Viene del capítulo anterior: Fogosidad extrema
Un par
de transexuales
La
guapa Elvira, había atendido toda la explicación que le ofrecía su amigo, a la
par que saboreaba sus quemadas y algo agotada pidió a su acompañante la llevara
a su casa para desde allí preparar la estrategia de su estancia en San José,
que aún no tenía decidido si sería corta y volver a España o hacerla extensiva
y quedarse en la capital costarricense con motivos personales.
Con
todo Elvira, no sabía donde residía Ariel. Desde que llegó a San José, Ariel
anduvo hospedado en el hotel hasta que pasados unos días y ya establecido
decidió buscarse vivienda cerca de su lugar de trabajo.
Tampoco
lo había dado a conocer, ya que su extrema timidez no le permitía salirse jamás
fuera del papel que estaba protagonizando.
Por lo
que recién llegado permaneció en un hotel de la capital el Barceló San José
Palacio, en calle Costa Rica, durante unos días hasta que, y debido a su
distancia con la oficina donde desempeñaba su trabajo diario, decidió mudarse y
encontró apartamento bastante cerca de la embajada de España en la ciudad,
donde el prestaba sus servicios, y al poco radicó su estadía en aquella zona.
Cerca
del parque de la Merced y no a mucha distancia del Hospital Nacional de Niños,
en la calle veinte con la esquina de José Cecilio del Valle, muy céntricos en
la capital.
Allí
fue donde se dirigieron en un taxi al salir de la tortillería "Pani",
tras abonar el gasto del consumo suyo y de su guapa invitada.
_ Que
bandido eres Ariel_ sondeó Elvira al joven agregado cultural_ Callado y calado
como un mariquita. No me habías dicho nada de tu aposento en solitario, creí
que aún estabas en el hotel y no detecté tu nuevo hogar porque siempre te llamo
al móvil. Así juegas con los detalles. Celoso, sosegado y tan metódico, seguro
que alguna me guardas que no espero ¿verdad?
Ariel
se miro a Elvira aferrando su mano y estrujándola como si quisiera ceder toda
su vida por la ruta del contacto, o como si pudiese trasladarle las emociones y
escarmientos por la dermis con tan solo palpar su extremidad mientras la
llevaba a sus labios y la besaba con candor expresando mientras miraba por la
ventanilla del taxi que los acercaba a casa_ Jamás creí me descubrieras_ apuntó
el agregado_, tu precisamente.
Sin
embargo tienes razón en lo de sosegado metódico y delicado como Platón y Freddie Mercury. Cada uno somos como somos y eso no debería cambiar el rumbo de las
expectativas ¿no crees?
_ Es
posible_ dijo Elvira ahorrando su retahíla al ver que el cochero, estaba por el
coloquio que ellos mantenían y esta, no le interesó participara del mismo.
Los
dos guardaron silencio para poder asimilar los últimos asertos que hizo el joven
y limpio licenciado, que interrumpidos por el taxista al ver que el pasaje
ahorraba en palabras y gozaban de un mutismo demasiado largo increpó sin el más
mínimo decoro, haciendo que ellos volvieran a la realidad de inmediato.
_ Señores
perdonen; ustedes ¡ya sé! que no son
Nicas, se les nota amigos, por su acento, son argentinos o chilenos ¿verdad? _
siguió parloteando, sin pedir permiso y con muy mala educación_ No es que
estuviera pendiente de su conversación pero me ha parecido gozaban un deje
exclusivo tan desigual al mío propio que
por eso lo pregunto_ se miraron Ariel y Elisa, sin saber que decir y dejando
que prosiguiera el tipo_. Teniendo usted caballero, además; unas tendencias y predilecciones
claramente como las mías. Abiertas, sensibles y mundanas. Las he detectado por
sus formas y modales y porque entre nosotros, nos conocemos muy bien. Le
ofrezco sin compromiso mi tarjeta_ hizo un gesto, indicando donde estaban
disponibles_ por si hubiera caso. Pudiéndoles llevar en persona a los lugares
de ambiente que ustedes necesiten.
Tardaron
en contestarle al insolente conductor, y fue Elvira, la que se dirigió al entrometido
diciéndole con mucha gracia y frescura _: Es verdad, no somos Nicas, aunque
tenemos creo, las mismas aficiones que ustedes: entrometidos, donosos y
lisonjeadores muy parecidos en los pecados y sobre todo muy mal educados, o
poco respetuosos.
A
pesar de haber nacido en España, que de ahí somos y por cierto bastante mal
vistos y tratados en según qué lugares de hispano América, viendo su jerigonza
rebozada de nefasto gusto.
Elvira
muy molesta siguió provocando distinguidamente al conductor, mientras Ariel
reía con disimulo por el espectáculo que estaba ofreciendo su defensora que sin
cortapisas apostilló.
_ Usted
señor mío, es y perdone mi descaro; un imprudente charlatán que tiene la suerte
que no lo denunciemos a su empresa por no quedar a su altura, y por la escasa dignidad que ha demostrado, pudiendo
acarrearle un despido muy procedente y que para dar fin; agradecemos nos haya
dejado tan cerquita del Hospital de San Juan de Dios y del Hospital de los
Niños, justo en la intersección con calle José Cecilio del Valle, que es donde
precisamente acaba nuestra carrera y nuestra relación para siempre_ Acabó
Elvira de atacar al conductor impertinente.
_
Señora, perdone_ quiso emprender una excusa el conductor, que fue interrumpido
con cajas destempladas por la guapa pasajera.
_
Ahórrese la falsa cortesía que llega tarde y díganos cuanto le debemos por el
trayecto.
El taxímetro
de la empresa Alfaro. Se detuvo frente al lugar descrito perfectamente por la
modelo, estacionando de forma provisional el utilitario y ante la imposibilidad
de pedir disculpas, detalle que Elvira se la había impedido de forma agria y
grosera, acercó en un trocito de factura, de la expendedora Visa, la cuantía de
lo adeudado que lo abonó Ariel, sin darle opción a mencionar más palabra que la
despedida educada del vehículo al apearse del mismo.
Descendieron
absortos por los agravios y la poca ilustración del taxista, sin al parecer,
dedicarle más atención al suceso, dejando los equipajes de Elvira sobre la
acera para besarse como amantes una vez emprendió la marcha el vehículo que les
había transportado hasta el lugar donde estaban.
Muy
cerca de la intersección de la esquina de Cecilio del Valle, con la calle 20.
_ Te
eché de menos en mi camino_ dijo Elvira fingiendo la verdad, tratando de
engatusar un poco más a su próxima victima.
No
contaba con que Ariel, tenía conocimiento que antes de partir hacia Cartago, había
pasado una noche loca de sexo y mandanga en el apartamento de Coronado, donde
reside temporalmente Javier Martos y que este le había puesto al corriente con
pelos y señales de todo cuanto había ocurrido aquella noche de amores y
exageraciones.
Ariel
no comentó el hecho y dejó que la distinguida Elvira, siguiera teatralizando su
falso amor hacia él. Volvieron a besarse y ésta, fructuosamente le mordía el
labio inferior a poquitos para sacar de los cigüeñales al licenciado.
Fue entonces cuando la airosa Elvira le expuso
a Ariel, si sentía tristeza y malhumor por los comentarios poco agradables del chofer
que los había transportado.
Inculpándolo
además, en ese mismo instante cuando lo tenía rodeado por sus brazos, por lo
que ella creía le había faltado; quiebra de defensión, valentía, arrojo y en
que no había participado en la discusión iniciada con el cochero, como si no le
importase nada las insinuaciones que le había propinado gratuitamente.
En un
arranque de rabia mal escenificado, ejecutado para impresionar al amigo le
recriminó.
_ Oye
este tío te estaba echando los tejos_ comentó la guapa mujer, sin que
pronunciara palabra el licenciado_ Menudo cabronazo el pavo_ siguió Elvira con huecas
palabras de enfado_ pues no nos ha
confundido con un par de transexuales, el muy mierda.
_ No
hagas caso mujer, no ves que quizás fuera borracho y al límite de su razón.
Habrá bebido unos tragos y se le ha ido la pinza. No creas _ siguió
argumentando Ariel como si quisiera defenderle_ esta gente_ apuntó refiriéndose
al taxista_, ha de aguantar a tanto burro que a veces deben perder el norte_
quiso hurtar hierro a lo sucedido y que pasara página_; pero no le des más
importancia_ siguió al trapo_ que estás recién llegada a la ciudad y hemos de
pasar momentos muy buenos y divertidos. Imagina si a cada paso que doy, tuviera
que sacar el látigo para defenderme.
To be continued
Continuará.......
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