viernes, 30 de octubre de 2015

Yunta genital


Proviene del capítulo anterior: Estás desnuda ¿Verdad?



_ ¿Dónde estás Cándido, estoy muy despierta y con la excitación que me has regalado no podré dormir?
_ Estoy en el portal de tu casa_ argumentó Cándido_, por si decides abrir la puerta y dejar que te acaricie. Aunque habrás de saber que las cosas no nos serán nada fáciles ni ahora ni después. Por lo que si has de dejarme pasar quiero que lo pienses y lo medites, que luego no valdrán los arrepentimientos.
Se hizo el silencio, pasaron tres largos segundos,  parecía que pesaban como una losa mortuoria de panteón. Fue una espera interminable, pero Carla, contestó sin dudas.
_ Cándido, te abro el portal de la residencia desde el control remoto y sube, que te espero en el umbral de mi casa, con la puerta entornada.
_ ¿Así lo deseas Carla? _ preguntó inseguro Cándido, dudando de la decisión tan seria a la que se enfrentaba. No fingía ni era chirigota, ni contaba uno de sus chistes.
_ ¡Sube por Dios! Te necesito y además te deseo. No tardes, no perdamos más tiempo.
Se precipitó de la cama, nerviosa y desnuda, descalza y sin peinarse, tal y como yacía tan solo hacía minutos cuando dormía plácidamente a mandíbula batiente. Con la cara legañosa y desmaquillada, sin rulos pero con una coletilla ridícula anudada con una goma elástica de esas que sirven para aguantar los muslos de los gallos en la pollería antes de su venta. Le sostenía el moño más o menos torcido y corrió al recibidor de la vivienda, donde estaba el abridor automático, pulsando la presilla y escuchando el risueño sonido característico, que abría la puerta del hall de los apartamentos.
Sin más cuidado de no abrir la puerta hasta que no le viera llegar por el ojo del visor del portón de su vivienda. El sonido del ascensor violó el silencio de la madrugada y la tranquera del montacargas arrojó al pasillo iluminado al hombre que llegaba con parsimonia.
Al llegar frente a la entrada, no tuvo necesidad de pulsar el timbre, ya que desde dentro Carla, le ofreció franco el ingreso, protegiéndose ella misma tras el portón, sin abrirla de par en par, por estar totalmente en cueros, y que nadie desde el exterior pudiera verla sin ropa, en “colitates” para recibirlo con toda la confianza y el descontrol que una mujer ardiente puede usar.
Se abrazaron sin rubor; con prisas, como si se fueran a disipar las ganas de copular. Cándido no tuvo más que bajar las manos por la espalda para tropezar con sus dos nalgas que en su canal tan carnosas y prietas se ofrecían.
El aliento de Carla era de una recién despertada, dulce y a la vez aromático bienoliente, que contrastado con el de Cándido, cargado del odorífero que dan las copas de la tequila ingerida, se ensamblaban en el quicio de los labios mientras se mordían con exageración.
La llevó en volandas tras el pasillo, una vez acerrojaron la entrada a cal y canto, evitando que ella descalza sintiera el fresco del terrazo.
Cándido jamás había estado en aquel apartamento, pero el sentido común y el indicio de la luz de la lamparilla de la mesilla de noche, que lucía opacamente; marcó el itinerario y supo donde depositar aquel peso del cuerpo precioso de la Carla desnuda, la mujer preciosa que le brindaba acogida y amparo en una noche terrible de sinrazón y desaliento.
Ubicada de sopetón sobre la cama matrimonial, amortiguada por el mullido colchón viscoelástico. Fue recibida boca arriba en el trance de extenderla y dejarla acomodada esperando a su macho. Decúbito supino, despatarrada, piernas abiertas, pechos desabrochados, brazos inermes, cuello laxo y prendada, esperando el pene de Cándido, que se desvestía a chorros con esa prisa terminante sin acertar encima de ella. Acompasando, penetrando sus lenguas en sus bocas, magreándose y corrigiendo las poses erróneas y apresuradas para montarla en un santiamén. Mientras ella, al sentir el peso sobre su cuerpo, volviera a tener ímpetu para arrancarle la ropa a jirones, y  no perder tiempo en quedar penetrados como llave en cerrojo mohoso.
Fornicaron hasta agotar las fuerzas. El deseo, la inmediatez y la precocidad no ayudaron a que el acto fuera prolongado, quedando ambos eyaculados sobre el colchón. Enculados, atados y anudados piel con piel, exudando y empapados, por los olores y derrames coitales.
La placidez esparcida por aquel dormitorio, dio alas a sus pensamientos y en segundos ambos, tanteaban lo que acababa de suceder y adonde irían a partir de ese instante con sus pesares, sus enredos, sus líos parentales y sus hijos.
Fue él, Cándido; quien primero desató su pico queriendo mantener avisada a Carla de lo último que le había pasado y el porqué; de seducirla, buscarla para amarla, y de intentar quedarse a su lado, con ella para siempre.
_ ¿Sabes que tengo una hija en España?
_ ¡Sí! Lo sabía. Yo también tengo un hijo de trece añitos, Trevor_ le confirmó Carla, con un afecto especial al pensar en el chico; esperando que siguiera hablando de sus cosas.
_ Olga María de las Claridades_ la llamamos Olga, para abreviar_. Es una niña estupenda, cariñosa y muy inteligente que ahora ha de estar con los abuelos en Sabadell, una ciudad de la provincia de Barcelona_. Cándido, se incorporó para besar en los labios a Carla y recostado seguir explicando _: A mi hija la tenemos nosotros; la familia paterna; tíos, hermanos, primos, y mis padres por obligación perentoria.
No tengo con quien dejarla y no me la puedo llevar en mis actuaciones_ quiso aclarar Cándido a la preciosa Carla, que desnuda, le hacía carantoñas en la barbilla mientras escuchaba el relato_. A parte del cariño que le tienen, la están criando. Detalle que les agradezco, y que así lo decidimos para que yo pudiera trabajar y mantenerlos.
Están educándola y criándola desde el divorcio_ hizo una pausa y continuó_ La jueza, ante las pruebas de adulterio y de depravación continuada, malos rollos y alcoholismo entre otras cosas; además de la cárcel y de la condena que le cayó a su madre; no tuvo dudas en otorgarnos el amparo sin paliativos_ Lo que llaman en la jurisprudencia española: Guardia y custodia.
Mi ex mujer; Natacha, está en presidio por tráfico de estupefacientes.
Una historia muy larga que te contaré completa, si es que te interesa y por si fuera poco, ahora acaba la condena y nos quiere hacer chantaje, cosa que tenemos en manos de los abogados, porque esta mala pécora, a mí personalmente me ha traído la desgracia.
Es bien verdad, que la culpa ha sido nada más que mía, por no atender los consejos que desoí por parte de los que me quieren. Me sedujo en sus caprichos. Me enchoché de tal manera que no veía más allá de su vagina y aquí me tienes hecho un desgraciado desde entonces.
Por eso te digo_ acabó diciendo un tanto amargado y esperando una especie de consolación por parte de Carla_, que no soy un regalito. Tengo mis defectillos y mis miserias que debo arrastrar.
Es un legado que cada uno se elabora en con el paso de los años y el cúmulo de los errores.
Volvieron de nuevo a la yunta genital, recularon con placer a follar de nuevo, echaron un polvo crepuscular tardío, sin prisas y sin abastos, dejándose llevar por el vaivén del entra y sale anatómico, por la fricción de sus miembros sexuales.
La alborada ya despuntaba dejándose ver el clásico color cobrizo oropel por las rendijas de la ventana del hogar de Carla. Estaban exhaustos, tras su larga y azarosa fricción de pieles y tiznados con sus viscosos líquidos.
Uno tras otro pasaron por la ducha, y se quedaron a gusto para poder relamer un frugal desayuno, que les llevó de nuevo a las emergentes confidencias entre ellos.
Después de un beso de amor, que recibió Cándido al saborear el último sorbo de su café con leche condensada, Carla le pronosticó tomándole de una mano y sujetándosela firmemente.
_ No creas que eres tú solo el que tienes quistes familiares, a mí también las cosas me podían haber ido mucho mejor.
He tenido que solventármelas sola, pero el peaje al que he estado obligada marca mucho. Como te dije nací en San Rafael del Norte, que es zona preciosa y queda muy alejada de todo cuanto se cuece.
Es la ciudad cabecera del municipio del estado de Jinotega. La distancia entre San Rafael y Managua es de 185 km, por carreteras no demasiado cómodas y eso hace que la gente, por cierto estupenda quiera salir de ahí.
Sobre todo la juventud, para abrirse camino en la ciudad o emigrar a otros países, preferentemente europeos. Provengo de una familia de campesinos muy devotos del padre Odorico, a los que las modernidades pues no son habituales_ Tomó aire y prosiguió.


continuará
to be continued...







jueves, 29 de octubre de 2015

Estas desnuda ¿verdad?




Viene del capítulo anterior: El estetoscopio del yesero



Entretanto en España, Demetria seguía con su estado de buena esperanza y aquella mañana quiso llamar a su amado; Ángel de la Rosa que llevaba unas fechas en la preciosa ciudad de Tacna. Muy cercana a la frontera con Chile y en la cual no parecía se lo estuviera pasando nada mal, mientras preparaba los entresijos de la demostración de wáter cósmico. Con sus coqueteos con Doña Glenda, y su secretaria la guapísima Rosalía.

La delegación de la Schissen Lecker había marchado al completo a ver y disfrutar de la “demo” en la capital Nicaragüense. Lo que dejaba desmarcado y solitario al comercial De la Rosa, gestionando cómodamente sus preparativos referentes al wáter cósmico y a sus negocios personales. Los que dimanaban de su proyecto internacional, un plan de negocio con futuro que afectaba a la energía solar y la fuerza combinada, que tanto porvenir les tenía que proveer. Asuntos de negocio y proyectos tecnológicos de alta competencia, eran los que tenían enfrascados a Ángel. Los cuales y gracias a sus apoyos y concursos tenía bastante bien encarrilados.

Hacía fechas que esperaba tener una conversación con su suegro don Natalio, padre de Demetria, y jefe de distribución del producto en la península ibérica, pero este parecía abducido tras haber tenido un culeo con Anguela Kronen Müller Ruiz, Delegada de comercialización general de la empresa a nivel europeo, y seducido por esta dama, durante una noche de copas, tocamientos y escaseces sexuales, evitaron ese encuentro, que además del putiferio desmedido, lo dejaron fuera de su responsabilidad.

El padre de Demetria, no sabía cómo afrontar este delicado asunto de faldas y retrasaba sus conversaciones con su futuro yerno creyendo que el tiempo limaría algo más las consecuencias que le derivó, tras el flirteo con la delegada de la firma y esposa de Jürgen Otto, el director y jefe del gabinete de ventas. 
           
Demetria tuvo mal presentimiento. Como si su venerado padre, ocultara algún asunto delicado que no le quería contar por no ponerla nerviosa dado su estado de gestación. Por ello la señorita Rupérez, llamaba alterada a su novio que suponía estaba en horas de descanso.
Ya que su padre no le quiso aclarar aquello que ella preguntaba sobre su amado, primero porque no se habían encontrado para ese menester, y segundo por el repentino viaje que se estableció para ir a Managua, pospuso para otro momento que suegro y yerno se entendieran como estaba previsto.

El número privado de Ángel sonó y no tardó nada en ponerse al aparato, conociendo Ángel, quien era el comunicante.
_ Hola cariño_ preguntó Ángel_, ¿dime cómo está? la mamá de mi futuro pequeñín
_ Besitos Ángel, menos mal que atiendes mi llamada, ¿podemos hablar cinco, minutillos?, ¡solo eso! Te lo prometo, sé que andas atareado pero quiero y además_ prosiguió en su pena_ ¡Estoy preocupada por papá!_ acalorada comentó_ He hablado con él para conocer si vosotros ya habías intercambiado opiniones y limado rozaduras. Si se había interesado por tus proyectos y me ha contestado con divagaciones y con un miserere, que no estoy hecha a que el metódico de mi padre, lo canturree como el que no le importa un pimiento_ siguió hablando Demetria, mientras Ángel escuchaba a su novia sin poder darle una explicación ya que no habían tenido tiempo de encontrarse.

_ Mira cariño, tu padre anda muy atareado ahora, en Nicaragua, se prevé que la demo de mi compañero Manolo se haga en pocos días y lo veo desmejorado, quizás le esté pasando factura el cambio de clima, de horario, de tantas cosas que debes dejarle que se reponga. Yo_ siguió expresando muy comprometido_, en cuanto se aclaren un poco las cosas y le tenga a tiro, aunque él, no se sienta capaz de afrontar la conversación. Seré yo_ te lo prometo cariño_ quien le hable y le disponga de cuanto debo decirle.

Intentó cambiar de tema Ángel y preguntó a su novia_: Dime guapa, como lo llevas, que tal va el pulgarcito que llevas en la tripa, ¿te da lata? o de momento ni te enteras.
_ Estoy contenta porque el doctor Gurría, me ha dicho que esta todo en su punto y que de momento no me preocupe, que siga la dieta que me indicó y así vamos, esperando que llegues tú y como no, también que llegue él, en perfecto estado Dios lo quiera_ comentó inspirando con resignación sus últimas palabras y esperando que Ángel le diera un empujón de alegría para seguir soportando aquella separación tan dura.

_ Me encantaría poder viajar a donde estas amor mío_, comentó ella_, pero el doctor me ha aconsejado que de viajes largos nada y menos a larga distancia con tantas horas de avión; por lo que esperaré a que se acabe esta esperanza tan pesada para ambos, porque ahora ya somos tres_ expuso con una mueca en los labios y una sonrisita sonora que no pudo contener_ ¿Qué tal va todo Ángel?_ Volvió a interrogar, sabiendo que algo había que no le decían y le preocupaba.

_ Demetria, va bien, pero siempre surgen cosas que son anómalas y que no sabes porque llegan. No creas yo también noto algo raro en el ambiente, desde que han llegado de España estos tres_ numeró despectivamente, dirigiéndose a la comitiva de directivos. A los tres jefazos_ A tu padre, le veo suspirar de inquietud, no está en su salsa el hombre, igual ha tenido algún lio con alguno de sus compañeros, ya sabes que entre ellos se juegan el prestigio y siempre andan con sus putadas. Sus envidias y sus objetivos_ comentó Ángel a Demetria entre dientes aclarándole un poco la situación desde su punto de vista, sin conocer de momento el vendedor, que su suegro había trasteado el jardín de Venus a la “frau”, o sea a la “mujer” aria en su propia suite, y a espaldas del marido.

_ La germánica, tiene más pelotas que el puchero de albóndigas del cuartel de la montaña de Barbastro_ Continuó definiendo Ángel_ Tremenda mujer madura, nada fea, muy beoda y más caliente que el palo de un churrero, siempre gruñendo por todo. Creo que se debe llevar a matar con su marido. Otro filtro para llevarle la contraria, no se ríe ni muda la cara ni siquiera cuando estornuda. Además de serio y feo da más miedo que una pedrada seca, y va tan rapado que se me representa aquellos comics de “Hazañas Bélicas” de cuando era niño. ¡Vamos que tiene pinta de nacional sindicalista!  El clásico espía mudo. No me gustaría tener deudas con este quijote teutón.

_ Cielo, no será para tanto, yo les he tratado y son serios pero son educados y sensibles_ añadió Demetria, no creyéndose lo que decía su novio.

_ ¡Lo que tú digas maña!, pero a nuestra boda no vienen. Eso te lo garantizo ¡jodo!

_ ¡Ay Ángel!, no me hagas reír que no son tan agrios como dices, ellos han pasado lo suyo y no creas; no es tan fácil olvidar los sufrimientos.

_ ¿Qué sabes algo más de ellos, que yo no conozca?
_ No es nada particular. Algún detalle ha comentado papá en casa sobre ellos nada agradable. De sus pasados en la guerra. Fueron niños sometidos. Ella en Lebensborn y él en las juventudes hitlerianas

_ ¡Lo ves!_ exclamó Ángel_, como les he visto el flequillo a los dos. Lo que te digo, ¡miedo dan! Ya me enteraré de más y te cuento mi niña. Ahora te dejo que debo atender unos asuntos de urgencia.

_ Un beso amor, llámame cuando puedas, espero tu comunicación, lo sabes.

_ No padezcas Demetria, pronto nos reímos juntos de todo esto. Llamo a tu padre más tarde y que me diga algo para dejarte tranquila. Te quiero maña, a ti y al gazapo. Se cortó la comunicación con el reparto de confidencias.





Cándido marcó el número del celular de Carla, siendo horas intempestivas, como cuando se produjo la llamada a la inversa, provocada por la mujer. Esperó los tonos necesarios a que levantaran el aparato y la voz adormilada de Carla, se escuchó proveniente por las ondas electromagnéticas.

_ ¡Bueno, que fue!_ Emitió con gran esfuerzo a la vez que se incorporaba desde el otro lado de la cama, para brindar una duda verbal y preguntar.

_ Carla, soy Cándido_ acreditó el comunicante algo nervioso, después de su sentencia_ ¡Estás al loro guapa!, soy aquel tipo, que sacaste de la cama, no hace nada y que le dijiste con tu aplomo femenino_ ¡No te rías de mí!, entre mil cosas más. ¿Recuerdas?

Carla seguía tabulando para reconstruir aquella conversación pasada, hasta que respondió tras enlazar todas aquellas frases dichas una tras otra, sin más descanso que la prisa y la madrugada _ ¡Sí! ¡Te recuerdo Cándido! ¿Que necesitas a estas horas de la madrugada?

_ Pues te necesito a ti, simplemente a ti, también me he despertado muy mojado como te ocurrió a ti y te he echado en falta. Has de perdonar mi falta de tacto por no creerte. Tampoco quiero cosas materiales tuyas Carla_ argumentaba Cándido, ya sin nervios_, pero quiero todas las que provengan de tu piel, de tu boca y de tu alma.

_ ¿Es muy tarde, no crees?_ Mantuvo la serenidad Carla, ya bien despierta y con ganas de probar al hombre que le decía aquellos piropos esperados por ella hacía tan solo unos días.

_ ¿Tú estás desnuda ahora verdad?

_ Duermo desnuda tanto que ahora no me hallo. Con tus palabras excitada.



continuará
to be continued....







lunes, 26 de octubre de 2015

El estetoscopio del yesero



Proviene del capítulo anterior de la serie: El Gallo más gallo


Todo cuanto necesite la sociedad o un paisano de la capital y de la periferia, lo puede encontrar en la superficie de tiendas "El Gallo más Gallo" en Managua, muy cerca de Rotonda Bello Horizonte 11/2C arriba dentro del Parque Comercial Bello Horizonte.
El guión lo había preparado Cheo Callejas, a petición de Manuel García de la Serrana, tras ver la forma de fingir las bromas y los chistes en el Teatro principal de la capital el: Rubén Darío.

Zona donde cosecharon un éxito rotundo y la prorroga de sus días de revista, ahora compartidas con la puesta en escena del “retrete sideral”.
A su vez el interesado y capitalista don Fulgencio, daba y solicitaba detalles del próximo evento por estar muy interesado.
Venido expresamente desde Tacna y responsable entre mil detalles de la grabación del patrocinio del Schissen Lecker y de unas difusiones publicitarias llevadas de forma privada, para la emisión en todas las televisoras del cono sur. Dinamizando así el producto y su propaganda, por su interés futuro llegado el momento de realizarlo en Tacna, contactaba con sus empresarios de Argentina, Uruguay, Chile, incluyendo Perú y Colombia para una distribución equitativa y con el impacto publicitario como a este personaje y magnate Tacneño le gustaba hacer sus negocios.
Equipo de filmación y edición cinematográfica contratado en la propia Nicaragua, para la creación de las mencionadas proclamas televisivas y todo el boato necesario para darle una difusión extraordinaria, trabajo que llevaba a cabo él y sus adláteres que habían llegado de su ciudad.
De las que por lo menos media docena ya se habían realizado bajo la dirección de uno de los directores publicitarios más destacados del mundo promocional. El insigne Moncho Iñárritu, llegado desde California.
Fulgencio el empresario Peruano, esposo de Glenda Romero de Sástago, había confiado en Cheo Callejas, el que le había  dejado un sabor profesional y personal sobresaliente, en su último encuentro de negocios.
Dado que este negociante no tenía por costumbre dejar las cosas para hacerlas más tarde o, mañana; ultimaba detalles y puntos indispensables para la buena propaganda del accesorio junto con su equipo de profesionales.
Se conocieron Fulgencio, Cheo y Cinta, una noche en los salones del hotel Los Robles, presentados por Manuel García de la Serrana, responsable comercial del equipamiento y por mediación exclusiva para ese encuentro entre ellos de Javier Martos Díaz, su compañero y amigo, destacado en Costa Rica, donde ya se había presentado el producto en cuestión con la colaboración de la vedette Vergaray.
La guapa modelo y actriz que le dio vida al wáter cósmico en aquel Convento de las Hermanas Trinitarias.
En su recordatorio Javier había aconsejado a Manuel, que se conocieran los protagonistas que habían de desempeñar el cometido de la “demo”, por lo que este aprovechó una noche, para que se vieran y dándose la circunstancia que todos ellos residían en el mismo hotel, los instó a conocerse y ya de paso disfrutar de una cena copiosa y una mejor velada, con los chistes de Cheo, los desaires de Cándido y las muestras de humanidad precisa de la guapa actriz porno.
Así fue como Fulgencio entró en contacto especialmente con las dulzuras de la modelo Vergaray y con el talento de Cheo, del que pretende aprovecharse una vez este negocio haya finalizado, por su carisma, por su preparación exquisita y por su cultura extraordinaria. De ella, de la actriz Costarricense, el magnate consiguió lo que pretendía, tras las risas y los néctares afrodisiacos, una noche de placer en su habitación con cargo al wáter cósmico y mil promesas futuribles adeudadas.
Cheo Callejas, un doctor en medicina venido a menos en España, por haber llegado después que la crisis se destapara y no hubiese lugar para encontrar un empleo fijo que le permitiera establecerse en la ciudad que él siempre había soñado. Madrid preferencialmente o,  Barcelona y su perímetro, sus  costas y playas y como no su cultura. En busca de un futuro profesional destacado.
Aún recogió los restos de las iniciativas, antes del gran Crack económico y pudo emplearse como médico pasante sin plaza fija en un centro de la ciudad dormitorio de: La Satélite, que secunda la gran urbe catalana. Sumado a las suplencias médicas que iba ejerciendo esporádicamente en los diversos ambulatorios de la zona del Maresme y el Bajo Llobregat de la provincia de la ciudad Condal.
Eran en definitiva los que le permitían mal vivir, con estrecheces pero sobrevivía. Ocupación interina que desarrollaba en fines de semana y fechas de guardar.
Todas ellas festejadas, en las que los galenos con plaza fija de la zona preferían disfrutar del festivo y el asueto del día libre. Captando guardias y haciendo horarios extraordinarios con el fin de no perder la onda y estar metido dentro del mundo de la Seguridad Social Española.
Aprobó tras su preparación y sus estudios el examen del conocido entonces como "MIR" donde pasó con aprobado el examen, pero con una nota relativamente baja. Dado que Cheo era extranjero y como criterio y patrón tienen preferencia los clínicos del país a igual preparación y conocimientos.
Por intentar ganar un asiento oficial más ventajoso en otra ciudad más grande que la que le fue a recaer en un principio: Castellón, para desarrollar su labor con más coyunturas, dejó pasar la oportunidad y desestimó la opción, para presentarse a un nuevo examen al año siguiente y conseguir aquello que se le resistía.
Su especialidad médica es la Psiquiatría y estaba ilusionado en conquistar una vacante en Madrid o Barcelona, que son las dos ciudades punteras donde se dirimen las mayores infraestructuras de esta especialidad.
Por méritos de examen Cheo, había conseguido disponible, para ir a ocuparla de inmediato, opción que desestimó y cuando reaccionó, ya no había vuelta atrás, la “crisis” entraba por el ancho umbral de las vidas de los españoles, quedando el bueno de Cheo sin trabajo momentáneo.
Pasados unos meses interminables en los cuales debía comer, pagarse la pensión y vivir para mantenerse, tuvo que echar mano de lo que primero surgiera, que por cierto ya no era demasiado. La bolsa caía y los bancos cerraban sus créditos, el desánimo cercó la economía y todo daba señales de endeudamiento. El paro creció y dejó de tener consistencia, sin pensar casi nadie las repercusiones nefastas que de ella se derivarían. Las cuales trajeron muchos contratiempos a personas y empresas, entre ellos Cheo que no imaginaba lo que se le avecinaba.
Entre tanto le surgió un trabajo para suplencias en una Mutua de accidentes de trabajo, empresa adjunta a una importante firma de seguros globales de capital español, delegación situada en la ciudad de Caspe. Por esa razón tuvo que modificar su padrón de residencia y trasladarse a la villa zaragozana caspolina, encontrando una vivienda diminuta pero que dadas las cuantías dinerarias que ganaba, es la que le venía de perillas al doctor.
Trabajo que impartía con plena solvencia en guardias y reemplazos médicos. Hasta que se agravó la crisis y se finiquitó el miserable contrato que le hicieron. Siendo despedido y sin trabajo quedó en la calle. Mucho recorrió por el mundo de la medicina en la provincia de Zaragoza y los aledaños ya pertenecientes a Teruel, sin procurarse la oportunidad de ser asalariado como médico suplente, enfermero, asistente, aun y necesitando tanto, cubrir esos oficios por carencia de mano de obra titulada.
Nunca llegó a desmoralizarse. José Trinidad Callejas Martínez Recadero, un licenciado competente, con unas ideas amplias y una moral de león, supo adaptarse a los tiempos y a las dificultades.
Fue entonces cuando cambió las recetas y el estetoscopio, la bata blanca y las interminables guardias en los ambulatorios, por el pico, la carretilla, el tablón y el cajón de yesero y fue donde tuvo que echar mano y engancharse en labores para la construcción y chapuzas varias.
Conociendo en aquellas fechas a su gran amigo Cándido, que con el devenir de las fechas y siguiendo depauperándose el trabajo en Aragón y España entera, también fueron despedidos de forma improcedente de la compañía de construcciones donde trabajaban.
Aquella crisis se quedaría en el país por un periodo indefinido.
Tampoco se arrugaron y se echaron ambos al espectáculo,  no quisieron esperar como borregos en las colas del desempleo, ni pedir caridad a la salida de los mercados de abastos. Así que se presentaron al concurso de Aragón Televisión, llegando a ganarlo, para desde entonces dedicar su esfuerzo artístico por baratos pubs de copas, espectáculos en teatrillos, restaurantes y casas de putas de las carreteras. Hasta que el empresario mexicano con descendencia del bajo Aragón les vio actuar en el Teatro Principal de Alcañiz y les contrató para cruzar el charco y llegar a Managua.



Continuará

To be continued...








domingo, 25 de octubre de 2015

Presentación de: Me bajo en Triunfo

         
En la tarde de ayer en la Biblioteca García Nieto de la ciudad de Cornellá, se presentaba la novela de un servidor. Me bajo en Triunfo, editada por Onix Ediciones.
            Todo estaba preparado desde hacía días, los detalles principales solucionados, los invitados con el conocimiento que se celebrara el acto y las ganas de realizarlo con agrado, a la par que los nervios y las ilusiones.
            Que emoción es tener una idea, procrearla, vivirla tantas veces, pensarla en su dimensión y detalles, crear esa escaleta de secuencias, corregir cientos de veces el guión. Verla en tus noches de insomnio, dibujarla en secuencias, matizar los pro y contras, inventar los protagonistas, escribirla, corregirla, quitar sobrantes de léxico, añadir ese diálogo, que te dejaste por las prisas, darle belleza creativa, ponerle el estilo y al final enviarla al editor para que decida si se publica o no.
             
 Si les gusta, si cuentan con ella y después de mucho esperar, y esperar. Ver un día ese título en las librerías, tan bonito de presencia, con las ilusiones puestas en su difusión y con el deseo que agrade a los críticos y, a tantos amigos lectores. Arduo es el trabajo posterior, la divulgación, la distribución, la venta puerta a puerta. Ofrecerlo también de forma unipersonal de librería en librería.


            El ensueño de saber que es una ilusión, un deseo un fin que compartes mientras la escribes, casi se transforma en algo comercial y difuso cuando mercas con los intereses de quien se toma todo esto como negocio.
             Sin conocer ni pensar que esta profesión, está hecha para sufrir. Esta dedicación de escritor, esta inclinación está hecha solo para padecer. Ya que uno padece siempre y si no lo creen; vean:


            Por relatar aventuras, cuentos, novelas, poesías que son escritas solo para los amigos. Dadas las pocas oportunidades que tenemos los que a esto nos dedicamos, ya que el lector cada día abandona un poco más la costumbre de leer. Es casi evidente, que hay más individuos que escriben que curiosos, interesados, adictos aficionados a los libros que leen. Cuantas empresas dedicadas a esto han de cerrar, por falta de negocio. En este país maravilloso, no se lee lo suficiente en comparación con otras naciones, que las tenemos por menos, que nos pasan las manos por la cara, por poseser muchas más librerías y por ser pueblos interesados en lo que se vierte en las editoriales.


             Los hay, que somos privilegiados, porque la fortuna nos puso, en la órbita de la asociación de los Poetas de Cornellá, que nos unió con un cordón de lana a cuantos quisimos hacer la travesía y volver a apostar por una de las mejores cosas de la vida, conocer, saber, leer, escribir para tí.

          De la mano sabia de Alejandro Sanchez Ahumada, que fue quien nos dio el elixir del lápiz inquieto, nos pusimos a trabajar en unión y buena compaña y ayudado por un Alcalde estupendo de una ciudad estimada, permanecemos con las ilusiones en alza, escribiendo, recitando, cantando y haciendo cultura a la ciudad más emprendedora culturalmente hablando de Cataluña: Cornella y su estrella principal, el que acuña las decisiones Don Antonio Balmón, que junto con su equipo de gobierno hace maravillas para y en pro de una señora sincera y callada llamada Cultura General.

         
 Como bien les digo ayer día 23 de octubre de 2015, fui tocado por la providencia, y por ese denuedo que únicamente se consigue con trabajo, a presentar mi modesto libreto, en la Biblioteca de García Nieto, rodeado por mis amigos, por mis lectores y por gente que en realidad nos quiere tanto que deja de hacer tareas importantes, por venir un rato a acompañarnos.
 Que lujo, que alegría embriagadora notarte allí_ permítanme, que hable en primera persona del singular_, con tantos ojos clavados en mi silueta, que te miran, más que eso que te beben y que esperan de ti, ¿Quien sabe, lo que esperan? Porqué realmente el que espera, el que esperaba era yo y de verdad, fui complacido por el cariño que recibí en aquellos instantes. Privilegiado soy, y daré siempre las gracias a todos los que habéis conseguido que me emocionara en silencio, sin muestras físicas, sin estragos demostrativos, sin sollozos. Llenando mi ilusión desde el primer plumazo que dio el spiker que presentaba, tan solo con su mirada de apego, de amigo de persona.
Me regaló el cuajo y la serenidad necesaria para que no saliera corriendo en busca de un escondite y pedir que la tierra me tragara.

           La mesa presidida por Aurora Mendo, Alejandro Sanchez Ahumada, Oscar Esquerda, editor y un servidor de ustedes, y dirigidos por el fenomenal presentador Jordi Subirá Fumanal, un valor también de nuestra Asociación. Se realizó la preciosa puesta de largo de la novela que está sujeta a está crónica.

            Los cantautores Alfredo González Vilela, y el músico acompañante Mariano, nos deleitaron con canciones, que además eran letras musicadas de nuestra procedencia, detalle que aún hacía más allegado el acto. Añadiendo con la inesperada y artística actuación de José Triviño, poeta, juglar y Templario, que nos abordó con una puesta en escena de unas bellas odas que inundaron el salón con esas trovas mercenarias. 
No podemos olvidar a Consu Jimenez, que ha sido la protagonista femenina de la velada, ya que ha recitado como los ángeles, unos poemas difíciles y muy singulares. Lo ha hecho con la sobriedad y el arte que a ella le caracteriza. Consu Jimenez es una autora, una poetisa de primerísimo orden a la cual, todos tenemos una gran admiración y yo en particular un gran afecto.


              Cada cual, puso de su parte, aquello que guardaba, dejando a los espectadores un regusto tan dulce que todo se tradujo en armonía, música, poemas y sentido emocionado de gentes que con poco logran hacer vibrar a los insensibles.Les dejo parte de la presentación que aportó el abajo firmante de esta crónica y fotos insertadas para que ustedes la disfruten como el acto lo merecía.


Documento Leído:

            Buenas tardes decirles sin dramatismos que yo que estoy acostumbrado a preparar protocolos, escritos y pamemas a personas y profesionales para leer en público.
Llega mi hora; la de darme jabón a mí mismo, la que debiera ser el colmo del espectáculo concentrado y… ¡no tengo nada!
Ni alegato ni epístola que sobresalga que sea tan singular, que les pueda apasionar.
Eso no quita en dar las gracias a todos los que habéis venido esta tarde aquí, a acompañarme en este acto, un ejercicio de valor tanto por parte vuestra como por parte mía.
Vosotros por ser de los que leéis, además de hacer otras muchas cosas y por mi lado en entrar en la aventura de publicar novela. 
Con el consejo inestimable de mi editor Oscar, de Onix Editores, al que agradezco mucho haya escuchado mi llamada y esta se transformara en ilusión realizada.
Ante todo vaya mi reconocimiento hacia mi asociación, la de Poetas de Cornellá, que con su esfuerzo y con el empuje del Ayuntamiento de esta Ciudad, ¡ésta travesía se ha podido hacer!

Que decir de Poetas de Cornellá y de su Presidente Alejandro Sánchez Ahumada, que es la primera institución en acoger a cuantos escribidores y juntadores de palabros, nos atrevemos a expresar aquello que se le llama sentimientos o emociones.
A músicos que con sus guitarras y arpegios crean nuevas melodías, con letras incontestables de su cosecha, que nos engranan las neuronas del placer con la mezcla inagotable de las definidas notas del solfeo.

Citar a muchos otros que hacen tanto para que estos anhelos, se cumplan y ayuden a que esta amalgama de inicios sea posible.
Es el caso del Consistorio de Cornellá, el de esta ciudad, por su innegable apoyo a la ilustración y a la cultura.
Proporcionando un andamio cultural y divulgativo, que sobresale de manera clara ante cualquier entidad cultural de ya no del bajo Llobregat, sino que me atrevería a decir del conjunto de Cataluña.


Sinopsis de la novela

El desarrollo de la historia se establece en la Barcelona del comienzo de los noventa, cuando se empezaba a destapar en toda la piel de toro los escándalos financieros de todo tipo, entre gubernativos interesados y banqueros presumidos.

En diciembre de 1993, el Banco de España interviene el Banesto, destituye a su presidente y a todo su consejo, noticia que el diario El Mundo ofreció despertando a tantos ciudadanos, que creían que sus ahorros estaban en las mejores manos.

El protagonista de la historia se ve inmerso en un affaire como parte perjudicada y ha de andar con cien ojos a las historias que desde los juzgados le solicitaban para testificar, en un conflicto ajeno a él, donde se vio mezclado.

El antiguo Palacio de Justicia de Barcelona, es el que dio cabida a todas las audiencias y peripecias de la novela. Estableciéndose un marco de actuación en el viejo recinto construido en el año 1808, donde se desarrolla la acción de la trama y donde el autor tuvo que versarse de forma fehaciente.

Espacio que agonizaba por su falta de funcionalidad y por las carencias higiénicas que disponía. Teniendo que mezclarse el protagonista del relato,  con un mundo diverso de gentes que existen pero que hasta que no las tropiezas, no crees que puedan llegar a ser tan molestas para la sociedad y el que no está acostumbrado a estos vaivenes podría llegar a atragantarse.

En las tres partes en la que está basada la novela se describen multitud de semejanzas entre los personajes, todos ficticios, que suelen faltar a la justicia, sin llegar a ser todas delincuentes, pero en ocasiones llegan a verse tan parecidas a conocidos nuestros que dan lugar a pensar que esta sociedad adolece de una educación seria y pertinente.


Dándole según que magistrados, la razón a los instalados fuera de la ley, y que los que están dentro, los que cumplen con las normas, las leyes, son los que además de sucumbir por esa “infamia” pagamos los impuestos.




        

  
                





Agradecer a todos cuantos hicieron posible este acto, ya que sin su colaboración nada de lo aquí expuesto hubiera sido `posible