sábado, 30 de septiembre de 2017

En Círculos de Viento

Fenomenal presentación del Poemario, En círculos de Viento de nuestro amigo y poeta Pedro Gómez, en su tierra de acogida Caldes de Montbui. Su otra tierra__ como él dijo.
La sala de Can Rius, un antiguo Balneario, actualizado como sede de actos del Consistorio de la Villa de Caldes, llevado a la modernidad, sin perder el sabor del novecientos, y recreando la grandeza de tiempos pretéritos y añejos, con aquel lujo y boato que se usaba.
Acogió en su seno a una ingente cantidad de amigos del poeta, que abarrotó la sala. Llenándola de auténtica magia y encanto natural, aportado realidad y bonhomía, por las personas que la ocupaban, en un sencillo pero a la vez espectacular manifiesto.


Grandes dosis de cariño hacia Pedro, el autor y; momentos de mucha emoción surcaron a lo largo de la noche. 
En la cual fuimos testigos de primera fila y de la que jamás olvidaremos por la calidez, la hermosura y lo verdadero de una reunión auténtica. 
Viviendo durante casi setenta minutos largos, una amalgama de sensaciones de las cuales agradan a los humanos sensibles. 
El autor siempre rodeado de su familia, nos deleitó con poemas de su autoría.

El Teniente Alcalde de Caldas, Isidre Pineda, estuvo presidiendo los Actos en la Mesa, teniendo unas palabras sentidas hacia el Calderí poeta, que presentaba su trabajo literario. Arropando a su izquierda a Pedro Gómez. 
En el otro flanco de la tabla, a su derecha; el autor de este reportaje que disfrutó de lo lindo viendo como se emocionaba el homenajeado, como sentía y notaba la calidez, por la presencia en cuantía de su pueblo y de sus familiares y amigos. Los cuales todos juntos pudimos disfrutar de todo lo sucedido.

Os dejo el mensaje leído como prólogo del encuentro, detalle que Pedro Gómez, tuvo para conmigo y del cual me siento encantado y para que no se pierda ni una sola palabra del deseo y lo expuesto; os lo dejo al pie, adjunto con varias fotografías de como estaba, de preciosa aquella estancia, inolvidable para muchos y durante largos e inolvidables: Círculos de Viento.


Lectura de la Presentación del Poemario En Círculo de Viento, la tarde noche 
del día 29 de septiembre de 2017, en el Salón de Can Rius de Caldes de Montbui.


Buenas tardes amigos. Encantado de estar reunido en Caldes, con tantas personas que según aprecio desde este estrado, Habéis venido de forma voluntaria y además os encanta la poesía, la literatura, …. posiblemente el arte en general.
Todos nosotros de una forma u otra, vinculados en este precioso enclave, digno de encaje de motivos trascendentes y paradigma de grandes personajes de la historia.
Acompañando a un poeta y amigo, en el momento de la primicia de su primer poemario, con un dulzor muy especial, que es el de estar aquí y ahora: entre sus parroquianos, vecinos, amigos y por supuesto familiares.
Un jalón para todo aquel, que puede disfrutar de un instante como este, bastante semejante al padre iniciático y primerizo que presenta a su primogénito en sociedad. Orgulloso y hechizado en espera que todos aquellos que son cercanos, que son asiduos, aquellos que le importan, le puedan estrechar con una mirada cálida, que le impregne del mensaje que se recibe únicamente por debajo de la consciencia y no es otro que este que te remito a ti Pedro; aquí y ahora:

“”Si no me encuentras al principio no te desanimes””   



Nos adelanta al comienzo del Poemario, En una cita precisa a Walt Whitman.
Como advertencia, lo refiere el autor; por si se diera un posible desconcierto, al comenzar con la lectura de: En Círculos de viento.

__ ¡Imposible! No descubrirlo ¡Amplio y extenso!__ El sujeto y predicado del contenido desde el inicio.

Siendo el poder de la ubicuidad, una alegoría que lleva Pedro en su ADN y que no confunde a nadie, ya que su imagen le delata desde el principio como persona, afable, llana y hospitalaria.
Con un rumbo claro, dirigido y sin censuras. Abierto, veraz y un tanto divergente hacia opiniones que pudieran quedar fuera de su contexto.
Fácil de expresión y dúctil con los vocablos, los que impregna en su temario, sin miedos ni cortedades.
Jamás condena si no hay excentricidades y esa praxis la lleva impregnada en sus evocaciones.

Este Poemario, que ahora prendemos en las manos. En Círculos de viento, consta de tres partes, que nos sitúan sin rodeos frente a sus contrastes.
Nos regala la formula que nos permite, mientras leemos, tantear, comprender e intimar con su propia vida.

Desde donde elucubra con auténticos giros de introspección.
Dicho de otra forma: plasmando la observación que el autor hace de su propia conciencia, o de sus estados de ánimo, para reflexionar sobre ellos.

Explicando de forma subliminal como es su vivencia social y corporativa.

Edificando un mundo idílico a veces, otras nostálgico y en su expresión delata con genialidad lírica la similitud admirable de la eternidad y su propia poesía. Revelándonos sucesos misteriosos que nos permiten conculcarnos dentro de sus emociones. Situándonos en el centro de su desespero y temeridades, dándole un papel al miedo, real y cotidiano.

El transcurso de los días, de los años, del tiempo en general aparece como los condimentos de su dramática. Su preocupación por el paso del tiempo se hace fehaciente en sus nombradías dialécticas.

Llega en su síntesis a recordar a Jorge Manrique, por la sutileza con que trata los tres tiempos en el espacio. El futuro, el presente y el pretérito, haciendo factor denominador de una liviandad perezosa, que a su vez celebra y esconde la dicha de la vida.

Otro elemento tratado por el autor, es la naturaleza, paisajes bucólicos, mares embravecidos y pausados, siempre relacionados con los estados anímicos que nos transportan de forma que, nos producen emociones conscientes, y sutilmente arrastrarnos al recuerdo sempiterno de Rafael Alberti.

Hallando además, en la temática de Pedro, un sutil contraste entre el optimismo desmedido y la animadversión contrapuesta.
La contemplación de paisajes, prados idílicos, cielos abiertos.
En definitiva, talante que alcanza magnitudes gratas, que asemejan su respeto por la naturaleza como manifestación divina.


En la parte central de la magnifica obra, nos seduce con esa guindaleta acordonada y sedosa, que combina con habilidad y nos sumerge en los parámetros más íntimos y privados.
Con imágenes que reproducen un foco de proyección, como si hubieran sido recogidos por una lente de una claridad meridiana y sobre el plano determinado que a él, le apetece.




Centrando su particular visor en aquello que pretende y que permite nos arribe con tal limpidez que pueda quedarse varado en el embarcadero del alma.
Manifiestos que están escritos con tanta sinceridad, que resulta en ocasiones inverosímil seguir inalterable.
Poemas que expresan confidencialmente sus pensamientos más cercanos, o sea del todo intimista, escritos como testimonios allegados a nuestra piel, y por supuesto a nuestro modo de sentir.


En la última parte de la Obra, descubrimos a un Pedro Gómez más arriesgado.
Atravesando situaciones más imperativas con su instante personal.
Afectado por un entorno primordial más cercano.
El penetrante verso, lacerante por situaciones actuales que cortan el céfiro con esa fina hoja de su cortaplumas, su particular bisturí, con el que rebana instantes tan actuales y concisos.

Aquí es donde muestra su poesía más sugerente, la que ataca y lamenta con tanta tragedia universal y contemporánea.
La que ustedes irán descubriendo a medida que les vaya atrapando ese sugestivo y atrayente magnetizador de su poesía.

Una vez leído y, disfrutado, el lector acaba por convencerse que: tiene una delicia en las manos.
Una acumulación de versos con sentido especial, que nos arranca el punto de vista y nos adoba la cordura, que nos traslada y sitúa fuera de lo inconexo, para anexarnos dentro de una realidad palpable.

Sin entrar por motivos notorios y de amistad en su habilidad de creación, que es mucha en la musicalidad emocional, que nos transmite y que nos agujerea, penetrándonos amablemente sin permiso.


Agradecer a todos ustedes, la presencia en este Acto y en este precioso santuario de la cultura.
A las autoridades por esta venia otorgada en favor de la erudición.

A nuestro Presidente, Don Alejandro Sánchez Ahumada y Penalva, a todos los componentes de la Asociación de Poetas en Cornellá, músicos y rapsodas, poetas y bardos, a la población de Caldas, por ese recibimiento.
Sin olvidar en este justo instante al ínclito Don Andreu Canals, en el décimo aniversario de su fallecimiento.

A todos los amigos de las letras y del arte en general, mi más efusivo abrazo.







jueves, 28 de septiembre de 2017

Aliviada ilusión
















Hace unas noches que sueño
con vivencias del pasado,
en ello no pongo empeño
por sentirme desfasado.

Interna ilusión desgreño
recordando tan osado,
que no sigo siendo el dueño
de mis amores gastados.

Personas que yo reseño
por haberme alterado,
que soñando frunzo el ceño
por no sentirme aliviado.

Fulanos que sin risueño
en mi vida se han colado,
en mis noches de entresueño
y en mi descanso agitado

Alguna fruición diseño
en mi espejismo colgado,
así yo parezco un leño
por lo profundo y ansiado.

Sin embargo nunca enseño
ni proclamo lo soñado,
podría ser gran desdeño
descubrirme caducado.











lunes, 25 de septiembre de 2017

Amor bordado










Se que aun y sin ser tuyo te quiero
porque en la propiedad ya no hay dominio
y aun y así queriéndote en silencio,
sin ruidos, con el alma siempre espero.

Somos libres de un mundo placentero
de aquel que nos juntó con su bullicio,
en el mismo barbecho junto al quicio
de la vida y nos dio su fruto entero.

¡Sí! ¡Soy tuyo!, paciente, al completo
con tus noches y días sin recelos
con tu guía robusta y yo tu objeto.

Y con tu amor bordado en los pañuelos,
de mis cielos, a lomos de un soneto,
vivimos en postreros terciopelos












domingo, 24 de septiembre de 2017

Cuando vuelva septiembre















Septiembre ya se marcha sin querer,
los rigores climáticos se ausentan,
despiden al verano y alardean
con deseos nefastos que emprender.

Tormentas ilusorias que verter
y dichas impensables se presentan.
Mis soles y tus lunas los regentan
para que yo mi amor, pueda entender.

Despidiendo esa pena transitoria
las que suelen dejarme consecuencias
sustitutas en mi alma y mi memoria.

Septiembre volverá y mis ausencias
presenciaran mezcladas con mi historia
tu aroma, tu alegría y, preferencias.



viernes, 22 de septiembre de 2017

Sexo accidentado y muerte



Habían preparado aquel viaje, con una ilusión desmedida, las dos parejas solas. Guillermo Astrain y Aurora Peláez, junto a sus inseparables Mateo Lanuza y Adela Galindez.
Amigos desde la infancia y ahora mucho más. Les había unido muchísimo las peripecias estudiantiles y las extravagancias de los deseos irrefrenables del sexo y de las drogas.
La conducta licenciosa, el trato universitario, los secretos de alcoba, el amor desmedido, el cambio de parejas y la estancia en la Escuela Mayor en la ciudad de Sevilla. Donde vivían y pernoctaban mientras cursaban la carrera de Biología y, les acogía durante toda la semana, desde el lunes tempranito hasta el viernes noche, que era cuando volvían a sus casas.
Si es que el tiempo lo permitía y les apetecía desplazarse hasta San Esteban de Gormaz, en la provincia de Soria, para estar con la familia.
La confianza que se dispensaban era sobre dimensionada, y el cariño y apego fuera de toda duda. Lo que se dice inseparables. Más que hermanos.

Desde la tierna infancia tenían relación y trato y a pesar de que cuando eran mocitos y durante toda su pubertad Guillermo, bebía de los labios de Adela y ella le había prometido amor a chorros. Ahora ella, vivía y compartía cama y sexo con su amigo Mateo.
Sin querer recordar, los buenos y fenomenales momentos de sus meneos e impudicias completamente desnudos follando sobre el heno, de aquella finca apartada que era propiedad de su familia. Alojamiento discreto que les servía como recinto personal para tantas y tantas bacanales.

Aurora, la otra muchacha en cuestión; era una joven calculadora muy empollona y aplicada en ese tiempo de adolescencia. Vivía muy sujeta por unos padres que les daban poca cancha a ella y a sus hermanos. Por lo que ahora, se había desmadrado de forma visceral, siendo una mujer inhibida y despreocupada que solo le apetecía divertirse y vivir profundamente y a lo loco, todo aquello que no había probado en exceso y, que a medida que se le presentaba lo saboreaba hasta la extenuación.

Sabía que Guillermo, no le llegaba a la altura de sus pretensiones, ni la dejaba feliz ni satisfecha, cuando la pretendía y trasteaba en la cama. Era un egocentrista facilón con poco aguante físico y sexual y de momento no había recambio con quien pudiera juntarse para que le diera calor y coito en las noches de invierno largas, de la ciudad de la Giralda.

Decidieron salir aquel fin de semana dirección a las playas del mediterráneo teniendo intención de quedarse en la provincia de Tarragona, en Altafulla, un pueblito pescador precioso que se deja bañar por el Mediterráneo; para continuar si se daban las ganas y el antojo, acercarse hasta la propia ciudad romana.
La alegría desbordante por el comienzo de un fin de semana estupendo se precipitaba en los deleites y velos de aquellas parejas tan llenas de vida.

Arrancaron a la vez, el deseo, y el motor de su vehículo, muy temprano para aprovechar toda la jornada en el viaje.
Pensando que de todos modos debían hacer casi mil kilómetros desde Sevilla, que tampoco era un distancia corta y se debía estar al tanto mientras durase el traslado por carretera.
Al principio en el volante se puso Guillermo, y de copiloto iba su actual pareja Aurora, que muy serios tomaron la iniciativa del inicio del trayecto, sin casi dirigirse la palabra, por la propia concentración que intentaba llevar el conductor.

Tras más de dos horas de viaje, ya circulando por la Nacional 420, en dirección norte, a la altura del puerto de Despeñaperros, donde finaliza Andalucía y comienza Castilla la Mancha, notábase que el tráfico era de pronóstico y, a pesar de no coincidir con festivo alguno, el pavimento se antojaba pleno de vehículos y de contingencias.
Habían establecido que durante las primeras cuatro horas conducía Guillermo y tras un descanso tomaría el volante Mateo, que ahora en los asientos traseros iba metiendo mano a su acompañante. Incitando con tocamientos a la señorita Adela, que tampoco hacía ascos y se dejaba toquetear entre las piernas y demás lugares eróticos.
A la vez que ella hacía lo propio con su deseo voraz de dejarse montar y a ratos tomar iniciativas poco acomodadas para disfrutarlas desde los asientos de un utilitario mas bien reducido.

Aurora, desde el espejo retrovisor no se perdía el festejo de los dos amigos, que ya sin disfraz estaban comiéndose descaradamente, en un acto sexual certificado y con las exageraciones y dificultades que suelen comportar el joder a una hembra en los asientos de un coche incómodo.
Dada la desconcentración Guillermo; hacía un adelantamiento imprudente, que acabó en tragedia, al colisionar mortalmente con un camión de transporte de áridos.
Aquel coito iniciado por Mateo y Adela, quedó paralizado __ipso facto__. Inmediatamente inmovilizado, en aquel mismísimo segundo, muriendo en ese instante Guillermo, el conductor y responsable del brutal golpe.
Se armó la tragedia en tres segundos, que fue el tiempo que usó Guillermo para extraviar la mirada hacia atrás y dejar de observar la carretera en un adelantamiento temerario, por vislumbrar a su amiga desnuda, mientras se la tiraban en lugar y tiempo no propicio.
El chófer del camión, también se quedó en el sitio, sin darse ni cuenta, que perdía su hazaña, por el antojo de la insensatez.
El auto conducido por Guillermo Astrain, quedó en un amasijo de hierros, plástico y sangre.
Perdiendo la vida él mismo. Los daños de Adela Galindez la desenfrenada, fueron irreversibles. Aferrándose a su existencia por un hilo, en el momento que disfrutaba de su último orgasmo.

Después de varias operaciones mantuvo sus entrañas y con dificultades, pudo salvar el pellejo, quedando parapléjica.
Ningún órgano de su cuerpo funcionaba, excepto su cabeza, su inteligencia y sus remordimientos.
Su novio Mateo, el que la hacía disfrutar y perder el lamento mientras copulaba debajo de ella, amortiguó el golpe y a parte de las magulladuras y hematomas deformes, fue el único que salió ileso del encontronazo. Al evitar el daño el propio cuerpo desnudo de Adela y las molduras y esponjas del molludo asiento trasero.

Aurora, que desde la preferencia de copiloto envidiaba, como hurgaban a su amiga, a la vez que disfrutaba del espectáculo y del regocijo que le provocaba ver a Mateo desnudo y potente, entrarle para darle gozo a su amiga, tampoco evitó sufrir ciertos desgarros.
Así mismo, tuvo que pasar por el quirófano, para reconstruirle el rostro, piernas y brazos despedazados, subsanando a su vez, delicadas fisuras en el cráneo.

En sus pensamientos, dulcemente recordaba y comparaba la última gozada sexual que disfrutó su amiga Adela, tan distinta de las que ella aquejaba en aquellas noches sevillanas en compañía de su difunto. Sin adivinar como finalizaría su existencia.
Fue ardua la recuperación de las lesiones, llevándole por más de dos años de curas y operaciones, mientras la familia de Adela, la internaron en un alojamiento de personas con dificultades físicas y atención parapléjica.

Mateo y Aurora, se volvieron a ver con el tiempo en la residencia donde Adela está ingresada y jamás le dijeron, que en la actualidad, Aurora duerme y es valida por quien fornicaba con Adela, en el trágico accidente.










sábado, 16 de septiembre de 2017

Simular












Sabes fingir,
no eres ejemplo,
sin ser feliz,
buscas un templo
donde mentir,
mientras yo, tiemblo.

No se decir
cuando te atiendo,
eres actriz.
Ni te comprendo
puedes reír
y ves luciendo.

Es confundir
ya estás mintiendo,
es delinquir
al sufrimiento
puedes herir
mi sentimiento.

¿Eso es vivir?
¡No te comprendo!
Es incidir
mucho en lo incierto.
Sientes morir
y lo presiento.










viernes, 15 de septiembre de 2017

Contigo dentro
















Invisible eres
por ser mi centro
con mucho gusto
contigo dentro

Visible nace
con tu reflejo
sobre madera
sola te encuentro

Dulce me siento:
gocé tu cuerpo
leo y deseo
te mimo, adentro