Todos los presentes en
el plató, estaban muy serios y notables, dando un aire de enigma desconcertante
y atrayente. La única que hacía bromas adecuadas y en su punto, era la guapa
Amanda, que con su gracia supo sacarles unas risitas muy a tiempo a todos ellos,
y después de un par de connotaciones, la presentadora del espacio, hizo entrar
a los primeros cinco concursantes.
Los elegidos de
antemano, por cada Coach, aquellos que sus obras habían quedado como finalistas
momentáneas.
Amoldándoles en un
rincón principal, del escenario, cómodamente en uno de los sofás amplios del
decorado ambiental. El público a petición del regidor, volvió a aplaudir.
La consagrada azafata,
una vez conformes no los abordó con ninguna pregunta, dejando esta acción para más
adelante,
Cada uno de sus
autores, llevaban en mano una de las copias, de los libretos que habían sido
seleccionados y que a su vez eran los que fueron distinguidos, como narrativa
seleccionada.
En la esquina del gran
sofá comenzando por la izquierda, se acomodó, Davinia Sert. Una divorciada por cuarta
vez, venida de Buenos Aires, y sin papeles de residencia. Autora de: Aquellas
nueces del marginado nogal.
Al lado tomó acomodo
Clemencia Pérez, una joven enfermera, que dedica sus esfuerzos en un hospital de
campaña, en la parte oriental de la Guinea africana, voluntaria de una ONG, que
pasaba ahora su periodo de vacaciones en la ciudad. Madre y autora de; El cielo
de nubes rojas.
Seguida de Paco de
Cádiz. Agente de policía retirado, que ahora hace trabajos de detective en la región,
y cumple con un deseo de relatar aquellos momentos duros por los que le tocó
pasar. Firmando El destino de la muerte.
Con idea de dejar un
espacio libre en aquel cheslong, y para mayor amplitud, la presentadora invitó a
Birmana de Foz, autora de Estación y Albergue, sugirió ocupara su lugar en la
parte opuesta de la amplia poltrona. Birmana, es una indígena guaraní, llegada
en patera desde Gambia, huyendo de la guerra y los maltratos machistas.
y para finalizar con
la disposición del butacón instó a Sixto Pervers, por la firma de: Amor y un
euro de odio. Aficionado escritor, que hace pinitos en el periódico local de su
comarca.
De nuevo el funcionario
exigió un fuerte jaleo, incluyendo algún que otro bramido, acabándose de
acomodar en aquel recibidor, la totalidad del primer quinteto de candidatos.
la esbelta y preciosa
mujer, aquella modelo destacada y gran periodista conocida de forma cariñosa
por el pueblo como GATYPUM, Amanda Gañote Punzón,
se dirigió al Emérito literato, el que acompañaría momentáneamente a los
cinco concursantes restantes, que serían los que el pueblo, asignaría a los
distintos “Coaches”.
Con un alarde de
calificativos rimbombantes, la orientadora de la gala, se acercó a Miguel de
Cercanos Salvadera, que despertó de su tranquilidad, con ese fulgor de
misticismo, que tienen los elatos, los engreídos y perdonavidas del mundo. Aquel
insigne filólogo, catedrático en la Real Academia y valedor de la sabiduría
nacional, se preparaba a responder a las incógnitas y desvelos que sería
sometido para llegar al final de los secretos del concurso.
Acreedor por méritos
propios del Pulitzer, concedido desde la Universidad de Columbia en New York,
por su poema distinguido, que contenía un soneto original abnegado. De su
autoría, oda traducida a varios idiomas, a pesar de haber sido creada en Hispania.
Dirigido a los ciudadanos nacidos en lugares alejados y que se consideran de
pro estadounidenses. Escrito que le valió el fenomenal
reconocimiento, causa por lo que, luce tan visible, como su altura de
miras.
Amanda se acercó junto
a él, y le saludó como si fuera un Diosdado, haciendo que se sintiera tan
alagado, que incluso bajó la tonalidad y el acento habitual del que solía
presumir. Ella, mirando a cámara, comenzó su alegato, sabiendo que lo había domado
y sería terreno abonado en sus respuestas.
—Señoras y señores,
con nosotros tenemos, posiblemente a la pluma más delicada de nuestro suelo
patrio, un hombre, que no necesita presentación, un personaje destacado, que
agradecemos, haya querido participar en este programa de competencias, en el
cual, con seguridad, en más de una ocasión nos deleitará con su vasto
conocimiento.
Los aguerridos
aplausos, sonaron de súbito, subiendo la adrenalina de cuantos inexpertos
concursantes, esperaban el desarrollo del competencial espacio.
—Muchas gracias,
Amanda, no es para tanto, agradezco me halláis invitado a participar en este
espacio, del que seguro, será un comienzo literario, para los miles y miles de
poetas que rigen fuera de las grandes luces, y de los escritores, que se funden
y confunden con tanta variedad de anhelos.
Dentro de los autores
que se han presentado, hemos querido cribar a los más sobresalientes, los más
singulares, por ser los más insolentes en su literatura.
Creyendo y me atrevo a
decir, que, con seguridad, hemos dejado fuera de las bambalinas, sin dejar
participar ni destacar, a cientos de buenos rapsodas. Poetas y letristas, que
por lo que es la vida, a unos se les ve, y a otros se les nota. Al resto
de adeptos a la cultura, que también han participado en la selección, y no han
sido escogidos a concursar, decirles que, con seguridad, son muy buenos
escritores y tendrán otras oportunidades.
Consumía su léxico con
éxito y agotaba sus palabras, siendo reconocido por el respetable, que no tardó
en ser interrumpido; jaleados por el rigor perpetuo del regidor en aplaudir.
Retomó la palabra la
conductora, mientras lo acomodaban gustoso, en otro perímetro del plató, dónde
se situarían los entrenadores y seleccionadores de los concursantes.
Otro gran aposento de
pabellones amplios, con mecanismo de movimientos rotativos, y con unos mandos
frontales, por si en algún momento debiera frenar o intervenir dentro de la
comunicación del programa. En ese punto del proyecto, tan solo faltaban dos
primicias por presentar.
La primera serían los
«Coach» y la segunda los concursantes añadidos, los que acabarían de montar el
completo de los equipos.
Con la ayuda de la
grada presente, el que por mediación de unos pulsadores y del reflejo de la
foto del aspirante, deberán asignar a cada capitán. Una persona más para su
equipo. Sin atender ni la clase de escrito, ni el perfil del competidor.
El respetable asignará
de forma automática, un partícipe más a cada grupo, y a cada entrenador. Cumplimentando
todos de esa manera sus formaciones, que han de ser de dos aspirantes por cada
equipo. Los primeros elegidos por los instructores, y el restante será otorgado
por la gente que asiste en el recinto de la productora.
Llegado el instante Amanda
vuelve a citar a los principales árbitros de aquella contienda y pidió con un
gran aplauso, que se acercaran a la vez que los recibía bajo el foco principal,
mientras los nombraba uno a uno.
—Señoras y señores,
distinguido público, con ustedes: Almudena Grandiosa Marcona, Camilo
Martín Celades, Gloria Fuentes del Pazo, Arturo Pérez Rupérez y Julia Navarrete
Yepes.
Se acomodaron en el púlpito
contiguo, justo a la derecha del lugar del Emérito, que se los miraba desde su
acomodo, y una vez todos atentos la guía del espacio dio entrada a los cinco
elegidos, con sus relatos o narraciones.
Dando referencia primero
del nombre del relato y seguidamente del autor o autora.
Aquellas nueces del marginado nogal. Trazada por la autora Davinia Sert.
El cielo de nubes rojas. Suscrito por Clemencia Pérez,
El destino de la muerte, con autoría de Paco de Cádiz.
Estación y Albergue, escrita por Birmana de Foz, y por último
Amor y un euro de odio, autografiada por Sixto Pervers.
Continuará…….
To be continued……
0 comentarios:
Publicar un comentario