina.





¡Ya mis amigos, se fueron casi todos!

¡Qué será!






¡Qué será de mi vida que será!






¡Qué será de mi vida que será!

viernes, 26 de marzo de 2021

Voy a Madrid, pasando por Paris

 


Impensable, le dijo el tendero al cliente__. Usted, no puede viajar desde Valencia y Barcelona, a Madrid, sin justificación. Está prohibido por las autoridades que controlan la pandemia.

__Cómo puede usted decirme tal cosa, si ayer mismo, llegaron desde Alabama, en los Estados Unidos, que por cierto vinieron huyendo de las tempestades huracanadas, unos primos lejanos sin justificación alguna y mi vecino Paquito se va de Semana Santa a Costa Rica.

__Mire usted y yo qué sé. Como propietario de este establecimiento, ni sé la forma de llegar a fin de mes, cuando menos dar consejos en viajes. Nadie se preocupa por los autónomos.

Aquel parroquiano, siguió arguyendo__: A que jugamos en este pueblo a despistar o a ver, si nos podemos cargar la industria, el turismo, y el desarrollo de los bares y restaurantes.

¡En una palabra, quieren ustedes que dejemos de vivir!

Es la interrogante que piensa el pueblo llano, y siguió argumentando__. No sería mejor que usaran sus esfuerzos en mirar de vacunar a toda la población y se dejaran de medrar, con elecciones, con nombramientos de presidentes de comunidades, con despilfarros millonarios y con abandonos de escaños en el Parlamento, para florecer de otra forma, con sus “bicocas” probando en otros lugares.

__Bueno y usted, de que forma llegará a Madrid. Se lo pregunto sin ánimo de desconcierto.

 Aquel hombre sonrió y le dijo con sorna __, primero viajaré a Paris en uno de esos trayectos de " Low Cost"  y después desde allí tomaré un avión con servicio facultativo y llegaré a la capital.

Aunque estaré a la “Guay”, porque estos “señores” cambian de opinión como de partido político.





martes, 23 de marzo de 2021

Anda nene y ve a comprar dos vacunas

 

 

Anda nene y ve a comprar dos vacunas de Pfizer, tres de AstraZeneca, dos más de la Sputnik y cinco de Moderna, de la Jonhson Janssen, me traes cinco más. Con ellas tenemos para toda la familia__. Le dijo un anciano y confiado abuelo a su nieto de trece años.

El muchacho salió a la calle, sin haber tomado nota del encargo de su confiado abuelo, que creyendo que, en la actualidad, eso de comprarlo todo por las redes, era una de las famosas ecuaciones que se inventan los especialistas embaucadores del terruño. Por otra parte, en su defecto se adquirían sin menoscabo en los comercios del barrio. Todo apuntaba a que la encontraría sin pestañear.

Y salió con veinte euros a adquirir aquellas vacunas que su anciano yayo, le encargó como aquel que envía a comprar un paquete de tabaco a la expendeduría de la señora Paquita.

El chavea que no era tonto, y en busca de aquel encargo, recorrió todos los intersticios que conocía sin resultados óptimos y sin acopio de la “vaccine” en poder comprar aquel remedio, que le habían encargado.

Nadie tenía aquel salvo conducto, ninguna farmacia lo dispensaba. No hubo forma y preguntando supo que esos suministrables, los consiguen los obispos y cardenales, los capitanes y generales, la mayor parte del conjunto ministerial, añadiendo delegadas de todos los gobiernos de la nación, ya sean comunitarios o comarcales, y demás personajes importantes del suelo patrio.

¡Dios nos libre! Llegaran a enganchar alguna infección los pobrecitos, ¡Que haríamos los paisanos!, sin ellos, y sin ellas.

¡Imposible el funcionar de un Estado!

Aquel mocoso se acercó incluso al ambulatorio más próximo y recabó, añadiendo que tenía un abuelillo de más de setenta años y no andaba muy allá, que debía volver a su casa con los botes de vacuna.

En el dispensario, le dijeron con mucha educación, que serían llamados por orden y por edades, pero que tantas vacunas para un solo abuelo, no le dispensarían, por ser excesivo y poco humano.

Cuando el mozalbete llegó a su casa, sin los inoculables, antes de dar explicaciones pregunto__. Para qué, 17 unidades de vaccine, diferentes, si tu solo puedes ponerte una, a lo que Wenceslao respondió__: para esos pobres sin techo que duermen entre cartones, en la cuesta de la Alameda. Ellos no tienen seguro social, ni están registrados en ninguna lista de edades.

El abuelo, ni se inmutó, viendo que todo el esfuerzo fue en vano, y quiso preguntarle al nieto, con mucha paz__ ¿Cuándo crees que nos inmunizaran a nosotros? Y el muchacho respondió__, a ti que estás sobre setenta y bastantes, te inocularan dentro de un añito bien cumplido, sino dos.

A mí que no llego a los catorce, igual esperan a lo que ellos llaman: la “Vigésima ola”





Sobriedad aguerrida facial.

Era hasta demasiado serio. Jamás reía por nada en absoluto, desde jovencito los médicos le detectaron una anomalía nada preocupante, pero sí muy severa. Sobriedad Aguerrida facial. Cuando fue a la escuela se unió a sus amigos, sin embargo nunca vieron sonreir a Wenceslao. Las muchachas se le acercaban y trataban de instarle a la risa, con chistes, lisonjas y requiebros. Nunca rió. Desconocía que se sentía cuando te desbordaba una gracia. No pudo entender que embriaguez de tono tomaba el cuerpo al ser desbordado por la risa constante. Al final de su juventud se juntó con una viuda muy triste. Otra seriedad personificada, casi más triste que el propio Valle de Lágrimas.

Los médicos que le trataban ya le diagnisticaron como crónica, su disfunción, y le aconsejaron se interesara por los espacios televisivos con esencias políticas. Que intentara comprender a la señora ministra, al  expresidente de su comunidad, evadido y dando lecciones de cordura. Al senador de su distrito, que lo pillaron borracho, al volante de un coche de gama alta, y regalando insultos al policía de turno, al banquero del Hispano, a la delegada de su región, que ha cambiado el modo de pensar, porque; sí consigue el puesto de su colega, tendrá mas prestigio y sobre todo al primer ministro y Presidente del país. Derrochando la paciencia del pueblo. Todos ellos aficionados a sacar pecho en sus explicaciones, a dar puntual excusa de sus imaginaciones. Inclusive a tolerar las mentiras groseras que solian interponer en sus alucinaciones. La gente con las narices más largas, debido a sus falacias.

Wenceslao, se ha "curao" dijo en una ocasión su vecina, lo he visto sonreír y juraria que incluso algo mas. Una tarde, el escándalo fue grosero, las risotadas que salian del cuarto primero, eran bochornosas, en casa de Wenceslao, se han vuelto locos, no pueden parar de reír, escandaloso proceder, la excusa que ponen. Han escuchado a los mandamases del país que pretensiones tienen para los próximos diez años y no se les detiene la risa y ojo que dicen que es contagiosa. 

¡Pues estamos arreglados!, si no hay vacunas ni para el Covid. ¡Cómo detendran esa risa!   


 

martes, 16 de marzo de 2021

el Casting de protagonista




Se presentaban al casting inicial para escoger actores y actrices, para la obra de teatro.  __ Los muy desagradables” __ Sainete muy real, escrito por otro tipo de esos que tienen ganada la fama de originales y después, no son capaces de dibujar una frase.  Si no se la escribe, alguno de los intendentes que poseen.

Buscaban unos actuantes que fueran en sí, bastante desafortunados en sus manifestaciones y en sus hechos, por su mal carácter o quizás por su poca empatía. Gente mal educada y despiadada, que no supiera estar a la altura, y sembrara cierto desencanto, en los momentos más electrizantes. Instantes ya irrepetibles, donde el daño, jamás pudiera ser reparado y que, de un modo u otro, el pueblo los tuviera ya encasillados, como gentuza indigna, que representaban en la inmediatez su propia mezquindad. Esa falsedad o hipocresía, que abrigaban de tapadillo.

El jurado escogido por los guionistas, y los responsables del Departamento de Producción, fue algo parecido a una chapuza. Resultando designados los más ineptos del gremio.

Cinco profesionales del mundo de la farándula, que atesoraban en sus carreras, escándalos, fraudes, abusos y exigencias para detener cualquier proyecto. Abyectos, que en el último tiempo se paseaban con sus inmundicias y cuchicheos por las cadenas más exageradas del país, sentando cátedra con ilegalidades nada contrastadas. Aunados por unos reporteros que tan solo averiguan entre las pudriciones de secretos personales. Sea quien fuere el protagonista. 

Tres personas quedaron finalistas, una dama y dos caballeros, ella, un pibón de mujer, encantadora, sublime y con un don de gentes de pronóstico. Capaz de embaucar al más pintado, en el escenario y bajo cualquier atmósfera, para después, ser lo contrario. Cuando se quitaba el maquillaje. Despreciativa, envidiosa, y tóxica, contigo y amable, sensual, y dulce con tu amigo. Los dos actores restantes, eran varones. Con un bagaje amplio y acostumbrados a rozarse por los diversos locales de lenocinio, y escenarios faltos de honestidad.

Protagonizando sin resultados, ser de buena sangre, en la intimidad. Descubriéndose como entes amables, cariñosas y honradas. Falsedad que demostraban en el primer flirteo, sin llegar incluso a las primeras de cambio.

Driblando sus posturas a menudo, para que jamás pudiesen catalogarles, como ciudadanos desequilibrados. Resultando ser en la cruda realidad, bastante deleznables.

Gente pretenciosa y engreída sin humanidad, que les costaba muy poco descalificar a cualquier compañero de profesión, por el mero hecho de creer que les superaba en la interpretación o, imaginar que pudieran llegar con el paso del tiempo, en ser actores de valía superior a las de ellos. 

Se presentaban sin más al proceso de elección, porque estaban en la vía muerta de la interpretación. Nadie, ningún productor se fijaba en los mismos para engrosar las listas del reparto de personajes que defender en cualquier película u obra escenificada desde el entarimado de una sala de proyección.

Todos ellos presos del pago inapelable, que les abonó la providencia, por su comportamiento con sus congéneres. El jurado falló, de forma fraudulenta por uno de los caballeros. El primero de los entrevistados. El más miserable y cabrón del trío, el que menos escrúpulos poseía y el más lenguaraz.

El no elegido, fue el menos baqueteado, el más joven y con menos prestancia. No se supo vender por su falta de picardía y por no desnudar a la joven, revelando sus más íntimos secretos, de la que fue su pareja, aquella, la misma sufridora que lo abandonó por su egocentrismo e indecencia.  

A la preciosa actriz, la señorita cañón. La descartaron en cuanto vieron que no le iban a sacar por las buenas ni la mascarilla de la cara. Pretendiendo conseguir el papel de la obra en cuestión, tan solo por su calidad interpretativa.

Dejando los secretos de su intimidad escondidos como se hallaban, y en lugar personal, para que nadie pudiera discutirlos.

Según afirmó, con rotundidad, la bella actriz, diciendo __En el confesionario, con el padre Tarcisio. El cura de mi parroquia. 

El actor trasnochado que ganó el concurso, tuvo que vender en seis programas las mamadas y maldades escondidas de su propia madre y aquellas que vivió en sus cuatro matrimonios. Antes de que lo denunciaran por inclemente  

¡Hay que ver!  Lo que han de hacer ciertos vocingleros, para comer


jueves, 11 de marzo de 2021

Discorde




 

Quien me lo iba a decir, no lo esperaba

Creí que, a mí no me sobrevendría

Ni siquiera pensé, que ocurriría

Y ahora que sucede. No deseaba.

 

Hubiese sido ingenuo ¡No bastaba!

y dejando vivir, sorprendería,

por la incapacidad y tontería,

que aguantan los mortales ¡Preocupaba!

 

Me estaba refiriendo a lo incapaz

Que se puede llegar a ser por norma

con la vacilación al ser falaz.

 

Al creer que es un todo, que me adorna

Esa inclinación tan ineficaz

Que suelo encontrar, y no me conforma






 


martes, 9 de marzo de 2021

Hombres casi; mujeres ¡todo!

Siempre recordará aquel primero de marzo de 1966, Graciano, aquel niño, que entonces era un pequeño muchachito. Miedoso, cauto y desorientado. Por todos aquellos marcajes anormales a los que estaba sometido por su padre. Un hombre que quizás no debió tener hijos. Ni tan siquiera compañera, a la que también sometía, y la muy paciente con el tiempo se vengó brutalmente. Allí aquel niño, tomó conciencia, de lo que más tarde está penado por ley y además muy mal visto por la sociedad. El abuso con el mal trato a las mujeres, y reproches. Que lastimosamente se siguen practicando con ellas. Ese machismo criminal, que impera y en ocasiones les llega a segar sus propias vidas. 

Aquel lunes primero de marzo, Graciano comenzaba a trabajar en una empresa. Una fábrica que construía, para el sector de la automoción accesorios, de muy buena calidad, donde se empleó como meritorio, __una especie de aprendiz administrativo.

Donde llevaría el papeleo más sencillo. De un taller mecánico abarrotado de hombres sin escrúpulos ni conciencia. Unos asalvajados, que de lo único que entendían y bastante, era de violaciones veladas e inconfesas y de maltratos habituales.  

Todos aquellos hombres, hijos de unos padres que habían soportado las bajezas y mezquindades de la guerra. Adultos que, de niños fueron amedrentados, por el miedo atroz en estado puro. Muertes, enfermedades, bombardeos en la ciudad, sin contar con el hambre, y la falta de suministro de alimentos. Incultura y necesidad de absolutamente todo. 

Gentes que al  crecer y formar familias, siguieron amenazando a sus mujeres, violentándolas para que fueran un cero a la izquierda, entrenándolas a no rechistar, ni tener punto de vista. Con las qué tan solo contaban para llevarlas a la cama, para mal follarlas, vejarlas y que les aguantaran sus vicios. Soportando sus miserias en silencio y carencias anónimas tan  escondidas. Mientras ellas debían permanecer mudas, hacendosas y sometidas. 

Preguntándose Graciano, si la brutalidad de aquellos energúmenos, les venía de sus padres, de la guerra, del hambre o la falta de absolutamente todo. No pudo contestarse en aquel tiempo, y fueron pasando los años y tomó conciencia y vejez. Así se puso a pensar aquel niño, que se había transformado en el Graciano adulto, que elucubraba, en voz alta.

__Ahora es todo un poco diferente, un mucho más equilibrado, sin llegar a estar del todo nivelado. 

Aunque totalmente equiparados mujeres y hombres, no lo están de momento, y estoy seguro que, se deberían hacer esfuerzos por igualar esas posturas. 

Convencido que, lo que hace un hombre, cualquier mujer, puede mejorarlo. 

No todas __me diréis, los recalcitrantes__ pero tampoco, todos los hombres son lumbreras. 

Ni tan siquiera equiparables. Los hay,  pero que muy torpes e incapaces para hacer algo en condiciones. 

De hecho, algunos no dan ni brote. Dejando que sus mujeres trabajen fuera de casa, hagan la compra, eduquen a sus hijos. 

Mientras estos, pasan las horas muertas en el bar, con la botella de cerveza en mano. Así que no creo para nada que estos hijos de Dios, tengan capacidad de mejora. 

Bien es verdad, que todas las reglas tienen sus excepciones, y la mayoría de personas piensan a su manera. Juzgar es tan difícil, que seguro, con alguien nos equivocaríamos.

Nada más tenemos que observar, con el ahínco que han defendido las féminas, su DÍA de la MUJER, en fecha del 8 de marzo. Movimiento legal que desde hace unos años presumen y yo creo, que es totalmente lícito. 

Igual qué, soy de la creencia, que una mujer tiene prestancia y vale para cualquier cosa, que pueda hacer un varón ¡Cuando vale; vale!, sin certificados que lo avalen.

Ustedes, vosotros ya entienden__ Acabó su pensamiento en voz alta, diciendo muy creído.

__Los hombres lo pueden hacer casi todo ¡Casi todo!  En cambio, las mujeres ¡TODO! 

 





viernes, 5 de marzo de 2021

Luz prendida, en el albor de la mañana.

 

Era muy raro, que cada día a la misma hora le llamaran al móvil y en cuanto admitías la llamada, cancelaban la comunicación.

Estaba de ese proceder hasta las médulas, y como se conocía el número emisor, por recalcitrante. A veces ni les atendía.

Detalle que no le interesaba, pues no atender o pasar de quien llama, podía acarrear, el no estar a la mira de urgencias médicas, o temas familiares de los hijos o de amigos, que pudieran quedar al margen.

Sumado al otro sacrificio, que es contestar a horas inesperadas a la ola de comerciales de la red, existentes.

Tratando de cambiarte, de razón social, porque a ellos se les mete en los pantalones, hacer un cambio de compañía eléctrica, o de agrupación telefónica, o tan solo pretenden sacar información para después venderla, o usarla en sus clanes de bandolerismo, o asociaciones clandestinas que son ilegales.

Usanza que nadie le mete mano, y somos los abonados los que pagamos sus engaños, embustes, e inclemencias.

Aquel día de nuevo y para no perder la costumbre, a la misma hora, sonó el susurro del micrófono.

Iba conduciendo y el “manos libres” saltó a lo que Jeremy preguntó amablemente. 

__Si, quien es, y esperó unos segundos respuesta.

Cosa, esa de esperar, que no hacía normalmente, Porque no tenía paciencia.

Desde el punto originario de la comunicación nadie contestaba, y cuando se le escapó un insulto irrepetible y desagradable__ ¡Panda de embaucadores!

Apareció el sonido lejano de una voz femenina, con acento hispano, que le saludaba por su nombre de pila, meloso y falsario, como suelen ser los detalles impuestos. 

__Hola muy buenas tardes, te saludo Jeremy Censuro, soy Luz de Albor, colaboradora de Holiday West, y quisiera informarle de nuestros… 

__ ¡Un momento!, por favor, Luz de Albor, así es como dices que te llamas, ¿verdad? Quien te ha dado mi numero de teléfono, para que estés atosigando, mañana, tarde y noche.

Me respondes a la pregunta, y luego te atiendo muy gustoso, ¡Anda dime!

Sin más palabras, ni explicación se escucharon los tonos, de fin de llamada, o comunicación interrumpida. 

No contestó, la señorita Luz de Albor o, como ¡Coño se llame! Sin miramiento y dejando al amigo Jeremy, con la palabra en la boca y el sabido “tu tú y tú”, musiquilla muy conocida por todos los melómanos del globo, que usan telefonino.

Siguió su trayecto en aquel automóvil utilitario, cuando comenzaban las curvas de aquella carretera infernal. Poniendo tacto en ella, porque el trazado se las traía.

 No había transcurrido más de media hora y volvió a sonar el cacharrito del receptor que, insertado en el coche, y con opción de contestación automática, se disparó, gracias a la tecnología, sin mediar.

Obcecado Jeremy, por la última intervención, y sin saber quién intentaba hablar, se le subieron al cielo los humores y perdiendo toda clase de educación comenzó a bramar como un desaforado, para que le oyera limpiamente, al otro lado de la línea, con o sin aparato. 

__ Luz de Albor, vete donde pican los pollos, y no me toques más los melindros que no tengo humor. No me interesa nada.

El teléfono seguía en comunicación y cuando acabó sus gritos, puso oído por saber si aún se sostenía, la luz prendida, en el albor de aquella mañana. Escuchándose una voz también femenina, que preguntaba descarada. 

__ Hablo con Jeremy Censuro, o quizás este no es su teléfono. 

__ Mire por Dios, quienes son ustedes, que me tienen destrozado, cada día llamando y colgando ¡No les da vergüenza! 

__ ¡Oiga usted ¡Caballero ¡No me confunda!, que no tengo tiempo para perderlo, con desbordados, ¡como usted! 

__ Soy Nancy, la enfermera del Ambulatorio de Vinyets, y quiero comunicarle, que estando usted en la franja de edad de ochenta a noventa y tantos años. Ha de venir cuanto antes al dispensario, que le pondremos la vacuna del Covit-19.

Además, le daremos un tranquilizante para que pueda resolver sus problemas con esa Luz de Albor, que tan frenético le pone.






 


miércoles, 3 de marzo de 2021

Si a la Suerte, le cambias la “S” por “M”

 

Le pareció una mujer preciosa, en cuanto notó que se aproximaba. Al acercarse, percibió el perfume que derramaba, desbordando el equilibrio a cualquier mortal, que apreciara el buen gusto de las señoras.

Quiso mantener la compostura, a la vez que observaba sus ojos y ella, sin parpadeo, sonrió, antes de preguntar.

__Perdona, voy bien por esta calle para llegar a esta dirección. Aquel hombre tomó el trozo de recorte que llevaba y leyó, quedándose atónito, porque el tacto, no era el de un pedazo de papel normal. No reconoció de que material, porque después de leerlo, se fundió en sus manos, sin dejar mácula.

Aunque aquella referencia, la reconoció, muy bien, puesto que se trataba de la dirección de su propio domicilio.

Expresando de inmediato su inquietud y su extrañeza, para interrogar a la preciosa damisela.

__No sé si sabrá, que esa reseña que marcaba en el desaparecido fragmento afranelado, antes de deshacerse en mis manos, corresponde con las señas dónde tengo mi residencia.

__Lo sé muy bien, y por ello, como te conozco de toda la vida, he preparado toda esta historia, buscando atraerte, con este perfume que embriaga, para dejarte medio absorto, encantado, sin sentido y obedezcas. Por ello mi cuidada presencia y las formas para abordarte sin levantar escándalo, en el camino hacia donde te diriges.

__Perdone usted, ¿Me conoce de toda la vida? ¡Permítame que lo dude! Donde se ha escondido que jamás la vi cerca de mí. Ni tan siquiera olfateé su fragancia por mi barrio. 

__ ¿Cómo se llama señora?, y de donde sale, cual es la causa de su atropello.

__Me llamo, ¡Como te diría!  Tú puedes llamarme, como quieras, pero para aclarar un poco, soy tu <<Sudden Deach>>. Es un poco duro decírtelo, en tu idioma, por ello antes de traducirlo, tengo estas opciones, que resultan ser más suaves. 

Ahora como toda causa o principio, la bautizan en la lengua anglosajona. Expresarlo, parece más liviano, pero realmente, en español es; o soy tu "Súbita Muerte". 

El que no te hayas fijado en mí, no quiere decir que no te persiguiera.

Toda la vida te he acompañado, pero ni tan siquiera te llegó la hora, de conocernos. Has estado a punto de recibirme, en algún momento peliagudo, pero en todos esos instantes, donde podías haberte quedado en el sitio.

Te librabas por los pelos en el último instante. Por ello, ¡Sé qué de verdad! Has pensado en (la muerte), o sea en mí. Sin hacer demasiado caso.

Creyendo que jamás te iba a llegar, y ya puedes comprobarlo, que todo alcanza.

Los del departamento de <<exterminio inmediato>>, marcan tu hora en poco menos de lo que resta el día.

__Al verte, jamás hubiese pensado, que gestionabas mi final. Tan puesta, y el perfume que me gastas, de gatuna grisácea, ¡Vamos que más te pareces a la suerte! Pero la primera “S” es la que mata

Me has engañado, porque yo, acostumbrado a imaginarte con la guadaña. Vieja, sucia y encorvada, estaba muy equivocado. Rubia, sexy y perfumada, ¡Engañado completo!

__Puedo despedirme, por lo menos.

__ ¡No!, es imposible, de otro modo, te hubiésemos enviado un calvario largo y hemos creído que, para ti, es la mejor forma de extirparte de este mundo ""ipso facto""   

__Anda recoge el paquete postal, que has venido a buscar, que es el certificado de tu partida. No has de preguntar nada a nadie. Entra toma asiento y quedarás en trance, quedando todo concluido.