martes, 30 de agosto de 2022

Una señal en las nubes

 











Así comenzó la elucubración:

 

Nadie podía predecir que aquel pensamiento, se cumpliría.

Aunque realmente su luz y belleza con la emoción llegando

a la zona, invitaba a decirlo sin equívocos, ni medias tintas.

Era una propulsión que salía del alma. El destino decretaba

 

La impresión fue de “encandilas”

Como un torrente en preludio,

de una sinfonía en julio,

que anegaba mis pupilas.

 

De pronto ya no asimilas

por culpa del tío Tulio.

De inmediato entré en el lio

y desde el puente vigilas.

 

El sueño continuó durante horas

 

Ellos, los padres de Narciso y Nuria habían comprado una

propiedad, en una población con variada historia, dentro

de su ciudad fortificada, que subsistía del agro y rebaños,

dentro de la zona nombrada como “España Abandonada”,

una villa con leyenda pasada, que había quedado en parte

oculta, por la apertura llegada tras la naciente democracia.

 

Aquí viviré parte de mis días

anunció el mozalbete muy alegre.

Pretendo disfrutar, así me integre

sí me dejan y dan sus cortesías.

 

El tiempo pasó como de costumbre, y plateó el cabello

quedando como sello, los recuerdos innegables, algunos

buenos y de los otros, no los recuerdo. Ilusiones gratas

que se cumplieron y otras que no pudieron.

 

Cierro los ojos, y noto:

 

El sufrir por mi cosecha

La borrasca que me acecha

El cantar de mi cigarra

Mientras remé como hormiga

 

y al rato, cuando los abro:

 

la ilusión de agradecido

el olor de los despechos,

la amistad del buen amigo,

lo que pudo ser, no ha sido

la bendición de mis hijos

el bolero que seduce

y el haberte conocido.

 

Cuando despertó, no recordaba nada.
















lunes, 29 de agosto de 2022

entre la nada y la ausencia.

 




 

 






Sería el lugar, tan precioso,

muy conocido por todos

con gloria, muy pretencioso,

y lindo, de todos modos,

que no supo ser grandioso.

 

Ni con la gente, armonioso

sin presumir de recodos,

lugar que fue luminoso,

y por culpa de estos godos,

¡Ya es poblado perezoso!

 

Lo volvieron ambicioso,

profundo, sin acomodos,

en un mundo codicioso.

hartándose con sus lodos

muere y yace victorioso.

 

Consenso tan espantoso,  

Lo rigen los abobados,

en silencio sedicioso

por su tribu de engañados,

y las normas del miedoso.

 

Enchufados, perezosos

ocupan repantigados,

las poltronas, vanidosos

y siempre recomendados

por concejales gloriosos.

 

Por motivo misterioso

y una vez se fueron todos,

quiso enmendar al coloso,

con fuerza bruta y sus codos.

No siendo maravilloso.

 

Lo han dejado gangrenoso

Falleciendo por sus nodos

gracias al escandaloso

que publicita en periodos

con atraco generoso



agosto, 29 año 2022

 







jueves, 25 de agosto de 2022

Te contaré un cuento.

 



Érase una vez un mirlo rosado, de la familia de los gorriones, que volaba muy orientado buscando la dirección de Anna, que es una chiquilla muy alegre. El colorín volador, en ocasiones no sabía dónde posarse, por el cansancio y la distancia y en cuanto encontraba una rama de árbol, un recoveco de arbusto, o las propias hojarascas del campo, se detenía a descansar para proseguir su marcha y encontrar la dirección donde debía dejar el mensaje que llevaba.

Aquella mañana reposó, sabiendo que había llegado a su destino. El balcón del primer piso de la casa donde vivía la niña que buscaba. Una jovencita afectiva, muy lista y agraciada que vivía protegida por el cariño de sus papás, y toda la familia que le rodeaba. De inmediato la chiquitina se dio cuenta que aquel ruiseñor sonrosado detuvo el vuelo, en la barandilla de su ventanal, dando brincos y rebotes cortos. Bastante irritado por la tardanza en una premura de una alegría concentrada, al haber llegado al lugar que pretendía.

Nervioso y sin poder permanecer quieto, con el aprieto de entregar su misiva y además ilusionado por intuir que la niña, lo observaba fijamente tras los cristales de su domicilio, quedó a la espera. Los trinos de su canto, el jolgorio y la parranda del grojeo de su alharaca, dieron señal a la preciosa destinataria, que le atendiera porque le traía desde muy lejos un deseo. Un recado muy importante que le enviaban desde las montañas y que debía conocer, sin pérdida de tiempo y sin lugar a dudas.


El
mandado venía desde lugar lejano, y debía de ser entregado a ella misma con mucha certidumbre y rapidez.

Después de haber volado para ella tras los montes, ríos y valles, cruzando pueblos, ciudades y barrios muy alejados del origen de aquel secreto, no podía desmayar.

El pajarillo ya aguardaba sosegado, muy cansado, porque había hecho aquel peregrinaje, en tan solo un día y una noche. Un trayecto muy apurado, y a la vez necesario, que la princesa e infantil niña debía recibir.

Enviado, de esa forma tan peculiar, como suelen viajar los deseos esenciales que son preciosos, y que se descubren por los aullidos, alaridos y baladros suaves, al ser pronunciados en los sueños galanes y en las manifestaciones reales, para que la persona destinataria, lo reciba al despertar y, siempre lo pudiera almacenar en el mejor de sus recuerdos.

Anna, abrió su ventanal, recibiéndole con mucha ilusión y lo acarició en su regazo, mimándole, con esa clase de arrumacos que a menudo regalan las criaturas, cuando notan que se les quiere. El simpático ruiseñor rosado le dijo, que había volado para ella, por entre las nubes grisáceas de inmensos cielos, soportando poderosos vientos que lo hacían crepitar, sobre y por debajo de las torrenciales lluvias ocurridas. Rodeando el escándalo de los truenos poderosos con sonidos aterradores y ecos estridentes, tan enérgicos y duros que proveían un miedo poco explicable. Con las chispas de los relámpagos centelleantes que podrían haber hecho perder el rumbo a cualquier mensajero que debía llegar junto a su casa.

Relatándole a la pequeña como llegó a su destino, gravitando por los vientos erráticos, que lo ayudaban a volar desde las montañas del Bajo Aragón, en dirección al amplio mar Mediterráneo.

El ruiseñor piaba y la niña le entendía, comprendía, el significado de aquellos trinos, procedentes del chiquito pajarillo aventurero, que se atrevió a volar para llevarle las ilusiones, los abrazos y cariños procedentes de un cuento diferente a los que ella normalmente leía y le explicaban.

El jilguero antes de finalizar, antes de cerrar la ilusión, le dio el mensaje: Anna, te queremos mucho y pronto nos veremos.

Chapolín encarnado, el gorrión rosado, y mi mensaje se ha acabado.



Es para ti.


domingo, 21 de agosto de 2022

Han desnucado la ilusión.

 












Ha faltado ilusión en las fiestas,

__ decía McThorton a Merylin.

y yo, me he encontrado tan perdido

como sonámbulo en noche oscura,

que apenas conseguí disfrutarlo.

__ Merylin, quitando importancia adujo.

__ No hemos sabido regocijarnos,

ya que nadie se ha preocupado

en que fueran días de espejismo.

Se ha perdido la participación,

y nos ha confundido el desorden.

__Zanjó con expresión desangelada,

y siguió conversando anodina

__A menudo cuesta demasiado

conservar lo conseguido en años

confiamos en que nada se pierde

y han sido unos días sin substancia




 









La calle estaba mojada,

más que tu espalda calada,

mostrando cierta humedad,

que la lluvia propició

buscando caricia ajena,

y tú tan ilusionada

adrede lo atenuaste,

porque el agua te mojó,

detalle que aprovechaste

para ser acariciada

con idea de secarte.

Te desprendiste la blusa,

mostrando luces y alcances.

 

Las fiestas ya se pasaron

ni tormentas ni calores,

impidieron que rozaras

delirios que siempre son,

aspiraciones mundanas,

que todos guardamos dentro

de nuestra alforja entallada.

Mudeces que nadie sabe,

sigilos que no revelan

cortinas que no se extienden,

ni secretos, casi enigmas,

que ni este ni aquel pretenden

quedando en anonimato,

mi deseo por tu cuerpo

mientras suena el chupinazo.

 

 

Este año sin fervor

se escapó mi mes de agosto,

otro año que pasó

al raso y residuo angosto.

Sin poso ni marca clara

al distinguirme en tu rostro

que, a diferencia del mío,

discrepa de lo sufrido.

Dentro del puro silencio.

Será que todo está claro,

que me falta la ilusión,

y en la esquina de mi pecho

en destacado rincón

se muestra con vil descaro,

mi secreto y emoción.

 

Empapada te presentas,

mojada y hasta las cejas,

crees que no se nota y pecas

desde el escote al blusón

deseas desde la plaza 

ser mi mayor ilusión.

las mangueras remojaban

robándonos la razón.

El agua caía a chorros

disipando el calentón

que notaban tus medidas

y tú pelo se esparció,

en melodía esperada

y desde aquí me importó,

un beso que yo esperaba

al fin encontró el buzón,

del remitente inquietante

que solo desembocó

en locura imaginaria

guardada en mi orientación.

 

Desde el mollete mojado 

tu respirar tan cortado

que en tu cara se mostraba,

tocaste mi pecho al vuelo

y te viste abandonada.

Una alegría muy sana,

se desprendía en tu faz.

encontraste migajada

de mi labio, el superior.

La tormenta disipada,

reflejaba en tu mentón,

y esas gotas de agua clara

erraban con sensación.

entrando a tu escote amplio

y abriendo el sujetador

me regalaste un abrazo,

desecho por el calor.

De encontrar la carnadilla

de tus hermosos arrojos,

que serenos esperaban

que mis manos los palparan

con disimulo festivo,

con el fresco de agua tibia,

filtrándose en mascarillas.

 

Comenzaron los bramidos

el chupinazo rugió,

las mangueras nos calaban

encima del pantalón.

Las muchachas desatadas,

los quintos y el garrafón

estaban desorientados

por la mega sensación.

nadie fijaba los puntos 

los inicios ni aquel son

la fiebre estaba encendida 

y yo con mi colofón.

De tantos años sin fiesta

y todo lo que pasó,

llevamos cierta la pena

y olvidamos que ocurrió,

con disgusto recordamos

y mi urgencia me nubló.

Dejándolo en el tintero

y borrar el sinsabor.

 

 La gente desenfrenada

por su desesperación,

hemos estado dos años

sin escuchar tu canción.

Forasteros sonriendo

sin suponer la presión.

A ellos se les escapa,

huyendo del remojón.

Han faltado las fanfarrias

la ilusión que nos robaron,

el concierto y el zumbón.

En este mundo se cambia.

¡Viva mi Fiesta Mayor!

 

 

Todo ha cambiado, espero que vuelva

La normalidad, __ repuso McThorton

suspirando desde el ventanal.

__ Merylin, quiso darle un toque de

sabor sensual, y comentó.

__ Han de retornar, el amor, y la alegría,

sentir de nuevo el roce de la ilusión y

frotándole con tibieza la piel, y pidiendo

a gritos le diera felicidad. Allanó su mirada

y muy excitada, siguió intentando seducir a

McThorton, que se había quedado dormido

en su regazo.