Me dicen, que uno muere si hay olvido.
Mientras te nombran sigues tan presente
como si tú jamás te hubieses ido.
Hoy hubieras cumplido nuevamente.
Ya los noventa y uno te han caído,
aunque, no estés aquí físicamente.
Siento parte de ti, y lo he sufrido
por ser de ti porción, tu descendiente.
Cuantos recuerdos gratos disfrutados,
tantas desilusiones sucedidas,
momentos que han quedado muy grabados,
marcándome la piel con tus medidas.
Sin embargo, imagino que abrazados,
soñaremos quimeras encendidas.
1 comentarios:
Hermoso soneto, Emilio. Sentido y evocador. Yo también pienso en los que me esperan en el otro barrio... Carlos Oyague Pásara.
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