martes, 31 de marzo de 2020

Llegando a una Resurrección





Aunque sepa que es perentorio,
y estando aislado, tan rotundo,
prefiero no airear fecundo.
Mas Corona al gran al purgatorio.

No dejjo de estar prisionero,
mi intuición va; se evade y vuela
abriendo cordura mi vela.
Con la bondad de un misionero

¡Cuidado! No salgas, que late.
No sea que ese virus se aloje,
ilegal en tu casa y mate,
a los vulnerables que acoge.

¿ Será todo lo igual cuando pase ?
¡ Es un miedo que nos aturde !,
y por la etapa desacorde,
que igual, ya no le cabe frase.

Inmune a todo el parapeto
de los fármacos conocidos,
donde está el refugio torcido
aquí te dejo mi soneto:














Este momento tan doloso y feo,
el que nos ha tocado latir ahora,
cuando no lo esperaba, y es sonora
porque lleva la muerte y el cabreo.

A mi Dios, solicito balanceo
para seguir creyendo en fe, dadora,
aquella que limito con demora
y que a veces consigo con franqueo.

Por tantas veces, como me encomiendo
y no me dejes caer en disfunción
librando al mundo del virus, creyendo

Que esta gran pesadumbre y aflicción
finalice aquí, porque así lo entiendo
sin retornar en siglos, ni en función







Pandemia criminal, gravedad mundial



Cuando las cosas han sucedido, es muy fácil ser un mago pronosticador.
Sin embargo, los analistas clínicos, nos venían alertando que se acercaba el mal, un tirano en minúsculos trocitos invisibles de encimas dolosas, cromosomas, o como naranjas le llamen. 
Ya bien; porteados por la saliva, o por los esputos de los estornudos y de las toses de según que personas, al proporcionar alrededor suyo, emiten, Sin pensar, por la confianza de costumbre, en el acto de toser y expulsar el moco que se queda en la salida respiratoria por la propia expectoración. 
Aquellos individuos, que sin querer y sin saber, habían contraído ese mal, denominado Coronavirus, que después técnicamente se le bautizó como —Covid-19— y que al cabo de no se sabe tampoco el tiempo, mutó en un animal, y dicen los sabios que —fue en China, en septiembre del 2019, entre murciélagos y pangolines.


Todo esto es muy fácil de predecir, y aún más por los bulos que la gente lanza, para que al final también sigamos creyéndonos a estos «chipiriflautas» graciosos, que hacen chiste hasta de las desgracias.

Imagino que las investigaciones darán con ello, y los responsables nos dirán, como siempre pasa, lo que les convenga, para tenernos distraídos y desinformados.

Si nos remontamos a la pandemia del siglo XX, aquella que se inició en los alrededores del año 1918, dejando miles de muertos en el mundo entero, para desgracia de la humanidad y que poco resultado benéfico trajo a España, sabremos que:

Aquellas calenturas bárbaras llamadas «la fiebre española», fama que nos atribuyeron sin más—por cierto, como siempre ocurre, con los españoles— nos enteramos que fue un cruel suceso. 
Dicen los historiadores, que además de ser devastadora, y cruel, nos la trajeron los americanos con las estratagemas de la primera guerra mundial, llegando a las playas del noroeste de Francia, donde recaló y se expandió por todo el continente. 


En aquella ocasión una de las pocas naciones que ofreció datos de las consecuencias y muertos fue España, ya que esta nación no participó en aquella contienda militar y no tuvo problemas en dar cifras de difuntos y afectados, cosa que omitieron el resto de naciones, aquellas que estaban inmiscuidas en la bélica contienda, por ser denominados secretos militares. 


El tiempo ha pasado y la mayor parte de la población actual, no sabe nada de lo que ocurrió a principios del pasado siglo, pero entonces, la medicina, no estaba tan puesta como ahora, no habían los adelantos actuales y por supuesto las diferencias entre clases sociales, eran mucho más distantes, ayudando a ese colmo, la poca preparación que tenía en aquellos tiempos el pueblo. 

Ahora, en este siglo, en este año 2020, que parece ha comenzado con rarezas, además todas ellas de momento en contra del ser humano, las inundaciones de Valencia, Alicante y Murcia, sin olvidar el resto de la cornisa mediterránea, que ha provocado inundaciones y pérdidas mayúsculas, como siempre a los más indefensos. Vientos huracanados que se ha llevado volando las consecuencias lógicas de mas de uno, sin que fuera el fin de las incongruencias, para comenzar o mejor dicho seguir en este año veinte, con alegrías y festejos. 

Stop a todo lo que teníamos en mente, a todos los proyectos, viajes, ilusiones y en muchos casos, la vida, para algunos amigos, que ya no me podrán leer.

No seguiré con la literatura, para recordar lo que estamos sufriendo, tan solo dejaré unas imágenes actuales para que el propio sentido de la vista, nos lleve a pensar, aquello, que a cada uno convenga, sin menoscabo de la magnitud de lo ocurrido en el mundo mundial.


Los responsables en todo momento, han dado la cara informando de los esfuerzos, que sin duda lo han habido por parte de los responsables para dar fin a tan nefasta situación,

Agradecer a los enfermeros, médicos, personal hospitalario el ímpetu por qué los pacientes estuvieran en todo momento atendidos, sin olvidar tampoco el apoyo ofrecido por los demás voluntarios y personas que desde sus respectivas profesiones, sin hacer ruido han colaborado y colaboran en este fin





                           

Lamentablemente la exponencial cifra de aumentos en los fallecidos ha sido extraordinaria, para sufrimiento de los españoles, en este instante aún no se ha conseguido que la curva de siniestralidad aminore, para con ello se de con el tiempo, por erradicada la criminal pandemia.

Estas cifras no son definitivas. Esperemos y con ello pedimos al cielo, que todo esto sea un mal sueño, y termine pronto.








viernes, 27 de marzo de 2020

Prosigue el lamento de aquel " In Excelsis" no atendido.

                   
Prosigue el lamento de aquel " In Excelsis"


                     


Pero aquel Ángel, pasó de largo, sin precisar en la llamada pendiente que esperaba en su contestador automático, la que alertaba de que Juan estaba en la UCI, y todos los familiares y amigos, pedíamos al cielo para que tan solo fuese un trámite, sin consecuencias y que pudiera reunirse entre nosotros. Teníamos bastantes cuitas pendientes. Tantas, y tantas, comidas, alegrías y chistes para compartir, además de las previsiones que cada cual tiene para con los suyos, hijos, nietos, compañeros, amigos, vecinos. No dio resultado y Juan, fue reclamado para ir a su cielo, dejándonos muy tristes y desangelados.
Nuestro amigo Juan, se marchó. Se lo llevó la "Pandemia", parece ser que entre «Los Excelsis»
—Os informo, para los que no, conozcan ese lugar—;  es un pueblo que está a unos miles de hectopascales de altura, entre las nubes del cielo y el infinito más lejano. Donde van los seres especiales, los más cojonudos y las mejores personas de cada familia o grupo, los más animados, los designados por su ejemplaridad. Esos seres únicos que tropiezan con nosotros a lo largo de una vida.



                     Los Hectopascales, más o menos están por aquí



Aquel nefasto dia, arrojó en España la cifra de:



A mi amigo Juan.

lunes, 23 de marzo de 2020

Solicitud “in excelsis”


















Tengo un amigo afectado
en un hospital de la zona,
por el virus coronado.
que lo arrastró de su trona

He pedido al de la “Guarda”
que es un Ángel ¡El más grande!
Que le ofrezca salvaguarda
y recomponga el semblante

Que nos alegre con gracia
como él sabe agradarte,
que gente como él no queda
y queremos que desbande.

Desde aquí, preso le digo
a Juan la Rosa, que presto
le daré mi abrazo amigo
gozando sin más pretexto.

Este virus criminal
no podrá con nuestras vidas
seguiremos, que al final
son amistades queridas.

Nos habremos de juntar
como es norma, sin medidas,
Cualquier día ¡Me da igual!
Cuando quieras y decidas.

















sábado, 21 de marzo de 2020

Subsisten la Pandemia y Poesía













Jamás hubiera pensado
pasar dolido este día
florar sin luz muy tensado
mi honor a la gran poesía.

Hoy se celebra, ¡Es mundial!
la fecha majestuosa
con su rima milagrosa.
Y sentimiento especial

Es el día de la rima
del soneto sin dilemas
de la décima supina
del poema por mis venas

Del sentir y ser la prima,
por decir cosas expresas
al notar tu lindo extenso
y ese fraseo no duerma.

Literaturas preciosas
nos dejan cubierta el alma
virulencias sentenciosas
trucaron toda la calma

Para siempre recordar
que ambos han coincidido
en bisiesto criminal.
El poema y el bacilo.

Feliz día del poeta
del rapsoda, y creador
honor y décima esencia
con sus baladas de amor.

Fijate que coincidieron
corona infecta y viral
poesías advirtieron
con un germen sin igual.

Muchos amigos se fueron
sin ser su hora orbital
algunos ni conocieron
su dolencia principal

En ello la primavera
que se suma sin pensar
que en esta fecha primera
coincidieron celebrar

Término que los humanos
decidieron festejar
sin pensar por impensable
que se pudieran juntar

Dos tendencias tan dispares
que citaré al acabar
como el oscuro microbio
y el poema al declamar.



En el día Mundial del Poema, quiero olvidarme de la Pandemia, esa que azota a los pueblos, sin miramiento por nuestras vidas y la de nuestros semejantes. Dicen que aún no ha llegado lo peor. A Dios le pido, que frene esta locura.











lunes, 16 de marzo de 2020

El peso específico del temor


El mismísimo 15 de marzo, se casaban, disfrutando de un futuro que ni imaginaban, lleno de esperanzas, alegrías y seguros de prosperidad, porque les rodeaba una satisfacción inenarrable. Corría el año 1975, de eso hace ya un hartazgo de meses. 

Aquella pareja, comenzaba una idílica etapa juntos, compartiendo sus risas, sus cuitas, sus miedos, sus problemas, sus discusiones, sus alegrías y anhelos, sus dificultades económicas, sus sueños, sus entresijos, «tanto palabreo iniciado con el famoso prefijo... “sus” ». Sin detenerse a consultar, ni mucho menos a analizar, la definición, ni la categoría gramatical, ni el origen de las tantas palabras, que comienzan por la citada silaba “sus”. 

La memoria histórica sí; les recordará, aquellos sustos y suspenses, acaecidos en estos nueve lustros citados.
Dejándoles conceptos claros,—que se perciben una vez han pasado, o mejor dicho: han llegado las consecuencias. ¡La falta de imaginación!, y la falta de previsión por parte de quien dirige

Jamás hubiese imaginado, aquel joven, recién casado, que cuarenta y cinco años más tarde, le prohibieran salir a la calle, acompañado de su mujer. Manteniéndose a mas de un metro de distancia de ella y de su prójimo, por si acaso alguno de ellos, se le ocurre estornudar, o toser.

¡Así cómo suena!, desde las más altas esferas del país, se ordenaba el estado de Alerta General ¡Inaudito, pensaron todos!—como en las películas del “Gordo y el Flaco” aquellas de Oliver y Hardy, que les partían el culo por las risas.

Casi todo prohibido, incluido, salir a la calle, si no es por causa mayor.
Ir al medico, a la farmacia, a la compra del pan o la prensa, sacar el perro a mear, pero yendo solo; ¡claro con el chucho!, sin otra compañía. ¡No hay más!

Sin entrar en ninguna parábola religiosa, ni presumir de nada, porque aquel joven, ya bien entrado en la madurez, fuera el menos indicado y se decía para sus adentros—No entiendo nada, y cada día que pasa, voy a menos, pero,... que me zurzan o me convenzan. ¡Lo necesito!

<< El mundo pende de una reflexión concienzudapensaba sereno, notando el gran problema que se avecinapor parte de algunos aficionados, que nos gobiernan y que no voy a calificar, puesto que ellos mismos, se auto fotografían. 

Tanto material bélico, fabricado y compradocontinuaba analizandopara guerrear y matar, para hacer desaparecer de la faz del mundo, a otros que son semejantes a nosotros, con las mismas faltas y defectos, las mismas envidias, idénticos recursos malignos, los mismos despropósitos destructivos, para que llegue un buen díarecordó la información dada, por el Secretario de Salud del Ministerio que dijo—:Que se trataba de una infección venida de Wuhan, en la China, pero que a él nadie le quitaba su opinión—y lo calificaba de «bicho cabrón, nacido con su corona, para hacerlo más real».

Dubitativo, se dejó llevar y reconoció que el virus, era producto de la poca higiene.
Salido de la mutación de un ave rapaz y un mamífero vertebrado, en un lugar escondido de «vaya usted a saber», si además esto es verdad, o es otra mentira que nos han dicho y colocado, para que nos la creamos, como tantas otras >>.

Añadiendo a este cuento paranormal, el gasto que se invierte en artilugios para hacernos daño, con un alto coste; vaciando las arcas de cualquier economía al dejarlas yermas. Sin llegar a mitigar el importe de todas las necesidades para erradicar al jodido «Covid».
Siendo tan solo un cuerpo de unos 450 nanomilímetros de espesor, que se instala por vías respiratorias hasta que acaba con nuestras vidas.

No creen ustedes, señores, que deberían atajar de verdad la problemática de esta enfermedad, olvidarse de fronteras, de guerras, de ese politiqueo de mierda que usan, que no convence a nadie, y comiencen a replantearse de verdad, un nuevo concepto de convivencia.

Aquel que contrajo matrimonio, se encuentra recluido en su casa, como cualquier buen habitante español, esperando que pase esta tragedia, y rezando para que sus familiares, amigos, conocidos y demás ciudadanos, que le rodean, puedan salvarse de la tragedia que se nos echa encima.