viernes, 31 de enero de 2020

Crimen Dudoso en Abacus




La prestigiosa Librería, Abacus, presentó anoche en Cornellá, mi tercer novela Crimen Dudoso, en las instalaciones de su sede. En un entorno muy recogido y enigmático, por pluricultural. Donde se afincan, reservan y esperan toda clase de novelas, tratados, narraciones y demás consecuencias de las letras. 




Las cuales recurrentes, permanecen inertes, a la expectativa; esperando al lector de turno, que las adquiera para leerlas y disfrutarlas.







Todas ellas además, cumplen la función de consulta literaria, para escritores, lectores y demás interesados, en el momento que decidan.






Todo estaba preparado desde hacia bastantes días, nadie sabía como se iba a desarrollar este encuentro, ya que no hay ninguno que sea exacto, ni tan siquiera igual. Nunca se sabe si el público asistirá a una nueva presentación—hay tantas y tantas. 




En un principio, todos se apuntan con sus buenas intenciones a estar presentes, luego a la hora de la verdad, a todos nos surgen problemas, inesperados que no nos permiten acompañar al escritor, al amigo. Siendo a su vez comprensible, ya que la vida como tantas otras cosas, es mutante e inesperada.



En esta tarde del jueves 30 de enero de 2020, tuve la magnifica suerte de contar con muchos de mis colegas, amigos, compañeros, conocidos, que por supuesto estaban invitados como es mi norma, los cuales me acompañaron en esta singladura de la presentación en Cornellá de Crimen Dudoso






Desde aquí, dar las gracias a todos los que pudieron venir y a los que les fue imposible, por motivos varios. Reconocerles, a todos ellos su buena disposición y amabilidad para conmigo y enviarles desde aquí mi abrazo.







El desarrollo de la tarde fue normal, la llegada con tiempo a las instalaciones de Abacus y la gran atención del personal de la preciosa librería, encabezado por la ínclita Emily, que en todo momento estuvo para ayudarnos en tantas veces, como se le requirió, sobre todo en la distribución de lugares y sillas, que tuvo que ampliarse en tres o cuatro ocasiones, debido al público que llegaba a la cita con Crimen Dudoso.







En cuanto al autor de la novela decir que está feliz, por la acogida de todo lo relativo a la presentación, dado que en jueves laborable, con la molestia del traslado al lugar de la cita, ya que se celebraba, fuera de la plaza de residencia, es un valía. 





Lo que aún hace menos ligero el capricho del desplazamiento. Por desviarse todos ellos de sus quehaceres habituales, robándoles por un par de horas, su confort tras una jornada prolongada y descentrándoles de su círculo de comodidad ¡Tiene mérito! Venir a escuchar a un entusiasta escritor, se me antoja precioso e impagable























martes, 28 de enero de 2020

Alcanzo y oteo






Parece nos de risa la prudencia,
nos causa mucha guasa lo atinado.
A lo coherente, se llama atrasado,
y el ser natural, no es una exigencia.

Muchas veces, me quedo sin conciencia;
no se dónde mirar, por atascado.
Ni quien comprenderá mi rollo usado.
Dudo, a veces. Me encierro en mi experiencia,

Ni tan siquiera opino. Igual ofendo
algún mal aprendiz, de nada bueno,
que pudiera asentir, lo que de horrendo,

presume, y saca pecho. De ese trueno,
que lleva por cabeza, no sintiendo,
un ridículo cruel, por desenfreno.













domingo, 26 de enero de 2020

Fue más ciclón, que mujer.









¿Gloria es una mujer? Más bien galerna.

fue parida por la naturaleza

la que nos apañó con su torpeza,

con muerte, que la trajo y nos consterna



Mujer por decir algo, ¡No es materna!

la bautizaron sin delicadeza

sabiendo que traería su incerteza

miedo y oscuridad de su caverna



Dejó al caer un manto muy brillante

bonito y cuando heló fue tenebroso

vientos fríos, tormenta desquiciante



inundaciones que dejaron poso

instantes de terror, espeluznante

destino fugaz, con rasgo tramposo







sábado, 25 de enero de 2020

Vocativo para la destrucción.






Que bonita es la nieve
si se atisba de lejos,
la que borda mi espalda,
sin pedirme consejo.


Que blancura y candor,
manto blanco relieve.
Mujer nívea que siente,
y desnuda me muerde.


Mastica mi piel blanca,
y con su baba traga,
los residuos del alma
desblindando mi saga. 


Después vendrán los miedos
los que están y se notan,
los que hierben sedientos,
los que pacen y acotan. 


No es la nieve caída
la que trajo la muerte,
la indecente que vive
tras cristales silentes.


Tanto miedo te tengo
a que vuelvas con fuerza,
que rezo al cielo y quiero,
si has de volver, tibieza.


Imagina por gusto
ventolera de viaje,
ese que frecuentamos
sin luz, y sin ambages. 


Figuro y no te siento
en grande lontananza,
con ese rudo viento
que ahuyenta mi templanza.


Me enamore del copo
que surge de tu pecho ,
el que rezuma flojo
y tanto huele a helechos.


Gloria, tanta borrasca
para mojarme el alma,
para teñirme el cuerpo
del añil de tu palma.


Nos trajiste desgracia
nos sumiste en el lodo,
profanaste la magia,
con desprecio, y sin modo.


De paso, en el mundo estoy,
solucionando entuertos,
comprometiéndome hoy
sin fruta quedó mi huerto.


Me desnudó de gloria
en una noche amarga,
mi fruto se fue en la noria,
deslizado entre aguas.














viernes, 24 de enero de 2020

Gloria en el cielo y en los ríos, caudales controlados





Son preciosos los paisajes que deja la nieve al caer, en los pueblos, en los campos incluso en las ciudades, pero si contamos los destrozos, pérdidas materiales y desgracias físicas y personales, inconvenientes cuantitativos en problemas y demás, se deja de tener esa opinión bucólica para aborrecer lo lindo que se deja apreciar en postales.
Nos venían avisando que Gloria, a pesar de llevar nombre femenino, no traía demasiadas simpatías, que nos haría enmudecer en bastantes ocasiones y además padecer en otras muchas.
Los avisos, las alertas las escuchábamos, y los poníamos un poco en tela de juicio, a la espera de ver realmente, si eran ciertos, esos gritos alarmistas.

Desde hace unos meses, parece que la sección del tiempo en los telediarios, está de moda y su emisión, se hace más larga y pesada que antes. Dándonos unas explicaciones sobre los «hectopascales», los «tsunamis» extraordinarios y la ciclo génesis, que conjuntadas con las miles de fotografías que reciben de algunos cientos de —aficionados—fotógrafos naturalistas, dejan exhausto a los profanos, que tan solo queremos saber si mañana lloverá, para agarrar el paraguas.
Son previsiones que a su vez son estimativas, ya que a la Naturaleza, no la domina nadie, y tras tanto cuento, que nos regalan sobre los miedos de la «Caperucita Roja», en que siempre viene el lobo, con dientes de cuchillo, y a veces, por no acertar, ni llega. Ese ha sido el «pin» de la cuestión, ahí estuvo nuestro fallo, por ser unos incrédulos; nos pillaron las dentelladas del lobo, disfrazado con las ropas de una Gloria, que venida del cielo, nos hizo ese daño inesperado.
A la mitad del pueblo en general, nos ha dañado de verdad, sin; en un principio, creernos que ésta fenomenal y genuina «Gloria Borrascas», era tan dañina y no era otra amenaza, de los meteorólogos de turno.

Familias enteras sufren por todos estos fenómenos de la disfunción, que ahora sostiene la naturaleza, y que si no tomamos en serio las medidas que nos indican, seremos pasto de las inclemencias de ese tan aclamado cambio climático.
Lo peor de todo ha sido, la poca atención que han tenido en según que zonas los habitantes de las mismas, por parte de los señores políticos. Quiero creer, que no todos, pero en una gran mayoría, han pasado del tema.
Aquellos que hace cuatro días sacaban pecho en las elecciones, dándonos ejemplo de servicio popular, sin nada a cambio. Preocupados por como dicen ahora, «Todos y todas» Vecinos y vecinas, desgraciados y desgraciadas del pueblo. Aquellos que se rasgaban las vestiduras, en demostrar que solo y únicamente viven por nosotros. ¡Pues ya lo ven amigos! Han habido pueblecitos, villas y lugares no tan remotos, que han quedado completamente incomunicados y nadie se ha acordado de que igual, necesitaban cuidados médicos, o quizás tener luz eléctrica para poder mantener sus calderas en marcha y no congelarse, poder encender sus cocinas para darle la leche caliente a sus menores, limpiar esas callejas que acumulan metros y metros de nieve, que a su vez ésta deriva en hielo.
Sin mencionar las comunicaciones, con los familiares, que muchos viven lejos de esos lugares, poderles mantener al loro, y que no tengan preocupación, por su bienestar. Pudiendo ser informados por ellos mismos, que no les pasa nada, pero eso sí; bloqueados, por vivir casi en un país de «pandereta» donde no pueden sacar una quitanieves, a limpiar sus calles, por no tener en regla la ITV, la famosa Inspección técnica de Vehículos, como ha pasado en una población aragonesa.

Con todo el respeto que me merecen todas las personas, incluidos los políticos y políticas, decir: que ellos y ellas, los miles de salvadores y salvadoras, que mantenemos, en todas las comunidades. Decir y repito: que no se preocuparon por los afectados de esta Ciclo Génesis invasiva y están tan contentos, como lombriz en el culo.
Una vez han conseguido sus escaños y sus butacones, —para que padecer, —«piensan» y disfrutando de sus felices nombramientos, y demás beatitudes; volvieron a olvidar al ciudadano de a pie, aquel que vive en la España Vaciada, y a los que vivimos en la España repleta por supuesto.
Ellos ahora muy preocupados en modificar las leyes de la Constitución, por sus propias conveniencias; poner « pins » o quitarlos, desgraciar la gramática, con esa defensa del lenguaje invasivo, tienen suficiente.
Solo me queda pensar, que algún día los que nos vamos librando por aquello del destino, también sufriremos por esas aptitudes y actitudes de los que nos gobiernan y decir que tal como nos dan aviso que viene el «lobo», que también tomen medidas para evitar los mordiscos de las grandes consecuencias que nos deparan a los que no tenemos la posibilidad de ser escuchados.
Enviar mi aflicción a todo aquel, que haya sufrido con esta dichosa Gloria y pedir al cielo, que no nos envíe más Glorias, pero si nos vendría bien recibir un virus parasimpático de honradez, y decencia para todos. «Ya se me olvidaba» y todas.




domingo, 19 de enero de 2020

Consejos, no vendo













Soy el que menos puede dar consejos.
Cuando necesité, no hice ni el caso,
a quien me daba luz, en mi error craso,
desoyéndoles por tantos complejos .

Ahora me pides tu, desde tan lejos,
que te ayude y decida en tu fracaso,
eludiendo tu opción, y así de paso,
por si yerras, sea yo el de los manejos.

Si pudieras dar marcha atrás de nuevo,
comprenderías a los que, te quieren.
Voces que yo recuerdo y me conmuevo.

Sin repetirte: por no afear, te hieren,
y si no elijes pronto ese relevo
tus errores pondrán fin, si no mueren.