domingo, 25 de octubre de 2015

Presentación de: Me bajo en Triunfo

         
En la tarde de ayer en la Biblioteca García Nieto de la ciudad de Cornellá, se presentaba la novela de un servidor. Me bajo en Triunfo, editada por Onix Ediciones.
            Todo estaba preparado desde hacía días, los detalles principales solucionados, los invitados con el conocimiento que se celebrara el acto y las ganas de realizarlo con agrado, a la par que los nervios y las ilusiones.
            Que emoción es tener una idea, procrearla, vivirla tantas veces, pensarla en su dimensión y detalles, crear esa escaleta de secuencias, corregir cientos de veces el guión. Verla en tus noches de insomnio, dibujarla en secuencias, matizar los pro y contras, inventar los protagonistas, escribirla, corregirla, quitar sobrantes de léxico, añadir ese diálogo, que te dejaste por las prisas, darle belleza creativa, ponerle el estilo y al final enviarla al editor para que decida si se publica o no.
             
 Si les gusta, si cuentan con ella y después de mucho esperar, y esperar. Ver un día ese título en las librerías, tan bonito de presencia, con las ilusiones puestas en su difusión y con el deseo que agrade a los críticos y, a tantos amigos lectores. Arduo es el trabajo posterior, la divulgación, la distribución, la venta puerta a puerta. Ofrecerlo también de forma unipersonal de librería en librería.


            El ensueño de saber que es una ilusión, un deseo un fin que compartes mientras la escribes, casi se transforma en algo comercial y difuso cuando mercas con los intereses de quien se toma todo esto como negocio.
             Sin conocer ni pensar que esta profesión, está hecha para sufrir. Esta dedicación de escritor, esta inclinación está hecha solo para padecer. Ya que uno padece siempre y si no lo creen; vean:


            Por relatar aventuras, cuentos, novelas, poesías que son escritas solo para los amigos. Dadas las pocas oportunidades que tenemos los que a esto nos dedicamos, ya que el lector cada día abandona un poco más la costumbre de leer. Es casi evidente, que hay más individuos que escriben que curiosos, interesados, adictos aficionados a los libros que leen. Cuantas empresas dedicadas a esto han de cerrar, por falta de negocio. En este país maravilloso, no se lee lo suficiente en comparación con otras naciones, que las tenemos por menos, que nos pasan las manos por la cara, por poseser muchas más librerías y por ser pueblos interesados en lo que se vierte en las editoriales.


             Los hay, que somos privilegiados, porque la fortuna nos puso, en la órbita de la asociación de los Poetas de Cornellá, que nos unió con un cordón de lana a cuantos quisimos hacer la travesía y volver a apostar por una de las mejores cosas de la vida, conocer, saber, leer, escribir para tí.

          De la mano sabia de Alejandro Sanchez Ahumada, que fue quien nos dio el elixir del lápiz inquieto, nos pusimos a trabajar en unión y buena compaña y ayudado por un Alcalde estupendo de una ciudad estimada, permanecemos con las ilusiones en alza, escribiendo, recitando, cantando y haciendo cultura a la ciudad más emprendedora culturalmente hablando de Cataluña: Cornella y su estrella principal, el que acuña las decisiones Don Antonio Balmón, que junto con su equipo de gobierno hace maravillas para y en pro de una señora sincera y callada llamada Cultura General.

         
 Como bien les digo ayer día 23 de octubre de 2015, fui tocado por la providencia, y por ese denuedo que únicamente se consigue con trabajo, a presentar mi modesto libreto, en la Biblioteca de García Nieto, rodeado por mis amigos, por mis lectores y por gente que en realidad nos quiere tanto que deja de hacer tareas importantes, por venir un rato a acompañarnos.
 Que lujo, que alegría embriagadora notarte allí_ permítanme, que hable en primera persona del singular_, con tantos ojos clavados en mi silueta, que te miran, más que eso que te beben y que esperan de ti, ¿Quien sabe, lo que esperan? Porqué realmente el que espera, el que esperaba era yo y de verdad, fui complacido por el cariño que recibí en aquellos instantes. Privilegiado soy, y daré siempre las gracias a todos los que habéis conseguido que me emocionara en silencio, sin muestras físicas, sin estragos demostrativos, sin sollozos. Llenando mi ilusión desde el primer plumazo que dio el spiker que presentaba, tan solo con su mirada de apego, de amigo de persona.
Me regaló el cuajo y la serenidad necesaria para que no saliera corriendo en busca de un escondite y pedir que la tierra me tragara.

           La mesa presidida por Aurora Mendo, Alejandro Sanchez Ahumada, Oscar Esquerda, editor y un servidor de ustedes, y dirigidos por el fenomenal presentador Jordi Subirá Fumanal, un valor también de nuestra Asociación. Se realizó la preciosa puesta de largo de la novela que está sujeta a está crónica.

            Los cantautores Alfredo González Vilela, y el músico acompañante Mariano, nos deleitaron con canciones, que además eran letras musicadas de nuestra procedencia, detalle que aún hacía más allegado el acto. Añadiendo con la inesperada y artística actuación de José Triviño, poeta, juglar y Templario, que nos abordó con una puesta en escena de unas bellas odas que inundaron el salón con esas trovas mercenarias. 
No podemos olvidar a Consu Jimenez, que ha sido la protagonista femenina de la velada, ya que ha recitado como los ángeles, unos poemas difíciles y muy singulares. Lo ha hecho con la sobriedad y el arte que a ella le caracteriza. Consu Jimenez es una autora, una poetisa de primerísimo orden a la cual, todos tenemos una gran admiración y yo en particular un gran afecto.


              Cada cual, puso de su parte, aquello que guardaba, dejando a los espectadores un regusto tan dulce que todo se tradujo en armonía, música, poemas y sentido emocionado de gentes que con poco logran hacer vibrar a los insensibles.Les dejo parte de la presentación que aportó el abajo firmante de esta crónica y fotos insertadas para que ustedes la disfruten como el acto lo merecía.


Documento Leído:

            Buenas tardes decirles sin dramatismos que yo que estoy acostumbrado a preparar protocolos, escritos y pamemas a personas y profesionales para leer en público.
Llega mi hora; la de darme jabón a mí mismo, la que debiera ser el colmo del espectáculo concentrado y… ¡no tengo nada!
Ni alegato ni epístola que sobresalga que sea tan singular, que les pueda apasionar.
Eso no quita en dar las gracias a todos los que habéis venido esta tarde aquí, a acompañarme en este acto, un ejercicio de valor tanto por parte vuestra como por parte mía.
Vosotros por ser de los que leéis, además de hacer otras muchas cosas y por mi lado en entrar en la aventura de publicar novela. 
Con el consejo inestimable de mi editor Oscar, de Onix Editores, al que agradezco mucho haya escuchado mi llamada y esta se transformara en ilusión realizada.
Ante todo vaya mi reconocimiento hacia mi asociación, la de Poetas de Cornellá, que con su esfuerzo y con el empuje del Ayuntamiento de esta Ciudad, ¡ésta travesía se ha podido hacer!

Que decir de Poetas de Cornellá y de su Presidente Alejandro Sánchez Ahumada, que es la primera institución en acoger a cuantos escribidores y juntadores de palabros, nos atrevemos a expresar aquello que se le llama sentimientos o emociones.
A músicos que con sus guitarras y arpegios crean nuevas melodías, con letras incontestables de su cosecha, que nos engranan las neuronas del placer con la mezcla inagotable de las definidas notas del solfeo.

Citar a muchos otros que hacen tanto para que estos anhelos, se cumplan y ayuden a que esta amalgama de inicios sea posible.
Es el caso del Consistorio de Cornellá, el de esta ciudad, por su innegable apoyo a la ilustración y a la cultura.
Proporcionando un andamio cultural y divulgativo, que sobresale de manera clara ante cualquier entidad cultural de ya no del bajo Llobregat, sino que me atrevería a decir del conjunto de Cataluña.


Sinopsis de la novela

El desarrollo de la historia se establece en la Barcelona del comienzo de los noventa, cuando se empezaba a destapar en toda la piel de toro los escándalos financieros de todo tipo, entre gubernativos interesados y banqueros presumidos.

En diciembre de 1993, el Banco de España interviene el Banesto, destituye a su presidente y a todo su consejo, noticia que el diario El Mundo ofreció despertando a tantos ciudadanos, que creían que sus ahorros estaban en las mejores manos.

El protagonista de la historia se ve inmerso en un affaire como parte perjudicada y ha de andar con cien ojos a las historias que desde los juzgados le solicitaban para testificar, en un conflicto ajeno a él, donde se vio mezclado.

El antiguo Palacio de Justicia de Barcelona, es el que dio cabida a todas las audiencias y peripecias de la novela. Estableciéndose un marco de actuación en el viejo recinto construido en el año 1808, donde se desarrolla la acción de la trama y donde el autor tuvo que versarse de forma fehaciente.

Espacio que agonizaba por su falta de funcionalidad y por las carencias higiénicas que disponía. Teniendo que mezclarse el protagonista del relato,  con un mundo diverso de gentes que existen pero que hasta que no las tropiezas, no crees que puedan llegar a ser tan molestas para la sociedad y el que no está acostumbrado a estos vaivenes podría llegar a atragantarse.

En las tres partes en la que está basada la novela se describen multitud de semejanzas entre los personajes, todos ficticios, que suelen faltar a la justicia, sin llegar a ser todas delincuentes, pero en ocasiones llegan a verse tan parecidas a conocidos nuestros que dan lugar a pensar que esta sociedad adolece de una educación seria y pertinente.


Dándole según que magistrados, la razón a los instalados fuera de la ley, y que los que están dentro, los que cumplen con las normas, las leyes, son los que además de sucumbir por esa “infamia” pagamos los impuestos.




        

  
                





Agradecer a todos cuantos hicieron posible este acto, ya que sin su colaboración nada de lo aquí expuesto hubiera sido `posible













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