El ser feliz conlleva transportar,
aquellos
seres que no llevan funda,
ni
estima, ni razón alta y profunda.
Es
saber fingir por todo e importar.
Es
el precio que exige el exhortar,
saber
pasar de la idiotez inmunda,
poder
evitar la memez rotunda
y
en el intento, ver y soportar.
Todo
eso es necesario y sin despiste,
ser
un tipo gracioso y educado,
coherente
y real ¡De los que existe!
Decidido
y locuaz, algo encantado,
el
ser feliz entraña no ser triste.
¡Vivir
con la pasión de enamorado!
0 comentarios:
Publicar un comentario