En aquel sorteo del viaje al caribe, denominado con el nombre comercial de Melodía Nocturna, no aparecía el agraciado. De momento no se descubría el poseedor del boleto premiado con dos pasajes. Papeletas que se comenzaron a vender aquel pasado domingo de Ramos, a los amantes del buen vivir y de las cuentas corrientes saneadas, que por supuesto podían abonar el elevado coste de la participación.
Era difícil
que apareciera el destinado a disfrutar del viaje de inmediato. El que sería retribuido
con todas las grandezas de aquella magnífica expedición.
La venta de
billetes de la rifa, llevaba abierta dos semanas con lo que era impredecible
saber si el favorecido, participaba en aquella fiesta.
La gente
disfrutaba de la música del Gran Combo, que actuaba en la lonja de Puerto
Banús, ubicado en la nueva Andalucía, justo en la genuina Marbella. Periferia
encantadora para el disfrute el cachondeo y la jarana.
En la magnífica
alfombra verde del hotel, aquella noche de celebración estaba lo mejor y lo
peor de Marbella.
Entre las
personalidades mediáticas de la información y editores se mezclaban políticos, actrices
con sus atuendos y los adinerados empresarios. Además de la presencia de personajes
de la llamada Jet Set, o "jetsetters", que sin duda son personas de la Alta
Sociedad. Dignísimos escritores y poetas. Camuflados entre los cuerpazos de las
modelos de pasarela y deportistas. Junto con los invitados y agregados que
nadie sabe de dónde vienen, y que resultan ser en ocasiones mangantes de guante
blanco. Siempre al cuidado de algún despiste.
La gente
estaba expectante por si aparecía el suertudo con el boleto premiado del crucero
para dos personas con todos los gastos cubiertos.
El decir
todos los gastos. Significa que abarcaba cualquiera de los caprichos que
pudieran imaginar. ¡Todo!
Todo y ¡Todo!
Incluidas toda
la amplitud de necesidades y deseos para los dos agraciados que presentaran la
boleta premiada.
Cenas a
bordo del mega barco, denominado Embrujo del
Suspiro. Asesora personal, de atención al
pasajero. Excursiones y salidas culturales, vestuario de gala y de diario a
estrenar, pasajes de avión adjuntos, en los trayectos intermedios, bonos en
restaurantes de lujo al recalar en las diversas ciudades a visitar en el meneo.
Estancias
parciales en paradores y albergues de las diferentes sedes del recorrido y accesos
gratuitos a museos, teatros y diversiones habidas. ¡Una maravilla! ¡Un encanto!
Dos meses de lujo y derroche. ¡Todo! Todo y ¡Todo!
Se preveía
un recorrido de quimera por descubrir. Un regalo para el portador del boleto
099, de la serie 09, que era la papeleta premiada.
Seis mil participaciones
agotadas en cuanto se pusieron a la venta, de forma paulatina. Idea de los
promotores del Hotel Larios Málaga, al precio de 600 euros de coste y que se había
rifado el día del Viernes Santo en el propio y lujoso hotel.
De este
evento habían participado el matrimonio Anchoriz. Gisela y Patxi recientes
millonarios de la cúpula del norte.
Presentes en
aquel agasajo, los que habían comprado dos participaciones dobles para aquel fenomenal
sorteo que a su vez regalaron a sendas colaboradoras suyas de San Sebastián.
Por servicios
prestados en el negocio de la familia y por ser empleadas dignas desde el
comienzo de las actividades industriales de aquel apellido e industria.
Aquel joven matrimonio, estaban disfrutando de aquella magnífica noche, con los duques de Ayllón, que fueron los magnates que invitaron a la pareja feliz aquel fin de semana en su palacete de Álora, donde ellos normalmente residían.
El hotel Larios
estaba desbordante con la cantidad de famosos que bailaban y disfrutaban. En uno
de los momentos Patxi se interesó por su billetera, que le había desaparecido
del bolsillo interior de su americana y preguntó a Gisela si por casualidad había
notado algún movimiento raro para perderla.
No apareció
la cartera por ningún sitio. Quizás fue hurtada entre el bullicio, de camareros
y de personal que albergaba el salón principal del magnífico Larios Málaga, o
pudiera haber quedado en la residencia de los duques sin precisar. Los que fueron
informados y estos llamaron a su domicilio y el portamonedas no estaba.
El duque al
pronto preguntó a Patxi, preocupado por lo que traía aquella chequera, y si dentro
iba el boleto del sorteo.
—Que es lo
que llevabas en el monedero. ¿Iban los boletos del juego dentro? —Pues mira
llevaba en su interior el pasaporte, un talón firmado de cinco mil euros, las
tarjetas bancarias, del Banco Sabadell y la Ibercaja, y tres mil euros en
efectivo.
—Y los
boletos de la rifa, donde los pusiste. Preguntó el Duque.
—¡Nada! No
sufras. Los regalé a mis colaboradoras, están en su poder en San Sebastián, que
por cierto las voy a llamar para saber qué número llevan.
Ni sabían la
fecha del sorteo y como es una rifa privada del hotel, ni se habrán enterado
que ocurrió en Semana Santa.
La música
volvió a sonar, y los pregoneros y animadores del Larios Málaga, recordaron por
enésima vez la cualidad y prolegómenos del viaje.
Al
recorrido se le había dado la categoría de estupendo. Saliendo del puerto
marítimo de Málaga. Atracando en primer lugar en la bahía de Cádiz, haciendo
escala de dos días para recorrer la tacita de plata, comer sus pescadillos, y
disfrutar del clima estupendo del sur español.
Subiendo por
el mar hasta Lisboa, principal puerto de Portugal, situado en el estuario del
río Tajo. Donde recalarían un par de noches para poder disfrutar del juego
y sin duda, visitar El Casino Estoril. Situado en el municipio de Cascáis, a muy
poca distancia de la capital del fado, y del dulce símbolo de la ciudad, los nevaditos
de nata y pastelitos de Belén.
Prosiguiendo
la ruta preciosa por el Atlántico, y girando en la trayectoria norte sur, hasta
atracar en el enigmático y precioso archipiélago Canario, llegando como primer fondeado
al muelle del Puerto de la Cruz. Anclando en el muelle más antiguo de los chicharreros. Conocido
informalmente como "La isla de la
eterna primavera." Para soñar otro
par de días en el conjunto de las siete islas, trasladados por vía aérea a
todas ellas. Un sueño ideal, donde entraba además de la ilusión, ¡Todo! Todo y ¡Todo!
Desde ahí
ya partían a cruzar el Atlántico hacia la América Latina, Santo Domingo, Cuba,
y recalar como final para dar la vuelta en Miami.
Patxi y
Gisela, fueron a dar parte a la Comisaría más próxima de la Policía Nacional,
donde le tomaron nota de cuanto dijeron y quedaron en darles noticias de llegar
a encontrar aquel talón firmado y la documentación personal del esposo de
Gisela.
Los agentes
les informaron que no fueron los únicos a los que les había faltado la documentación
y la billetera.
Fue Gisela
la que se puso en contacto con Nerea y Amaia, para saber si eran las poseedoras
del boleto premiado. A la primera que llamó fue Amaia, y esta nerviosa fue en
busca de su papeleta.
—A ver
Gisela, cántame el número premiado y esta le respondió.
—Mira guapa
ha sido el 099, de la serie 09.
Quedó a la
espera de la revisión del guarismo, mientras Amaia, lo rebuscaba.
De pronto
se escuchó un estruendo.
¡Un grito
espeluznante de alegría! En el fondo de su auricular se notó una especie de
arrebato.
—¡No me lo
puedo creer! ¡Por Dios Gisela! ¡Repite! Dime de nuevo el putísimo número
premiado.
No había
duda, era justo el boleto laureado.
Cuando Gisela
se regocijaba por la buena suerte de Amaia, a las dos se le saltaron las
lágrimas.
Gisela se
emocionó y aun mas cuando le preguntó a Amaia.
—Harás el viaje
con tu novio ¿Verdad?... y Amaia respondió muy segura.
—¡Ni hablar!,
haremos el viaje ¡Nerea y yo! No voy a dejar sola a mi amiga, teniendo una
participación exacta. Anterior o posterior, pero que no se me ocurre dejar a mi
compañera. Sin deleitarse de ese sueño de viaje junto a mí. ¡Además me lo
pasaré mejor con ella! El pobre de mí Ander
es muy soso, y así nosotras nos lo comeremos ¡Todo!
Todo y ¡Todo!
(1).png)

0 comentarios:
Publicar un comentario