miércoles, 31 de julio de 2013

Lilí... la Luna


A mi amiga Lilí Alborada, no se le puede negar absolutamente nada, y darle de beber, si es posible en la palma de la mano. Es una sensación positiva, persuasiva y convincente, aparece y desaparece como su propio nombre indica.

La forma o el efecto  boreal, me atrapa… __ por favor señores, mantengan la cordura, no hablen demasiado fuerte, pues: podría despertarse y pretendo que siga descansando.

Es por eso, que la música la han de mantener en tono bajo, ¡sí!,  por favor esa pieza, que estoy escuchando, que sea sólo para el narrador de la historia, y para Max, el protagonista irreal, confesando con la imaginación__. Gracias, a todos por su comprensión, dijo el propio Max volviendo a su mundo.

Cuando ella, lea esta presencia, se habrá pasado toda sensación musical, y los destellos de la melodía se habrán transformado, como la mariposa, en su devenir de metamorfosis.

Ha ocurrido tan sólo hace unas horas, ¡sí!, realmente fue este pasado fin de semana, o quizás sea el próximo viniente...  ¡No me hagas caso, estoy en duda!

Amanecía el sábado, luminoso despuntar, casi de día en mi ciudad de adopción que es donde paso las vacaciones estivales. ¡Por Dios!,  qué maravilla de naturaleza, las calles huelen a piedras milenarias, que bendita costumbre, los ciudadanos de este rincón de la tierra, disfrutan en silencio  de estos instantes del temprano. Muchos de ellos, sin apreciar lo que poseen.

La suerte que tenemos de vivir estos instantes, absorber estos olores, entre minerales y vegetales perfumes.

Ha llovido en la noche, algo de tormenta cayó, pero ahora el sol, nos regala sus rayos, y ese calorcito que abre las esperanzas de las gentes.

Los guapos porque carecen de problemas, y los feos, porque esa luz nos beneficia, en su fuero interno nos vemos agradables, y sensitivos_ seguía pensando Max, mientras aspiraba y caminaba en solitario.

Había comprado la prensa en la esquina de la carretera, además el tiempo invitaba a pasear a ritmo cadencioso, como si de un fox trop, se bailara en esa calle tan pendiente, que tiene nombre de Virgen, en la que ahora las señoras Asunción y Carmen parten almendras, mientras ven pasear, mejor dicho: casi bailar a la gente que deambula frente a su portal, buscando la iglesia, o el castillo.

Se detuvo a saludar y a preguntar por sus hijos_ Doña Asunción contesta_: este fin de semana no vienen, se han ido a Ámsterdam, a pasar un par de días solos.

En la forma que lo dice es que algo pasa entre ellos, su mirada no es tan brillante como en otras ocasiones, su pena calla y su comentario lo explica el lenguaje de su cuerpo de anciana.

 Distraído pudo ver pasar bailando a una muchacha, vecina; muy consumidita, y con poco apetito de agradarse a ella misma, derrotada ¿Quién sabe por qué?

¡Ah perdón!  Suena el móvil, ¡Sí!,  preguntan por él,   …pero decide no estar, y así lo aplica, deja que la alerta del aparato declame al aire, y en el ruido de ese timbre excitante la gente advertía que estaban tratando de ponerse en contacto con su persona, y con claridad estaba pasando de ellos.

_ No será urgente, ni preciso_. Pensó mirándole con desprecio un traficante de baratijas, un turista de esos que parecen saberlo casi todo, que resbalaba por la calle.

En la esquina, se detuvo a saludar a una persona, que hacía un mundo no veía, y le cuenta sólo desgracias y penas, ¡claro!, así le va a ella, con esa actitud,… le apunta, muy afable, con tono suave, para que no se derrita_: el día en que dediques algo más de tiempo en tu cuidado las cosas, te irán mejor.

 Va esa mujer descentrada por el mundo, con una expectativa negativa y en realidad, solo le falta amor, cariño, dedicación y que alguien se preocupe por sus comentarios, que le escuchen, que le discutan el punto de vista de esos pensamientos agrios que lleva.

Sabes que le pasa_ le explico_, pues muy sencillo, no eres feliz. Queda pensando en las últimas palabras que ha oído y no dice ni media. ¿Será que lo acepta?

Se le nota a la legua.  Lo advertí porque dos o tres veces, que se le fue la vista a sitios indistintos muy sensuales y hablaba su lenguaje corporal, pedía a gritos, roces, relaciones íntimas, mimos, raspes, beses, y eso que no digo y que piensas.

Está como un trueno su cuerpo, un estrépito sin explosionar, que a la más mínima será un estruendo espectacular, para ella misma. Será cuando ya no aguante más esa comedia con la que actúa.

Recordó Max,  la estrofa de aquella canción que dice: “El poeta que deja de cantar, disipa su reír y se satura de tristeza.” Pues casi es adaptable a esta chavala de cincuenta y muchos, porque no deja de ser eso… una autentica chiquilla falta de amor.

La que fue ninfa, en otro tiempo, (quien la ha visto, y quien la ve).

Hizo un comentario mirando con frescura y pidiendo a gritos incítame al pecado _: siempre te veo alegre, nunca he notado una tristeza en tu cara, veo que lo tienes todo, estás fenomenal, me das envidia sana, ¡Quien te pillara y nadie pudiera ponerlo en antecedentes!

Casi le trata de irresponsable, aunque solo era un decreto valiente e irresistible, necesidad, obligación de hablar, sinceridad de expresión, ganas de publicar al aire para matarse en reproches.

__ Por ti no pasan los años, o yo te sigo viendo tan galán. Llevo tiempo observando tu cuerpo, nunca cuentas penas, ni siquiera has pedido nada.

__ A que se referirá cuando dice que no le pido nada__, sigue diciendo__: que ella está para lo que necesite, y yuxtapone__ ¡Claro esto no se lo digo a todo el mundo!

Max responde sin ningún tipo de vergüenza ni cortapisas_, ¿me estás echando los tejos, o ya vetusto que estoy, me lo parece?

__ Piensa, aquello que mejor te venga, es gratuito la libre reflexión por ello dejo caer mi deseo, por si alguien como tú lo recoge.

Viendo por donde quiere dirigir la conversación y no creyendo nada, porque nada puedes creer del planteamiento de las ilusiones o de los sueños, le digo_: ah claro, faltaría más.

Hace un gesto y me toca en el brazo, más que tocarme, me palpa para ver si mis carnes han aflojado o se mantienen en su musculatura. ¿Será la fuerza del rezo practicado?; acaba de salir de misa de doce.

Nos despedimos con un beso imaginario y subliminal, y sus últimas alegaciones, son__: siempre hueles a limpio, ¡uuuyyy! …_. Todo queda pendiente hasta la próxima alborada. ¡Qué lunática que es!    ¡Mi luna!

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Comiendo chocolate con un 90% de cacao, es como se debe leer esta simpática escritura. Al llegar al beso imaginario he dado el mordisco más hermoso, saboreado.

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