No, me gustan los suaves compromisos,
me incomoda la falsa ligadura,
la muchedumbre con poca cordura.
Prefiero no tener que ser
conciso.
El no cumplir, con tantos
indecisos,
el confesarme abierto sin hondura.
Declararme valiente sin
postura,
A pesar, de ser peor, poco
preciso.
Rehúso la falsedad. ¡De cualquier
signo!
No soporto a los fingidos
malparidos.
Tanto es así; que a veces, ¡No
soy digno!
¡Señor! Líbrame de falsos gemidos,
sabré llevar mi Cruz, siendo
benigno.
Quitando ebullición a mis
latidos.
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