Este
trayecto que inicio,
encima
del tren me alojo,
mis
pensares a manojos,
recuerdos
de lo vivido.
Este
camino de hierro,
me
lleva y me trae a diario,
a
lugares que por uso
no
valoro ni resguardo.
Ha
presidido mis citas,
viajes,
vivencias, encuentros. Mi vida.
“El Carrilet”
apodado
que
me ha traído y llevado.
Lo
revivo de mi infancia,
cuando
el viajar era esperanza.
Escapada
de mi casa,
aunque
después regresara.
Aventuras
personales calla,
algunas
dejaron marca,
cuando
a ella acompañaba,
con
mis manos reubicaba
en
su cintura escuálida.
Momentos
buenos me diste,
sentado
o en pie por tus pasillos,
dibujándome
en tus cristales
la
juventud a raudales
La
caricia que esperaba
noche
tras sombras, en tus barandas.
luces
del vagón, tenues, flojas.
Disimulaban
pasiones locas.
Ahora
entre sus vías estrechas,
circulan
otros vagones
que
por nuevos son mejores
más
modernos. Menos flores
En
los andenes el amor no espera.
Acorralan
sus caricias. Ellas,
sin
tanto pudor, sin escenas, sin esperar,
sin
dilemas, a pura luz con linternas.
El
túnel ya no es excusa,
para
besarla en penumbra,
ahora
es ella y alumbra.
Apúrate,
¡no estoy sorda!
No
te cortes ¡Es la blusa!
Esencia
tiene el trayecto,
llevarte
de un sitio a otro,
con
destinos a tus citas
que
por normal, ni te fijas.
Ferrocarril,
presente y vivo
que vencéis
las distancias,
con
traqueteo dormido,
agradeceros
los mimos,
aún
y cuando ni atino.
Hoy
me percato y te admiro.
Agradezco
tu sentido,
por
tantos años de olvido
que
no supe compensar.
Eres
calzada de acero
eres
secuencia vial
tienes
el santo decreto
de
llevar al personal
Ahora
me atrevo y te digo,
tras
ser desagradecido.
Llega
por fin el instante,
registro
tu auxilio impagable.
Unes
dos puntos continuos
que
todos van a tomar,
o te subes en la plaza
o te
apeas al llegar
Gratifico
tu servicio
con
frecuencia puntual,
si
quieres llegar a tiempo
“El
carrilet” usarás.
Con
mi puro sentimiento
de
tantos años sentarme.
Acomodado
en tus butacas,
de
la estación del empalme.
El
tiempo no pasa en balde,
ni
en jofaina y palangana.
Por
ello, te condenamos
a
que sigas adelante.
Innovando
ese favor
de
traerme y de llevarme,
en
ese trayecto y pasaje,
hasta
que Dios nos reclame.
1 comentarios:
¿Dónde habré visto, antes una de trenes que te haya inspirado el poema? No sé, no sé ,... pero algo me suena.
De todas formas los trenes mejoran y las amistades también. Sinó que nos lo pregunten a nosotros. Por supuesto, la poesía se va superando a sí misma. Los artistas con la edad son como el buen vino en barrica, adquieren cuerpo y calidad.
José Añez
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