Imaginaba
estar contigo a solas,
inventando
el momento y las caricias,
esas
mismas que envidian tus codicias,
por
el flujo de tu escarcha y mis olas.
Tus
silencios me inspiran; descontrolas...
las
sacudidas de tu orgasmo
y gracias
al
empuje de nuestro amor no asocias,
el
crudo éxtasis que siempre arrebolas.
Sólo
te vislumbraba en verdes sueños,
cuando
te arrebujaba sin tus miedos,
gozando
de tus ojos que son dueños,
que
al desear nos demudan sin denuedos.
Tanto
sexo con ásperos empeños,
cuando
me acariciabas con tus dedos
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