Pues
mira, después de retrasarle un poco mas de un año la visita y
apretar para que se la hicieran por teléfono, le mandaron un SMS, al
móvil para informarle que lo recibirían en el Hospital, para la
Espirometría un jueves, y al día siguiente lo visitaría de forma
presencial el doctor.
Bien
aquel jueves cuando llegó al centro hospitalario, apenas había
gente. Entendiendo la situación se dirigió a la máquina y pasó
por el lector su tarjeta, pronto se imprimió un mini volante
dirigiéndole dónde sería atendido. Hacia alli se personó y fue
recibido por una enfermera, muy profesional, que le practicó aquella
Espirometría, que necesitaba.
Al
dia siguiente volvió a visitarse, en esta ocasión, fue al lugar que
le indicó el control de acceso electrónico y esperó. Al rato, sin
incumplir horario, entró en la consulta. El recibimiento fue normal,
un poco chungo según lo que proclamaba el mensaje que decía, fuera.
Entrar solo, sin compañía, con mascarilla y puntual.
Le
recibió el médico, y fue saludado por una colega, que probable
fuera una becaria en prácticas, y además por la enfermera habitual
del licenciado. Con lo que decía el cartel de prohibido. Tan solo
faltaba en el recinto, el director de la planta y algún que otro
colega o presentador. Lo digo por aquello de la privacidad, que se la
pasan por el sobaco.
Enjuto
el medico, severo. Antes de saludar le dijo al paciente con acritud,
que arrastrara la silla al fondo del despacho, junto al pasillo. A
tres metros y medio de su mesa y se sentara.
Muy
mal doctor, aunque sea muy docto y proceda o venga, supongo que de
Venezuela, pues da lo mismo, para tener algo de urbanidad y
educación, pero aquel amigo.
Enfermo,
asustado pensó_ que hay mal educados en todos sitios_ y aquel
Caraqueño, era bastante ineducado. Con la de veces que había salido
a las ocho de cada noche, a darle a las palmas de sus manos y
aplaudir a la gente de la medicina. < pues, se jodió >, porque
con el primer especialista que tropezó, fue con el mal carado
matasanos
__quítese
la camisa_, le instó al pobre paciente, asustado. Haciendo caso, se
desnudó el torso y quedó con el pecho al aire.
__Aspire
con fuerza y el enfermo procedió, viendo como aquella especialista
muda pero no ciega, que acompañaba al creído mediquillo, se
abalanzaba con su cacharrito, ese aparatito metálico y redondo, que
te ponen para escucharte, por debajo de los músculos y la piel, los
pobres pectorales.
Se
echaron los dos, punzándole con el frescor del auscultador. Con una
cara de perdona vidas, que molía. Al cabo le dijo, al empequeñecido
caballero, muy bravo después de medirle el cuello con un metro, como
si fuera una res, salvaje, o se tratara de la reparación de una
silla.
__Usted
mide mucho, está muy grueso. Y le obvió, lo despreció, hablando
con la woman de la trenza. Aquella aprendiza, que si tenía que
hacerlo del susodicho Dr. Amarildo Jesús y Diosdado Pérez de
Morcillaga. Lo tendría oscuro, muy opaco.
El
resultado de todo aquello, quedó muy vulgar, por su parte y encima,
le dijo a lo bravo
__Usted
está pasado de peso. Ha de perder kilos.
El
paciente viendo que no le hablaba nada del motivo de sus dolencias le
preguntó
__Doctor,
ya se que debo comer menos, y de la Espirometría que pasé ayer. La
misma que me mandaron practicarme hace mas de un año, que me dice.
Aquel
médico, si es que lo era, porque mi amigo. Lo duda, respondió así
__Le
llegará un mensaje, para volver en la fecha indicada. Venga solo y
con mascarilla, que aquí ya le volveremos a marear un poco.
La
enfermera le preguntó, si recibía bien los mensajes por SMS, siendo
afirmativa la respuesta del ya cansado, frustrado, grueso de las
narices y ella con descaro, sin mirarle a la cara, tapada como un
buzo, le significó
__Oiga,
no ponga cara de descontento, que hay mucha gente esperando, su
turno. El aguerrido paciente antes de marchar, les comentó
__Desde
luego, para ser atendido, como lo hacen ustedes, casi vale la pena
morirse antes y no tener que soportarlos. Se volvió a vestir y salió
por la puerta
Al
cabo de 24 horas, recibió un nuevo SMS que decía
__No
conteste al SMS, y siga las instrucciones, el 6 de julio del año
próximo, preséntese en las dependencias ( siete meses después ),
de este Hospital. Venga solo, con mascarilla y puntual.