Llueve a plétoras
el tambor berrea,
en la calle de piedra.
Semana Santa empieza.
Cornetas que suenan
la gente se apresta.
Se perfila el paso,
situación serena.
¡Señor! En los cielos.
Gestiona el talento.
¡Para saber siempre!
Aliviar mi peso.
Excesos, la vida tensa.
Con el alma aviesa.
¡Solo en procesión!
Purgando condenas.
El bombo, rugiendo
el tambor lloriquea.
Lavando pecados,
en noche perversa.
Redobla el sonido,
la cerrazón espera.
Pensares censuro,
castigo que llega.
Cofrades portando,
esa imagen bella.
Descubro al instante,
ignorancia entera.
La Virgen se posa,
bajo la luz esquinera.
Parece me mire,
tiemblo con la escena.
Nadie sesea,
tambor repiquetea.
Ausencias insulsas.
Ni cantan saetas
Corneta solloza,
bombo que golpea.
Sentimientos ajados,
¡Vaya usted y lo vea!
Sincero talante
Calvario y suplicio.
El año que viene
en el mismo sitio.
Llueve abundante
el tambor anhela.
Cuerpos calados
¡Así se venera!
Peregrinación que acaba,
fachada de iglesia.
Atajo con rampas,
el clarín cancela.
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