jueves, 18 de abril de 2013

Creencias






Creía que llegaría un día,
donde la felicidad no se acabara.
 

Fuera un privilegio de todos,
repartida por personas,
que nos abordara sin reclamarla.
 

Sin gastar excusas,
viniera donada
como heredad testamentaria.
 

Tanto esperarla,
 se me hace de una
impaciencia exagerada.
 

Pregunto a veces.
¿Será un estado de ánimo para los que pueden comprarla?
 

La necesito alada,
que envuelva el contorno de mi casa.
 

He preguntado a gente preparada,
por si pudiera dar pistas y en un rincón conquistarla.
 

Un día cuando ya no lo precisaba,
fui feliz y se agotó al despertarla.
 

Fé; le pongo para tropezar con su alma,
ilusión de niño por abrazarla.
 

Os juro que si me detiene,
resistiré hasta ahogarla.
 

Sigo siendo ingenuo,
algún dia escucharé su serenata clara.
¡Clara!
 

La conozco, al ver  a mis hijos tratarla,
cuando rien y aman.
 

Se me presenta en bata,
para que intente desnudarla
Ahora tengo sueño y voy a acariciarla
 
 
 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

FANTÁSTICO, SIEMPRE SEGUIDORA TUYA. NIKITTA.

José Añez Sánchez dijo...

La felicidad es un ente que no existe en la realidad, está en nosotros si la dejamos salir, los demás nos la enseñará.
José

Anónimo dijo...

La felicidad no esta siempre, pero tampoco esta ausente, la felicidad es un estado de ánimo que llega en momentos puntuales, es fugaz como el viento...eso creo yo.

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