Te comparo a mi
suerte,
viento,
contigo; contigo,
vislumbro mi destino.
Contigo,
inclemencia que
adivino,
contrariado vas y
vuelves
renunciando a los
sentidos.
Contigo,
céfiro que hurtas
por esos cielos,
y por las praderas,
dejas frío.
Contigo, contigo,
tormentas y relámpagos,
infructuosos deseos
y la suerte que no
atino.
Contigo,
que en noches de vendaval
me arrugas y ciegas,
rugiendo y evitando
que mi suerte se extienda.
Contigo,
con mi confusión en
vela,
para tenerme despierto
junto a la candela,
esperando ese hálito
que no llega.
Contigo, contigo,
que me arrastras,
para no ser siquiera,
ni persona consecuente,
ni persona razonable,
ni persona que se
precia.
Contigo,
viento sofocante,
suerte que se queja
que me persigue
y no asienta.
Contigo,
que igual pudiese
adaptarme al soplo,
y que fuera brisa
de mi suerte presa.
Viento febril
aire que trae y lleva
aquella suerte extrema
que tanta falta me
hace
y que conmigo juega.
2 comentarios:
La suerte, como el viento, vuela de uno a otro lado, imprevisible. Uno la busca siempre, pero nunca sabe donde encontrarla.
La suerte, como el viento, vuela de uno a otro lado, imprevisible. Uno la busca siempre, pero nunca sabe donde encontrarla.
Publicar un comentario