miércoles, 31 de marzo de 2021

Treinta y otro

 









Marzo rugoso, casi tenebroso,

como febrero qué, por corto, queda.

Entre el mito y la niebla tan de seda.

Dando fin a un trimestre bochornoso.

 

Creímos comenzar tiempo glorioso,

optamos por pensar: fin de la veda.

Insolente alegría, mientras pueda.

Confiando en la vacuna, y fue hermoso.

 

Quedamos presos en el mismo borde

de las paciencias, sin ceñir mi anhelo,

sin rodear al que quiero, siendo acorde.

 

Con respeto, al que tengo en desvelo,

a las normas, y a lo más desacorde

que puedas pergeñar, aquí en mi cielo.


 


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