viernes, 30 de noviembre de 2018

Cenas risibles
















Bueno y saludable es compartir mesa,
con los colegas, que son los de siempre.
Aquellos que te escuchan por costumbre
a los que poco importas, los de empresa.

Ronda, charla y comida es lo que pesa
lo que cunde es lo que agrada es la urdimbre
como si fuera a huir todo diciembre
algo sensacional raro y no estresa.

Decir tan poco y sin sentido es norma,
del vocero que canta y no se acopla
a su gran melodía ni se informa.

No siguen pauta alguna cantan copla,
bailan salsa muy gris, se desinforma.
Hay mucho desconcierto. Después sopla.







Tener vocación...













He visto a mi preciosa niña rota,
la fiebre se la come. Es un juguete
en manos de la suerte y un paquete,
con un destino incierto que alborota.

¡No hay médicos!, la huelga es dura y trota
nadie se compadece del boquete
dejado en su salud con soniquete
y en su llanto por ser niña derrota.

Vergonzoso es dejar enfermos nulos
mientras algunos médicos reclamen
más dinero y en sus galas y bulos

presuman de salvar vidas y no amen
su deber el que juran en sus círculos,
que no es otro que el de curar ¡Amén! 






miércoles, 21 de noviembre de 2018

Si no fuera delito











Le cuesta creer mi voz cuando se alumbra.
Cuando le digo solo tu eres mía.
No habrá más mujer ni gozo en mi día,
que tu presencia de musa vislumbra.

Recela por la falta que deslumbra
mi sensatez en su duda y porfía,
y si hubiera algún cambio lo sabría
por lascivia y la envidia que descubra.

Me olvidarás con el tiempo y la muerte,
ella labra incesante por achares.
Sin pensar que igual yo muero sin suerte

y es ella; la que queda en mis lugares,
donde nadie la vio pecar y alerte
trocando miedos que imputaba a pares.















Saliva acibarada





















Aun lo conservo, fue un beso de amores
imposibles, por causas tan perdidas
como maravillosas y atrevidas
que al viento le robé por sus rumores.

Aun lo albergo en mi mente y mis albores,
por imposible al ser de mis heridas,
beso eterno que aún con despedidas
no entierran sus olores y sabores.

Anhelo y contacto en sus labios rojos,
regusto de saliva acibarada,
deseos y pasión entre matojos.

Recuerdos de mujer enamorada
que sujetó en mi boca y en mis ojos,
como una dulce crema. Su pomada.



















domingo, 18 de noviembre de 2018

El peso y mi tara











Ninguno de nosotros nos salvamos.
No estamos acabados ni perfectos,
nacemos con la tara y con defectos
y encima nos creemos ser los amos.

Nuestro imperfecto lo disimulamos,
sumando falsedad sin intelectos.
Obviando certidumbre sin conceptos,
no siendo natural, nos condenamos.

No busquemos culpables sin acciones,
a este mal que nos mata por completo
y ser un poco más suave en reacciones.

Se me escapa mi tiempo, ya obsoleto
antídotos no encuentro en soluciones,
por ello me declaro muy sujeto












sábado, 17 de noviembre de 2018

Virgitanos en Sant Boi, nueva versión





                  


Como cada año en el mes de noviembre, nos juntamos los amigos. Aquellos que nos han rodeado casi toda la vida. Aquellos que saben más de nosotros que uno mismo, aquellos que cuando entornamos los ojos saben que es lo que nos duele y de que nos aquejamos. Aquellos que a medida que vamos cumpliendo meses, no notamos lo que dejamos en el camino. No apreciamos que en el arcén se nos van quedando las esencias y ya no se podrán reeditar las batallas y los desmanes de otros tiempos.




En este año 2018, tan solo hemos asistido cincuenta y una personas. Amigos y amigas, parejas, algunos, casados otros, solos también han habido, todos ellos simpáticos como cuando contábamos con cincuenta años menos que ahora.


No os penséis que voy a contar penas ni tampoco explicaros aventuras de las cuales nadie tiene porqué saber, sin embargo se me ocurre una muy venial; que os la voy a relatar porque sé que los protagonistas no se van a enfadar ni siquiera la recuerdan, (Con toda seguridad), porque pasó de una manera tan sumamente suave que ni las hojas se movían por el viento, ni las nubes nos tapaban el horizonte.

Estaban dos de los presentes hoy en la comida, en el Acuartelamiento de Soldados en San Clemente de Sesseves, provincia de Gerona. Corría el año de mil novecientos setenta y uno. Mes de abril y recién llegados al Campamento de Reclutas del Ejército, nos acomodábamos a las disposiciones del mando militar.
Cuando de buenas a primeras se dio un brote de una afección que se llama Meningitis y las autoridades sanitarias nos arrestaron en los barracones en una medida de protección en lo que se le llamó una Cuarentena.

Todos quedamos asustados pero a la vez con ganas de no creernos la importancia de lo que podría haber pasado, a pesar que en otras refugios, ya estaban un par de reclutas afectados por esa achaques.
La cuestión es que cada cual juraba en hebreo como sabía y como podía, menos uno que sacando lápiz y papel se puso a escribir una carta a su novia de esas que son larguísimas y excelentísimas por contenido y por erudición. Que duró los nueve días que estuvimos retenidos en las barracas.
El protagonista de la carta y la que entonces era su novia—hoy su esposa—Estaban los dos en la comida de hoy y además no faltan ningún año.
Del contenido de la misma nos hemos ido enterando todos los que conocemos este hecho, porque le decía al final de las cuartillas, antes de despedirse de ella, con la intención de verla muy pronto.—( Te querré siempre y seremos muy felices. Juntos andaremos por el mundo y compartiremos todo aquello que se nos ponga por delante).

Hoy me los miraba mientras reían, se divertían y gozaban del momento y he vuelto a recordar aquel instante, aquellos momentos encerrados en aquel barracón, que fui a preguntarle—¿Qué estás haciendo—y él me respondió sin que yo pudiera entender lo que me decía hasta esta misma tarde.
Disfrutar del momento y dar gracias por todo lo que tengo.
Os dejo alguna foto del grupo de amigos y recordar aquello tan simple que si lo llevamos como norma nos facilita la vida. ¡Disfrutar y hacer gozar al que te rodea!





Noviembre 2018
Virgitanos en Barcelona




jueves, 15 de noviembre de 2018

Rompeolas

















Que se acerque quien quiera echar un trago
y acompañar mis penas y las suyas
las nuestras, porque fueron aleluyas
trinos de pintacilgos con su estrago.

Congoja de flirteo en mi naufrago
fracaso al romper tantas olas tuyas
con lágrimas que como torpes puyas
rodaron cara abajo en cruel sufrago.

Uniendo alma con alma, no es la suma
ni bebiendo borramos toda huella
de lo que pudo ser, así se esfuma.

No volviendo a ver nada como aquella
ilusión del inicio que perfuma
el cruel trago que bebo de grosella













miércoles, 14 de noviembre de 2018

Buen dia...



















Amanecí esta mañana
con mi esencia muy crispada
viendo desde mi ventana
mi vecindad despistada

Me cruce con un vecino
y este no me conoció
o iba medio dormido
porque ni me saludó

El devenir de la plebe
en su ritual matutino
cada cual puede y mantiene
sus costumbres sin atino.

En el ascensor me miran
siempre voy muy despejado
aunque ahora apunta el día
muy sencillo he madrugado.

Los hay que van sin asearse
como si fuera una guasa
pasarse un peine y lavarse
cuando se caen de la cama.

Todos emprenden su causa
como caídos del catre
y al trabajo van sin gana
y sin que nadie les trate.

Llevan el malhumor roto
con sueño, no han descansado
o en la cena se pasaron
con el vino y el asado

Algunos ni buenos días
te dicen cuando se cruzan
se hacen los despistados
son geniales, que les zurzan.

Al salir desde el portal
ninguno cierra la puerta
si esa puerta no es de nadie.
Todos la dejan abierta

Con todo ello me pregunto
que desde el balcón les veo
deben llevar gran disgusto
de otro modo ni lo entiendo.

No sería más sencillo
o por lo menos gracioso
ser natural y humilde
y no parecer dudoso.

Nunca me había fijado
en como voy por las mañanas
con mi pelo engominado
y mirándote a la cara.

Agradeciendo el saludo
comprendiendo lo antedicho
y si dormir no se pudo
corrige tu susodicho.

Entre gustos cada cual
no libraremos batalla
y aunque no me sea igual
sonríe por la mañana.










lunes, 12 de noviembre de 2018

En la nada.















Noto que me recuerdas sin mirarte
aunque estés a distancia alejada
a pesar de tu calma insospechada
porque te atraen mis ganas de notarte

Desarbolada en mi, al alejarte
al querer entender tu fiebre alada.
Presumiendo de qué, de casi nada
porque también, en la nada ves arte.

Seguro que es difícil entenderme
sobre todo a los que se creen ser dioses
y a los que gozan por no sostenerme.

Aquellos que seguro albergan poses
y codician muy mucho sorprenderme
con tantas conjeturas sin desgloses