sábado, 23 de junio de 2018

Aquella verbena
















En noche de verbena nos miramos,
te buscaban mis ojos somnolientos.
Sin descuido rondaron flujos lentos,
sin lenguaje, ni gestos, nos mimamos.

No preciso, los besos que gastamos.
trucando mis pasiones por intentos
amanecimos sin pudor, sedientos.
Disfrutando del hecho. Nos gustamos.

De ahí que mi recuerdo sempiterno,
vaya a estrechar tu cuerpo en la memoria.
Desde una fiesta del solsticio eterno.

Hoy desde la ventana de mi historia,
todavía percibo entre mi averno,
tu ausencia marginada, fue notoria.





















0 comentarios:

Publicar un comentario