martes, 30 de enero de 2024

Aquel cabello, lacio y crino .


 



Su reloj marcaba las once y dieciocho de aquel martes de febrero.

Ya había cenado y se había despedido de su familia. Al día siguiente tenía previsto un viaje profesional y debía estar en el otro punto del globo en las próximas veinte horas.

Miró a sus hijos, y les recomendó que siguieran siendo buenas personas, ayudaran a su madre y a los abuelos en su ausencia y aprovecharan la escuela. Aquel abrazo le suscitó una especie de nerviosismo un tanto raro.

Era un viaje profesional, importante para él y para la empresa donde trabajaba desde hacía bastantes años. En la que tenía puesta toda su ilusión por el ascenso que le habían prometido.

A las cinco de la mañana un taxi lo recogería en la puerta de su casa, para llevarlo al aeropuerto, que distaba a cuarenta y tres kilómetros.

Se fue a dormir, inquieto y vacilante. Se levantó al poco, a tomar un medicamento que conocía y tenía la seguridad que le concedería por lo menos descanso si no algún momento de sueño profundo.

Las horas se sucedieron en un lapsus inapreciable. Estando presto poco antes de la llegada del vehículo que le llevaría a la terminal aeroportuaria.

Antes de salir a la calle, entró en el dormitorio y miró a su esposa que dormía plácidamente y después abrió la puerta del aposento de sus hijos y sin encenderla luz, con un gesto les envió un beso que le sonó a una despedida inquietante.

Desde la ventana vio llegar el taxi que se detuvo entre la penumbra, frente a los sauces que cubrían los rayos del sol en los días floridos. Dejó su maletín en la cajuela de bultos y sin mirar entró en el espacio destinado a los pasajeros. En los asientos ulteriores, justo detrás del conductor, y antes de percatarse y poder hablar; escuchó un saludo de buenos días, con una voz femenina muy cálida, que le daba los parabienes y le invitaba a que le dijera el sitio exacto que pretendía descender para aproximarlo a la puerta de embarque más cercana. Respondió al saludo sorprendido, porque no se esperaba fuera una conductora la que lo llevara a destino.

- Buenos días, puede dejarme en la terminal cinco, he de tomar un vuelo transoceánico y allí me viene mejor y mas cerca la puerta de acceso.

- Muy bien señor como desee, hacia allí nos vamos, el camino será rápido a esta hora; la carretera de enlace está semi desierta y nuestro trayecto será breve.

El hombre respondió con un vocablo y un gesto para agradecer la simpatía de la taxista, la que sin dejar de hablar le preguntó sin más.

- ¿Usted está seguro que debe viajar hoy en ese vuelo NY73 con las previsiones que han dado los meteorólogos de la zona?

¿Se atreve a cruzar el atlántico norte y llegar a la isla donde va, en la que no hace más de tres días pasó el tifón Nosferatu y dejó a la mitad de la población sin cobijo?

Aquel pasajero quedó atónito. ¡Quien era la dama en cuestión!

Nadie le había dado información de donde viajaba a la que conducía el transporte local. Ni se le había dado el número del vuelo al país que iba a volar. Estaba seguro que nadie le había dado datos sobre si volaría por encima del Océano. Fue cuando intentó verle la cara sin conseguirlo, al ir sentado justo detrás de ella y para lograrlo hizo un movimiento de traslado lateral, cambiándose de acomodo en la plaza justo a su izquierda.

Pudo ver su cara con claridad. Ese rostro lo conocía, sin apreciar en aquel instante donde lo había visto por última vez. Aquellas ojeras penetrantes, el cabello lacio y crino y los labios finos y equidistantes, le eran muy familiares, o por lo menos sus miradas habían tropezado en algún lugar que no precisaba.

- Puede usted decirme como tiene toda esa información y preguntarme si soy capaz de volar sobre el mar y llegar al archipiélago que insinúa. Preguntó el pasajero.

- Podría hacerlo. - Le respondió la conductora. -pero no lo voy a hacer, tan solo le digo que a usted aun no le ha llegado la hora y debería quedarse en tierra, con Bernadette, Michel y Hamfry. Su esposa y sus hijos; y siguió argumentando. Mientras aquel viajero se hacía cruces.

- Además, ha de saber que ese ascenso prometido, jamás lo tendrá. Se lo han insinuado una y otra vez, para distraerlo y aceptara el reto que lleva para conseguir, pero hace bastante tiempo decidieron dárselo a Neil Paccino, sobrino de la esposa del director financiero.

- Tenga la amabilidad de decirme quien es usted. - inquirió el hombre-. No la conozco de nada y me está dando datos que ni yo mismo soy capaz de procesar, ni creo sean posibles se lleguen a cumplir.

Aquel trayecto no se hizo interminable, pero cuando llegó a la ventanilla de validación de boletos, la empleada le dijo que el vuelo había despegado a primera hora del día. Le habían estado esperando y ya se sabe que los retrasos en viajes aéreos no son compatibles. Al ver que no llegaba, el avión partió sin más.

Se miro la hora en su reloj de pulsera y no comprendió nada. Desde que lo había recogido el taxi, habían pasado nueve horas, sin que pudiera comprenderlo, al haber tan solo cuarenta y tantos kilómetros en una carretera de madrugada y semi vacía.

Sin otro vuelo que tomar, no pudo hacer otra cosa que regresar hacia su casa. Antes en el restaurante de la zona comió un sándwich y pasado el tiempo salió fuera del recinto de las dependencias y tomó otro taxi de vuelta.

Ya en la carretera, la radio del vehículo, detuvo la música que emitía para dar una información importante a los vecinos de la ciudad. Sobre un accidente aéreo de ese mismo día.

El vuelo NY73, que había partido del aeropuerto había sufrido un accidente, por motivos mecánicos, motivados en gran parte por el tifón Nosferatu y la gran tormenta atlántica.

Cayendo al mar, y temiendo que tanto los tripulantes como los treinta y seis pasajeros a bordo, hubieran sucumbido sobre el mar Océano.

Al llegar a su casa, encontró a la familia llorando su pérdida. Todos lo daban por muerto, al haberse enterado de la noticia dada por la emisora de radio. ¡Se alegraron y dieron gracias! No pudo explicar con exactitud qué es lo que le había ocurrido, pero al entrar y dejar su abrigo, su mirada tropezó con una imagen de la Virgen Dolorosa situada encima del marco de la puerta del pasillo, que le miraba sin pestañear. Reconociendo aquellas ojeras, aquella mirada y aquellos labios sibilinos.




 


lunes, 29 de enero de 2024

Qué es talento artificial.

 











Una jovencita le preguntó a su abuelo que significaba “Inteligencia artificial”, y este sin saber de qué se trataba quiso aclararlo tanto que le contó un cuento incomprensible a su nieta de diez años, y sin pretenderlo se le fue la pinza. Comenzando a dilucidar en voz alta, mientras la niña, se miraba perpleja a su viejito como se explicoteaba.

 

Nos bombardean con el talento imitado. Es otra forma de engaño.

Esa inteligencia famosa, que la denominan con el vocablo de artificial,

debe ser otra estratagema, otra forma de doblegarnos y que no rechistemos,

tenernos en un puño, para hacer con nosotros de sus antojos.

Igual podrían haber buscado otra palabra para describirlo, sin embargo, van a lo que vende, a lo que enreda, jugando al despiste y siempre marcando la dirección opuesta donde debemos fijarnos.

 

Da un poco de miedo. La verdad.

Se puede confundir todo, si no se controla con leyes justas y que sean concisas.

Son tecnologías que simulan la voz original de protagonistas que incluso ya ni están en este mundo.

Trucando con fotos e imágenes falsas, manipuladas con tanta perfección que confunden con la propia realidad. Sumadas a películas de personajes que no han tenido nada que ver con los intérpretes de las propias historias.

 

Sobra esa inteligencia, la superficial,

que con ella se ayudan, los descerebrados,

tratando de inculcarnos con sus mil sembrados

nuevos puntos de vista, sin ser pericial.

 

En el último cuarto de siglo, las cosas han cambiado bastante.

Algunas ni siquiera las comprendemos, sin embargo, callamos y las aceptamos, como si cualquier cosa.

Miramos a otro lado sin pedir explicaciones, o sin importarnos como si no fuera con nosotros.

Muchas de ellas son vitales y nos han hecho ganar comodidad, nos han facilitado mejor la convivencia, nos han ayudado a mejorar y comprender lo que antes era prohibitivo.

 

La niña interrumpió la charla de su abuelo, con una frase hecha

-        ¡Que me estás contando!

-        No me estás aclarando la cosa,

-        ¿Estás fumado?

Con mucha índole la niña invitó al abuelo a callar comentándole.

-        Déjalo, ya lo he buscado en Google, y me lo ha aclarado con dos palabras,

 ¡Tío te enredas mucho! Perdona tronco, de tío nada. ¡viejo!

 Espera que llamo a la enfermera y le digo te chute un poco más de ese nítido para colocarte un poco más” jevi”.

 Dejarás de estar chungo y así permitirá serenarte con un porrito.

 

La jovencita fue a buscar a la asistente, para que le atendiera, mientras el veterano, siguió murmurando entre dientes y sonriendo por haberlo confundido su nieta con un tío siendo el abuelo.

 

 

Carecen de paciencia,

Se creen subliminales

pretenden ser esencia,

igual iluminados,

por la ya inteligencia

llamada artificial

No es posible frenar

el avance total.

 

 




Enero 2024.

 

 

 


miércoles, 24 de enero de 2024

El peso, puede ser específico.

 


Entró en la farmacia con idea de pesarse.

Se notaba más gruesa y molesta que un par de semanas atrás. Achacable a la solemnidad de las navidades y haberlas disfrutado sin mesura a tope con amigos, amigachos, coleguitas y familiares. Pasándose diez pueblos en asuntos inmateriales todos inconfesables.

Una vez estuvo frente a la romana eléctrica, se despojó de la gabardina mostrando un cuerpo femíneo de hembra presumida mientras el objetivo de la cámara de seguridad del establecimiento medicinal la enfocaba.

Bajo la prenda de abrigo, nada más que piel. Lo demás, tan solo chicha.

Vestía un mini atuendo de dos piezas, en color carne que se confundía con su tono bronceado. El paño superior ostentaba un par de cazoletas duras a modo de sostencillos de algodón forrado de franela, que sujetaban dos senos destacados.

En el borde inferior de las caderas menos ropaje. Tan solo lucía un escueto taparrabos, sujeto a la cintura por un lazo anudado sobre el muslo izquierdo propio del modelo y marca del tanga de diseño. Pretendiendo disimular aquello que se escondía.

Al ir a descalzarse de unos borceguíes mínimos en color negro, con quince centímetros de tacón, acudió el farmacéutico para evitar que la dama se cayera entre tantas medicinas, apósitos, compresas, lociones y tiritas de vendaje. Ofreciéndose muy gentil en ayuda de la clienta fortuita, habiendo dejado con la palabra en la boca a doña Asunción; una enferma crónica octogenaria parroquiana de aquella apoteca.

–Perdone usted señora. – dijo el empleado presentándose.

– Gregorio Formal, para servirla. Permita que le ayude y asesore en lo que usted pretende conseguir.

La morena ya descalza y sin vestir, a punto de subir a la plataforma de pesaje le respondió con mucha gracia.

–Muy atento es usted don Gregorio, y veremos si es tan formal como su apellido.

Ya que se brinda permítame abusar de su amabilidad y preguntarle si cree usted que debiera quitarme mas ropa para que el peso fuese más aproximado.

El licenciado muy sereno y sin quitar los ojos de aquel recipiente físico dotado de hermosura respondió de forma doctoral.

–Mujer; usted verá. Deje que le revele un detalle. Cuando un neófito se enfrenta a ingenios super científicos y perfectos, no imagina la gama de propiedades que le puede suministrar.

Puede conocer su peso sin quitarse prenda alguna que lleve puesta, por mínima que sea,

– Esta artificial balanza puede ofrecerle el dato más insospechado y secreto que suponga.

Le cuento.  y prosiguió con su monólogo.

Mientras la mujer que sin taparse permanecía inerte, oyendo al señor Formal, y sin subir a la tarima, se gustaba al verse en el espejo mural que estaba detrás del practicante.

Siendo observada desde la distancia por doña Asunción, que aún esperaba a don Gregorio, le expidiera el antitusígeno que le había recetado su doctor de cabecera.


Este invento medicinal, – apostaba Goyo sin dejar de escudriñarla, – Le ofrecerá a cambio de una moneda de veinte céntimos de euro, su altura y peso. Presión sanguínea, la velocidad de sedimentación de su sangre, la grasa acumulada en el hígado. Además del estado del conducto de sus arterias y otras venas secundarias. La glucosa pasiva, comprobando su diabetes y colesterol. La cera de sus oídos. El prolapso de su cérvix, y el contenido del duodeno.

Lo ingerido en las últimas 24 horas con el historial y si es de su interés, la reseña del último mes.

El arqueo de su espalda y la presión del lumbago hacia sus vértebras. Analizando la artritis pausada que pudiera aparecer sin haberse destacado de momento.

La cantidad de mililitros de orina que haya miccionado en el último día, y la sensación corporal general, incidiendo en su estado de ánimo.

Sopesando la depresión personal acumulada. Sin dejar de lado la multi fase anatómica pasional. Con quien y a que hora mantuvo el último trance conyugal.

Reflejando el grupo sanguíneo de la persona relacionada con el brete sexual.

 

Aquella señora, concentrada en las manifestaciones del licenciado, quiso saber hasta dónde podía llegar aquel invento chivato y el boticario añadió algunos detalles que fueron poniendo el fin al interés de la clienta.

Proponiendo con un mohín aquella dama, un alto para frenar la exposición recibida y muy comprensiva y sutil, dejar el tema por no estar interesada. Avisando al instruido Gregorio Formal, que no pasaría por ese monstruo irreflexivo que era capaz de descubrir todas las barbaridades ilícitas que había disfrutado durante su existencia.

Creyendo, que era una práctica que estaba fuera de la ley al exponer las tropelías en secuencia para conocimiento del ajeno. Descubriendo reseñas que están protegidos por la ley de Protección de Datos, como son descubrir la cantidad de cerveza, cubatas y bebidas espirituosas ingeridas, relaciones extra conyugales y otros menesteres secretos de cada cual.

Dejando zanjado el asunto con prontitud, y con un gesto de hartazgo desdobló el tabardo para abrigarse, coqueteando con su imagen sexi, y recolocándose la tirilla del tanga para que le enfundase el canal de su trasero.

Saliendo de la farmacia después de despedirse cordialmente del empleado sin gastar los veinte céntimos y diciendo entre dientes.

<<Ahora le voy a dar explicaciones a este Goyo Formal, de las informalidades que cometo a cada instante y encima pagar por los detalles>>

Se convenció que le valía la pena de ir a la báscula del súper mercado, cuando quisiera saber si había engordado.

 

De vuelta Gregorio, reanudó el esmero a doña Asunción, que había observado todo el enclave realizado por el farmacólogo y ésta, se atrevió a preguntar mientras le acercaban el jarabe recetado.

– Hijo mío si es verdad todo lo que le acabas de contar a esa señora, creo que vale la pena subirse a la balanza y dejar de ir al médico.

Es mucho más directo y puede evitar errores, ingerir pastillas que nos hartan y no curan.

Así y sin desvestirme, por veinte céntimos voy a subir al invento, porque fui a mi medico por picores y hemorroides y veo que me ha recetado un arrope contra la tos para lavarme el culo y con ello erradicar las almorranas.



  • Emilio Moreno
  • 24 de enero del año 2024
  • 134 años que nació mi abuelo materno.


lunes, 22 de enero de 2024

Mintiendo con proverbios.

 










 


Nos dejamos llevar por los ambientes,

sin dar a veces importancia a temas que no nos incumben.

O eso creemos. Lo que no nos atañe carece de escala.

No llueve, y sería conveniente que fluyera el líquido divino desde el cielo.

 

Época invernal, no aparece el frío,

Tampoco llueve, la nieve se aleja

Los días son efímeros. La queja

tras la huella lamenta. Poco brío.

 

 

Época de inclementes. Seco el río

Ni tan siquiera su curso refleja

el agua limpia que poco asemeja.

Ni presume de su gran poderío.

 

 

Es invierno y rarísimo. Provoca poca alteración, ni chispea ni empapa el espíritu.

De normal ni el apodo parece que nos arriba. El despilfarro del entorno cansa.

Harto estoy de la especulación humana, de tantos mercados nocivos para el ser humano.

La naturaleza viene anunciando, con tempestades, largas sequías, feroces bravezas y

contratiempos nada celebrados.

Al final, no habrá tregua y la solución será el declive.

 

Mientras los poderosos engañando,

especulando con servicios turbios,

que les llenan bolsillos abundando

 

 

y a la vez qué mintiendo con proverbios

crece la vida de los que soñando

moriremos sin paz en los suburbios.

 

 

No parece importarnos el futuro inmediato, el que le dejamos a los nuestros.

Hijos y demás sobrevivientes de estas salvajadas, que se cometen sin medir.

Hace ya cuantiosos años, que se repiten las mismas historias

sin que nadie le quiera poner fin.


Porque la conclusión, la situará la propia Naturaleza.

El ambiente que estamos procurando y que apelamos con nueva frecuencia,

Mal llamada de forma eufórica, como “Basuraleza”



Emilio Moreno

enero 2024.



viernes, 19 de enero de 2024

Café Literario. enero 2024, inicio del año.

 




El pasado 18 de enero, a las 19 horas. Era la fecha de inicio anual, de nuestro espacio literario local, de Sant Boi. Tertulia que se ofrece a la ciudad desde el mes de mayo del año anterior. Idea surgida por la falta de lugares de reunión para autores, poetas, escritores y personas interesadas en la cultura con mayúsculas y minúsculas. 
Entrada de acceso libre para todos los públicos. en el precioso recinto del Casal de Marianao. Les Muses, donde además de tomar un café, o un zumo, tienen la posibilidad de inmiscuirse con los invitados que suelen asistir. 
Los cuales, siempre nos dejan una impronta fabulosa de sus costumbres, y proyectos.


Eventos muy poco fomentados por las instancias de gobierno de nuestra Comunidad. Ni Ayuntamientos ni estamentos superiores han facilitado o promovido esta práctica, que debiera ser disfrutada por tantos interesados, a las diferentes formas de hacer cultura, tan amplia y variada en nuestro país.




La entrada y el acceso a la tertulia es libre y gratuita, estando invitados todos los interesados. Incluyendo a los jóvenes, aquellos que ahora podrían enganchar con alguna de las costumbres de sus mayores.



Llamada que hacemos desde esta tribuna para evitar se pierdan aquellas aficiones por la lectura, y su prosa, novela, poesía. 
Incluyendo la prensa escrita y diaria que cada día pierde aquel encanto que tenía no hace tantos años.                                                                

Como viene siendo habitual en el tercer jueves de cada mes. Celebramos nuestro CAFÉ LITERARIO, espacio de gozo y asueto, en el Casal de Marianao. Sito en la calle Miquel, nº 2 de Sant Boi.

En esta ocasión nos encontrábamos con dos poetas locales. que representan a dos tendencias de poemas, la poesía clásica y la moderna. Lo romántico de la rima gramatical, sin entrar para nada en batalla con la hermosura de la poesía vanguardista  actual, que refleja la valía de sus nuevas tendencias, en pro de la post modernidad.

Invitados de lujo como fueron Candelas Ballesteros y Christian Mir, poetas locales muy reconocidos. Ambos residentes en la localidad y con un bagaje singular de publicaciones. Con los que disfrutamos en una entrevista muy amena y relajada. 


Dónde se explayaron en sus respuestas y dieron buena cuenta de lo mucho y bonito que escriben. Os dejo alguna foto de la asistencia, y del grado de bienestar con que se fraguó la tarde.













Casal de Marianao, Café Literario

enero de 2024



































Café Literario Enero 2024.

Fotos de José Gómez

Texto de Emilio Moreno.