Como
es norma, nosotros nos juntamos a principio de mes, siendo felices y
queriendo arreglar todo aquello, que sabemos; no lleva camino ni
forma de reparación, y no es que no tuviera arreglo. ¡Es de lo más
gracioso!
Es
que no hay un mortal que intente arreglarlo. Con esas, las listas de
mil millonarios españoles crece, sin parar mientras los más
afectados pasan más hambre que el «perro de un churrero» Aquel
pobre animal, que se tragaba las chispas de la muela de su dueño
cuando afilaba, y así tomaba alguna cosa caliente. Según cuenta la
tonadilla popular.
Gracias,
muchas gracias, a los dedicados políticos, que nos han tocado por
suerte, porque demuestran que no se avienen ni con el aire. Luego se
abrazan y besan y se ríen del pueblo. Todos sabemos que muchos de
ellos, simplemente no valen, para hacer política. No valen para
representarnos.
Tampoco
es que toquemos temas candentes. Ni mucho menos, quien tiene el valor
hoy en día de estropear aun más la situación. Nosotros somos
espectadores del sainete y por fuerza nos tragamos toda clase de
noticias, la mayor parte de ellas exageradas o inciertas. Ahora están
los humos muy encrespados y las opiniones, muy disparatadas. También
ayudan estos politólogos, de nueva «horma», que según parece, son
más agoreros que el “” abuelo del lobo de la «caperuza
roja»””
Ha
llegado el momento, amigos, que no sabes por donde tirar, porque no
conoces demasiado bien, quien es el que te acompaña. ¡Miedo me da!
Que vuelvan a retornar tiempos nefastos, que aún no se han olvidado
completamente.
¡Bien
pues dejado esta pincelada! Os diré que los primeros miércoles de
cada mes, nos reunimos para tomar un café y un agua mineral y
charlar de nuestras batallas, las de antes sobre todo, y las
actuales, que son más escuetas.
Nuestro
amigo Juan José, es el que ahora, por motivos de salud, se ausenta
de estas tardes literarias, donde capamos a la “i”, latina y la
transformamos en “y” griega. Rememoramos nuestras aldeas y
pueblos, nuestros antepasados y personajes de los que descendemos y,
cuando la tarde quiere comenzar a caer, nos levantamos, como si
fuésemos de Alicante y todo nos lo llevamos por delante.
Por
juntarnos con Juan José, hicimos un exceso en un jueves mañanero,
con la excusa de verle, además nos metimos un pulpo entre pecho y
espalda, que no se lo saltaba Viriato.
Ahí
en la foto nos veis a todos los espadas participantes, gracias a un
camarero de la Casa Bayo de Badalona, que tuvo el gesto de
inmortalizarnos a los cinco.
Por
no extenderme y para que quede como balada sonetista, les dejo esta
pincelada sin pincel, la cual agradezco la acojan como vienen
haciendo. Gracias
Badalona,
la de la tasca Bayo
nos
lidera tras bocado redondo
alrededor
de un pulpo muy orondo
que
sin poder chistar perdió su sayo.
Fue
y dijo José, yo si me callo
prefiero
calamares y respondo
a
la pregunta de Luis y dispongo
que
hable Eduardo, que en verdad es un rayo
y
entiende de esto por ser el primero
que
sacó lo del pulpo a colación
mientras
que Emilio, pudo oler entero
viendo
de Juan José su reacción
y
el plato de fritangas tan certero
que
engullían sin ver el atracón.
Un
abrazo para Eduardo, José, Juan José, y Luis, de parte de Emilio,
0 comentarios:
Publicar un comentario