jueves, 4 de octubre de 2018

Única, sinfonía.








Dejé mi pena en el fondo
para ver si disuadía,
al ver el dolor tan hondo
creí que me moriría.

De la alegría respondo
respondo de mi alegría,
decía yo y no me escondo
al saber que ella vendría.

Con tu juego tan orondo
ancho quedé todo el día,
casi me pongo cachondo
viendo tu fotografía.

La cosa tiene trasfondo
no es ninguna tontería,
el capricho es sabiondo
porque lleva tu valía.

Mi amor para ti es redondo
quiero que entiendas, María.
De ahí que quiero y ahondo
dedicarte mi poesía.






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