lunes, 30 de junio de 2014

El Wáter Cósmico_ Teatro Nacional_




Viene del capítulo anterior



La señora Ángela, parecía que esperaba el fin de la frase de Natalio, para entrar al remate, sin dejar expresar sobre la última observación que hacía_ Maravilloso, querido Ángel, de película de amor, estupendo. Nada que reprochar a estas empresas que todos los detalles apreciables cuidan, ya se parecen a la nuestra, ¡verdad! Lo que dice Natalio, las piernas que se te inflaman de la poca circulación que se les exige, entre la altura y la presión, pues eso, cansados pero contentos.



_ Bien pues bienvenidos a América del Sur, a Perú y más concretamente a su llegada a Tacna, ciudad que es de lo más bonita y acogedora, la que nos vendrá muy al pelo para montar si ustedes así lo creen_ siguió manifestando Ángel, con su perorata inmaculada_, el centro de operaciones en este país, desde el cual podremos más o menos, y digo más o menos, puesto que este continente es inmenso y extenso.

Gestionar todo el tráfico de comercio entre los diversos puntos de representación del wáter cósmico_, finalizó su soniquete, mirándose a Natalio.


_ Y usted, que tal, me ha dicho Demetria, que quería tener un cambio de impresiones sobre ciertos movimientos que no entendía.

_ ¡Bueno Ángel! ¡Coño! Déjame aterrizar y dormir algo, que estoy frito de debilidad y de sed. Oye por cierto_ le dijo a su yerno tomándolo del brazo y apartándolo de la comitiva_ aquí la cerveza y la diversión ¿son buenas? o es parecido a Zaragoza, serias y comedidas_, remató exponiendo y mirándole con unos ojos de querer dormir que se cerraban de puro espejismo.

_ La cerveza es buena, porque la hay de todos los países, y como podrá entender la puede elegir sin necesidad de buscar preferencias, en cuanto a los regodeos, son como en todo el mundo. Eso no va con el país, va con las personas, que quieran más cachondeo, que necesiten más morbo o que sean unos perfectos viciosos y que tengan una cartera saneada, puesto que como en todos sitios, estas cuestiones no son gratuitas. ¡Lo entiende usted don Natalio! ¡Ahora va y se lo cuenta a Demetria!

_ Por cierto ya que la nombras. No le estarás haciendo un dribling a lo Carlos Lapetra  ¿¡Verdad!?

_ Natalio, su hija es mi mujer desde ¡ya! Aunque no estemos casados por lo reglamentario, ¡que lo estaremos! lleva en su vientre un niño de los dos.
Quiere alguna referencia más sobre el asunto, o hemos de comenzar aquí mismo y en presencia de estos señores a discutir.

_ ¡Para nada!, de eso ¡nada! Te veo puesto y creo en ti. Aunque es verdad, dudé de ti, en un momento, cuando te viniste a este país casi,  sin consultarme nada, por poco te me escapas, sin embargo, ya hablaremos.

Demetria me ha dicho que te quiere y eso ¡va a misa! Es mi niña y dicho por ella. Así queda. Aunque si algo le hicieras o la maltrataras, de palabra o de obra, tengo una escopeta de caza que uso en mis salidas cuando voy a mi casa en Valderrobres, que dispara unos cartuchos del doce azules que podrías probarla sin más_. Riendo con gruesa carcajada, y apretándole el brazo izquierdo, caminaban hacia la parada de taxis Natalio y Ángel.

_ Natalio ¿Cree usted que la dispararía al padre de su nieto? Así sin más motivo y sin permiso de su hija.

_ Dame motivos querido y verás que ruido hace, la jodida Gamo de dos cañones ¡está para estrenarse! No te enterarías, de pronto estarías criando malvas en el terreno de los callados.

Por otra parte, mañana a lo más tardar hablaremos. Me gustó lo que Demetria me comentó, sobre tus ideas, y como ya debes saber he ido al Banco Santander, a hablar con aquel bicho de banquero.  Don Justo Pecezuelo y le he dado órdenes que sea la vuestra, una cuenta abierta y que la deriva de la misma, si la hubiere, sería inmunizada por mi cuenta de negocio.
Además me dijo, el pollo este de Justo. ¡Siendo como es!, ¡una tumba!,  muy buenas referencias tuyas. ¡Me agradó! Conocer una opinión ajustada de ti, venida de un banquero.


_ Agradezco su confianza,  y le confieso a usted ¡ahora! Lo declaro, tuve que hacer la maniobra de venirme sin comentarle nada, porque usted me lo hubiera prohibido de entrada.
Cuando nos hubiésemos dado cuenta, el tren de la oportunidad se nos habría escapado para no retornar con sus beneficios a Demetria ni a mí, quedándonos  con un palmo de narices, sin ganancias, sin negocio y sin comisiones que bien las necesito para todo lo que me viene encima. Gastos de familia, y de inversión Chilena.

Los dos acompañantes de Natalio, se acercaron a ellos, que se habían desviado un tanto y se sumaron a sus pasos buscando un taxi que les llevara al hotel Princess que también era el alojamiento del séquito llegado.

Un taxi de la compañía Radio Taxi Torval que les llevó a destino, en un tiempo record, dadas las prisas que tenían los recién llegados por tomar una ducha y descansar después del trayecto que se había hecho largo.




La cena en el Hotel Los Robles, había casi dado fin, con un auténtico lujo de cariñosas frases y de roces entre ambos. Metchild estaba nerviosa, por llevarse al reservado a Manolo, sin embargo, ella misma tenía unas entradas y así se lo había participado a Manuel, para ir al Teatro Nacional Rubén Darío, que pasaban una actuación de unos españoles muy simpáticos venidos a Nicaragua, en su recorrido de obras como intercambio cultural, en el suelo de los Nicas.

_ Manuel por mucho que lo pienso, no me lo creo que estés junto a mí. Te he esperado tanto, y he tenido tanto miedo porque no fuera una realidad, todo este encuentro, que ahora que lo disfruto, me parece irreal_ dijo Metchild mirando a Manuel, que le recogía su mano, para llevarla a su boca y besar sus dedos.

_ Créeme querida, que he visto peligrar nuestro entente. Cuando he notado que alguien trataba de darle vueltas a un asunto, que no entendía, y además sabía al cabo de unos segundos que tu amiga, no era la pajarita, que yo esperaba, ver aletear con sus parpados y recibirme con un beso de verdad.

_ ¡No pienses más en ello! Te he comentado, que las cosas a veces, se han de certificar, y yo me quedaba más convencida, que no había ninguna picardía que todo era la pura verdad. Nuestra verdad. La tuya y la mía_. Acabó matizando la señora, un poco molesta, por la insistencia de Manuel en recordar el trance del principio.

_ Pajarita, de verdad tienes ganas de ir al Teatro, porque yo mejor lo pasaba yendo a descansar esta noche y ya, cuando… Le interrumpió Metchild, tapándole la boca y levantándose con un medio beso en los labios, a Manolo_ Anda pajarito, vamos que no sabes ni lo que nos depara en el Nacional_, levantándose de la silla y haciendo un gesto al camarero_, es una estupenda comedia que he esperado este momento para poder disfrutarla a tu lado.
¡Cogernos! , nos cogeremos después, y con ansia loca. Te lo puedo asegurar, sin embargo démosle tiempo a la imaginación y al deseo, para que se explayen y nos digan las miles de formas que vamos a usar para tocarnos, besarnos y acurrucarnos_. Sonriendo la mujer que con su poder de atracción, llevaba a Manolo ya casi medio desesperado, atrayéndolo hacia la salida para tomar un taxi y llegar al Teatro.

No estaba lejos el restaurante del teatro, lo que hizo que ocuparan sus butacas rápidamente y con una comodidad inesperada, solos en un palco, ladeado izquierdo frontal al escenario, con una vista estupenda y una resonancia espectacular, propia de los mejores coliseos del mundo.

Maravillosa música, parecía todo ser un sueño de los relajantes, de los que enamoran.  Mas con el contenido, que por lo que pudiera derivarse de lo esperado.




La demostración estaba a punto de comenzar, sería Costa Rica, su capital San José donde se iniciaran las primeras acreditaciones del wáter cósmico. Los invitados esperaban muy expectantes, como los intérpretes realizaban su lavado de bajos tras una hipotética defecación.

La señora Cinta, modelo y actriz porno comedida y el tío Severiano, payaso, humorista y ventrílocuo de medio pelo, que se habían contratado por los organizadores para hacer una grafía facultada de lo que es usar los nuevos lavatorios automáticos, significando las ventajas del nuevo invento.

Ya preparados esperaban que Javier Martos Díaz, tomara la palabra y endulzara un poco la situación. Cortara el hielo y bajara los humos de ciertos sacerdotes, que antes de comenzar ya ponían problema a las nuevas tecnologías.

Sentados y acomodados en los grandes salones de letrinas y retretes, dispuestos para la ejecución de la certificación en las dependencias del convento de las madres Trinitarias, de la calle Cruz Roja, justo detrás del Ministerio de Salud se hallaban; Timoteo Massana, el cura confesor de las religiosas de aquella institución, la madre Marianela monja venida desde España y que había sido la promotora de Javier, para que el comercial presentara el producto de la empresa Schissen Lecker, que traducido al español significa Defecar Gustoso.

El agregado cultural Ariel Petrowsky, licenciado en Historia, sentado en segunda fila tras la butaca de la futura monja Remedios. El vicario General del Obispo, Don Aniceto Pliego, junto al administrador de la orden Don Prudencio, que eran los más cercanos a los demostradores y  la hermana superiora de las Vírgenes Puras, doña Paloma Pérez Borrachero que muy cerca de las cuatro novicias de la orden: Montserrat, Purificación, Manuela y Domitila, esperaban en pie tras las dos filas de asientos.



To be continued
Continuará

viernes, 27 de junio de 2014

El camicace del Ford



Amaneció aquel día, el tiempo estaba milimétrico para desarrollar todo lo que tenía previsto y aquello que no imaginaba, sumaría en el debe. No había lugar para el break.
Salió de casa con una sola idea, dejar zanjada la pesadilla de la llamada telefónica que recibió al alba. No la atendió de inmediato, ya que sabía sin descolgar el teléfono de quien y de que se trataba. ¡Era una intuición! 
No pecaba de ignorancia, conocía el paño y fue directo a conocer el mensaje grabado en el buzón de voz y cuando descolgó el fono, quedó certificado, al escuchar.

  
_ Nene, soy el papa, voy tras el coche de reparto de cervezas, ¡No creas ya hace un buen rato! Y este tío _el conductor digo_,  se para en todas las esquinas y todos los bares y tienduchas del recorrido. Creo que estoy perdido, ven a buscarme, y no te entretengas, que sabes que me agobia mucho la espera. ¡Así que ponte las pilas y muévete! que tú eres joven.
Ahora mismo me encuentro a las afueras de una población, que tiene una rotonda muy grande en el centro de la carretera. Con una estatua de unos tambores, que los toca un muchacho_ bueno, los toca; es un decir, el chaval es de piedra_. Te espero, no tardes que tu madre, se pone muy pesada y en este móvil, me queda poco saldo...

               
Ahí concluyó la cháchara, incluso había agotado el tiempo que da la compañía para dejar el aviso a los remitentes. Mientras colgaba su teléfono, pensaba en los pecados que había cometido en su vida, para tener que pasar por semejante castigo. Sólo y en voz alta, comenzó a hablar para convencerse así mismo de que era realidad lo que estaba sucediendo.

_ No sé qué hacer con este hombre, le digo que deje de conducir, que no tiene edad y no hace puto caso, cualquier día nos da otro disgusto_ decía mientras arrancaba su automóvil en dirección del encuentro de su anciano padre_.  Iba directo al lugar de siempre, donde tenía acostumbrado detenerse y esperar el socorro, que sin duda ofrecería su hijo. 
Aquel abuelo pasaba de los 80 y creía que todo permanece sin variar, que la aparente juventud continuaría por los siglos de los siglos, sin percibir que ya no estaba capacitado para salir a las carreteras sin crear conflictos comprometedores para su salud y los que circulaban alrededor de su utilitario de hacía más de veinte años y que tan sólo sacaba a viajar los festivos, para ir a su chalet.

     
No tardó en llegar al pueblo con la gran rotonda hermosa, verde y en altiplano no equidistante, donde se veía cierto es; el monumento de la figura de piedra que representaba unas efemérides del país, que repicando sus tambores, hizo retroceder a las tropas francesas, creyendo éstas que tras de las montañas se encontraba un ejército militar enorme.
Inerte como cuando lo instalaron, el tamborilero miraba al auto mal aparcado, de aquel conductor senil y cabreado, que pagaba sus deficiencias con la pobre vieja que llevaba al lado izquierdo.
              
Un Ford Fiesta, color amarillento, cargado de entresijos, accesorios, fruta, comida perecedera, y dos sandías,  además con los dos abuelos en su interior, discutiendo y más sosegados que el cloroformo. Allí parados, como dos pasmarotes, esperando a que el escudero de turno los sacará de nuevo de aquel atolladero.

Con resignación llegó a la altura del vehículo y se hizo notar de que había llegado, tras aparcar donde pudo, se acercó a patita hasta donde estaba su condena.

_ Papa, no te he dicho mil veces, que dejes de ¿conducir? _ Le dijo el hijo en cuanto llegó a la altura de sus oídos, para asegurarse de que le escuchaba y entendía.

_ Lo dejaré cuando me dé la gana  ¡Quien eres tú, para mandarme!  ¡Habrás visto que descaro! _ Alzó la voz mirando a la abuela que sentada a su lado, juraba en hebreo._ ¡Mira gracioso!, para que te enteres, ¿sabes?  Esta rotonda la han puesto aquí, sin avisar por lo que me la encuentro de buenas a primeras y claro, pues, por prudencia, detengo el tráfico rodado y te llamo, no sea que vengas con esas prisas tan locas que siempre llevas y te tragues, la figura, al tamborilero y el bombo. Que tú eres muy intrépido para todo.

_ No sé, si seré muy listo_, dijo el hijo_, pero con ésta me has llamado diez veces, para que te saque de este punto kilométrico. Haz el favor de no perseguir al camión de reparto, y quédate en tu casa, que corres peligro de accidente.

_ ¿Quién te ha llamado a este invento?  !Dime listillo! Si no te metieras donde no te llaman, me ahorraría tener que darte explicaciones. ¡Quién te necesita! ¡Eres inaguantable, como tu madre! Llévame a mi chalet ahora mismo, que quiero decirte cuatro cosas que te van a dejar fino ¡Descarado! O piérdete para siempre.




lunes, 23 de junio de 2014

San Juan 2014 ¡Felicidades!




 Como es normal, y tantas veces comentado. El tiempo, no se detiene. ¡De nuevo San Juan!  Ya volvemos a estar en la festividad del verano por excelencia: San Juan, el próximo martes 24 de junio del año 2014, y en esta ocasión no va a ser menos que; nos acordemos de todos los llamados Juan y Juana, Johana, Joan, Jean, ¡en fin! todos los reconocidos, bautizados y designados por este significativo e íntimo nombre.
Con ello, les envío a ¡todos! mi abrazo y mi felicitación, deseando que lo disfruten desbordados de salud y bienestar, y el año próximo podamos seguir encontrando este rincón de pláceme, con los llamados como el Bautista.

Se tenía creído en la antigüedad, por nuestros antepasados, que el sol estaba enamorado de la tierra y se empeñaba en no abandonarla. De ahí surgió el celebrar la última noche de la primavera o primera del verano, alrededor del 24 de junio, por ser la más corta del año según se mire. A todas estas creencias y supersticiones, se añadían las del ahuyento de los malos espíritus y la atracción de los lémures buenos, de los positivos, que no eran otros que los que atraían al amor, el sexo, abundancia y la fertilidad.

Ha pervivido esta tradición por ende los tiempos_. Desde el Homo Sapiens, aproximadamente desde que se descubrió el fuego. Unos Setecientos noventa mil años_. Al llegar el Cristianismo, esta noche citada, se mantuvo con sus celebraciones y aquelarres pero perdió el encanto mágico, consiguiendo otros significados.



Aquellos jóvenes se habían visto tan solo en los veranos pretéritos, cuando ella Johana, visitaba a sus padres en la urbanización donde residían a temporadas, llegaba desde su ciudad de estudios, donde estaba instalada desde comienzos de su preparación estudiantil en la Universidad. Una moza de buen ver y muy simpática que solía mirar con descaro a los ojos y que desprendía un encanto subliminal exquisito. Estudiante de antropología y muy aplicada, quedó ensimismada, ya en tiempos por la presencia de aquel muchacho Juan Ramón, ayudante y secretario de su padre en los veranos, con el que había pasado buenos ratos en el desván de la casa, en el que fue tomada, seducida y amada por el muchacho a petición de la hija del Juez. Detalles que el empleado de su padre hacía placenteramente a la vez que usaba sus arranques para ganarse unos dineros y poder ayudarse en su carrera de medicina la cual estaba cursando en aquel tiempo en la ciudad de Badajoz.

Los años habían transcurrido, dejando las huellas pertinentes en las personas, ellos no fueron menos. Él pudo acabar con éxito sus estudios graduándose con muchas ventajas por su valía, obteniendo el doctorado más tarde, en aquello que era su ilusión. Sanador de humanos. Cirujano en Toledo.
Ella, no fue menos y pudo finalizar su preparación a pesar de haber tropezado en mitad de ella, con un amigo y después otro, que la llevó por derroteros insospechados para ella y su familia y que la tuvieron sumida en la depresión durante años. Hasta que a la postre y por recomendación de su padre, consiguió plaza de antropóloga en un Instituto Psiquiátrico de Sant Boi, cerca de Barcelona.

Las tradiciones no se cambian. Los festejos relevantes quedan perennes en los recuerdos e imaginaciones y una fuerza atrayente les llevó aquel año a la Urbanización de Las Brevas de Don Juan, donde tantas veces habían celebrado la noche del solsticio de verano y disfrutaron de la quema de la hoguera, la detonación de petardos y las miradas furtivas pendientes de definición, mientras degustaban aquellas pastas tan deliciosas, las famosas cocas de San Juan.

En aquel complejo de viviendas veraniegas, se reunían tras de la hoguera, todos los habitantes, transeúntes, vecinos y demás personas a celebrar la famosa noche del fuego, con todos los misterios que ofrecía el fuego y la magia.
Aquella precisa franja, de las Brevas de Don Juan, Heredad de un señor feudal. Don Juan de Benviure y Grosello, que venido a menos en sus negocios turbios y por tantas deudas y entresijos de su vida, quedó en el crepúsculo de la ruina.
Delimitando toda propiedad en manos de sus acreedores, pinares, cuadras y todo su inmueble, el latifundio y los terrenos del complejo para parcelar y formar un nuevo barrio dentro del gran enclave, próximo a la ciudad.

Esa efemérides y otros acontecimientos místicos, acaecidos en aquella noche de calor tradicional y de fantasmas, hacían que la gente volviera al recinto por si se repetían aquellas prácticas inexplicables que inspiraron  todo el enigma oculto de hacía unos años y que todos probaban a repetir por si se volviera a cumplir aquella especie de maldición.

Tanto Johana como Juan Ramón, aquella verbena habían coincidido en el lugar de la gran fogata, donde se disparaban los petardos y donde los apasionados creían ver consumiéndose entre las llamas del fuego a sus ilusiones y sus anhelos.
Ellos dos estaban acostumbrados a yacer, a tocarse y a dormir muy juntos en la misma cama, pero como por arte de “Birlí Birloque”, no hubo necesidad de trámites entre ellos, y la atracción sexual estuvo presente de nuevo entre las llamas, los calores y las vertiginosas erecciones y aguijonazos sensuales.

Entre risas, recuerdos, ilusiones, coletillas y deseos llegaron a preparar cada uno de ellos una exigencia, un reto con el misterio. Proponiendo dos ritos populares y ancestrales llevados a cabo en aquella zona. Necesitaban vivir aquel enigma desde sus personas, y desde sus conocimientos cristianos.

Cada uno de ellos, previsiblemente valientes y jóvenes que retornaban al lugar, elegía un juego, antes de disfrutar de una madrugada de sexo pactada. Un culto diferente y el destino les dejarían secuelas o los inhibiría.
Debían ser relativos a los que aquel hacendado de Don Juan, proponía en sus legajos. Derivados de las hogueras o de las figas aludidas en su apelativo, que eran lo que a la postre le dio fama a su estirpe.

Johana, adoptó el rito de las tres brevas. Que consistía colocar un higo sin pelar, uno a medio pelar y otro totalmente pelado bajo la cama, si al día siguiente no estuviera  el que no está pelado_ decía la tradición y los brujos_ tendrás mucha suerte en el amor. Si emigra el de, a medio pelar tendrás algunos problemas monetarios y si desaparece el que está totalmente pelado tendrás una vida completa de salud y mucho sexo. Según decían las fantasía popular.
Por su parte Juan Ramón, el médico cirujano de hospital Central, quiso saber si con él, se cumplía el rito de instruirse a tantear un instrumento, tan solo por dormir bajo de una higuera.

Dicen los nonagenarios del barrio que en la noche de San Juan se puede aprender a tocar la guitarra perfectamente. Solo debes colocarte bajo la higuera de la Heredad de las Brevas con una guitarra y justo a las doce de la noche alguien desconocido pone tus manos en las cuerdas y por arte de magia empiezas a tocarla divinamente

Ambos se pusieron manos a la obra y ella desapareció para ir después del encuentro a dormir en su lecho, habiendo colocado bajo de su cama, las tres piezas de los higos, en diferente estado: entera, a medio mondar y pelada.
Juan Ramón, antes de las doce de aquella noche, se situó bajo una higuera, portando una guitarra, una botella de ron y una borrachera galopante. Donde solo, en completa solemnidad esperaba el prodigio

En la madrugada, Juan Ramón se acercó temblando de miedo a la casa, donde yacía desnuda Johana, que esperándole despierta tiritaba de frio en una noche tan calurosa. Juan Ramón no tuvo necesidad de preguntarle cual había sido el higo que había permanecido bajo de su cama, puesto que un charco de sangre, cubría parte del suelo, haciendo una especie de balsa. Ni ella, antes de perder el conocimiento pudo sonsacar detalles, al advertir los dedos amputados al médico.






sábado, 21 de junio de 2014

El Wáter Cósmico_ Llega a Tacna_




Viene de la última entrega
El wáter cósmico...
Esta historia conecta con la última entrega
http://emiliomorenod.blogspot.com.es/2014/06/el-water-cosmico-conoce-metchild.html
Para recordatorio de otras. Ver el links de la última publicada



_ Por cierto Pajarito, voy a presentarte a mi amiga, ¡la mejor!, es como si fuera mi hermana, y la verdad, para ser sincera, me moría de vergüenza tener que recibirte así de buenas a primeras, se me hacía un mundo. Por ello, pensamos en esta travesura, espero nos disculpes.

Se acercó a Carla, que permanecía emocionada junto a la parte opuesta a la mesa. Nerviosa, contenta, alegre y feliz por ver a su amiga, ¡tan feliz!

_ Te presento a Manuel, el amigo, del que te he hablado tanto_ dijo Metchild mirando a los ojos a Manuel, con mucho cariño

_ Hola Carla, encantado_ comentó Manuel mirando a la muchacha fugazmente, para proseguir mirando a Metchild, seguidamente.  Instantes en los que se le hacía muy difícil fijar sus ojos, sin poder desunir su mirada de Carla, aquella mujer preciosa, que con el dominio de su horizonte, le obligaba a pensar y querer entender porque le ocurría todo aquel misterio. El invento que habían montado, para generarle aquella confusión tan penetrante, al mismo tiempo que le habló con toda la confianza, que le permitía aquella situación.

_ No sabía que pensar_ dijo Manuel_ al verte llegar con el mozo y, pero para decirte la verdad_, volvió a titubear con las palabras_, hubo un instante que te iba a besar sin más.
A punto de abalanzarme sobre tu cuerpo. Creí que tú eras a quien venía a ver y a conocer. He pensado inclusive que eras Metchild, que habías disimulado el verdadero perfil,  tu figura, tu cara y ¡qué sé yo! , lo que he cavilado.
Menos mal, que ha sido corto y no se ha prolongado, porque es para quedarse sin habla_. Carla, no quiso responder a Manolo y se limitó a sonreír y a escuchar.

Se dieron un beso de cortesía y quedaron uno frente al otro mirándose, hasta que un biorritmo eléctrico los puso de nuevo al corriente. Carla ya no hacía nada más con ellos, por lo que intentó en primera instancia despedirse de su amiga y del recién llegado, aquel  español sincero.
Metchild intentó sin demasiada insistencia en que les acompañara Carla a la hora de la cena, agradeciendo a su amiga que se retirara tan gentil y les dejara ya a los dos solos para decirse todo lo que aguardaban y les era tan urgente.

_ Os dejo tranquilos, que tendréis muchas cosas de que hablar_. Manifestó Carla, comenzando a desembarazarse de ellos y sin más dilación desapareciendo tras una leve ceremonia de despedida. La mesa en el comedor les esperaba para degustar de una cena prolongada, antes de ir al Teatro Nacional Rubén Darío.


El servidor del Hotel, Los Robles, los pasó al comedor principal, ocupando una mesa que estaba situada, al lado de unos grandes ventanales que daban al fenomenal jardín, donde se acomodaron con mucha tranquilidad, existiendo en el ambiente una alegría contenida.
Les atendieron unos camareros de forma sublime y comenzaron a servirles con un cóctel de piña colada y unas gotas de ron Bacardí.

Metchild se miraba a Manuel de una forma cariñosa, esperando de él gestos sexuales muy cargados de sentido erótico, sin embargo a él le había quedado algo de aflicción por la forma en que lo recibieron, y de entrada le costó entender que todo obedecía a una estratagema de mujeres, mirando de no ser engañadas ni siquiera por el mismísimo guaperas de las Españas.

_ Te veo, extinto con lo que tú eres. Tan alegre y  tan faldero, que no pierdes tiempo para hacer arrumacos o es que ahora en el trecho real, te atemorizas. No has aludido ni una sola vez a mi cuerpo, ni le brindas esas miradas que solías hacer a mis pechos en la distancia. Por ello, te encuentro poco ágil_. Preguntó sin miramientos Metchild, con una fiebre felina que le arrugaba el semblante.

_ No es nada, solo que me has ganado por la mano y no me esperaba, que el encuentro fuera tan a lo certificar e indudable, que pudieras dudar de mi persona, con la de veces que lo hemos hablado. Yo ni había pensado en que tú pudieras pensar tan a lo descabellado, y pensándolo bien, es una medida que siempre deberíamos tener con todo lo desconocido, te felicito por hacerme pasar por el tamiz y no dejar nada a la suerte, afianzando tu seguridad.
Por mi parte, ni pensar en esa astucia, ni en ninguna otra, venía al bulto con la alegría de la felicidad descorchada. Tan solo pretendía vivirlo en directo por mis propios ojos y descubrirte de nuevo, al tocarte, al besarte al rozarte, detalles que no había podido hacer por las redes.

_ No seas ingenuo, siempre has sido tú el que me obligaba a tener la seguridad necesaria en todo, tus consejos siempre los he procurado respirar y de hecho me han dejado buen ejemplo y me han valido. Por lo que el hacerlo hasta contigo, no has de tener preocupación, ha sido el diario de mi costumbre.

Estoy feliz al tenerte a mi lado y espero que esta sensación que tengo dure por siempre y no tengamos dudas ni lagunas en nuestra relación. Sin embargo no quiero tampoco, que tras todo este meneo, seas tú quien dude de la realidad, de lo que siempre hemos hablado. Nuestra sinceridad y prefieras quedarte con mi amiga, de la que me he dado cuenta, no has dejado de observarla y he visto, que tampoco hubiese sido ninguna desgracia, que ella hubiese sido yo.

_ Te veo celosa Metchild, eso puede ser bueno, bien administrado, pero tampoco quiero discutirme contigo en cuanto a eso, cuando has sido tú la que has preparado este chocho conmigo.
¿No crees querida? que, los términos los trasladas más allá de lo que pueden medirse. Solo te he comentado aquello, en lo que me he visto rebosado, pero eso no significa nada, ni rompe nada, solo que por la confianza que retengo de ti, me he visto medio atontado y a la altura de un forajido.


El sommelier, al pie de la mesa esperaba de Manuel y de Metchild, probaran el vino que había  elegido el señor Manuel García de la Serrana, antes de que llegara la señora Metchild, cuando reservó la mesa y los detalles posteriores que debían sucederse en el transcurso de la velada.




En Tacna, ya había aterrizado el avión procedente de Madrid Barajas, que transportaba a Natalio, a Angüela y a Otto, los cuales al bajar a tierra, quedaron fascinados por la luminosidad de la ciudad andina, la que perteneciendo a Perú. Estaba a escasos kilómetros de la frontera con Chile, motivo por el que fue elegida para poder dominar el perímetro de los Andes y la franja del Pacífico, sin olvidar la gran urbe del Perú y su zona de influencia, en la comercialización del wáter cósmico.

En el Aeropuerto de Carlos Ciriani, les esperaba Ángel, que ya resabiado por las informaciones que le había dado su novia Demetria, hija de Natalio, esperaba en algún momento alguna salida de tono, por el ambicioso plan que llevaba sumergido a Ángel desde hacía un tiempo y que con el viaje de presentación a América, podía poner de una forma más efectiva en marcha.

No estaba dispuesto a que su suegro, le pusiera las peras a cuarto, lo tenía, todo muy preparado. Con su ingenio y su gusto por las cosas, sin dejar aparte el empeño que ponía por las mismas, podía frenar a aquel caballo pelotero de Natalio, que subido en la cumbre de la empresa y creyéndose el más listo del universo, podía con todos.

En la sala de llegadas del aeropuerto Tacneño, esperaba Ángel desde hacia media hora, venia directo de su hotel el Princess, que lo alojaba de una forma agradable y acogedora.

Le quedaba céntrico, en el entorno de todo el meollo de la ciudad y para sus tratos comerciales, sus ventas y sus quehaceres. De película le vendría por no estar alejado de ninguno de los lugares más importantes de la metrópoli.

Hablaba Ángel con su oficina en Zaragoza, para resolver aspectos administrativos y de conocimiento de último momento, cuando vio aparecer a las tres piezas angulares de la empresa Schissen Lecker.

Satisfechos con una hendidura en la boca por sus sonrisas poco frecuente sobre todo en los alemanes, un agrado fuera de lo normal en personas tan sumamente inexpresivas, y con una vertiginosidad acostumbrada para el cambio de carácter de un minuto a otro.

Un abrazo de Natalio, a Ángel, le sumergió en un pensamiento concordante y familiar, el beso de la “frau” Angüela y el movimiento mecánico de testa, a la vez que le destrozaba la mano al vendedor, de Jürgen, hacía y servía perfectamente de bienvenida y de presentación en el Carlos Ciriani.

_ Hola que tal el viaje, ¿Largo? – valoró Ángel, observando con su vista de águila a Jürgen, desde un paso atrás esperando sus próximos movimientos, que por otra parte, los ejecutivos alemanes, siempre tienen estudiados.

_  ¡Nada!  Muy bien, prácticamente durmiendo todo el trayecto, eso pregúntaselo a Natalio, que se ha pasado el camino trabajando y no te digo de la Frau, que no deja títere peinado_ acto seguido y sin dejar que respondiese Ángel, Natalio sumó al comentario_ Pero si ahora volar es una maravilla, te lo traen todo, te lo ponen en bandeja y lo único que noto son las piernas que al no poder estirarlas como quisiera, las tienes un poco entumecidas, por lo demás muy bien.

La señora Ánguela, parecía que esperaba el fin de la frase de Natalio, para entrar al remate, sin dejar expresar sobre la última observación que hacía Natalio_ Maravilloso, querido Ángelo, de película de amor, estupendo. Nada que reprochar a estas empresas que todos los detalles apreciables cuidan, ya se parecen a la nuestra, ¡verdad! Lo que dice Natalio, las piernas que se te inflaman de la poca circulación que se les exige, entre la altura y la presión, pues eso, cansados pero contentos.


To be continued

Continuará