Casi... en el fondo.

 

Nunca podré llegar a ti, tan dentro.

Justificaré mi pasión al viento.

Jamás te pude dar, todo mi aliento.

Imposible será palpar tu centro.

 

Dicen que el delirar, provoca encuentro.

¡Nuestra realidad no es ciento por ciento!

Así, conformaré, lo que presiento,

y si propones ¡ya está!  Igual no entro.

 

Supe vivir mi vida, y ¡Sí es cierto!

Con aptitud, sin ir de más a menos,

privilegiado fui, Sin ser experto.

 

No me colmaron poemas. No eran plenos,

ni esbozos bellos, de cuerpos que advierto.

No cundieron, y me quedé sin frenos

 

 

 

 

Si las quimeras, fueran realidad.

 

 

Imagina por un segundo ¡Niña!

Haber nacido en pueblo más cercano.

Conocernos, tú y yo; y de la mano,

pasear por mi frondosa y ruin campiña.

 

 

Tocados por la magia que nos guiña

ese ojo, permisivo y soberano,

y disfrutar del trato, sobrehumano

placer del jugo, con sabor a piña.

 

 

Qué en palabras sencillas, yo; diría:

Si hubiesen tropezado los destinos,

felicidad completa se daría.

 

 

En cambio, siempre están los desatinos.

Tú estás distante, y en tu lejanía

Vivo yo, anulado sin atino

 

 

Es valiente, contigo.

 

No calles más tus miedos ¡Se valiente!

Clama al cielo, tan pronto necesites,

Denuncia su mal trato y no lo evites,

que detengan al Caín, cual delincuente.

 

Deja de amparar al poco valiente,

que, bajo tu mutismo, siempre asistes,

ultrajada;  y tú, tragas y resistes.

Creyendo qué sin él.  No hay más presente.

 

Saca tu casta y échalo de casa.

Mejor sigue tu vida sin zalemas,

devuélvelo a su madre sin más guasa.

 

Después arrepentido, más pamemas

Luego llorando, no saben que pasa

Si los perdonas, aún peores dilemas

A bote pronto, se me ocurre…recordarte

 

 

Feliz día de Sant Juan - Bona diada de Sant Joan, a todos mis amigos, vecinos, conocidos y público en general que, de una forma u otra, sigue mis poemas, narraciones y novelas. Para todos, un fuerte abrazo; de corazón.

 

Nosotros los “brigadas” de la pluma, los atentos escribidores. Esos que tanto sufren para resurgir de entre las tinieblas. Calimas exigentes, que nos esconden entre sus brumas, sin que nadie se fije en aquello que ofrecemos. Cuentos, narraciones y poemarios. Ese trabajo arduo que como inicio comporta el atrevimiento en buscar argumento, para nuestras fábulas y personajes ignotos, reconocibles para los lectores, que una vez plantearlos en una historia, den tono al relato.

 

Descubrir de entre los legajos de escritos repartidos entre parroquias, ayuntamientos y registros, y llevarlos al blanco del papel, con su consistencia y su historia, que es el resultado del compendio mencionado. Corregirlo una vez tras otra y al final mandarlo a distintas entidades editoriales, las que parece no tienen personal especializado en leer todas las obras que les llegan a su redacción y olvidados, si queremos que nuestra novela salga a la luz, la hemos de sufragar, corriendo con los gastos que conlleva en su auto publicación, en lugares donde tratan de aprovecharse del necesitado y dicen que corrigen los escritos, tipográficos y demás, siendo una patraña que cobran y no lo realizan. (Pasar una obra por el corrector ortográfico), no es depurar una ortografía ni una reparación del estilo.

 

Por ello este escrito va en pro de tantos y tantos amigos y amigas que estamos en esas tesituras, que valientes no cejamos en desistir en nuestro empeño, porque estamos seguros que lo que subrayamos tiene como no, el valor suficiente para ser leído por ustedes.

Ni pido nada, porque no soy yo quien debe solicitar a nadie que cambie de proceder, tan solo agradecería, y con ello estaría plenamente satisfecho, que cuando ustedes tengan un libro o novela en sus manos, piensen por un momento que es el resultado del esfuerzo de una persona, que lo único que desea es agradar, convencer y motivar.

Tres verbos, con los que deberíamos mezclarnos, de forma natural.

Gracias. Emilio Moreno

Legan cuando hacen falta.

 

 

Quizás me esperas floja, sosegada.

¡Lo sé bien!, lo has mostrado con engaños.

Mentiras silenciosas, sin regaños,

y mil dudas visibles ¡Para nada!

 

Tal vez creías, que la madrugada,

se disfraza aún, con deseos extraños.

Siendo autora, de todos tus apaños.    

Cómplice de tu astucia engalanada.

 

Todo está descubierto, no hay quimeras.

Ni puedes confundir a nadie más.

conocemos muy bien las primaveras,

 

y a tantas golondrinas, que jamás

llegan cuando hacen falta y tan de veras,

calman ofensas y líos de atrás

 

Dicen, que ya no circulan burros.

 

El abuelo de René, le contaba a su nieto un cuento diferente cada tarde. Así lo mantenía distraído, fuera de las prisas por jugar y, podía consumir su merienda, sentado y sosegado a la vera del viejito.

Aquella tarde Don Ataulfo, comenzó inesperadamente con el estribillo de una cancioncilla, que le cantaba su padre. Cantilena que hacía años no tarareaba, ni tan siquiera recordaba la melodía y de buenas a primeras le sobrevino serena:

 

Mi burrito murió de un mal grano en su pie

y con él se llevó al cariño más fiel.

 

Mi burrito pringó por la chispa en la hiel

y a René lo dejó con la carga de mies.

 

Mi burrito palmó un buen día del mes

y el problema quedó para mí, y para él

 

Mi burrito inflamó mi corpiño y no sé

La tristeza invadió ahora mucho y después.

 

__ Abuelo, estás cantando una canción muy cutre, ¿No lo ves?  Anda, cuéntame ese cuento que siempre, guardas en tu recuerdo.

__ Fíjate nene, que me la cantaba mi papá, cuando yo tenia tu edad, y por la calle aún paseaban los burros. Ahora, todo ha cambiado motos, vehículos y camiones, además de los patines eléctricos y de las nuevas tecnologías que se están implantando.

El nieto quedó en silencio brevemente y al caso, respondió a su abuelo que se mecía el cabello, pensando quizás en aquellos años.

__ ¿Abuelo, ahora ya no pasean burros? __ esperó la respuesta y como no llegaba, el nieto volvió a dudar y le respondió lacónico.

__ Pues fíjate que yo no estoy muy seguro. ¡Alguno anda suelto!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Sonetos ligados.

 

 

 

 

                      ¿Es una ilusión?

 

 

Tras el esfuerzo ya está planteado     

Cuanto tajín con el gran desarrollo

Piensa, borra y corrige todo embrollo

Sonará el flautín, y ya está editado.

 

Dejé parte de mi en lo relatado.

Es una historia irreal, de zarangollo,

Procurando llegar, dentro el escollo,

Y, si Dios lo permite; publicado.

 

Difícil lo tendré, soy otro anónimo.

¿Pocos leen poesía? ¡Es excusa!

Si no es regalo, no la compran ¡Ánimo!

 

Oblígate a leer. Es ciencia infusa

Si me has de convencer, Soy tu seudónimo

No vivas solo tu vida difusa.   

 

 

  

           por favor sigue….

 

 

Parece tan sencillo. ¡Es demasiado!

Cuesta que te publiquen sin apoyo.

Al final daré cuerpo, a este meollo,

y a esperar; que le guste al gran mercado.

 

Cuesta convencer ¡Sí!, está explicado.

La gente no se fija en mi pimpollo,

por llevar apellido de criollo,

y contar con padrino destacado.

 

Cada cual, lleva su cruz y su lanza.

Yo escribo y no me ven, tengo paciencia,

milagros en mí no hay. Tengo confianza.

 

Por tanto, así seré, dando conciencia

Creyendo en mi plumilla, y alabanza.

Hasta que Dios denote, mi presencia.

 

              

 

 

                      Y Dios dijo…

 

 

Es poesía o novela, lo editado,

por título le das un gran arrollo.

Lo mismo saber es “guay… “todo un chollo

y lo lee hasta el jefe del Estado.

 

¡Sé con certeza!  No estás consagrado

¡Fácil sería dar con ese pollo!

Aunque fueras el más grueso cerollo

y tus letras me hubieran deslumbrado.

 

Has de saber, que tan solo en el cielo

Se cumple lo que yo, tan bien dispongo,

y para triunfar necesitas celo.

 

Dedicación y apego, y mucho tongo.

Tropezar con la suerte, y su desvelo

provocar al talento y más diptongo.

 

 

Siempre hay que

dar las gracias.

No sé muy bien a

Quien, pero no

Importa

Olvido; eso dicen.

 

 

Llanto falso. Distancia que es ausencia.

Justificar pretendo, cómo impropio.

Mentiras que me cuento sin acopio.

y así justificar, tanta insolencia.

 

Creer en ti ya es, benevolencia,

exigí a mi destino, ser más sabio,

evitando mostrar, tu gran agravio.

Restándole dolor a tu indecencia.

 

Cierro los ojos y me cuesta verte

sin esfuerzo. No quiero tu presencia.

Eres olvido. Te adivino inerte.

 

Mi trayecto adecuado, es mi experiencia.

Me acostumbré al engaño y a perderte.

De ti no quiero nada. Es mi urgencia.