jueves, 29 de diciembre de 2016

Tú eres de Papa Noel o de Reyes Magos






Desde el Cosmos Indeleble, una región que pertenece a un país lejanísimo y muy desconocido. Estaban tres ángeles. Albino, Rubio y Moreno, pajes de los verdaderos Magos de Oriente.
Ese Cosmos indestructible, ni siquiera llega a ser país. Más bien está dentro de los límites de un maravilloso Edén Celeste, que en el Globo Terráqueo le llaman sin precisar, vulgarmente: Limbo.
El trío de querubines charlaba amistosamente y veían desde sus nubes virtuales, la vida en la tierra, esa existencia humana vista desde tan cerca, que bien parecía eran ellos también los protagonistas de vivencias actuales. Haciendo de jueces con todos y cada uno de los intérpretes que intervienen en la misma y que por estas fechas suelen fijarse un poco más debido a las Navidades.
Prestando atención en unas zonas, donde la abundancia era la estrella de grandes desequilibrios y las penas, la escasez, por ser más abundante tenía más adeptos y desilusionados.
Gentes que van sobradas de todo y otros que no llegan a los mínimos necesarios. Otras que triunfan y ríen, y el resto que van de fracaso en fracaso intentando cumplir como buenazamente pueden.
Así que, en su interés, fueron a poner el punto de enfoque en algunos lugares, de aquí o de allá, sin más criterio que el de visualizar un poco, como se comportaban los humanos en el borde del comienzo de un nuevo año.
En el visor apantallado de Albino, el paje más preparado y ceñudo de los tres, fue a situarse en la casa de una familia distinguida, que había adoptado a celebrar Santa Klaus, desde hacía pocos años, aunque no habían dejado de festejar el día de Reyes.
Aquellos niños, los hijos del doctor Tijeras, tenían prisa, aquella tarde por ir a dormir. Sabían que los Reyes de Oriente estaban a punto de llegar y no querían que los pillaran despiertos. Aunque la verdad, es que el pasado día 24 de diciembre, esperaron despejados al gran Papa Noel, y también tuvieron algún que otro regalito. 
El Santa Klaus, de los hijos del doctor, representó su papel de forma estupenda, casi nadie le conocía y algunos incluso llegaron a creer que venía desde la lejanía al trote de un reno y un carro con juguetes.
Los niños, le saludaron, sin descubrir al pobre comediante, dándoles un abrazo tan fingido como antinatural, pudiendo comprobar que era un empleado de su papá que, envuelto en su traje rojo de navidad, recorría su casa y la de sus primitos, representando una recreación de la noche de navidad.
Thais y Eliot, muy educados, por las monjas de la Congregación del Primer Beso a Jesús, no quisieron de ningún modo descubrir a Ramón, el esbirro de la familia, que ponía todo su empeño por hacerlo bien.
Recogieron con tanta ilusión sus paquetillos que lo recordaran siempre, mientras vivan. A pesar de haber quedado los juguetes y presentes en uno de los desvanes de mamá, donde guarda lo inservible para que llegado el momento puedan recogerlo desde la oficina de Auxilio Social.
Disfrutando ese instante con esos dones que Santa Klaus les regalaba y que no eran bien recibidos por los jóvenes hijos del doctor, a pesar de justificar su comportamiento ante todos los allí presentes, ya que son almas educadas y tienen la potestad de elegir, y escoger.
Aquellos presentes lamentablemente, distaban muy lejos de las pretensiones de aquellos jovencitos.
Fue en esta ocasión el Rubicundo Paje, de Gaspar el que situó la vista en la casa de Manolo y Raki, que no comprendieron como el Papa Noel, había pasado de largo en su casa. Aunque pensando entre los dos hermanos, llegaron a la conclusión que, como sus papas, no tienen costumbre de poner árbol navideño, y con el lío de la enfermedad de mamá, pues el tal Nicolás, ha pasado de ellos por falta de fe.
Esta noche han colocado sus zapatos en el balcón, junto al lavadero lleno de agua limpia y trozos de pan duro, una botellita de anís recién salida del alambique, y unas castañas, para cuando lleguen de madrugada, a su casa los Reyes de Oriente, puedan abrevar sus camellos y ellos, logren descansar tomando una copita de licor dulce.
Los regalos de Manuel y Raquel, ya saben cuáles serán, si es que, en el cielo, ellos los magos, consideran que su comportamiento ha sido bueno y se han relacionado con profesores, familiares, y amigos decentemente, sin rechistar y cumpliendo bien durante todo el año.
Después de haberse levantado a las seis de la mañana cada día, para ayudar a sus papás, en dar de comer a los animales: las gallinas, cerdos y conejos. Poner la ropa en la pica y lavarla, para después tenderla, hacer el trabajo de la casa, mientras sus padres se atarean con lo más delicado y una vez eso está completo, ir al colegio a tres kilómetros y volver andando cuatro veces cada día. Así doce meses del año.
Hacer religiosamente los deberes, y seguir si les queda tiempo con esas ilusiones de jovencitos, en pensar que el día de mañana, las cosas serán de otra forma.
La carta enviada por estos niños fue muy simple: Queridos Reyes Magos de Oriente, este año, solo te pedimos una cosa, que rezamos para que nos la puedas traer, y la podamos disfrutar a medida que pasan los días.
La cambiamos por ese carbón de dulce que nos trajiste el pasado año, que estaba muy sabroso, pero hemos de sustituirla en esta ocasión tan necesaria y solicitamos que nos lo otorgues: Cura a nuestra mamá, que no está demasiado buena y la necesitamos mucho. El pobre papá, no puede con todo y ambos están muy preocupados.
 La casualidad fue a parar en la diligencia al elegir lugar directo el paje más oscuro, el chambelán de Baltasar, el morenito, quedándose la aguja del buscador clavada en la situación del pedagogo más dedicado de la ciudad.
Antonino, es un profesor de primaria, soltero y timorato que, llegadas estas fiestas, y no teniendo familia a la que invitar. Se presta a ser uno de los protagonistas de la Navidad Lapona, o sea uno de los cientos de miles de personajes disfrazados que pululan por el mundo como Papa Noel.
Siendo y transformándose en ese imaginario rojizo con cabellera y barbas blancas, para que los niños, puedan ir con sus cartas al supermercado donde le colocan la butaca y hacer de correo especial.
Donde espera a que los chavales lleguen con sus ilusiones y entreguen esas misivas llenas de sueños y encargos de juguetes.
Es un trabajo que hace desde ya, unos cuarenta años, y con su preparación de instructor, lleva con un hilo de lana a los críos, en sus preguntas dándoles ilusiones de futuro.
Como la Nochebuena ha pasado, Antonino, está en el Carrefour cercano, haciendo la misma labor, pero en esta ocasión disfrazado de Paje de sus Majestades los Reyes de Oriente y con su peluca blanca, su barbita nívea y recortada y sus guantes de seda, da el pego y no imagináis la cantidad de chiquillería que espera ser atendida para entregar su carta a mano, para que lleguen sin falta las peticiones, a los tres Magos.
El regalo que recibió Antonino, fue el mismo de cada año, su contribución a que esos millones de niños, sean felices `por unas horas.
 Los tres Arcángeles, dieron otro metido al embolo de vivencias y se marchó al Hospital de Sant Joan de Deu, donde la enfermera Matilde, lleva un trajín escandaloso, estos días, por aquello de que nadie se quede sin juguetes, o sea el repartir cacharros a todos los niños de la planta por festividad y tradición, tan emocional en estas fechas.
Preguntándoles a todos los niños que se recuperan de sus dolencias. Si ya habían escrito la carta para que en la noche del cinco al seis de enero les visiten los Magos.
Todos han contestado afirmativamente y con gran ilusión esperan, primero curarse y además que ese día amanezca pleno de felicidad por tanto regalo llegado de quien sabe dónde.
Los tres residentes en el Cosmos Indeleble, Albino, Rubio y Moreno, viendo toda esta ilusión, y mucha más que se queda en el tintero, por tantos niños, tantas ilusiones y tantas penas que limar; deciden bajar ellos mismos a ayudar a muchas de las personas buenas que hacen el bien sin recibir nada a cambio y llevar ellos mismos en plan privado unos miles y miles de ofrendas.
… y bajaron, y descendieron de sus naves estupendas, y dejaron a todos los abuelos de todas las residencias del mundo, un día sin penas ni dolor, que les pareció tan dulce como el mazapán.
 A todos los niños y mayores enfermos, del planeta tierra, hubiesen o no escrito su carta, les regalaron salud para seguir adelante, con sus juegos, sus estudios y sus ilusiones a los primeros y con esperanza, ilusión y mejor vigor a los segundos.
Pasando un día tan maravilloso, que se reflejó en los anales de la historia y que fue tan sonado aquel día, que pasarán generaciones y seguirán hablando del milagro.
A todas las personas que padecen por un motivo u otro, les regalaron en un santiamén, esa serenidad necesaria que, es la llave, para comenzar a pensar en positivo y llevar la carga que todos transportamos de una manera u otra, con más ligereza, más comprensión y resignación.
  … y a mí, queridos amigos, me dejaron un poco de imaginación para que os pueda brindar desde aquí, todo mi cariño y mi respeto.
 Enviando mi abrazo a todos y especialmente a ti que estás frente a mí; leyendo esta ilusión. Te remito un caluroso abrazo con todos mis parabienes, y cuando los recibas, ni siquiera tengas la intuición que viene de mi parte.
Siendo una constante en este período del 2017
 Amen.



martes, 27 de diciembre de 2016

Fin de Año en la plaza



Habían salido de casa, con el racimo de las doce uvas, para celebrar la entrada del nuevo año en el portal de la iglesia de su pueblo. Era una pareja algo rara que no tenía relación apenas con nadie.
Ni siquiera en el trabajo, donde dependían de un sueldo en el supermercado de la carretera, en el que trabajaban desde hacía unos años.
Departían no con demasiada gracia, con los demás empleados, y con los clientes. Eran gente de pocas bromas y menos amigos, distantes entre ellos, poco amables y dados a las bromas, muy alejados de cualquiera.
Dos personas Nelson y Dorada, ya no tan jóvenes, en la edad más bonita de la existencia, cuando se tienen esos años verdes, que todo lo pueden y nada solventan por falta de ilusión y de amor.

Ni se entendían, ni siquiera se soportaban. Iban en la misma dirección y ninguno de ellos, tenía nada que decirse, nada que compartir y menos que explicar. Ni siquiera intercambiarse una mirada de afecto, un rozamiento casual, un beso robado al pronto.
Eran dos témpanos, un matrimonio congelado por el hielo de su corazón, transformados en autómatas, y puestas en una vecindad brutal, donde nadie les comprendía, ni siquiera les veía, porque a base de desprecios por parte de ellos, optaron todos los vecinos por hacerles un hueco.
Un resultado mezquino, aquel que les arrojaba como derivación de su proceder, a un poco más de la misma sordidez y desamparo, en la que se cobijaban sin suponer que se puede cambiar sin demasiado esfuerzo para ser mejor.

El año que había transcurrido, había sido aburrido, tedioso, y pesado en su cotidianeidad, como los muchos anteriores. Del trabajo a casa y al revés, ni una salida al cine del barrio, a tomar una caña en la barrita de la esquina, el simple hecho de reír, era trasnochado.
Lo que se dice un mundo diferente y tan desconocido, era el que vivían ambos, sin poner remedio a la enfermedad de su falta de vigor.
A nadie de su edad, se le podía ocurrir mostrar esa vida y ese talante, porque estaba fuera de toda imaginación.

Cuando bajaban por la calle ancha, Nelson, notó que llevaba la bolsa de granos de uva, y se preguntó para sus adentros_ y yo que hago, con esta fruta, caminando hacia un punto que no quiero.
Se miró a Dorada y vio que en aquel instante ella se hacía la misma pregunta, aunque ambos continuaron su marcha por aceras diferentes, como si alguna fuerza interior les llevara al punto donde tenían que situarse, para escuchar las campanadas de la entrada del nuevo año.
Dorada, tropezó en la esquina y trastabilló, hasta llegar a la altura de la baranda de hierro que separa el desnivel de la calle, donde estaba Griselda, una chica muy delgada, que nadie conocía, la que frenó la caída y le dijo
_ Si no llego a estar aquí, precisamente, caes a la avenida, rodando escaleras abajo_ Griselda no esperaba contestación por parte de Dorada, pero sí, tuvo una respuesta de agradecimiento hacia la doncella.

_ Si, ¡muchas gracias!, es verdad, si no me paras me voy de bruces abajo, sin remisión. Aunque la verdad_ siguió diciendo_ no se hubiera perdido nada y a lo mejor… Dejó la frase por terminar y Griselda, le comentó_ No sé porque dices eso, si estuvieras enferma, si no tuvieras trabajo, compañero y vida, igual podrías decir que llevas razón, pero es todo lo contrario. Te equivocas y de mucho, no eres una persona feliz, porque no quieres serlo y te empeñas en que eso pase.
Dorada, quedó estupefacta a su lado, por todo lo que le había pronosticado en un minuto, sin ni siquiera saber, quién era.
La miró con timidez y quedó a su lado en espera de las doce de la noche, guardando precisamente el recodo aquel que había hecho en su desplazamiento de la caída.
Griselda que desde el suelo había recogido los granos de la uva, se los entregó y le dijo, luego te sucederá algo que te interesa mucho. ¡Espera!

Nelson, llegó junto al pino, y allí dejó en un lado del macetero, su paquetito de uvas, para sacar de su bolsillo la pitillera de tabaco y ponerse un cigarrillo en los labios, en el preciso instante que una ráfaga de brusco viento, le arrancó la cajetilla de las manos y la llevó volando al otro extremo, donde Gaby, pudo asir la tabaquera antes de que cayera al suelo y se mezclara con la nieve.

_ Por poco se te escapa y te quedas sin fumar_ dijo Gaby, mirando a Nelson_ ¡Ah gracias!, de buenas a primeras se arrancó el viento y me dejó sin saber que pasaba_ te apetece fumar conmigo_ le dijo Nelson, mirando a sus pies y viendo que iba descalzo sobre la nieve y que le sobresalían una especie de alas, de debajo del chubasquero, que se confundían con el follaje del pino.

_ ¿Quién eres, con ese ropaje? _ preguntó de nuevo Nelson, no es que conozca demasiada gente, pero a ti precisamente y disfrazado, no te tengo visto.
_ Soy Gaby, pero me conocen más por el Arcángel Gabriel, ese rubio que surca en todos los capítulos especiales de las Sagradas Escrituras, y me mandan desde el muy lejano camino de los Infelices, para darte a ti y a tu pareja, aquella chica llamada Dorada, que está con mi compañera Griselda_ ambos miraron hacia donde estaban y Gaby siguió.
Ella realmente es Ángela Di Celis, una muy buena angelita del pabellón más dignísimo del Paraíso Celestial. Ahora charla con Tu chica, después de haberla salvado milagrosamente de una caída muy fea y dolorosa, que hubiese percutido en su cuerpo, rompiéndose tres costillas.

_ ¿Quién sois?, y qué queréis de nosotros_ preguntó mirando de nuevo y viendo a la amiga de Gaby, en el otro lado de la plaza, que lucía el mismo chubasquero y le sobresalían unas alas más vistosas inclusive que a él mismo.

La Ángela Di Celis y Dorada, se entendían y ésta muy tristemente, le contaba sin percatarse a la doncella, sus deficiencias, su padecer, sus miedos y sus rabias contenidas, su infelicidad y su gana de acabar con todo.
_ ¿De dónde vienes? Te he visto en alguna revista_ preguntó Dorada
_ Imposible, verme en revistas, no. Me has visto en la Biblia, que tenéis en vuestra casa, sobre el poyete del radiador, justo al lado de la máquina de coser
_ Como puedes saber todo eso, quien eres, ¿El espíritu de los cuentos de mi abuela?
_ No padezcas, déjate llevar, y no tengas preocupación porque no te preguntaremos nada, todo lo sabemos, sin que des explicaciones, corregiremos tu infelicidad, hemos venido, a subsanar estas deficiencias, ayudarte en este trance y que, al tragar el último grano del racimo de tus uvas, entréis_ tú y Nelson_ en una felicidad dignísima.
Dorada buscó con sus ojos a Nelson y le vio, en un gozo lejano, departir con un ángel rarísimo que también había visto en aquellos libros del poyete de su casa.
Paralizada por el miedo, quedó junto a Ángela Di Celis, que ya la protegía

Nelson quiso arropar a Gaby, que sudaba sobre aquella calle helada con dos palmos de nieve, y Gabriel le dijo sin grandes imitaciones_ No es necesario, más que ver a quien padece de verdad, en silencio y ocultando sus temores, sin que posean la solución de erradicar esa enfermedad tan extendida entre los individuos.
Un padecimiento que nadie le quiere dar nombre, nadie la bautiza, pero que existe entre las almas de muchos seres humanos, sin que les deje ser felices.
Sigue mis instrucciones, Dorada, sabe lo que ha de hacer. Ángela Di Celis, le ha puesto al corriente y los dos os encontraréis.
Ahora van a caer las doce de la noche_ continuó diciendo el Arcángel_, las cero horas, y en cada grano de uva que mastiques, ve acercándote un paso hacia ella, Dorada hará lo mismo.
No mires a nadie, solo piensa en tragar a tiempo y mirar a los ojos a tu Dorada, ni siquiera solicites ningún deseo, todos esos fallos los conocemos y hemos venido como hacemos cada año, a dar felicidad a alguien, y enseñarles a cada cual como la han de encontrar a partir de ahí.
Buscamos cada diciembre al que más lo necesita y quien más desea ser feliz y que este lo lleve a los demás.
Este 2017, te ha tocado a ti.

¡Sí! ….. por ello, sigue masticando y acercándote a ella, procura no atragantarte y cuando llegues al punto de no tener ningún gajo en el racimo, y suenen las alegrías del Año Nuevo, cierra los ojos, ¡bésala!, y da gracias al cielo por tantas cosas…. 





sábado, 24 de diciembre de 2016

Noche buena, hoy



Todos preparados para la cena más familiar del año. La cena de la Noche Buena. La celebrada en la noche del día 24 de diciembre, que es la desvelada cuando los pastores de Belén, se iban acercando a la cueva, siguiendo una estrella que desde el cielo les orientaba y les marcaba el camino a seguir.
Donde aquellas gentes creyentes y no tanto, quedaban admirados por las noticias que le llegaban boca a boca, del nacimiento del hijo de Dios.

Significando algunos, con aquella incredulidad lo que se sucedía en contraposición con los que tienen fe, de seguir el áurea del camino marcado hasta postrarse a los pies de aquella cuna hecha con palotes y piedras, y ofrecer lo mejor que ellos poseían. Con el único sustento de calefacción del cuerpo de María la Virgen, que lo tendría en el regazo, llegado el momento y a José de Arimatea muy nervioso, con sus manos atadas y sin saber qué hacer, donde mirar y administrando su ánimo de proteger al niño que iba a nacer. 
María esperando, tranquila bajo el aliento del borrico y la vaca, como única calefacción central esperando que pastores, agricultores, caminantes y mendigos fueran a ofrendar con miel, dulces y alimentos, el inminente nacimiento.

Por las calles no se podía transitar, los colmados, las tiendas, las tabernas están a rebosar de gente. Nadie percibe nada, sin atender ni dar cuenta de algo que no pase alrededor suyo. Entre los veinte centímetros y el propio cuerpo, aún podían generar algo de atención, a partir de esa distancia es un mundo. Todos gritan, todos beben, nadie entra en razones, ni siquiera creo yo, se enteran de lo que les hablan, puesto que nadie escucha.

El frio congelaba las orejas de aquellos dos niños que bajaban por la calle de la iglesia, sin saber dónde ir, sin saber qué hacer y sin cobijo. Buscando alguna puerta semiabierta para penetrar a hurtar lo que pudiesen y caldearse un poco, y si encontraran algo de comida, pues mejor. Nada hallaban para saciar su hambre, nadie les veía y menos les esperaban.
Son dos almas de doce años, echados a la calle en temprana edad. Dos muchachos sin familia, huidos desde hacía semanas de su correccional, tras haberlos capturado en una de esas balsas pateras, que se atreven a cruzar el mediterráneo. Haciendo peripecias para conseguir una vida mejor, sin saber realmente qué futuro incierto les depara.
Afanando todo lo que se les pone por delante, quebrantando propiedades y entrando en los huertos para recoger alguna hortaliza, forzar en los supermercados más amplios y con menos vigilancia, para llevarse a la boca sin ser vistos, el trago de la botella de leche que violentaron, o la rosquilla y el trozo de pan que sustrajeron.
Los han pillado y van camino de la comisaría del barrio. En su interior piensan, por lo menos esta noche no la pasaremos al raso.

La pareja de escoltas de control, en la aduana, que esta pernoctación no podrán estar en familia por haberles tocado la guardia de la semana en esta marcada noche. Atendiendo su trabajo y su obligación sin dejar de hacer funcionar su cabeza y pensar donde estaban aquella misma noche de hacía diez años, tranquilos, abrigados y en familia, cantando aquellos consabidos villancicos, que más les aburrían que otra cosa y que en esta ocasión, van a echar en falta. Se les ha complicado el servicio, cuando han sabido que desde una cárcel de la comarca ha habido una fuga y lo más probable es que traten de cruzar el fielato, dentro de alguno de los camiones que traspasan la frontera viniendo con sus cargas desde países ajenos.

En el mismo despacho de la policía, está detenido sin remisión el novio violento y celoso, que ha destrozado la cara de su chica, por un asqueroso arrebato de envidia, a la cual han llevado al hospital comarcal los vecinos, para ver si llegan a tiempo y pueden salvar a la pobrecilla muchacha, que se desangra por el capricho de un descerebrado criminal. Uno de tantos que van sueltos por nuestro mundo.
Una relación que no les venía demasiado bien, por los antecedentes del muchacho y que temían que las reacciones de semejante descentrado, pudieran afectarle a la niña. La familia de la joven penaba y a pesar de haberla informado del pie que calzaba ese hijo de Satanás, la lozana trigueña no hizo caso y le fue dando pie, confianza y amor. Hasta que, en un momento de arrebato por locura innecesaria, ha obrado como un gallo de corral, de forma machista, brusca y desmedida en contra de los principios de cualquier persona razonable, destrozando y faltado a todo lo que prometió amar durante toda la vida.

Los enfermeros de guardia del Hospital de la Clemencia, alertados y con supra ultra celeridad, han salido fuera, en el muelle donde las ambulancias se apean, para entregar a los sanitarios, los enfermos que trasladan. En esta ocasión un auto lesionado. 
Un abuelo, que ha llegado con indicios de haberse quitado la vida. Un señor mayor de setenta años, que vivía solo desde la muerte de su mujer, y que viendo que los hijos se han marchado a pasar estos días navideños de vacacionales a la nieve, ha creído oportuno ponerse en el bolso un billete preferente para un viaje de: Irás y no volverás.
Fruto de una desesperación o de una intransigencia, no lo sabremos, ya que antes de llegar a planta, veo aflojar la marcha de los camilleros y su dejación de brazos, en señal de que ha emprendido el viaje que mencionaba antes.

En la sala de estar de su casa, está Xaume, esperando a sus amigos que esta noche le llenaran la casa de alegría y de música, celebran en esta ocasión, la alegría del millonario. El sorteo de la lotería de Navidad, que les ha agraciado con un primer premio, y del cual llevaba cuatro décimos premiados. Ha querido tirar la casa por la ventana y ha mandado a su mujer al pueblo con sus hijos y se ha quedado con sus cuatro amigos de confianza para ponerse ciego en esta noche de festejo. 
Sin mirar en el gasto y con la tranquilidad de que todo lo tienen permitido según ellos. Comer no sé si lo harán bien, pero beber, seguro que no tendrán sed. Bebidas espirituosas y de alegrías con nenas hermosas lo tienen casi casi “apañao”
Ante tanta insatisfacción, frente a tanto padecimiento, creo necesario dejar de relatar éstas micro historias que suelen suceder alrededor de donde estamos. Solo hace falta poner un poco de oído y entendimiento, ver o querer ver, como padece la gente que nos rodea, lo infelices que son y nos daremos cuenta que la vida no es solamente perder el oremos por las cosas intrascendentes. Vale la pena mirar al de al lado y facilitar algo de cariño, eso que ahora va tan escaso.

Cierro mi ventana y me quedo en mi mundo, observando para saber y entender que es lo que nos pasa a la gente, porque perdemos el chiste y la sonrisa, para que usar tanta envidia por nada. Evitando ser felices los momentos que el destino nos dé y no preguntar. No nos creamos ser el ombligo del mundo, porque eso es una falacia.

Cuesta, es verdad, pero intentemos ser esta noche navideña algo más sensatos, más serenos y más humanos




miércoles, 21 de diciembre de 2016

Seis y dos son ocho y ocho dieciséis





Esta historia comienza muy atrás, cuando nadie de los que asistimos año tras año, al festín imaginaba lo que después iba a ocurrir.




Inclusive algunos de los que ahora concurren ni siquiera nos acompañaron en un principio. Por varias razones, no estar en la edad laboral, y mil razones más. ¡Vaya usted a saber!





En pocos años, ya se veía como se iba desarrollando la foto fija de la comida de Navidad, quienes eran los que año tras año, asistirían a no ser que algún imperativo de última hora se lo impidiera.



El ambiente magnifico, desde el principio, siempre ha habido un “ángel”, que acogía aquellas reuniones de pan y cuchillo, siempre había una risa para compartir, y siempre hubo algo que celebrar. ¡Como lo recuerdo! ¡Qué ambientazo!



¿Era un tiempo de no problemas?  ¡Para nada! Éramos jóvenes y todo quedaba en aquel ratito de asueto que nos dábamos a nosotros mismos, y lo canalizábamos para reír, charlar y comer. No se había inventado el colesterol, ni el ictus, ni se hablaba de la diabetes.




Cada comensal se fue agregando cuando le pareció más oportuno y bienvenido fue. Ahora pasados los años lo recordamos y nos vemos en las pupilas de los demás, con canas, con arrugas y con otras metas.



Después, la afectividad y la efectividad hicieron su trabajo y fueron dejando ese poso que se aglutinó en nuestro querer y sigue insistiendo en “juntarnos” para estas fechas decembrinas, a pesar de que muchos de los componentes del grupo ya no estemos en activo.





Nos alegramos y nos agradecemos con las clásicas frases discretas de afecto, nos comprendemos entre sonidos, entre miradas y en el trasfondo entre sonrisas y lágrimas no visibles, vemos como parte de nuestra vida ha ido diluyendo entre ellos.






Tantos años, tantas historias, tantas urgencias, tantas bravatas, tantas prisas, que han quedado en mucha paciencia, mucha esperanza, mucha ilusión a lo que nos aguarda.





Recuerdo de quien partió la idea, del amigo Aurelio, que en aquellos años era el jefe de la teneduría, ayudado por el segundo de entonces José María, que ahora es el que controla a los tenedores, quien le sustituyó y se quedó con la plaza del generalato.



Ahí nació nuestro particular Noel.

Hoy seguimos todos, además de los que se han integrado, que a la postre son los que llevan la música y han recogido el testigo de las batallas, que son las mismas que lo fueron nuestras y que el tiempo ha puesto muy a tono, en manos de otros protagonistas.



Hasta el próximo año amigos.





martes, 20 de diciembre de 2016

Equipo del Programa de Radio de la Gent Gran




Anoche a las 19 horas del 19 de diciembre de 2016, en las instalaciones del cómodo y acogedor bar de Can Massallera, se celebró la merienda – cena – piscolabis del grupo de la “”Gent Gran”” de Radio Sant Boi. Programa radiado para todos los públicos, especialmente dirigido a los mayores. Aquellos jóvenes que ya están en la franja entre los cincuenta y ciento noventa años.

Atendidos a la hora de la degustación por Carmen y Pedro, las personas que regentan el establecimiento y que nos lo pusieron fácil, sencillo y además apetecible. Por hacernos degustar aquellas lonchas de pan, acompañadas del mejor de los embutidos, todos ellos variados y que fue un rico encuentro con los placeres del gusto por comer.
Todos los amigos y componentes del espacio, nos encontramos para desearnos felicidad en estos días de Pascua, en un acto sencillo y sobrio, que se hizo ameno y muy especial.
Ya nos han transcurrido unos meses desde que el pasado septiembre, proseguíamos una nueva singladura en la radio, tratando de distraer a los oyentes, intentando amenizar sus sobremesas y tardes con el gusto de hacerles llegar aquellas curiosidades, noticias, diversiones, comentarios, efemérides, acompañadas de música y de hechizo, que a ellos les interesen y nos sigan acompañando en este tan bonito trayecto como es la comunicación.
Sin darnos cuenta hemos terminado la primera etapa de los programas del curso 2016-2017. Los cuales han tratado lunes tras lunes de cuatro a seis de la tarde, versando sobre toda la diversidad y amalgama que nos podamos llegar a creer y antes exponía. Personajes destacados de la localidad, músicos de renombre, rutas de excursiones, charlas con nuestra abogada. Las flores y decoración junto con los remedios caseros, la Poesía. Las ganas que tenemos todos nosotros por agradaros y que os sintáis fenomenales.
Ultim program año 2016 nº 273, Mariangeles, Candelas,Emilio,Carme,Lluis

Casi todos los componentes estuvimos en la merendola, y se charló de varios temas sin prefijar ninguna máxima, ya que a nosotros no nos han de dar demasiada cuerda para comenzar una historia, un cuento, un chiste, o incluso un consejo.
Amigos ya saben si nos quieren seguir nada más han de pulsar o buscar Radio Sant Boi, Frecuencia Modulada en el 89.4 del dial del Bajo Llobregat, o buscarnos en el Potcast de Radio Sant Boi a la carta, _ fácil encontrar con cualquier buscador_ y cada lunes tendréis una gran e interesante sobremesa.












viernes, 16 de diciembre de 2016

Crimen en el Casino



El día en que Doña Concha, se contagió del brote de la fiebre del nefasto año diez y ocho, fue un domingo nublado de madrugada, recién llegado Saturio del Casino, tras perder una fuerte cantidad de dinero. Se había jugado parte del patrimonio en acciones que poseían del Balneario, quedando estas esquilmadas en favor de otro sinvergüenza del mismo calibre que el “saca muelas”.

Siendo recriminado de forma agria por Concha, que ya llevaba un tiempo advirtiendo y sirviéndole de reflexión, por su forma de actuar. Dejaciones que tenía cada vez más clamorosas, con las niñas y con ella misma. Falta de atención a la Botica, juergas interminables, líos de faldas con las señoras del pueblo, y con las meretrices de las posadas de lenocinio, sin llevar cuando menos el disimulo y el cuidado del inicio de las veleidades.
Siendo por otra parte estas acciones, escarceos seductores y demás, de dominio de su esposa y del propio Arnedillo.

Aquel domingo tuvieron una bronca muy prolongada y muy severa, tanto que no llegó a mayores con las acciones, gracias a la intervención de la hija Charme, que ya contaba con diecisiete primaveras y era la que administraba aquella familia a nivel de cuidado con sus hermanas menores, de control con el servicio doméstico y de las múltiples atenciones que la gran casa necesitaba, al estar la madre Doña Concha, como el padre ocupados en los quehaceres públicos, dados del cargo que poseían tanto en el Balneario como en el Casino de Arnedillo, sin contar con un despacho de recaderos que recorrían La Rioja entera, con mercancías de todo tipo, entre ellas tejidos, manufacturas y joyas. Negocio en auge, del que fue heredera Concha Puig por las tantas propiedades como le había dejado el testamento paterno.

Charme, había puesto paz en la trifulca que mantenían sus padres, no sin observar el aspecto que traía Saturio, sendos cortes en los antebrazos de arma blanca y en la forma que los pretendía disimular ante aquella mujerona que era la señora de la casa, la cual propensa a que le dieran unos achaques de apoplejía, que la dejaban desmayada, tuvieron que llevarla a sus aposentos las asistentas de servicio y encamarla con unas vasijas de agua caliente. Suministrándole unos brebajes que el propio esposo había preparado con simientes y tallos de tomillo e hinojo y que él mismo le suministraría llegada la noche.

Una vez la madre descansaba en su cámara, acompañada por el resto de sus hijas Marina y Xon, Charme se enfrentó con su padre, exigiéndole le explicara en primer lugar de donde venían aquellos cortes que llevaba en los antebrazos, hechos que sin duda los había recibido en alguna reyerta, con algún desaprensivo.
Esperando recibir por parte de su padre aquietas explicaciones de su proceder, ya que desde un tiempo a esta parte, por falta clara de comunicación del boticario, en no cumplir, ni tan siquiera disimular aquello que debía estar preestablecido entre el matrimonio, tenían detalle.
Notando a su vez el desfallecer del buen tono familiar, y de la ausencia y falta de responsabilidades en su proceder, del desencanto y flaqueza del erario familiar, por el tanto juego, mujeres y vino que necesitaba, un padre que hasta entonces lo disimulaba con creces.

__ Tendrás que aclarar este proceder tuyo, que ya es una norma indeseable que hemos de aguantarte, madre y nosotras

__ Hija ha sido un percance desgraciado. Ya me conoces y suelo dejarlo todo bien agarrado, para sobre todo la gente no chismorree

_ Sin embargo ya me contarás como te has hecho las heridas, tan profundas de los brazos, que da hasta miedo mirarlas, por lo feas y obscuras que son.

__ Has de ayudarme, a esconder ciertas cosas que están en mi despacho del Casino, que no puedo solventar yo solo.

__ Antes de eso, has de explicarme para que yo lo pueda entender cómo es que te portas tan mal con madre y con tus hijas. Estás ocioso y sin recursos, no eres tú, algo te está ocurriendo que nos ocultas y así dejarás de poder tirar hacia adelante y en poco tiempo, serás una piltrafa, que no podremos arreglarlo en forma alguna.
Sin contar ese enorme despilfarro que llevas, sin darte cuenta que en nuestras arcas ya no entra dinero y solo hacemos que pagar deudas de juego, de vicios y de vergüenzas, cuando hasta hace poco solía entrar los dineros a borbotones.
Entiendo que los clientes de la barbería y los pacientes del señor boticario, no sean gentes que estén sobradas de posibles, pero algunos pagos hacían cuando te dedicabas y estabas al frente de la farmacia, ahora, imagino se lo llevan los mancebos que tienes contratados y flaco favor nos hacen, valdría la pena cerrarla y mandarlo todo al cuerno.

__ Todo cambiará hija, he tenido unas manos de cartas muy malas, hace un tiempo y eso ha hecho debilitar mi persona, además de los insultos que ha proferido tu madre contra mi persona, que creo son injustos y despiadados.

__ Estás enfermo padre, decir que has tenido mala suerte, cuando tú eras el primero que le veías la brizna en el ojo al vicioso jugador, y clamabas al cielo con tus maldiciones si era preciso y brebajes para sacarlos de la degeneración. Ahora eres tú; el primero en sumarte al grupo. No te da vergüenza lo que va diciendo el pueblo de ti.

Sois el hazme reír con el lío que lleváis la peluquera y tú. La Dolores, a la que te tiras en su propia casa, sin importarte que tu mujer y tus hijas tengan que soportarlo. Sin escandalizarte sobre lo que vierten sobre esa familia y la nuestra, por vuestros escándalos.

__ He cometido muchos errores y graves, pero como el que voy a contarte ahora, ninguno. Trataré de enmendarlo, tengo muchos contactos de amigos que creo solventaran el asunto sin que intervenga la gendarmería y de otros que no lo son tanto, que por el mero hecho de que me deben grandes cantidades de dinero, provenientes del juego y de los líos de sus queridas, portadas al Balneario a todo estar y con sanaciones deslumbrantes también me echaran una mano para que todo quede oculto y nadie pueda enterarse

__ Por mi parte, no quiero saber demasiado de tus fechorías, lo único que quisiera es que no des la nota en este pueblo, que todo se critica y ya vamos apañados con lo que tenemos encima.

__ ¡Escúchame!, y deja tus retahílas para otro idiota. ¡Acabo de matar al marido de Dolores, al amigo Segismundo, el bocazas de Arnedillo




martes, 13 de diciembre de 2016

Para tí es mi Felicitación Navideña.









Volvemos a estar de nuevo en las Navidades. Nos ha pasado volando el año 2016.
Ahora en su tramo final lo vemos cada cual desde nuestra perspectiva. Unos lo alabarán y el resto, los que han sufrido, lo denostarán. Así es la vida, y siempre se repiten las mismas constantes, los mismos misterios, las mismas razones. 
El 2016, según el horóscopo Chino es el año del Mono rojo de Fuego, realmente es muy interesante leer sobre estos vaticinios pero, para los occidentales, tan atareados en nuestras creencias, tan nerviosos para resolver de manera rápida nuestras exigencias, se nos hace difícil entenderlo.
Sencillo y cruel, exigente y decidido sin percibir su lento latir, nos va abandonando con su ritmo marcial severísimo. Marchándose, como el que no quiere la cosa. Sin ser advertido, cuando realmente a muchos de nosotros nos ha puesto a prueba y nos ha brindado momentos muy dolorosos, tristes y amargos. 
¡Amigos todos estamos en este valle de lágrimas! que diría el predicador de las Alpujarras. ¡Es bien verdad que la vida es así!, yéndonos a cada cual de una tesitura diferente. Muchos lo han disfrutado en su intensidad, saboreando todo el néctar que les ha dejado en el paladar, porque fue todo a pedir de boca, ellos lo recordaran sin duda como el bisiesto año diez y seis. 
Momentos que se disfrutaron con placer hasta la extenuación, siendo a la vez, como no podía ser de otra forma, alegres e inenarrables. Con estos nos quedamos, en nuestros recuerdos, sin dejarlos escapar __ piensan aquellos afortunados.
A la a otra parte, la que no fue tan dichosa, les bastó con recordar aquellos instantes imborrables, que dejaron huella y una sonrisa poco espléndida y un sabor agrio, al llegar los negros nubarrones de aquellos pasajes poco agradables y desgarradores, como son la pérdida de seres queridos, en el momento inesperado. 
De aquella enfermedad que se manifiesta en tu amigo, que te rompe el alma en añicos, padecimientos y frustraciones acaecidos a la gente próxima, a la que nos importa, y que la tenemos tan cerca. Gente, que queremos y sufrimos con ellos, aunque solo sea en el acompañamiento de nuestro afecto. 
A la vez que rezamos y luchamos con ellos en el deseo y en la fe, de conseguir aquella fuerza venida quizás desde el cielo, que unida a la ilusión y el arrojo, esperanzado, les haga retornar aquella salud que la enfermedad hipotecó.
No voy a ponerme trágico, ya que el mensaje que os quiero mandar es de ilusión y de alegría por tantos momentos que me habéis ayudado a traspasar esta anualidad consumida.
Un abrazo cariñoso de corazón recibiréis desde mi persona todos y cada uno de vosotros, ¡aunque estés lejos te llegará!

Como cada año, desde este balcón de sentimientos, os deseo se cumplan vuestras demandas y vuestras ilusiones. Lo mejor y lo más bonito, que os vaya pasando a medida que el año 2017 transcurra, que nunca os falte ese suspiro de alegría o de ilusión. 

La salud que os desborde sin miramientos y os haga disfrutar de lo más insignificante que imaginéis.
Teniendo para mí, como principal regalo del año 2017 que nos llama, conservar tu amistad y cariño, dentro de lo más profundo de mis pretensiones, y seguir contando con tu amistad. 

¡Sí! 
Contigo especialmente, lo sabes muy bien, porque aunque no lo demuestre, no lo publique, no os lo haga saber, os necesito.


Un fuerte abrazo y todo mi respeto.

Emilio






domingo, 11 de diciembre de 2016

Segundo Certamen de Villancicos y Poesía. Diciembre 2016





Ayer sábado día 10 de diciembre, se celebró en los salones de la Parroquia de Santa María en Cornellà, el segundo Certamen de Villancicos Rocieros y Poesía.

El acto fue presidido por el teniente de Alcalde del Consistorio de la ciudad y sus acompañantes, los cuales estuvieron muy receptivos durante todo el espectáculo. 






Contamos a su vez con los representantes de las Asociaciones de las Hermandades de la Santa Alodia y Nunilon y el Presidente de la Asociación de Poetas de la Villa, Don Alejandro Sánchez Ahumada, artífice de cuantas heroicidades se consiguen en la sociedad de amigos y poetas de la mencionada población.













Los grupos artísticos que intervinieron según el programa previsto, fueron los encargados de amenizar el espectáculo, siempre contando con los maravillosos poemas de nuestros Rapsodas y difusores de emociones enviadas al corazón, como son los Poetas de Cornellà, que estaban agregados en la celebración y que ayudaron a darle ese énfasis que distribuyen las palabras bien expresadas y con ese ritmo acompasado, describiendo las emociones que el alma retiene sin que nos demos ni las apercibamos. Esa comunión que llegó a existir entre los rimadores y las entrañables personas del auditorio, que respetables y cada vez más entendido público asistente, acompañaba el Acto.

¡Señores! ¡Así da gusto!





Ver aquel salón tan amplio apretado por los espectadores que se dieron cita en una tarde de sábado que nos acogía entre amigos para Felicitar a todos los presentes en las Navidades que tan próximas tenemos.
Presentada por Jordi Subirá, otro baluarte de nuestra asociación, que nos condujo por los vericuetos, dándonos la última información de cuanto se trataba y tenia que llegar.
Alfredo González Vilela, cantautor, además de llevar el sintetizador musical, nos aportó cuatro Villancicos que el público saboreó como ese "Maná" caído del cielo, recibieron en su día aquellas buenas gentes creyentes.






La Asociación Cultural Extremeña San Isidro Labrador de Cornellà, nos deleitó con sendos villancicos a la poste, que arrancaron del publico asistente unas loas apreciables.
El Coro Raíces de Andalucía de Viladecans, también aportó su arte, con la interpretación de una serie de cantes al uso de la navidad, que sin duda llegaron al dando del alma de cuantos nos reunimos en el Auditorio de la Parroquia.




Finalizando el espectáculo actuaron los amigos de la Asociación Andaluza Hijos de Almárcha de Cornellá, que nos dejó prácticamente sin resuello, por sus interpretaciones calurosas tan llenas de sinceridad y de buen hacer.
Los Poetas que intervinieron y por este orden en la dicción de sus versos, fueron Gabriel Moreno, seguido y en su turno por Jesús Picó y Emilio Moreno



Otras actuaciones de la noche.