jueves, 4 de enero de 2024

Excitando al 2024.


 










Recuerdo mi infancia,

alegre, feliz,

escasa lactancia

y sin la perdiz.

¡Qué poca importancia!

 

Quisiera decir mucho por arrojo.

Con el atrevimiento que yo espero

el mío que yo guardo y es sincero,

compartiendo un gran sueño, que recojo.

 

Llovía y tronaba,

el fuego lucía

el miedo marcaba.

Nadie se atrevía

y nadie clamaba.

 

Valga para encender ese rastrojo

que es la llama de dónde regenero,

la pasión que contigo recupero

entornando, esas puertas sin cerrojo.

 

Nada nos sobraba

y sin proponerlo,

el frío agarraba.

Y aquel estraperlo,

que al mundo cambiaba.

 

Despierto en ti tan denso, con nuevo año,

otra oportunidad, que me es muy grata

y dejo atrás, posible desengaño.

 

Ya no es un deleite

aquella merienda

de pan con aceite,

y la recompensa

del vino caliente.

 

Chasco que se desliga y me desata,

ilusiones y espera que aún extraño

y aguarda el veinticuatro con posdata.

 

Extraño aquel tiempo,

que no me dolía,

ni un solo fragmento.

y me apetecía,

besarte al momento.

 

Las buenas vivencias

Nunca se me olvidan

Te noto en mis noches

Porque me acaricias

y así recupero

juventud perdida.




 

 

 







Año 2024, enero.

Emilio Moreno  

 


0 comentarios:

Publicar un comentario