viernes, 22 de noviembre de 2019

Castrando una grafía Helénica





Como es norma, nosotros nos juntamos a principio de mes, siendo felices y queriendo arreglar todo aquello, que sabemos; no lleva camino ni forma de reparación, y no es que no tuviera arreglo. ¡Es de lo más gracioso!
Es que no hay un mortal que intente arreglarlo. Con esas, las listas de mil millonarios españoles crece, sin parar mientras los más afectados pasan más hambre que el «perro de un churrero» Aquel pobre animal, que se tragaba las chispas de la muela de su dueño cuando afilaba, y así tomaba alguna cosa caliente. Según cuenta la tonadilla popular.
Gracias, muchas gracias, a los dedicados políticos, que nos han tocado por suerte, porque demuestran que no se avienen ni con el aire. Luego se abrazan y besan y se ríen del pueblo. Todos sabemos que muchos de ellos, simplemente no valen, para hacer política. No valen para representarnos.
Tampoco es que toquemos temas candentes. Ni mucho menos, quien tiene el valor hoy en día de estropear aun más la situación. Nosotros somos espectadores del sainete y por fuerza nos tragamos toda clase de noticias, la mayor parte de ellas exageradas o inciertas. Ahora están los humos muy encrespados y las opiniones, muy disparatadas. También ayudan estos politólogos, de nueva «horma», que según parece, son más agoreros que el “” abuelo del lobo de la «caperuza roja»””

Ha llegado el momento, amigos, que no sabes por donde tirar, porque no conoces demasiado bien, quien es el que te acompaña. ¡Miedo me da! Que vuelvan a retornar tiempos nefastos, que aún no se han olvidado completamente.
¡Bien pues dejado esta pincelada! Os diré que los primeros miércoles de cada mes, nos reunimos para tomar un café y un agua mineral y charlar de nuestras batallas, las de antes sobre todo, y las actuales, que son más escuetas.
Nuestro amigo Juan José, es el que ahora, por motivos de salud, se ausenta de estas tardes literarias, donde capamos a la “i”, latina y la transformamos en “y” griega. Rememoramos nuestras aldeas y pueblos, nuestros antepasados y personajes de los que descendemos y, cuando la tarde quiere comenzar a caer, nos levantamos, como si fuésemos de Alicante y todo nos lo llevamos por delante.

Por juntarnos con Juan José, hicimos un exceso en un jueves mañanero, con la excusa de verle, además nos metimos un pulpo entre pecho y espalda, que no se lo saltaba Viriato.
Ahí en la foto nos veis a todos los espadas participantes, gracias a un camarero de la Casa Bayo de Badalona, que tuvo el gesto de inmortalizarnos a los cinco.

Por no extenderme y para que quede como balada sonetista, les dejo esta pincelada sin pincel, la cual agradezco la acojan como vienen haciendo. Gracias






Badalona, la de la tasca Bayo
nos lidera tras bocado redondo
alrededor de un pulpo muy orondo
que sin poder chistar perdió su sayo.

Fue y dijo José, yo si me callo
prefiero calamares y respondo
a la pregunta de Luis y dispongo
que hable Eduardo, que en verdad es un rayo

y entiende de esto por ser el primero
que sacó lo del pulpo a colación
mientras que Emilio, pudo oler entero

viendo de Juan José su reacción
y el plato de fritangas tan certero
que engullían sin ver el atracón.








Un abrazo para Eduardo, José, Juan José, y Luis, de parte de Emilio, 














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