Aun
lo conservo, fue un beso de amores
imposibles,
por causas tan perdidas
como
maravillosas y atrevidas
que
al viento le robé por sus rumores.
Aun
lo albergo en mi mente y mis albores,
por
imposible al ser de mis heridas,
beso
eterno que aún con despedidas
no
entierran sus olores y sabores.
Anhelo
y contacto en sus labios rojos,
regusto
de saliva acibarada,
deseos
y pasión entre matojos.
Recuerdos
de mujer enamorada
que
sujetó en mi boca y en mis ojos,
como
una dulce crema. Su pomada.
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