miércoles, 20 de febrero de 2013

Descarga YSYP Aplicación del Amor: Capitulo: 09

El episodio anterior finalizaba con estas conclusiones....

Partidaria de no prohibir nunca a la gente que disfruten de lo que gozarían los demás si pudieran. Creyente en Dios como el Ser Supremo que gobierna las vidas, pero nada puritana. Muy abierta en la forma de pensar, tolerante como la que más, pero también cabra loca cuando se arranca
Mal carácter, desordenada, olvidadiza, perezosa a ratos, de vez en cuando deja las cosas para después, todo para lo último como los templados....  
lean el capítulo siguiente a continuación.


Comienza la entrega nº 9

Se levanta con el pelo despeinado, deja los zapatos tirados, a veces se aúpa con los ojos cerrados porque no quiere despertar, y se cabrea con ella misma, entra en la ducha completamente despistada, desnuda, recorriendo un largo pasillo que le lleva bajo el grifo de agua helada.

Gritona, después ríe, procura que los demás rían también. Pretendiendo que lo que hace, quede en el trastero, dejando parados a los demás.
A los caballeros que le ceden el campo en la carretera les tira un beso y se quedan todos extrañados, pensando que está loca.

Ha aprendido de la existencia, que es ella y sus circunstancias, y así como ha tenido que partirse la vida trabajando para velar por sus hijas y por ella, ayuda a todo el que puede y Dios le bendice, porque siempre tiene dinero para poder ayudar a los demás.
Todo lo que auxilia a sus hermanos o a su familia, se multiplica, no es apegada a las cosas materiales.
Persona refinada, consentidora, halagadora, le encantan los abrazos apretaditos, los que hacen sentir los latidos del corazón del “contrincante” sea hombre o sea mujer.
Martin un venezolano, despierto e inteligente, que tuvo que saltar de su país, por problemas con el fisco, debidos a los dos últimos negocios, que gobernó. Siendo necesario, o pagar las deudas en su tierra natal, o echar tierra y mar por medio y perderse a lugares ignotos, para que la ley le dejara en paz y volviera a comenzar, su singladura desde otra perspectiva más adecuada. Regentó un negocio de carpintería de aluminio, que lo levantó de la nada y llegó a ser tan alta su facturación, que pugnaban por el negocio, varias de las empresas potentes y con envergadura de Caracas. Hasta que le reclutaron para ganar dinero fácil con promesas, esas entidades que utilizan ese rebuscado ingenio de la “estructura piramidal”. Con azafatas estupendas y con aplausos a lo americano. Solo tuvo que invertir unos miles de dólares para vender, participaciones a parientes y amigos, haciéndoles un lavado de cerebro estructural, por la venta de productos de belleza de una firma Hollywoody of Moovi. Consiguiendo trainers-entrenadores  y vendedores, que estos a su vez, repetían de nuevo el ejercicio. Por una cantidad de dólares no demasiado exorbitada. Se triplicaban los ingresos en cuanto reclutabas interesados para la legión de venta domiciliaria de cosméticos, jabones íntimos de señora, delicados perfumes para la belleza, crece pelos para los que no tienen un cabello de tonto, cremas corporales que daban moreno a la piel y nutritivas totalmente naturales, hechas de papaya y de mangos, todos afrodisíacos y frutos del paraíso terrenal, que facilitaban al cuerpo humano absorber todas sus propiedades.
Con ello, perdió a su mujer, su casa y su negocio, dedicándose en nueva singladura a la venta de seguros también en una Aseguradora Multinacional, en la que hacía pólizas sin clientes para cobrar las primas y comisiones. Multirriesgos de vida a conocidos, familia y amigos, colocándoselos casi a la fuerza y obligándoles a firmar el contrato con el denominador de dar pena. Harto de engañar a sus colegas, a sus amigos y conocidos, le cerraron las puertas y para guinda, el fisco encontró unos capítulos impagados de sus anteriores empresas. Saliendo de la casa de su madre, que es donde radicaba en el último tiempo, para hacer fortuna en Costa Rica.
Martin la conoció el día que entró en su farmacia a tomarse la tensión, después de recibir un mensaje muy raro, con remite desconocido para él, un tal YSYP, que no lo tenía en su agenda, pero que indefectiblemente tuvo que dejarlo todo para sin perder tiempo, entrar en aquella farmacia de la capital San José. Siendo Cecilia quien le prendió el tensiómetro en el brazo.
En aquel instante se miraron a los ojos y se dijeron sin hablar un requiebro que les llegó al alma. Fue como una llamada instantánea, una alerta del estado del bienestar, un gozo recibido sin esperarlo que les hizo temblar con un trastorno  inusual. Una especie de dulzura contenida que a uno y otro les agradaba el espíritu, sin saber ni cómo ni por qué. Algo que les superaba como una fuerza atrayente les ofreciera un camino agreste y labrado de bondad y bienestar, difícil de no reconocerle. Cecilia invitó a Martín Valleros a tomar asiento simplemente usando el lenguaje corporal, indicándole con su mano derecha que se acomodara en aquel taburete de la consulta y ayudándose de una suavidad extraordinaria le empujó suavemente de los hombros para que reclinara su espalda sobre el reposadero espaldas del asiento.
Le tomó el brazo y con suavidad le desabotonó la manga sin dejar de mirarle, casi era un misterio los dos estaban en un trance vivencial, que solo ellos apreciaban, una atracción sublime que valía la pena disfrutar.
Aquella tensión estaba desbocada, galopaba por sus venas a punto de descorche, con una sedimentación extraordinaria y un tráfico anormal y deforme. Ella hizo la lectura de de las pulsaciones y no quiso comunicarla al paciente, era de hospitalización inmediata y la enfermera con mucha clase, pronunció mirándole directamente a los ojos, que chocaron agradablemente con los suyos_. Tranquilícese unos minutos, que le ha salido una lectura no propicia. Quédese sentado sin más, que vuelvo a tomar el pulso y la presión dentro de nada.
_ ¿Estoy mal, señora?_ Ha puesto unos ojos que por poco le salen de órbita, preguntó Martín a la licenciada.
_ Pues no crea, que si no se tranquiliza, tendrá que ir al hospital más próximo sin remedio.
_ ¿Y esto de que puede ser?
_ Pues de muchos factores_, respondió Cecilia_.  Nervios, si es usted bebedor, si ha comido en exceso, si acaba de tener un disgusto, por tener una alegría de repente. Ahora, haga caso omiso y silencio durante un ratito y tranquilícese.
_ ¡Escuche enfermera! No se ausente
_ Le repito que se mantenga callado, respire tranquilo y desinhíbase durante unos minutos. ¡Hágame caso! _. Replicó sonriente llevándose el índice a los labios en señal de silencio total.
_ La conozco a usted de algo señora...
_ ¡Ah sí! que yo sepa, es la primera vez que aparece por mi farmacia, sin embargo, si no tranquiliza su estado, no reconocerá a nadie, puesto que perderá la verticalidad.
_ Cecilia, ¡perdone un segundo!_. Pronunciando aquel nombre de forma majestuosa.
_ ¿Cómo sabe que me llamo Cecilia?
_ Lo he leído en la solapa de su blanca bata sanitaria, Doctora Cecilia. No es así.
_ Oiga caballero, ¿Quiere serenarse? Le atiendo en cinco minutos, pero le ruego obedezca, es por su bien y el mío. Me veré obligada a llevarlo personalmente al hospital y no quisiera tener que hacerlo.

Quedó callado Martín sentado en la silla de la farmacia, en un rincón del perímetro de atención al público, justo en un lateral del mostrador. Mientras no dejaba de observar a la doctora Cecilia, como despachaba a los pacientes que esperaban recoger sus pócimas y recetas. Ella calculaba mentalmente el tiempo que necesitaba para poder administrar de nuevo la medición al ....


Seguirá en el próximo capítulo  muy pronto
To be continued....




 

martes, 19 de febrero de 2013

Descarga YSYP Aplicación del Amor: Capitulo: 08


Viene del capítulo anterior:

_ Mi vida es un poco larga de contar_, poniendo cara de circunstancia y simulando su padecimiento, dictó Marino a la atenta Alta Gracia_. He tenido pareja, mujer y tengo hijos desperdigados por Perú, pero ahora he salido de un affaire muy delicado con una dama, donde las cosas no han ido nada bien. Estuve viviendo con ella, por más de dos años, ella me ayudó a establecerme en el país, me ofreció su casa, su amparo y su tarjeta de la seguridad social, mientras yo buscaba mis trabajitos. 


  Capítulo 8

Amaba a Tilde, aunque ella es una persona muy celosa y siempre me seguía a todas partes, viendo historias increíbles, en cuanto me acercaba a cualquier falda. La amaba, pero me pilló en una mentira tras otra y la existencia te pone  trabas, desenmascarando las mentiras, como digo, ella es muy suspicaz y sospechó. Al final, acabé en juicio y tuve que volver a emigrar a mi país, hasta hoy que te he conocido a ti. Que no sé ni porque te lo cuento, ¡Acabo de conocerte!

_ Fíjate, que imaginaba lo que me ibas a contar_. Antepuso Alta Gracia, antes que él, prosiguiera con su explicación_. Como si alguien me lo hubiese dictado al oído, y lo bueno es que te creo. Cuando a mi me cuesta, confiar de buenas a primeras en alguien. Además, recién te conozco y debería poner tus palabras en cuarentena, porque en verdad, no sé ni cómo eres, ni si tratas de engañarme, como has hecho con algunas otras. De lo que si estoy segura, es que tú la respetaste de verdad mientras duró la historia y aún y ahora, que ha pasado todo ese juicio, con todas las consecuencias que de ello se derivan, tu salida de aquel país. La sigues queriendo_. Parece, que nos conozcamos de antes y de verdad, no lo entiendo… 

Habían pasado un día de campo en la Bahía precioso, contrastaron parte de sus deseos, Alta Gracia, le había contado a Marino, sus grandes deseos de poder ser una mujer deseada, dejar atrás la vida de la ciudad pequeña, donde se veía obligada sin aspiraciones a cuidar de su familia, sin tener una vida propia de agrado, de sexo de amor de sutilezas y de sentirse dichosa, al encontrarse acariciada por un hombre.

Aquel  aplicativo mediante el satélite YSYP, les regalaba información sin percatarse, de que estaban recibiendo impulsos creativos y descubriendo los valores de Alta Gracia y de Marino,  ayudaba a que se dieran aquellos certeros envites, con sensaciones de realidad y certeza, atrayéndoles mutuamente a pesar de las disuasiones salvables que habían de realizar juntos. Coincidían en todo, hasta en los detalles más inverosímiles, gustos, ideas, practicas, anhelos, deseos.

El subconsciente de ambos, había engullido, toda clase de información al respecto, guardándola en el cerebro de cada cual. El hipotálamo, por otra parte, se encargaba de segregar distintas sustancias y de cumplir diversas funciones vinculadas a la secreción de hormonas hipofisarias. Glándula de tipo endocrino que les desarrollaba  un conjunto de acciones y gracias a las cuales conseguían que el organismo de cada cual, y su medio interno, se auto regularan para, conseguir que tanto las propiedades de atracción, como su composición física se mantuvieran en parámetros constantes.

Además de liberar hormonas, el hipotálamo generaba otras adrenalinas de acción directa;  la oxitocina vinculada a los genitales en el caso de Marino y a las glándulas mamarias y al útero en Alta Gracia, les despertaba aquella necesidad de contacto in situ, que procuraban disimular gracias a un estoico y pertinaz aguante entre ambos, detalle que les ayudaba a la regulación de la sangre y a la contención de los deseos frenéticos de sus cuerpos.

_ Marino, donde estabas, hasta este momento, que no he sabido reconocerte. Llévame contigo, donde tú quieras ir, que te seguiré hasta el fin del mundo, pero hazme tuya, esta misma noche, no puedo perder el tiempo después de lo vivido contigo hoy mismo.

_ ¡No!   …Prefiero no engañarte, iré a tu territorio, afrontaremos la vida y  el trabajo que posees, y la casa donde habitas, y yo comenzaré de nuevo contigo sin perder tiempo, buscaré empleo, allá donde residas y estés tú y formando un dúo inseparable que sea un solo ente. No puedo explicarte, que reacción he tenido hoy contigo, has desenfrenado todas mis defensas y necesito yacer contigo esta misma noche, sin perder el tiempo que ya hemos dejado escapar.

El beso, fue interrumpido por la guía de la excursión, que comprendió como aquella historia había llegado al puerto ideal, cumpliéndose fielmente el cometido de unir por afecto indestructible a Alta Gracia y Mario por medio del satélite. YSYP, que volvía a ser un éxito.
 

 

En otros lugares muy alejados, se probaba la YSYP, con protagonistas diferentes. En América Central y en Europa, con la diferencia horaria que existía entre los tres lugares del test, contando con la excursión que ya caminaba hacia la preciosa Bahía.
Cecilia en Costa Rica y Martín radicado también en San José, capital del citado país, recién llegado y procedente de Caracas. Ambas personalidades, sin conocerse, ni haber tenido trato alguno. El mismo caso obedecía con  los intérpretes del último término Virginia y Nicasio, ambos en España, en la zona Balear.
Cecilia Cerruti, farmacéutica de la ciudad de San José, jefa de planta en uno de los Centros Médicos, más relevantes de la ciudad, mujer atrevida y agradable, con dotes de mando y voluntad férrea, carácter algo duro y circunspecto, pero con un alma grandiosa y una capacidad para amar descomunal. Sin suerte en su primer matrimonio, del que nacieron dos hijas, a las que adora y cuida con denuedo. Alma en busca de amor estable, con necesidad de ser admitida en el paraíso de los enamorados. Estudios cursados en su carrera con unas calificaciones excelentes y con una beca en Barcelona, España, para que hiciera su tesis en el Hospital de San Pablo, allá por los años ochenta y cuantos. Calificada para desarrollar los nuevos antivirales, y al cuidado de la planta de investigación de fármacos del país. Enamorada de la música, con preferencias por José Feliciano, que la transporta a momentos de placer y de bellas estampas de su existencia. En el último cumpleaños, le habían regalado uno de esos teléfonos celulares, los de la última generación, que además de contener las últimas invenciones alcanzadas y descubiertas, llevaba implícito el desarrollo de la tecnología que daba curso al proyecto YSYP.

Mujer de media estatura, piel blanca, muy guapa, además de atractiva y de ser tradicional y singular, pelo corto teñido a castaño. Le gusta pintar, coser y hacer esas manualidades excepcionales que hacen las artistas.
Maternal, teniendo un corazón potrero donde cabe todo el que quiera entrar.  Persona desenfadada, para actuar frente a los demás, no le importa poner su grano de arena para beneficiar la fiesta. Le encanta la música. Un ciclón por donde pasa pone la gente a bailar
Amplia de pensamiento en el sentido sexual. Con inclinaciones cercanas a que el sexo es un regalo de Dios para sentirlo, vivirlo y disfrutarlo, pero con responsabilidad siendo esa su función en sus relaciones.
Partidaria de no prohibir nunca a la gente que disfruten de lo que gozarían los demás si pudieran. Creyente en Dios como el Ser Supremo que gobierna las vidas, pero nada puritana. Muy abierta en la forma de pensar, tolerante como la que más, pero también cabra loca  cuando se arranca

Mal carácter, desordenada, olvidadiza, perezosa a ratos, de vez en cuando deja las cosas para después, todo para lo último como los templados.


To be continued....
Continuará en el próximo episodio. 

lunes, 18 de febrero de 2013

Descarga YSYP Aplicación del Amor: Capitulo: 07



Capítulo Nº 07

Narración entregada en capítulos secuenciales


Viene del Capítulo Anterior

Marino; un hombre dado a la artimaña, que había visitado varios países, haciéndose pasar por cantante de una orquestilla trasnochada, con menos ganas de abrirse camino en la vida, que un caracol paralítico. Solo un objetivo tenía: que lo mantuvieran, que le dieran cariño y afecto y sobre todo techo, pan y cama.

De cuantos trabajos y ocupaciones había encontrado, normal era no finalizar la prueba de admisión, por algún inexcusable motivo, ....
 
Comienza el Capítulo 07

no era duradero en los quehaceres remunerados. Siempre buenas palabras de excusa, buenos modos y miraditas del buen devoto de Martin de Porres, pero flojo, muy blando para el trabajo. Fue elegido de entre tantos miles de candidatos, al casting de YSYP, por precisamente sus pocas cualidades, sus desmadres y engañifas, sus medias verdades, sus cuentos chinos con finales trágicos por la llamada “mala suerte”. Siempre al filo de lo inverosímil.

 Don “Juan” de vodevil, de a granel, de chirigota y aspirante a “rompe corazones” sin saber romper más que la paciencia a tantas y tantas señoritas engañadas, por sus artes deficitarias y por su pocas ganas de doblar el lomo y mantener un trabajo más allá de dos semanas, además de las ya añadidas de buscador de hidrocarburos  en las alcobas de cuantas se pusieran a tiro.

Dos personajes distintos, muy diferentes en sus costumbres pero, muy válidos para el ensamblaje de YSYP. Ambos estaban en el campo de atracción con sus aparatos móviles y dentro del entorno adecuado. Solo que en esta ocasión el control de los afectos no pasaban por sus conveniencias, ni siquiera sabían estaban sometidos a unos vigiles afectivos, directos y que desde un punto desconocido les estaban estudiando el nivel de ternura y sus sensaciones más personales.

La casuística no tuvo nada que ver en su primer encuentro. Estaban rodando una película, siendo Alta Gracia y Marino los protagonistas, sin que ellos lo supieran. Era parte de la estrategia que ajeno en esta ocasión, el destino sería  su promotor, se relacionarían de aquel modo preparado por unos ingenieros, sociólogos, psicólogos, especialistas nutricionistas, neurólogos y una gran lista de profesionales para controlar sus reacciones más intimas.

El guión estaba escrito de forma muy sencilla. Simular que se conocieran Marino y Alta Gracia, en un viaje de bus con las plazas numeradas a la Bahía de San Francisco y al llegar al merendero nuevamente estarían ligados por la coincidencia que preparada de antemano por los promotores hacía que a cada paso, en cada situación ellos se vieran abocados a relacionarse de forma cercana. Dando los resultados necesarios para aquellos analistas que desdoblaban el proyecto “YSYP”

El bus esperaba repleto a falta de la presencia de dos personas que debían acomodarse en las butacas número nueve y diez, tercera fila de un autocar grandioso, y serían ocupadas por Alta Gracia y Marino.

Los motores del ómnibus en marcha presto para comenzar la marcha. Al punto que llegó Marino saludando al entrar a los pasajeros que esperaban, distraídos en su amarre con los cinturones de seguridad. Ocupó su plaza y se distrajo, viendo a lo lejos las personas como paseaban por aquella alameda. No se demoró tanto Alta Gracia, que un par de minutos retrasada, no fueron obstáculo para llamarle la atención por parte de la guía, que sabía de la historia de las plazas de la tercera fila. Ya que pertenecía a la empresa promotora.

Al ascender al transporte, la responsable le indicó donde debía sentarse, detalle que hizo levantar de su acomodo a Marino, para dejar situarse con amplitud y comodidad a Alta Gracia, recién llegada, al bus y a su vida. El viaje comenzó su marcha después de la explicación que dio Mary, la simpática animadora de la excursión, destino a la Bahía de San Francisco.
Una vez acomodada, Alta Gracia en la plaza del convoy, al lado de la ventana, se miró de soslayo a Marino, que estaba estudiando la forma de entablar conversación, sin parecer un tipo desagradable, intentando ser amable y buscando la forma para caerle simpático y atrayente.
Ella tampoco iba a hacer esfuerzos por ser mal educada, ni timorata, propiciando un suspiro de deseo, para que Marino tomara la iniciativa.
_ Me llaman Marino, permita que me presente, si hemos de viajar aquí juntitos, creo sería bueno charlar para amenizar los espacios de vacío.
_ Hola Marino, mi nombre es Alta Gracia, y quizás lleve usted razón, tenemos un desplazamiento largo y no pretendo dormir ni leer. Mejor será que charlemos y disfrutemos de este viaje tan precioso.
_ ¿Eres de aquí? _ ¿Alta Gracia dijiste te llamas?
_ ¡Sí! me llaman Grecy, pero no soy de aquí.

_ Yo tampoco, vine por una muy buena oferta que me surgió, desde un concurso de esos llamados reality, que además de la estancia en un hotel de lujo, y una vacaciones pagadas a todo estar, cabía la posibilidad de que encontrara ese trabajo que estoy deseando. Además y como ando con ganas de sacar la cabeza definitivamente, acepté y aquí estoy, esperando mi oportunidad_. Matizó Marino con esmero, mirando a los ojos de Alta Gracia y siguió porfiando_, ¿De dónde eres Alta Gracia? y ¿Cómo en esta salida a la Bahía de San Francisco?

_ Soy Mexicana, de Saltillo. Parecerá frívolo, pero yo gané ese concurso, en mi país y el premio era de un viaje a la zona, en un buen hotel con días a todo confort y me merecía este homenaje. Sin pensarlo vine a disfrutarlo. Por ello, todo lo que acontece lo agradezco a la suerte. Estoy en el gran hotel Santa Clara Marriott, y de momento precioso, de ensueño. Por ello, en esos días felices, están programadas varias salidas y una de ellas, para ser precisa, la primera es esta; a la Bahía de San Francisco_. ¿Usted, no parece ser nativo de los Estados Unidos?, lo digo por el color de piel, morenito, más bien como el mío.

_ Así es_, pero puedes tutearme_. Tampoco dice nada el tono de piel, aquí en esta gran urbe, los hay nacidos de todos los colores y matices. Soy peruano, de Puerto Chimbote_, dijo Marino con dulzura, la que él gastaba cuando había de enamorar a una mujer madura_,  también estoy en el hotel que mencionaste el Clara Marriott, un lujo, no había estado jamás en una cueva como esa_, rieron los dos, como dando gracias, por la suerte acaecida_, como te decía he andado por muchos países del mundo, dedicándome a lo que ha sido mi ilusión. La música, todo está muy achuchado con esta situación mundial, que no tira ni adelante ni deja templar gaitas y ya ves, aprovechando como tú el golpe de suerte.

_ Y habiendo salido_, volvió a interrogar Alta Gracia_,  de tu tierra y visitado tantos países como dices, en ninguno tuviste suerte y encontraste tu felicidad y ¿poder echar raíces?
_ Chatita, andaba en esas, cuando recalé en Lima para ver a mi familia y me brindaron este chollo, que no pude despreciar, no más.
_ ¿Tienes pareja? o ¿estás comprometido? _  Inquirió Alta Gracia, de forma explícita y con interés en su respuesta.
_ Mi vida es un poco larga de contar_, poniendo cara de circunstancia y simulando su padecimiento, dictó Marino a la atenta Alta Gracia_. He tenido pareja, mujer y tengo hijos desperdigados por Perú, pero ahora he salido de un affaire muy delicado con una dama, donde las cosas no han ido nada bien. Estuve viviendo con ella, por más de dos años, ella me ayudó a establecerme en el país, me ofreció su casa, su amparo y su tarjeta de la seguridad social, mientras yo buscaba mis trabajitos.


To be continued....


Continuará....... en breve será publicado el Capítulo 8
 
 

viernes, 15 de febrero de 2013

Descarga YSYP Aplicación del Amor: Capitulo: 06



Capítulo Nº 06

Narración entregada en capítulos secuenciales


Viene del Capítulo Anterior

 Por eso, no voy a poner ni problemas, ni cortapisas a todo aquello que necesites, tanto en lo referente a lo íntimo, físico y sexual. Además me apetece incluso me pidas extras porque no imaginas la cantidad de recursos propios que tiene esta Nica guapa, para tus íntimas ensoñaciones.

Salieron al finalizar la cena del exclusivo restaurante tras haber disfrutado más de los secretos y confesiones que de las... 

Comienza el Capítulo 06


...bondades de aquellos manjares. Al llegar a la puerta de su casa, Adela, sin menoscabo invitó a Eudaldo a que subiera a sus habitaciones.
_ Sube conmigo, esta noche será mágica_, le dijo Adela con una especie de fuego en su la mirada y asiéndole las manos para que comenzara a notar la fuerza febril del deseo.
_ ¿Crees que será buena idea?_. Dijo Eudaldo, sin ser sincero y deseando que ella, lo exigiera, sin mirarle a aquellos ojos felinos para no descubrirse su ansia de comérsela. Mientras la avidez de Ingrid, acariciaba el riesgo de un apasionado devenir, sin más excusa que la atracción que le turbaba por un fuego original desbocado.
_ Voy a quitarte además de la ropa, tu poder, tu miedo y tu falta de seguridad. Voy a enseñarte todo lo que te gusta. Eso que sueñas, pero que hasta ahora no has catado. Vas a aprender lo que te exijo para que sin pedírtelo me lo suministres sin necesidad de falsos permisos o prebendas.

Se lo llevó abstraído, domado seducido y muy caliente a sus dependencias. Falto de todo trato carnal anterior, se fundió rápidamente, sin embargo ella, con esa paciencia, con su belleza, con una experiencia sobrenatural y con alguna añagaza indígena, lo tuvo funcionando hasta que ella quedó complacida y él agradablemente manejado y poderosamente sucumbido ante tanto sexo sutil y placentero.
 

Aquella aplicación se iba desarrollando de forma vertiginosa, todos los componentes estaban programados y comenzaban a dar mucho éxito en las primeras pruebas. Se acercaba la fecha de su puesta a punto para ser presentada al mundo. La descarga de este aplicativo seria gratuito, por lo que cada individuo que tuviera un teléfono móvil de la era moderna,  lo podía instalar y ya… comenzar a utilizar las ventajas del nuevo invento. Más que hallazgo, adelanto de la tecnología social que, sin más que los sentidos de cada persona, o los impulsos, de sus deseos mezclados con esas ciencias aplicadas modernas recién estructuradas y con la mediación del satélite emisor, podían descubrirse infinidad de intimidades positivas, razones de atracción entre entes humanos y seres afines. Habiendo conseguido la ingeniería social, una herramienta que mezclada con los millones de combinaciones posibles, beneficiara a los diferentes tipos de personas de esta tierra. Las cuáles se podrían asociar con una garantía muy superior a la media actual. Sin el temor de que el emparejamiento fracasara. Éxito, traduciendo esa amistad, quedara al cabo de los días o meses, en permanente y que la  sensación o atracción temporal fuese inexistente. Detección si la necesidad fuese pasajera, para disfrutar de un capricho de sexo, ya fueran homo, como heterosexual, sin tener que atarse de por vida. Poder disfrutar de un encuentro carnal sin ataduras, en el momento, por capricho y sin tener que mediar presentaciones o excusas. El milagro del satélite ya ofrecía todas las opciones inimaginables que pudiesen exigírsele. 

 Al poco, llegó el momento de probar ese ingenio, en otra de las variantes que ofrecía la amplitud de la propia posibilidad de la aplicación “YSYP”  Se habían seleccionado dos concursantes en ciudades distintas, ambos con móviles android Smartphone, con los parámetros establecidos y con las opciones activadas. Se procedería a probar si funcionaba a nivel emocional, y los actuantes en este caso eran dos jóvenes maduros, que no se conocían de nada, que nunca tuvieron ningún contacto, ni opción de relacionarse entre sí.

Ella provenía de Saltillo, Estado de Coahuila en México, invitada expresamente, sin que Alta Gracia, supiera nada de la prueba. Ideado todo de forma muy creíble para que la concursante, no sospechara. Se había inventado una fórmula para que los participantes de la acción, creyeran que todo era fruto del  patrocinio de una nueva elipse, una loción deliciosa, creado por una de las firmas más poderosas parisinas de perfumes. Proporcionando un premio amañado que se entregaría en Silicon Valley, por tanto el viaje y el hotel estaban dentro del premio, aparte de las ventajas que el propio catálogo les anunciaba. De esa forma ella, Alta Gracia, pasaba las pruebas sin levantar sospechas ni presunciones, que pudieran pensar en apaño o fraude.
El viaje a Estados Unidos y la estancia a todo trapo en el gran hotel Santa Clara Marriott, ya era un lujo perceptible y una distracción para poder investigar todo el aplicativo de los resultados.
Alta Gracia es una mujer soltera, de una edad madura, que aún cuida de sus padres y un hermano divorciado, en su ciudad de nacimiento. La señora, es profesora de inglés y lleva una vida muy apacible sin demasiadas rarezas y sobresaltos. Dedicada a su familia en alma y cuerpo, haciendo los domingos la clásica visita a la parroquia de su barrio, y encontrándose con una hermana casada y sus sobrinos para departir y pasar los instantes. Una estupenda mujer que siempre estuvo al servicio de su familia. Un ser delicado y excepcional.
En un programa radiofónico, supo del concurso de perfumes y mandó el formulario completamente lleno de datos y de detalles concretos, que luego fueron los que resultaron más apropiados para poder entrar en el doble juego de la nueva estructura a probar del “YSYP”. Mujer maciza, con un tipazo extraordinario, que no lo había ensayado, ni degustado aún absolutamente nadie, por no haber tenido relaciones sexuales con ningún ser humano, a pesar de su edad. Sus creencias religiosas le habían llevado por aquella avenida del sucumbir a la felicidad de los tocamientos, flirteos y paladeos sensuales. Religiosidad pura envasada en aquel cuerpo precioso, que pedía a gritos feroces, descubrir el cielo producido por el ensamblaje de dos cuerpos cuando se apetecen, se acarician y se  ansían. Estupenda por hacendosa y serena, bello carácter y mejores intenciones con el prójimo, admirada por su vecindad por detalles que revierten en el bien para los demás. Persona encantadora y sutil, deseosa de esos orgasmos brutales, que le regalen el éxtasis en sus sueños. Deseos que le rebasen y accedan vía física haciéndole mujer completa, por amor y sosieguen sus orgasmos eyaculativos fisiológicos. A la espera tranquila de su príncipe encantado, que no precisamente azul, desea llegue sin perder la paciencia. Hombre que todavía no se ha presentado y que en sus oraciones solicita sin duda, como buena cristiana.

El aspirante buscado para Alta Gracia, un hombre que también se había elegido mediante el mismo concurso, versión hombres.  Viaje ofrecido como premio a la zona de San José, muy cerquita de Silicon, con una oferta de diversión amplia, rebozada de las mejores sensaciones y oportunidades laborales.
Marino; un hombre dado a la artimaña, que había visitado varios países, haciéndose pasar por cantante de una orquestilla trasnochada, con menos ganas de abrirse camino en la vida, que un caracol paralítico. Solo un objetivo tenía: que lo mantuvieran, que le dieran cariño y afecto y sobre todo techo, pan y cama.  
De cuantos trabajos y ocupaciones había encontrado, normal era  no finalizar la prueba de admisión, por algún inexcusable motivo,


To be continued....

Continuará....... en breve será publicado el Capítulo 7
 


 

jueves, 14 de febrero de 2013

Descarga YSYP Aplicación del Amor: Capitulo: 05

Capítulo Nº 05
Narración entregada en capítulos  secuenciales


Viene del Capítulo Anterior

 El vino ya lo tenían en la mesa y pasaron directamente a pedir el primer plato, un “sorbete de lágrimas de sirena”, que lo componían en una sopa de gallina con unas gotitas de jerez español y unos tropezones diminutos de carne de ternera de la parte del bajo vientre. Ambos eligieron


Comienza el Capítulo 05


el mismo requisito, que fuese muy caliente y que fuera servida en un tazón oriental azteca. El camarero, asintió y les comentó, la gracia y el gusto por elegir ese manjar, digno de príncipes encantados. Solícito se machó al gesto de Eudaldo, como no admitiendo ese peloteo escandaloso que pretendía manifestar el empleado del comedor.

_ Voy a ayudarte en todo lo que esté a mi alcance, sin miramientos, trataré de ser ese apoyo que no tienes, deseo ser la brújula que dicte tus atajos en este trance tecnológico y espero poder llegar a cumplir todas las expectativas que deseas_. Dijo Ingrid mirándole a los ojos, sin recato y saboreando aquellas palabras dichas desde dentro de su corazón.

_ Te creo, además intuyo, que ya no es por la gran cantidad de ventajas que tienes, al simple hecho de haber accedido a aventurarte en este conflicto, veo en tus ojos un compromiso real y verídico que me va a venir muy bien y va a despejar muchas dudas, además de hacerme conseguir un éxito grande _. Contestó Eudaldo, con una sinceridad propia de un Dios engreído. A la vez que le subía la libido y tenía que hacer esfuerzos por conservar el deseo del hombre control.

_ Vas a responderme a la pregunta que te he formulado ¿anteriormente? o prefieres que las réplicas pueda descubrirlas cada mañana al despertar desnuda a tu lado, o te las arranque en los momentos del clímax,  donde las verdades se escapan sin pensarlas, las dudas se responden sin previas interrogaciones, dada la excitación. Porque no sepas ni tú,   …que estás confesando, en un derroche de aclaraciones llegadas desde tu conciencia o tu vanidoso intelecto. ¿Pretendes las descubra así?

Eudaldo, quedó perplejo ante tal cordialidad y semejante discreción y directamente pasó a responder sin más preámbulos. La miró descaradamente en el canalillo del pecho y muy excitado se tomó su tiempo para responder a las ignorancias que Ingrid solicitaba.

_ No he tenido la suerte de estar tan colgado o enamorado por alguien, llámalo como quieras. Jamás he tenido un trato afectivo por parte de nadie, ni de padres, ni de hermanos. Me he mal criado solo, tan desgraciado como puedas llegar a imaginar. Nunca disfruté de una caricia, ni de una vivencia fuera de mis exiguos parámetros emocionales. Quizás mi desgracia, ha sido tener este maldito coeficiente, que ha servido incluso para vivir fuera de mí propia familia, dándoles a ellos una estabilidad desahogada, mientras que a mí, me ha revertido en esfuerzos y sacrificios para el beneficio de los demás. Por ello, ni amor, ni suerte, ni siquiera expectativas de tenerlo. En cuanto a la indiferencia no sabría decirte, ya que pocas amigas se han acercado a mí, solicitando u ofreciendo sexo, si no ha sido, para sobrevalorarme y verme como algo fuera de lo común, como un bicho raro. No sé si te respondo a lo que tantas ganas tenias de conocer, y a lo que yo tanto he tardado en responder con claridad, por miedo a que se cayera esa esfinge, que creo has imaginado que soy, cuando en lo real, soy un tipo con mucha falta de afecto sincero. Tampoco voy a intentar parecer un desdichado, he vivido sin cortapisas, por encima de los límites que jóvenes de mi edad no han tenido, y ahora de pronto reconozco, que quizás, hermanos míos, sin tanto intelecto, han sido mucho más felices y dichosos que lo he podido ser yo. ¡Vaya lo uno por lo otro!

No le respondió como a la nicaragüense le hubiese agradado, pero tampoco le importó demasiado, ya que ella, tenía en su mente, continuar dando toda clase de facilidades a aquel hombre que tenía delante y que en cierto modo le seducía.

_ Mi infancia la pasé en mi paraíso familiar_, comenzó a relatar Ingrid Adela, mirando tras el bohemio de los cristales de las copas_. Cuando comenzó la revuelta sandinista en mi país las cosas no iban nada bien. Mi padre estaba nacionalizado hacía años, pero él había nacido en la Alemania de principios del siglo XX.

Huido de su patria, no sé muy bien si porque estuvo inmerso en la Deutschland del Tercer Reich, o porque él descendía directamente de judíos. La cuestión es que pasados los años y ya afincado en Nicaragua, contrajo matrimonio con mi madre, una guapa Nica, preciosa descendiente de los Miskitos, cuyos antepasados venían de orígenes Chibchas, que fueron en su mayoría hace cientos de años tribus nómadas que se fueron asentando en las riberas de ríos y el mar.

Tuvieron tres hijos, a los que procuraron darles estudios. La pequeña de la saga fui yo y como refiero, al comenzar los disturbios me enviaron a los Estados Unidos a estudiar y a que aprendiera bien el idioma, creo que en parte para apartarme de lo se venía encima. Me gradué en la Universidad de Stanford, y me doctoré en Ciencias Exactas y Filología, para que una vez finalizada la guerra, volver junto a mi familia. El país entonces, necesitaba de todo cuanto pudieras aportar, y me coloqué muy bien en un grupo de empresas: SIBOIF, en Managua; Superintendencia de Bancos y líderes en Economía de Mercado y Análisis Financieros y conocí al padre de mi hijo, un guarda espaldas de un Senador Yanqui; Míster Brandon. Conocí a Jurgen en San Miguelito, en mi propio país, cuando venía con Brandon a unas conversaciones de estado mayor entre países de América Central, que duraron mucho tiempo y que eran patrocinadas por Naciones Unidas. Descendiente de belgas. Las cosas entre nosotros no funcionaron y crié a mi hijo sola en la casa familiar, en nuestra hacienda a las afueras de Managua.

Como sabes mi nivel de intelecto es superior a lo establecido como alto, opté por opositar y me vine de nuevo a Silicon Valley pero en esta ocasión para quedarme en este valle y hacerme de un lugar seguro; que permitiera sacar adelante a Frank, mi hijo.

Suelo ir con frecuencia a Managua a ver al niño, y a mi mamá. Mi padre falleció de una enfermedad muy cruel, que nos dejó a todos deshechos y atolondrados. Con el tiempo he visto que ¡sí!  Quiero aprovechar mi vida, mis estudios, idiomas, en mi tierra no descubrían terreno idóneo, puede ser falta de campo para poder andar y desarrollar mis conocimientos y me he quedado definitivamente aquí.

No tengo problemas económicos, mi hijo sigue sus estudios al amparo de mi madre, y yo viajo tanto como puedo que no es tanto como quiero, porque me estoy dando cuenta que a medida que pasan los meses y  años, voy dejando mi simiente y mi destino está en esta tierra de oportunidades. A cambio de ver menos a mi hijo, que ya soy una extraña para él  y sentirme fuera de lugar con mis antiguas amistades y con la familia que aun me queda. Soy ambiciosa y necesito demasiado para sentirme realizada, no acepto cualquier cosa como denominador común y exijo mucho a las horas que componen mis días.

Ahora estoy de lleno en este cometido acompañándote en sacar “YSYP”  hacia adelante. Si bien es verdad, aceptando el reto por la cantidad de ventajas que me conceden los patrocinadores y por este sueldo blindado por un tiempo que quizás no tendré años vividos para agotarlo. Por eso, no voy a poner ni problemas, ni cortapisas a todo aquello que necesites, tanto en lo referente a lo íntimo, físico y sexual. Además me apetece incluso me pidas extras porque no imaginas la cantidad de recursos propios que tiene esta Nica guapa, para tus íntimas ensoñaciones.

Salieron al finalizar la cena del exclusivo restaurante tras haber disfrutado más de los secretos y confesiones que de las 


To be continued....

Continuará....... en breve será publicado el Capítulo 6

miércoles, 13 de febrero de 2013

Descarga YSYP Aplicación del Amor: Capitulo: 04


Capítulo Nº 04
Narración entregada en capítulos secuenciales


Viene del Capítulo Anterior

Ingrid Adela, una preciosa mujer, con un carácter poderoso a la vez que muy apasionado. Alegre en su devenir, necesitada de mucho apego y amor de todas las variedades existentes: sensual, alocado y turbador. Regalaba el donaire a cada paso, se vestía muy moderna y esos atavíos a conveniencia le hacían aún más encantadora y pulcra, ya que combinaba picardías con elegancia que son dos aderezos imperativos a la hora de presumir sin demasiados aspavientos. Vida solucionada en lo relativo al sustento, sin dificultades para hallar la fórmula magistral y encontrar el hombre adecuado.



Comienza el Capítulo 04


Aquella cena, comenzó con todos los cuidados y mesuras en la  que, dos personas se estudian. Sin embargo, el buen trato y el cariño, no dudó en aflorar. Tomaron asiento, en el comedor del Hotel Zico, aquel lujoso refectorio cercano a la Facultad de Stamford, en el corazón de Silicon Valley. Muy presto, les atendió un camarero agasajándoles con detalles y mostrando el fenomenal menú ecológico de la casa. No tardaron en elegir los platos que iban a degustar ni el vino que saborearían a lo largo de la velada. Todo parecía hecho a medida, con un lujo extraordinario, las mesas equidistaban unas de otras con el suficiente espacio como para que se pudiese llevar una conversación, sin la preocupación que el resto de clientes, lograsen enterarse de las conversaciones mantenidas, Ingrid, quedó dibujada frente al espejo que inerte posaba frente a su lugar de acomodo, trazando junto al que le cobijaba su espalda, toda su línea física, tan acorde a lo que de ella se esperaba, su cabello tan peinado, caía por los hombros en cascada poco mas abajo de la muralla de sus hombros, que delgados y milimétricos, hacía de su caja torácica una perfecta  máquina de persuasión. Unos ojos lumínicos y grandes enfocaban allá donde los detenía y mientras, en el tránsito intermedio iluminaban la estancia, como si se tratase de un espectáculo mágico. Acompasadas sus manos en la expresión, ayudaba a la dicción de sus palabras, que pausadas, emergían de su perfecta boca.
Eudaldo se había quedado perplejo ante tanta finura personal, la que regalaba Ingrid Adela, tan acostumbrado él,  a la perfección de su trabajo y de su forma de ser, parecía fuese una prolongación de sus costumbres refinadas. La miraba, mientras ella, le explicaba y le interrogaba, de cuál era su expectativa ante el gran reto que tenía por delante. No tenía ojos para todo lo que ansiaba revisar. Repasar hasta la última pulgada de su cuerpo, desde los pies hasta la cabeza, advertía y tropezaba, con toda una síntesis de refinamiento y buen gusto.
La  mesa estaba servida, y el maître disponía una degustación del vino en la copa de Eudaldo, para que le diera el plácet. Este probó el jugo depositado en aquella transparente taza de cristal de bohemia, invitando a ella, hiciese lo propio y le diera su opinión al respecto. Detalle que advirtió el sommelier y sirvió con educación en la copa de la señorita, degustando con el simple gesto de mojarse aquellos labios carnosos, que portaban aquel carmín que sin desmayo lucían y reafirmaban un precioso acceso bucal. A ambos, les pareció bien y con un simple gesto, el encargado se dio por enterado y entonces les sirvió la copa como es debido.
_ No me dices nada, Ingrid_. Entonó Eudaldo, mirándole superficialmente en el descote del vestido.
_ Preguntas, por detalles que no concibo en ti. No he dejado de hablar desde que salimos de las oficinas. ¿O es que, quieres que no pierda ni un minuto y comience a referirte detalles personales? ¿Tan nervioso estás? __, impugnó ella con voz muy sensual.
_ Estoy sereno y expectante, sin embargo, te miro y todo lo que muestras me agrada, más que eso, me acelera a pensar y me altera, en que no se funde el algo pasajero, que todo esto que vivo ahora contigo, quede en una ilusión, que en breve acabe, dejándome desconcertado.
_ ¡No me irás a decir que te asusto! Tan poco acostumbrado estás a las ¿distancias cortas con las mujeres? que te producen esas sensaciones. Porque de ser así, esta noche te espera una larga pena. Estoy dispuesta a llegar donde tú lo desees y seas capaz de aguantar y disfrutar.
_  Bien parece, seas especialista en estas batallas, por otra parte te retribuyo, que comencemos con tanta sinceridad esta convivencia, creo será de mucha ayuda para mí y para el proyecto. Sin dejar de lado, toda la felicidad que entiendo me vas a regalar, como dividendos laterales. Eres una mujer muy guapa y estoy seguro, si no fuere por lo que ambos sabemos, quizás jamás hubiese podido tropezar con un cuerpo y con una hembra tan exquisita como tú.
_ No serás de esos, que con poco tienen bastante y se conforman con lo que su corta imaginación les ilustra__. Siguió apostillando Ingrid__. Deduciendo de tu alusión, por el regalo que mencionas, incluidos los dividendos laterales. No será obsequio mientras no disfrutemos, de un sexo abierto, desenfrenado y fascinante_. Inflamada y con elegancia, le refería su parecer a Eudaldo, mirándole descarada en los lugares, que le pudieran incitar al disturbio pasional.
_ Tengo el convencimiento, que estarás a la altura, como partenaire perfecta, además de aportar una pericia excelente en el campo de las ciencias humanas aplicadas. Vas a estar divina en tu papel de amante y de amada. Tomando parte activa en cuantos detalles bordeen, para conseguir la excelencia y la perfección en nuestro cometido_. Con una certeza emocionada, Eudaldo contestó a su bella compañera, haciéndosele agua la boca.
_ ¿Has estado prendado alguna vez Eu? ¿Has vivido fuera de ti?  Por amor sin que te correspondieran ¿las estrellas y la suerte? ¿Has notado indiferencia, de alguien por quien tú bebieras los vientos?
_ Desconozco, esas sensaciones Ingrid, lo siento, no poder ofrecerte una respuesta más adecuada. Creo, que has podido estudiarme y saber de mi, quizás, más que yo mismo. Deseo me emociones cada día, sepas navegar conmigo hasta el final de este trayecto informático, puedas inculcarme la felicidad que no haya tenido jamás, me empujes en los momentos de bajón o de temeridad depresiva, arropes mi alma y mi cuerpo en pro de un final exitoso y me comprendas como ingeniero comprometido y como hombre sencillo y vulgar.
_ Has de saber Eu, que en mi, quizás no sea todo tan natural y casual, también he pasado por momentos grises, que sola los he tenido que modular y digerir, por ello, me enfrento a esta aventura, con sombras de turbación, en lo que pueda pasar después. A fin de cuentas, y por mucho que nos digan los psicólogos especialistas, somos personas, como las demás con las mismas pasiones, los mismos defectos y tanta variedad de inconvenientes en nuestro haber.  A pesar de tener un coeficiente superior a la media, también nos prendamos por los detalles, nos enamoramos, gozamos cuando el sexo es suficiente…   ¿pero cuando esto se acabe? ¡Claro, que bien es verdad!, somos privilegiados, por tantos y tantos recursos que poseemos de forma natural. Ahora nos toca interpretar para la evolución del bienestar.
El camarero seguía perfectamente pendiente de ellos, no les perdía el ojo ni por casualidad, sabía de qué empresa venían y el control de los detalles los llevaba al dedillo. Al poco y viendo que se relajaban ambos en sus posturas coloquiales, aprovechó para ir a llevarles la carta, y esperar a que ellos mismos le dijesen que se retirara o que solicitaran algún detalle sobre los suculentos platos que allí se disponían para que los clientes pudieran perderse en el colmo de los sabores, sin pecar maliciosamente en las calorías puesto que la ecología propia del restaurante, guardaba todas aquellas premisas y las expandía para el disfrute de sus comensales. El vino ya lo tenían en la mesa y pasaron directamente a pedir el primer plato, un “sorbete de lágrimas de sirena”, que lo componían en una sopa de gallina con unas gotitas de jerez español y unos tropezones diminutos de carne de ternera de la parte del bajo vientre. Ambos eligieron


To be continued....

Continuará....... en breve será publicado el Capítulo 5


 

martes, 12 de febrero de 2013

Descarga YSYP Aplicación del Amor: Capitulo: 03



Capítulo Nº 03
Narración entregada en capítulos secuenciales


Viene del Capítulo Anterior

Social, tiene una docena de elegidas, pero a mí personalmente me encantaría comenzar contigo.
_ Habré de fiarme de ti, ya que no llevo conectado encima el YSYP, en mi móvil y no sabré de momento a ciencia cierta, si me estás engañando o es la pura verdad lo que expresan tus labios_. Dijo la señorita, más calmada y dando señales de que iba a aceptar el reto desde ese mismo instante.



Comienza el Capítulo 3
_ No lo llevarás conectado en tu Smartphone Androide hasta que todo esté a punto, por el momento, hemos de tratarnos

como dos personas adultas, conocernos bien, muy bien diría yo, dejar las vergüenzas a un lado, ser sinceros en todo, y llevar esto a buen puerto, charlar de todo, hacer lo que nos venga en gana siempre que se presente la ocasión, si es el momento oportuno o no lo es, lo dirá la propia disposición y el propio instante. Carta abierta, por ello debemos estar “curados” de todas las circunstancias. No me importa de momento, que puedas pensar de mi persona, lo que te venga en gana, así es y así será siempre, con YSYP y sin él. Por todo ello, podríamos comenzar si decides que aceptas el reto ya mismo, sin más intervalos, ni retrasos.
_ Sabrás que la empresa Makinword Electric, llevaba semanas tras de mí, haciéndome ofertas, hasta que acepté de buen grado el desafío y la no despreciable cantidad de miles de dólares, con que me han dotado, incluso en mi restaurante, ha aumentado la clientela, ni siquiera sé de donde viene, pero, facturamos cinco veces más que antes de decirles que sí.
Éramos unas cuantas elegidas, sin embargo, no sé ni cómo quedé finalista. Me han jurado y perjurado, que tú no me conocías, que hoy, ahora, es el primer momento en que tienes contacto visual conmigo. He visto fotos tuyas, de todos los colores y todos los tamaños, en todas las posiciones, películas donde protagonizas tú las escenas, de detalles que jamás podrías imaginar, te conozco Eudaldo, quiero que lo sepas. Con lo cual, veo que todo está estudiado al detalle y por ello prefiero decírtelo antes del estreno, para comenzar sin titubeos, ni miedos. Estos últimos días me han estado oprimiendo para que sujetara la mayor información tuya posible, mostrándome tu vida, desde que eras muy niño, sé de dónde vienes, a donde vas, cuáles son tus sentimientos, que clase de hombre eres, que forma tienes de enfrentarte al mundo, cuáles son tus miserias, y tus virtudes. Conozco a tus padres y hermanos, he paseado por la ciudad que naciste, se cuales fueron tus amistades femeninas desde que eras niño. Conozco de tus miedos, de tus vicios y de tu mal carácter. Por el coeficiente que tienes, me han avisado que puedes tener reacciones imprevistas, fuera de lugar, que las capee, con mi genio y con mi forma de ser, que me muestre como soy y que no finja nada, que si me faltas el respeto, lo defienda con uñas y dientes, si he de enfrentarme a ti, lo haga con descaro y con energía, que a la vez,  todas esas reacciones las has de plasmar en ese invento del YSYP.
Conozco la clase de comidas qué prefieres, los libros que te entusiasman, la música que escuchas, el color preferido de la ropa, el olor que te mola, tus preferencias amorosas, tus rarezas y supersticiones en el amor, que talla utilizas de calzoncillos, que clase de pensamiento usas al levantarte por la mañana, que no estás apegado a tus padres, que eres muy personal y distante, y que clase de mujeres te ponen. La sensación que he tenido al ensenarte mis muslos hasta la franja con mi ropa interior ha sido a propósito para saber cómo reaccionabas, si te sentías violentado, he comprobado aun y sin el YSYP, que te han encantado mis piernas y que las has disfrutado al máximo_. Finalizó sus comentarios, con una sonrisa preciosa, de agrado y de naturalidad.
_ Entonces, soy yo el que debe conocerte mejor, aunque compartamos desde ahora nuestro tiempo, habrás de ir contándome cómo y cuando quieras, tus días de vida, con tu gente, tus alegrías y detalles. Según veo, poca miseria has pasado desde que naciste y el entorno en el que te has acompañado. Sobre todo interesan las reacciones inmediatas, los escozores de la convivencia, la paciencia, la comprensión, los deseos innatos, los roces por celos y las cávalas diarias.
_ ¡Tú lo has dicho, claro!, compartiendo nuestro tiempo, no nuestra vida, que eso es otra cosa diferente, y agradezco que lo hayas sacado a colación puesto que ¡Sí!  …veo tu sinceridad y tu poca vergüenza en plantear los diferentes temas que han surgido. Lo primero que necesito ahora, es que me lleves a cenar pronto, llevamos bastantes minutos, dándole vueltas a diferentes cuestiones y también hemos de pensar en nuestra fisiología_. Replicaba Ingrid levantándose de su asiento y recogiendo el bolso de piel que esperaba a su derecha, obligando a Eudaldo, a que la siguiera en busca de una agradable cena.
_ Con lo concentrados que estamos, quieres ahora interrumpir la ¿charla para ir a cenar? ¿No sería más propio, que siguiéramos en conversación para dejar hablados algunos puntos más, que no hemos tratado?
_ Tú, lo que quieres es que nos den las tantas de la madrugada, matizando temas ¡y yo!, quiero otra cosa, en primer lugar cenar, no pecar de ignorancia y saber cómo eres y como te portas realmente, a pesar de conocerte en teoría. Las cosas no siempre son iguales, si te las explican, que si las experimentas, por ello, no demos más vueltas y salgamos, en busca de un festín agradable. Se dé un lugar que lo pasaremos muy bien. Oiremos buena música, extraordinaria, y si te atreves, me sacas a bailar, que estoy deseando me abraces con ternura.
Aquella mujer, irradiaba felicidad corporal, se apreciaba que estaba agradablemente acompañada de un joven, que le había de aportar muchas experiencias, que además ayudaría a generar más negocio a sus restaurantes y que por supuesto, le influenciaría en su relación y divertimento, que en la última época frecuentaba poco con la diversión.
Sus padres, simpatizantes del Movimiento Sandinista, habían dispuesto todos sus posibles y sus contactos para poderla enviar a estudiar y sacarla de su país, a pesar de ya estar implantado el sistema de alfabetización, una vez había caído el dictador, Somoza.
Ella; una mujer, abierta y preparada, había aprovechado su estancia en los Estados Unidos para formarse, abrirse camino y ya volver solo a su país, de visita y en momentos puntuales.
Por amistades provenientes de su padre, alemán de nacimiento, y refugiado en Nicaragua, tras la contienda Europea, pudo Ingrid sin demasiadas dificultades, hacerse de un prestigio y un nombre dentro del campo de los servicios. Primero, en la empresa dónde desempeña un puesto directivo y después en el gobierno de su propio restaurante.
Tampoco había sido nada fácil, sacar la cabeza con éxito, rodeada de tanta lumbrera, para destacar de entre los propios compañeros de la Universidad de Stamford, pero ella supo cómo hacerlo y con ese tesón y esa convicción, se había hecho de un nombre.
Madre soltera, tras haber tenido una convivencia, no demasiado agradable con el sicario, de un pez gordo del Congreso Americano, relación, que tuvo que abandonar por corrupto, vicios y malos modos. Adaptándose a su hijo y criándolo con ayuda de una empleada de hogar, a base de esfuerzo y trabajo.
Ingrid Adela, una preciosa mujer, con un carácter poderoso a la vez que muy apasionado. Alegre en su devenir, necesitada de mucho apego y amor de todas las variedades existentes: sensual, alocado y turbador. Regalaba el donaire a cada paso, se vestía muy moderna y esos atavíos a conveniencia le hacían aún más encantadora y pulcra, ya que combinaba picardías con elegancia que son dos  aderezos imperativos a la hora de presumir sin demasiados aspavientos. Vida solucionada en lo relativo al sustento, sin dificultades para hallar la fórmula magistral y encontrar el hombre adecuado.






To be continued....
Continuará....... en breve será publicado el Capítulo 4