viernes, 30 de diciembre de 2022

Mañana será diferente.

 










Despidamos este año;

alegres y convencidos

y el venidero será,

mucho mejor y valiente,

con más salud y presentes

que el veintidós nos dejó.

 

Este, que se despidió,

retiró las mascarillas,

y la inflación superó.

Lleno de mentirijillas

a todos engatusó,

clavando otra banderilla.

 

Al ser la cuarta vacuna,

y siendo una pesadilla.

Nos pusieron dos por una.

Evitando nos contagie

la fase del Ómicron,


Que junto con esa gripe

venida desde Wuhan,

que es de la China un cantón,

nos ataque por demás,

y acabemos con la estirpe.

 

Una cosa si pasó,

evitando las visitas.

El médico se interesó,

y una tarde me llamó,

me preguntó cómo estaba,

de mi pobre corazón.

Respondí que no sabía.

 

Ni siquiera se inmutó,

si has superado la crisis,

dijo evitando el trastorno,

El alta te mando ahora,

y toma paracetamol,

durante y, cada ocho horas.

 

La medicina es un lujo

te curan desde muy lejos

solo tienes que tener

un móvil y no ser viejo.

 

Andar mucho y comer poco

y si te duele el destello

con suerte y con mucha saña

atienden a tu llamada.

 

Que tan solo es plegaria.

Por si hubiera algún remedio,

llegas al ambulatorio.

Hecho un completo adefesio.

 

Después de mucho esperar

en la sala dispensario,

te atiende entre las distancias

con voz de enfermera huraña.

 

Una pasante becaria,

sin que puedas reclamar

escucha y te oye en firme.

Extiende la consabida

con la fecha de visita.

Para atenderte, si vives

Después de echar su risita  

 

 


 

 

Se acaba el año, y con toda tristeza,

recuerdo aquellos que no me acompañan.

Los que colmaron mi vida y restañan

contienen, y conservan mi tibieza.

 

Como nos reímos, como suspiramos, por los aciertos.

Cuanto, para el recuerdo, y el olvido.

Como lloramos, por errores en nuestros desiertos.

Cuanto, de menos echo lo vivido.

 

Estos doce períodos; con certeza,

ha sucedido de todo, y entrañan

alegrías y penas; que enmarañan

el recuerdo de tanta sutileza.

 


 

 

“” Dejo escapar mi deseo,

con un poco de insolencia

con chiste y mucho meneo

y una dosis de paciencia.

Con algo de cachondeo,

al ser momentos sin ciencia,

siendo incertezas en verso.

que recojo en resistencia,

y que le dedico al mundo,

en FIN, de año por sorpresa”








año 2022.

autor: Emilio Moreno

jueves, 29 de diciembre de 2022

Los Magos entraron sin llave.

 




Ingresaron por ventanas

llegaron muy disfrazados.

Con su ganzúa llegaban,

puesto que son Reyes Magos.

 

Ya no vienen en camellos

sin carrozas sin cocheros.

Ahora llegan calmosos,

sin pautas sin atropellos

 

Sin forzar aquella entrada

abrieron la portezuela,

que para nada blindada

la tuvieron siempre abierta.

 

De momento al penetrar

y en el propio domicilio,

observaron al instante

que llegaron a un hogar,

que les fue muy inquietante.

 

Cargados con mil presentes

descargaron muy deprisa,

Melchor tenía deseo,

y casi les entra la risa.




 






Al sentarse en el sofá

para leer la misiva,

se le cayeron los lentes

en fecha tan decisiva.

 

la carta que recibieron,

fue enviada hacía meses.

Refrendando sus deseos

para la noche de reyes.

 

Gaspar quiso descubrir,

cuantas personas vivían

en aquel apartamento,

y no olvidar ni un detalle

por tener un mal momento.

 

Dejándoles toda clase

de obsequios con argumento.

Fueran del gusto de ellos

sin carbón y sin cemento.






 









Baltasar tenía sed,

queriendo saciar con agua

el deseo por beber,

y dejar atrás el ansia.

 

Así que abrió la nevera

y solo encontró cerveza,

por ello se fue a buscar

una limonada espesa.


 

Aligeraron su entrega,

Aprovechando sorpresa

ya que todos reposaban

respirando a pierna suelta.

 

Los niños ya descansaban

en esa noche divina,

y mientras ellos soñaban.

Juguetes y golosinas.

 

Apresurado quehacer,

colocando los regalos,

aquellos reyes sin ver

por estar todo apagado.

 

Mientras los papás veían

como los Magos buscaban 

rincones más adecuados

y dejar la mercancía

 

Melchor le dijo a Gaspar,

nos han dejado la cena

que debemos degustar

en un santiamén apenas.

 

Baltasar probó el turrón,

y en su alforja se guardó

Un cacho de golosina,

un trocito de jamón

y una caja de aspirinas.








 





La martingala colgó,

Un chalequillo de pana.

Otro anillo y la ilusión,

que la mamá esperaba.

 

Mucha salud les pidió

A los Magos en silencio

Que en aquel árbol colgó

escondidos en un ruego.

 

Siendo el tronco navideño

el que fijaba la senda.

Entre el hechizo y deseo

y el gozar felices fiestas.

 

En petición repetida,

aquellos magos de oriente,

escucharon varias veces,

el tronar de ciertas voces.

Suplicando la salud.

 

Detalles que no podemos

Adquirir en un instante

en la tienda de la esquina,

ni en un comercio lindante.

 

Aquellos brujos llegados

En la ilusión del conjunto,

En la mente del creyente

Se dispusieron al punto.

 

Al concluir de ubicar

tanto regalo y juguete,

a los pies del nacimiento,

para niños y mayores.

 

Comenzaron a pensar

en llegar a otros hogares,

abocando sus zurrones

repletos de regalías;

y cuajado en concesiones.

 

Del mismo modo salieron

Tal cual habían llegado.

Esparciendo cierto humo

en el árbol navideño.

 

Salieron agradecidos

Por la espera recibida

desde el balcón descendieron

y siguieron su camino.

 












FELIZ 2023.


miércoles, 28 de diciembre de 2022

San Nicolás, es Papá Noël.

 











Es una niña chiquita,

ilusionada por todo,

que goza con el cariño;

dispensado en el buen tono.

 

Consiguió llegar Noël,

allí donde fue el osado,

ser recibido donoso

vestido de colorado.

 

Entrando sin previo aviso

con su saco abarrotado.

Dejándole a los chiquillos,

muñecos muy bien peinados.

 

La niña ya lo esperaba,

y además de ser graciosa,

escribía con dos enes,

su nombre la muy dichosa.

 

Revisando sus juguetes

sin una prisa premiada,

descubría sus paquetes

con su gracia acostumbrada.

 

Miraba todo el ribete

sin perderse ni una coma.

Iba dejando a “Espinete”

junto a la infanta Ramona.

 

Gozaba con sus cacharros

y dentro del corazón,

disfrutaba su momento

al compartir sensación.

 

Los mayores se gustaban

viendo gesto y su ilusión,

y transmitiendo un perfil,

nos dejaba su impresión.

 

San Nicolás es Noël.

El santo de los caprichos,

el del trineo molón,

y si no fuera por él;

ilusiones no surtieran

esas que son tan de pro

cerquita de Nochebuena.






 


lunes, 26 de diciembre de 2022

Todos pretenden

 









En un mitin muy bien preparado,

concluyente, decisivo, dijo el concejal

y habló convincente Don Conrado.

….

Hace tiempo quería confesarme

y jamás, encontré el buen momento

que voy a aprovechar, sin más lamento

ya que sin dudar es; el no engañarme.

 

Dijo sobre la tribuna

bajo los focos de luz

que le imprimían carácter

y argumento nuevamente:

 

La no pausa; precisa del desarme.

El soplo de lo real, y el argumento,

mi certeza, que exijo, por tormento,

y siempre será así; sin desnudarme.

 

Sabéis que, si prometo, es alertarme.

Al llegar al poder, daré alimento,

y aquellos, que no llegan al segmento,

no se arrepentirán al apoyarme.

 

La gente no le aplaudía,

sus pasantes muy nerviosos

No sabían arengar

y se entonó con palabras

cuando sonaba el gran himno

 

Perogrullada fatua del boato,

Escándalo de hacer lo cruel, en balde,

y siempre falsear lo caro y barato.

Fingir con la verdad y que no respalde.

 

Fue penoso y a Conrado

se le ocurrió decir esto

que sonó como un aleluya

y mostró su desparpajo

 

¡Soy aparente, soy fresco, y jabato!

Daré la vida por mí y por ustedes

Tenéis que ayudar a cumplir mi sueño.

 

Quien podría creer, tal atropello,

cuando despertó en el Psiquiátrico

una mañana al claro de sus días.

 

 ¡Queriendo ser alcalde!

 

 

 

 

 


viernes, 23 de diciembre de 2022

De un tiempo a esta parte.

 








 




De un tiempo a esta parte;

no sé, que me pasa.

Quisiera ser fuerte.

Mi emoción traspasa,

por detalles que antes

no me preocupaban.

 

De un tiempo a esta parte;

el dolor me embriaga.

Agitado, al verte,

siempre disfrutaba.

Sereno desastre,

cuando yo empezaba.

 

De un tiempo a esta parte;

húmedos mis ojos,

al sentir tu calma.

Tocando tu cuerpo,

sin rozar el alma.

Hoy mi todo. Es nada.

 

De un tiempo a esta parte;

descubro ternura,

y evito mi llanto.

Amarro disgustos,

y el sollozo, calmo.

Sosiego y me aguanto.

 

 

De un tiempo a esta parte;

todo se me agota.

Casi se caduca,

postrero sofoca.

Al notar tus labios,

cerca de mi boca.

 

De un tiempo a esta parte;

quisiera mentirme.

Falseando el silencio

con todos los ruidos,

de mi propio infierno.

Sin poder creerlo

 

De un tiempo a esta parte;

cuando imaginaba

estar en mi quicio.

Me noté perdido,

el tren se detuvo

buscando algún juicio.

 

De un tiempo a esta parte;

mi risa mudaba,

creyendo ser duda

y condena apenada.

Buscando un amparo,

sin decir palabra.

 

De un tiempo a esta parte;

rezo sin plegarias

contrito por hechos,

excusando causas,

y en mi penitencia.

Ya no encuentro trabas.






miércoles, 21 de diciembre de 2022

Navidad del año 2773.

 



Se había sucedido 751 veces el mes de diciembre. Uno tras otro, desde la Navidad del 2022. Los almanaques científicos y ordinarios de aquella época, sellaban, la fecha del año de 2773, del calendario Gregoriano. Que fue el almanaque aborigen de Europa, apelado de esa forma por su promotor el papa Gregorio XIII. Hacía varios años, se había consumado lo que se conoció y llamó como Edad Contemporánea y en la actualidad se vegetaba en el llamado período del futuro y dogma. La Simultánea, la del último credo, y así la bautizaron los estadistas y filósofos, doctores y políticos de entonces, como La EDAD SIMULTÁNEA” por ser un periodo super ultra tecnológico. Tan progresivo por la suntuosidad de la pericia, que lo que en tiempos se conocía como medicina, la ciencia que curaba a los enfermos. No existía.

Hacia setecientos años aproximadamente, había sido una ocupación de prestigio que protegía las vidas de los habitantes. Fue una función con categoría de carrera universitaria que quedó totalmente obsoleta y pretérita en nulidad.

Los humanos vivían de media dos siglos y cuarto. Doscientos veinticinco años. Sin conocer enfermedad alguna, porque estaban inmunizados de toda calamidad y de todo mal. La cirugía era del pasado, existían recambios humanos para cualquier parte del cuerpo. Las farmacias no existían, entre miles de cosas más.

Los transportes a motor, ya no eran necesarios. La electricidad de los hogares ya no se generaba, ni con gas, ni con grandes maquinarias que convertían los caballos de fuerza en watios, ni se abastecían desde grandes compañías eléctricas.

Cada cual podía generarse a placer el flujo de amperios que necesitaba. Con ello se lograba la intensidad eléctrica sin derrocharla.  

Los humanos habían desarrollado una disparidad inteligente, que ya no les hacía falta la refrigeración ni la calefacción. El frío y calor no lo notaban. Así que el arrojo energético y lumínico no era necesario. Veían en la oscuridad y presentían los acontecimientos antes de que se sucedieran.

Dentro de aquellos adelantos, iban incluidos detalles físicos como racionales que mutaban su inteligencia, ya que su organismo les ofrecía distintos sentimientos. No les pertenecía la potestad de raza pensante con raciocinio. El hombre ya no era igual. Aquel mamífero que se le consideró en su día como perteneciente al género “duro”. Se definía con otra tesitura. Los machos se mantenían como híbridos, ya no poseían carácter ni les iba la mano, maltratando a las mujeres, ni de palabra ni de obra.

Se volvieron cometidos en sus realidades. No les eran necesarios los excesos machistas. Deambulaban por las calles completamente desnudos, en bolas. Tatuados de color verdeazulado, que les cubría todo el contorno de su epidermis. Sin iniciativa y moldeados por los tiempos modernos.

Las hembras coloreadas, disimulaban sus turgencias sin necesidad de taparse, no usaban ropa, ni se aplicaban cosméticos para realzar su hermosura, todas ellas eran arquetipos de belleza semejantes. Habían perdido todo poder de seducción y fascinación en su atracción sexual. Ya no se embellecían, ni hermoseaban, no se depilaban, ni se tintaban los cabellos, que lo ostentaban muy corto y rígido, presentando peinados raros y en algunos casos, mostrando el cuero cabelludo, ya que iban muchas afeitadas de cabeza. Floreciendo todas ellas totalmente tatuadas en rosa y cielo, como atuendo habitual. Mostrando sus cuerpos, sus encantos, y turgencias sin el menor recato, ni expectación alguna.

Desaparecieron los clásicos géneros del femenino, del masculino y de los tantos otros que siempre existieron y que llegaron a reconocerse al final de los años dos mil cien, no sin batallar por lo que entonces llamaban las libertades.

El placer de la persuasión que antaño existió, quedó aniquilado, las graves discrepancias se diluyeron, porque ya no existían atropellos.

El color de la piel, ni la procedencia de las razas, dejó de tener causa. Dejaron de usarse las modas, los tópicos, la belleza, la ignorancia, la delincuencia, la picardía, la honradez, la decencia. Ya no había envidias y eso facilitaba la vida.  

Los territorios ya no se dividían en países, y todos los vecindarios dominaban la totalidad de los muchos idiomas que existían, los dialectos y las disciplinas lingüísticas. Entendiéndose absolutamente con finura, sin traductores y sin apelativos de origen. Se erradicaron las regiones, comarcas y por supuesto los independentismos patrióticos, los equipos deportivos y las discusiones.

En esa variante; en la que mutó el homo sapiens, se consiguió tras unos injertos en las preñadas, uno de los intereses por los que el humano siempre había luchado. Pudo volar; planear como los pájaros y aves, elevarse a placer siempre que se le antojara, sin necesidad de alas, ni artefactos metálicos propulsados por un motor.

En aquel año de 2773, los humanos ya hacía trescientos años que se habían cargado gran parte del globo terráqueo. Aniquilado por sus propios habitantes, dejando avanzar lo que ellos habían denominado como: Cambio Climático, tema que a principios del año 2000, los nefastos políticos se lo habían tomado muy a la ligera y el denominado CHANCLI, o cambio climático, sumió al viejo planeta en penumbras y muerte.

Erupciones de volcanes, maremotos incontrolados, tifones en el mar, que destruían las bahías y litorales, haciendo que el nivel del mar subiera más de un metro. Desbaratando los glaciares y sumiendo casi toda la bola terrestre en un charco inmenso y amplísimo, sin apenas puertos naturales. Muriendo mucha de la fauna efectiva, animales terrestres, insectos, roedores, aves de rapiña, y sobre todo humanos. Tan solo quedaron en la tierra algunos puntos donde se refugiaron los individuos, más beneficiados. Alrededor del archipiélago canario, el de Azores y las islas de Madeira.

De Europa quedaban los territorios más altos y cordilleras montañosas super elevadas. Las estepas y planicies quedaron anegadas de agua salada. Por lo que la agricultura, prácticamente desapareció. La poca población terrenal que subsistió, fue a ocupar aquellas zonas, que fueron en su tiempo, franjas de turismo, que entonces quedaron sin futuro.

Numerosos privilegiados por supervivientes, fueron a ocupar y a residir a la nueva ubicación; la Luna.

Satélite que, en un tiempo, fue subordinado de la casi sepultada Tierra.

Planeta que ya hacía cientos de años, había comenzado a diseñar ciudades, carreteras y caminos, ya que gracias al descubrimiento del ALODICO, una esencia mineral con base de oxígeno condensado y una aleación de aluminio, mimetizados entre halógenos, procedentes de una emulsión del oro y diamantes debilitados en conjunción y ensamblados con las esencias y los atributos del cobre, les daba vía libre para poder respirar en el espacio lunar. Mejunje que suministrado a los seres del globo, que fueron a ocupar aquel suelo, les permitía vivir en los ambientes y paisajes siderales. Aguantar sus temperaturas y su escasez de oxígeno.

La luna fue dividida en heredades, y su sede principal radicaba en una de las mejores zonas o divisiones, denominada LUNIKA, cuya capital era NEWMOON.

El dinero y las propiedades desaparecieron. Así mismo como las clases altas, los ricos y familias adineradas, no existían y en caso de persistir, se hubieran tenido que buscar la vida, como las demás estirpes.

Aún se perseguía a los políticos por haber allanado la tierra, con sus leyes engañosas que tan solo les beneficiaron a ellos mismos, y por sus cánones, que fueron los que acabaron con la naturaleza y todo el vestigio de savia existente. El modo de administrar, mutó por completo, los gobernantes, no tenían sueldo ni ventajas, y se dedicaban a regir. Tal, como otros componentes de la sociedad recién instaurada, se brindaban a trabajar en otros ámbitos. Se habían acabado las ilegalidades e injusticias y si querían comer, tenían que trabajar, cosa que, en el siglo XXI, los pudientes eran los que manejaban a políticos, empresarios, y magnates. Así acabó la tierra, como lo hizo, sin futuro y sin arreglo.

En un barrio de NEWMOON, la capital, vivía un ilustrado, que dedicaba tiempo a recapacitar, haciendo la vida mejor a sus congéneres. Había previsto y provisto al nuevo consorcio de una serie de ventajas por las cuales gozaban de una cierta felicidad. Bienestar olvidado hacía muchos cientos de años. Con lo que les creó una necesidad de celebrar la NAVIDAD, festividad perteneciente a la caducada edad contemporánea, que por supuesto había quedado en el ostracismo.

Les ofreció un escenario precioso, y les reveló como unos Magos, a principios de la Edad Antigua, (periodo del año aproximado del 3.300 antes de Cristo al 476), posterior al nacimiento del Mesías.

Fechas en las que se inventó la escritura, y finalizó la caída del Imperio Romano, que se produjo más o menos en el año setenta y seis del siglo cuarto.

Aquellos Magos orientales, llevaron al recién nacido, la vasija de oro, el frasco con incienso y la resina necesaria llamada mirra.

Por ser el hijo de María, varón y como tal moriría joven.

Pudiendo así su madre ungir el cuerpo sin vida en el momento del deceso.

Para aquellos habitantes del planeta lunar, tan distanciados de las fechas de la primera Navidad, fue un pasado, que como todo en este mundo se puede repetir.

 

FELIZ NAVIDAD, del 2022. Setecientos cincuenta y un año, antes de ese tiempo.