domingo, 28 de octubre de 2018

Valiosa emoción














No tengo la costumbre de expresar.
A menudo lo que adeudo a mi flor.
Tal vez con gestos me arrimo a su olor,
sin demostrar saber y sopesar.

Con el rubor que entraña el confesar,
lo mucho que la quiero por su amor.
Si la perdiera, en su ausencia y dolor,
dejaría de ser y profesar.

Somos cada cual como nos parieron,
los unos cariñosos y sensibles
y los demás tampoco se excedieron.

Si al disfrutar de flores imperdibles,
que con sus frutos nos estremecieron
gozaremos dichosos y plausibles.








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