domingo, 31 de diciembre de 2023

El Tatuaje.

 



Aquella madrugada,

¡Qué Barbaridad!

¡Menuda mentira

soñó aquel truhan!

Se acostó en su colchón aerodinámico, y se reclinó en su almohada de microfibra viscoelástica, queriendo mitigar todo el cava que se había metido entre el pecho y la espalda. Después de atravesar doce meses, muy duros y padeciendo por mucha de la gente que le rodeaba y quería de verdad.

Al fin, quisieron aplaudir y esto es lo que le ocurrió. Una pesadilla fantástica que le quitó la felicidad en el acto….

Celebraron la salida del AÑO y la entrada del nuevo 2024.

Se fue a dormir creyendo que la felicidad contenida, le proporcionaría un descanso total, y deliró con el futuro. Con su propio devenir. Algo que le pasaría si llegado el año 2051, aun viviera.

Los Milagros no existen, y las barbaridades irreales, son cada vez más exageradas.

Y así me lo contó.

Os imagináis, por un instante. Vernos inmiscuidos en ese ¿trance?

 

Vivimos en un tiempo que la tecnología nos supera. Se ha acabado aquello de hacer las cosas de forma anónima. No existen las sorpresas.

Nos tienen controlados en todo momento. Ya nada es parecido a lo que era antes.

El Documento Nacional de Identidad, el pasaporte, la cartilla del médico, la libreta de ahorros, la tarjeta del cajero, el bono bus, ya no existe.

A nada se le da el valor y la importancia que tuvo en su tiempo.

Paseas por las calles de la ciudad y los vecinos ni te saludan.

Nadie se para en la esquina para preguntarnos como nos encontramos. Sabiendo que todos nos pasamos, después del atracón que nos dimos en la comida familiar de las navidades de este año 2050, el que en breves días dejaremos para pasar al nuevo año.

En el que cumpliré cien abriles.

Añoro aquel tiempo qué al bajar la calle, las abuelas descorrían sus visillos para ver quien bajaba o subía. Ahora las filmadoras ópticas de vigilancia de las esquinas de los paseos nos controlan. Expuestas y como espías están colocadas además en cada una de las farolas de iluminación. Televisando nuestros paseos, grabándolos todos por fechas en los ingentes almacenamientos que poseen los mandamases autoritarios.

Con esto de la inteligencia artificial, nos han robado además de la libertad que gozábamos, todo nuestro reposo. La opinión que teníamos, las risas que soltábamos por cualquier chorrada y lo divertido que era, reírnos de nosotros mismos.

Controlan nuestros movimientos. Entras a comprar en cualquiera de las boutiques de la zona y saben qué vas a adquirir. Ya no te sacan la variedad de modelos, y colores de las prendas o zapatos, como lo hacían, para embaucarte, colocándote lo que después retornabas.

Saben a ciencia cierta qué es lo que no me gusta. Qué es lo que no me interesa. Se acercan y sin que me dé tiempo de abrir la boca, convencidos de acertar, llegan y ríen, ofreciéndome mi talla de calzoncillos. Aciertan con mi deseo de comprarlos y el color preferido y si por casualidad giras la mirada al aparador opuesto. Aparece una maniquí autónoma. Una mujer robotizada y rubia. Otra dependienta de plástico, con los labios prominentes como gajos de mandarina, con una sonrisa importada y un cabello postizo que le llega por la cintura, y con voz de cazalla refulgente, te muestra aquello qué sin pedir, sabe que buscas. Es una especie de indecencia desagradable salir a la calle.

Sin hablar del cuidado que has de llevar incluso estando en casa.

Parece que las paredes escuchan lo que hablamos. No llego a explicarme, como pueden hacerlo, aunque ahora en esta época del mínimo secreto, no puedes discutir con nadie, bajo sospecha de abuso de autoridad, o alguna de las ilegalidades que están de moda.

Por poner un ejemplo insulso diré que en una ocasión (hace ya unos años), viendo las noticias de la noche, en un comentario hecho de disconformidad, discrepando de la opinión vertida, el propio locutor del telediario, quiso retarme por disconformidad de opiniones y tuve que retractarme. Mi sorpresa es que llegó a faltarme el respeto, y me retaba por si le oponía resistencia. ¡Me dio miedo!  Al día siguiente regalé el televisor recién comprado de muchas pulgadas a mi prima Margara.

Decir como final de esta confesión es que no entiendo nada. Pero como prefacio por si no lo sabíais, os lo adelanto con mucho respeto.

Hace ya unos años, cuando nacen las criaturas les marcan destino. En el momento en que las madres han parido, los pasan por un scaner dimensional y les genera un "Sello" de personalidad con más de mil rasgos. Estos semblantes pueden ser detectados a través de un algoritmo de combinaciones, que levitan entre sí.

Para ver que están totalmente sanos, y no han de tomar otras medidas. Les graban un tatuaje, que sirve como implante biónico, debajo del sobaco izquierdo, donde en su momento insertarán todos los datos necesarios para evitar los documentos, que hacía referencia antes y que dejaron de existir.

De ese modo dicen los enteraos que se gana tiempo y pongo los ejemplos que nos dan.

Al acercarte a un cajero, solicitas lo que quieres y con el simple timbre de voz y el tatuaje que sito en la sobaquera, dispone y envía tu perfil, por mediación de la “wi-fi” al centro de computación y dispone todo lo necesario. Te dispensa el efectivo que necesitas.

Al pasar por una aduana, ningún operario te controla, porque eres descrito y analizado desde tu aparición.

Cuando accedes a tu puesto laboral, no necesitas timbrar, y un set automático te sigue durante toda la jornada, para ver cuantas veces entras en el lavabo, y usas tu imaginación al desligarte de las ocupaciones laborales, perdiendo el tiempo, que te descuentan del sueldo dándote pelos y señales del motivo de la deducción. Si eres pecador y vas a la iglesia a confesarte, no has de declamar tus pecados. Directamente el cura, o el pastor te manda la penitencia y sin pestañear cumples a pies juntillas.

Cuando estás enfermo, te auto diagnosticas desde el propio teléfono móvil, con una aplicación que te dice, que es lo que te ocurre, y que repercusiones tendrás en el próximo mes y te receta sin pasar por el galeno, con los medicamentos que son más apropiados. Si te vas de vacaciones, al salir del país y cruzar por la frontera. Incluso en tu propia tierra, al ascender al metropolitano o autobús, eres detectado al instante, sin que personas se preocupen por lo que haces o dejas de hacer. Vía libre para todo, y cuidado si al mirar a un hombre o mujer te encantas con su belleza, con sus piernas, su cuerpo, y suspiras...

Vigila esos pensamientos que nos desbordan.

¡Quieto parao! ¡Stop mucho Stop!! ¡¡ prohibido!!

 Que todo se sabe y al momento conocen lo que pasa por tu cableado cerebral. ¡Es una leche!

Tener que ir todo el santo día en modo pausado...

 

Como relataba antes, cuando nací, que por cierto ahora se cumplirán cien años no existían semejantes inventos.

Por lo que me implantaron el puñetero set de controlen, cuando llegué a la edad de setenta y tres años, con lo que dicen estos capullos, que me han regalado de momento veintisiete años para seguir en la brecha.

¡Qué no sé yo!

¡Dónde coño está la ventaja!

La lata de todo esto, es que anularon mi jubilación y me consideraron de nuevo activo. Volvieron a darme de alta en la Seguridad Social, regalándome una nueva ocupación y quitándome del placer que sentí, cuando dejé de soportar al jodido de mi jefe, y volver a   madrugar, después de haber trabajado por más de cuarenta años en la industria. Cumpliendo como cualquiera, y al final de mi vida laboral, tener que volver a empezar.

 

Si no había bastante con todo lo que expongo, a mis cien años, han de implantarme una impresora 3D, en el culo.

Sí, estáis leyendo muy bien. En el trasero.

Dicen los ingenieros que es muy disimulada la linotipia, que no se nota y evita riesgos.

Ya que cada vez que me envían un fax o fotografía topográfica, me voy de baretas.

Dado que esa tecnología, utiliza un colchoncillo de impresión que deposita material derretido en cada capa, y la verdad, no me da tiempo de entrar en el reservado, y colocarme un rollo de papel higiénico en el dispositivo, para que lo imprima debidamente.

Si no estoy hábil y preciso, puedo manchar los pantalones, antes de que se pueda imprimir el documento y solidificarse en gramática entendible.

 

¡De pronto despertó del sueño!¡Menuda alucinación diabólica! …

 

Anoche quizás se pasó con el cava. Dan ganas de echar a correr.

Han sido barbaridades brutales que no creo se den jamás y si se dan, espero no verlas.

 

 


 

Feliz AÑO NUEVO 2024,  

 


viernes, 29 de diciembre de 2023

No trajeron carbón.

 

En aquel tiempo los Reyes Magos de Oriente, solo aparecían en los hogares de algunos niños con los sacos medio cargados de juguetes.

Era una suerte divina que nos visitaran aquella noche del cinco al seis de enero. Se proveía si los papás habían podido trabajar en el campo, recogiendo los cultivos.

En el taller o la fábrica haciendo muchos turnos de trabajo, cubriendo todas las horas extras que se presentaban y si habían tenido las estrellas de la salud de su parte. En otros domicilios, tan solo dejaban un poco de carbón, algunos mantecados y aquel chocolate terroso, con gusto a fénico, por la mezcla del cacao con un tipo de azúcar arenosa.

Incluso en alguna casa, pasaban de largo, sin obsequiar nada de nada. Dejando muchos disgustos a las niñas y a los chavalillos que se quedaban sin regalos.

Los que imaginaban no haber dado la talla, por haberse portado mal, que no habían obedecido en condiciones o que no fueron buenos durante el último año.

Aunque nadie les daba una excusa convincente, a tantos jovencitos que se quedaban esperando un detalle, un abrazo, o un presente.

No obtenían respuesta y su decepción siempre era callada y disconforme.

Todos se avenían en que los Magos eran muy listos y lo sabían todo. No necesitaban llaves, porque no había puerta que se les resistiera. Entraban por las chimeneas de los salones de las casas adineradas, por los ventanales de las haciendas, por las gateras de las viviendas modestas, por las lucernas de las barracas, y por las brechas menos insospechadas.

Decían los maestros de la escuela, que las condiciones debían ser cumplidas siempre que los niños ayudaran en casa a sus mamás con una conducta alegre, no decir palabrotas, ni mentiras y obedecer, aunque a veces no gustara.


 

Fortunato se lo había currado durante todo el año. Queriendo probar si de verdad las estrellas de oriente, se acordaban de todos los niños, o solo se fijaban en los más favorecidos, porque llevaba pidiendo una bicicleta de dos ruedas durante muchos reyes y jamás se la habían concedido. Siempre le dejaban un juego de bolos y una bolsa de papel marrón con trozos de un carbón, agrio y rancio.  

Sus padres tenían una botica reducida en el pueblo, donde para ganarse la vida, estaba abierta casi veinte horas al día, vendiendo leche, arroz, vino, patatas, alguna clase de frutas del tiempo y los nuevos víveres que iban llegando de ultramar.

Bebidas y comida, desconocidas hasta entonces para la gente humilde. Abastos comestibles que eran de otros pueblos y poco a poco llegaban al poblado para que las gentes que podían las fueran comprando y probando.



Fortunato y Jacinto, su hermano, debían madrugar y antes de ir a la escuela, andar durante media hora arrastrando de un carro muy molesto y pesado a recoger del mayorista la fruta que su mamá les encargaba. Unas veces dos cajas de naranjas, otras un costal muy grande de patatas, y en alguna ocasión, el saco de mandarinas, de las cuales ellos; probaban antes de llegar al tenderete.

Aquel año se dijo Fortunato, sería el definitivo. No dormiría en toda la noche para ver si el mago Baltasar, aparecía después de la carta tan amplia que le había mandado sin que su mamá supiera. Fue a la estafeta de Correos, con la carta dentro de un sobre, sin dirección, esperando que la señora Patricia, la oficiala, supiera donde mandarla. Fue a pagar el timbre con unos ahorrillos que guardaba y con mucho respeto le pidió a la empleada, dirigiera el escrito donde correspondiera y le cobrara el envío.

Patricia, viendo la decisión de Fortunato, le dijo que no se preocupara que ella enviaba la misiva y que se guardara las dos perras del importe, que ella la ponía en la valija preferente con los demás pliegos de todos los niños del pueblo.

 

Fue la única vez, qué en unas Navidades, fui feliz. Melchor y no Baltasar cumplieron con lo que pedía. Me trajeron una bicicleta marca Orbea de dos ruedas, con un cuadro azul celeste precioso como el capricho soñado.

Un manillar adaptable donde podía sentar cuando paseaba a Conchita. Un poco apretada, pero a ella le encantaba, que la abrazara en los paseos.

Siempre pensé en que hice bien en decidirme a pedir por escrito lo que quería como regalo para reyes, sin el conocimiento de mi madre. Que a menudo decía me portaba mal, y con la ayuda de la señora Patricia, la mamá de Conchita, lo alcancé; y fíjate lo que son las casualidades. Su padre se llama señor Melchor, como el rey que me concedió el preciado regalo.

Tan solo el Mago pedía una condición, que debía compartirla con mi hermano, y dar paseos con la Orbea y mi amiga Conchita, qué por una enfermedad de chiquitilla, anda un poco mal y casi no tiene amigos.

Fue una bendición, y a pesar de no haber visto como llegaban aquella noche sus Majestades desde el quicio de mi ventana, intuí que me acariciaban.

Noté su presencia cercana y pasmado con las musarañas me perdí la oportunidad de dar las gracias, mientras depositaron una de mis mayores ilusiones, junto a otros detalles en el zaguán de mi puerta.






 


miércoles, 27 de diciembre de 2023

Mucho cuento.-. La noche desnuda. capítulo Nº 010

 

Mucho cuento.-.     La noche desnuda.


Un breve descanso se concedió para que tanto los espectadores, como los protagonistas de la siguiente proyección se situaran dentro de lo que les venía encima, que no era ni más ni menos que los diez minutos primeros de su novela, pasada a imágenes, para que el respetable, dedujera de entre las mejores. Pronto se suscitaron los avisos de ON AIR, y comenzaron los rótulos de crédito de La noche desnuda, de la autora participante Micaela Martos Roble. 

Film adaptado de la novela descrita. En la que se manifestaba dentro de su argumento la cantidad de sucesos criminales que se dan en una ciudad cualquiera, a una hora cualquiera y gravitados por la oscuridad de la noche. Acontecimientos que quedan sin resolverse, delitos impunes que se quedan sin ver la luz, y del todo sin justicia. Hechos atroces, increíbles y jamás considerados, pudieran darse tan cerca de nosotros mismos. Lejos de la intuición del gran público. 

Temática social, desarrollada en un mecanismo y unos usos admitidos, por esta sociedad, sin que nadie les de la importancia que conlleva y queden difusos en la oscuridad de la propia sombra. Muy desigual a lo que solemos ver en las series policíacas, donde los malos son castigados y siempre luce la verdad, dejando a las leyes como garantes de justicia. Cuando en la realidad, muchas agresiones quedan sin resolverse, puesto que ni siquiera se tratan como tales.

Barbaridades referidas a la cuantía de incidentes peligrosos por trifulcas dadas en las salas de fiesta, con la mediación del alcohol y de las drogas, de los traficantes y de los abusos que existen entre camellos y consumidores. 

El trato de personas y la desaparición de innumerables mujeres y hombres, por motivos, que jamás son hallados, ni vivos ni muertos. Al no haber existido una denuncia y quedar en olvido como si careciera de importancia. Vicisitudes que se esconden en las tinieblas de nuestra imaginación.

Proyección que una vez expuesta en la sala, fue porfiada y dejó una especie de amargor muy ácido entre los asistentes, por la dureza de las imágenes y lo impropio del lenguaje usado por los protagonistas. Realidad palpable y un sentimiento desangelado.


Amanda apareció con su belleza innata, entre los preparativos del siguiente corte de video, anunciando fueran anotando las impresiones y preferencias que iban descubriendo en cada una de las entregas proyectadas y correspondientes a los capítulos de la competición, de la autora derivada del proyecto y de una historia inventada, que a la vez pudiera ser real. Sobre la problemática de los vientres de alquiler en la Europa industrializada, con indicaciones de ciudades fantasmas, en nuestro suelo patrio, que se podrían ver envueltas en ese tráfico de alumbramientos, mientras las miradas miopes del pueblo acusan a otros países como permisivos autores de semejantes realidades. Procesando el desamparo de quienes desean alumbrar y no les es viable, por la propia naturaleza. Ni por leyes reguladoras que les amparen. 

Deseos de quienes anhelan procrear sin posibilidad natural, y a toda costa quieren conseguirlo, dentro y fuera de la ley, pagando cantidades ingentes a mafias que atesoran el suficiente número de madres que se prestan a ser inseminadas, de forma irregular. 

Avalados con permisos extra oficiales, con un final fatal. Jugando con la decepción con que se encuentran algunos de los futuros padres, al no tener final feliz y acabar la historia tal y como ellos la habían soñado y abonado.

Con la particularidad que los recién nacidos, en alguno de los casos, se encuentren desatendidos y desamparados. Venidos a un mundo falaz, sin protección ni amor, por parte de su madre biológica, y sin poder llegar a tramitar su adopción, al desestimar los padres adoptivos el seguir adelante con ese hijo, por arrepentimiento y cesación.

Video, complicado que el conjunto de espectadores, no quiso o no llegó a entender, sin querer entrar en la dinámica que la vida a veces caprichosa muestra.



To be continued
En el capítulo nº 11 del relato: Mucho cuento


viernes, 22 de diciembre de 2023

El día de la salud.


 



Mil euros cántico vivo,

es la armonía divina

La esperanza que yo sigo,

por su ilusión y propina.

 

Que sin ser un adjetivo

llega acaso repentina.

Recompensa que persigo,

con humor y sofoquina.

 

Es un sorteo efusivo,

el más famoso; y que atina

con la ilusión del festivo

porque lleva adrenalina.

 

Sería preservativo

del gasto que se avecina,

gracioso y muy llamativo.

Guardarlo en la sobaquina.

 

Es difícil, no lo esquivo,

lleva estrella sibilina

poseyéndola el gran divo

ese que vive, en la esquina.

 

Dos mil veintitrés, cautivo

Sigue subiendo la harina

 este año mi incentivo,

es la salud saltarina.

 

Si me toca el donativo

prometo si compagina.

Darte un abrazo divino

y algo que se adivina.

 

Como mi sueño obsesivo

y mi suerte es quimerina,

te envío muy afectivo

mezclada con trementina.

 

 Ese abrazo comprensivo

que nunca desencamina.

Porque sabes que malvivo

sin tu preciada rutina.

 

Con el lenguaje inclusivo

el que rompe "gramatina".

Te mando abrazo impulsivo

y el zumo de mandarina.

 

Mil euros siguen cantando,

es la armonía cansina.

La ilusión que yo persigo,

desde el bombo no se brinda

 

Felicidades te mando

sin franqueo y sin consigna.

mi amistad sigo y mantengo

por esa razón tan digna.

 

 

Emilio Moreno.

Día del sorteo de la

Lotería de Navidad,

22 Diciembre 2023.




 


viernes, 15 de diciembre de 2023

Café Literario jueves, 14 diciembre de 2023.

 










Como estaba previsto el jueves 14 de diciembre, a las 19 horas tenía cita en el ya popular Café Literario, del Casal de Marianao. El insigne radiofonista Manuel Olivas, el locutor e impulsor del programa radiofónico de “El Tintero”, en Radio Sant Boi.



En el día que se le rendía una especie de evocación por su labor en la cultura local y por la difusión que ha tenido siempre en presentar al que se iniciaba en música y letras, entre mil detalles y cosas más. Auspiciando a nuevas figuras del arte en el amplio espectro de su amalgama.


Música, novela, poesía, pintura, agrupaciones sociales, inventores incipientes, deportistas, sacerdotes, vedettes, comediantes, médicos y detectives y algún que otro político de antes y de ahora.


Siempre tratando de ofrecer al artista novel, salidas por donde transitar y puertas donde llamar para ser auxiliado. Informando a la vez, a sus oyentes y haciéndoles disfrutar por la enjundia de sus consejos. Llenos de mucha experiencia.



Al virtuoso, ya contrastado y encumbrado, maneras de promocionar su labor, bien sea invitándolos en radio, o desde el famoso American Lake Music de Gavá, de la asociación de Gavart, que como la de Sant Boi, Retazos de Arte, fue fundada por él, con ayudantes que aún la defienden cada día y a los que les envió mil parabienes.

 


En este acto estuvo presente el conseller de Comunicación Marc Aguilà y por parte de la emisora Radio Sant Boi, su director Josep Pallarés.

Compañeros de la FM 89,4 como José María Alarcón, y personas afines al propio propulsor de talentos.

La sala estaba repleta de personas, interesadas en el acto y seguidores la mayor parte, de Manuel Olivas, a tenor de otras que nos siguen desde el comienzo en nuestro Café Literario, en su inauguración allá por mayo de este año veintitrés.

 


Los dos conductores del programa, lo sometimos a preguntas y Manuel como siempre respondía de forma abierta y elocuente, dejando siempre un zumo literario que adornaba sus respuestas.

Nos hizo un repaso de sus casi cuarenta años de programa, dando detalles generales de cuantos invitados ha tenido con su aliento frente a sus micrófonos.

Emocionado a momentos nos refería detalles transcendentes ocurridos dentro de la sala de cerrada de emisión.

Tuvo recuerdos para su técnico insignia el amigo de todos, gran profesional y mejor persona como fue el gran Damián.

Recitó un par de poemas de su cosecha, de entre los ciento cincuenta que nos dijo tenía publicados de su autoría, y con su don de gentes nos hizo pasar una tarde agradable, amena y ocurrente.

 
 

Tanto Aguilà, como Pallarés, preguntaron y hablaron sobre la figura y el eco que siempre ha tenido Manuel Olivas en el mundillo de la actividad radial, dando ese toque artesanal que le impregnaba a todas sus entrevistas.

Dejando por supuesto, sin cortapisas, que el público asistente hiciera sus preguntas y aclaraciones en temas que se respondieron desde el escenario del Café Literario.

 

Desde aquí darle las gracias, a Manuel, por permitirnos hacerle semejante entrevista y estar entre nosotros. Así como al servicio de infraestructura llevado a cabo magistralmente por la gran Isa y el no menos conseguidor y fotógrafo de las imágenes José Gómez.

 

A todos un abrazo y galanuras mil, esperando el mes de enero del próximo año, donde nos volveremos a encontrar en vuestro Café Literario.

 

Un abrazo de Gustavo y Emilio.







































 

 Diciembre de 2023, día 14

Casal de Marianao.

CAFÉ LITERARIO.


Fotos de  JOSÉ GÓMEZ

Texto de  EMILIO MORENO