lunes, 1 de octubre de 2018

Se puede pedir más

















Con su mirar risueño casi aprieta
los deseos que a ella le interesa.
Es niña y así debe ser ¡Se estresa!
Con sus antojos raros no se inquieta.

Camina por su mundo, su planeta,
haciendo niñerías que procesa
y así su abuelo, la mima y la besa.
¡Como la quiero Dios! Es mi saeta.

Polichinela en trance adelantado,
es un oficio nuevo en conjeturas
donde el poeta es el príncipe alado.

Siendo un payaso con narices duras
que alcanzando su risa, está pagado.
No habiendo mejor premio ni lisuras.











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