miércoles, 28 de septiembre de 2022

Bailen y rían, que hoy se fía.

 












La música comenzó atrayendo a los bailongos,

sonaba una melodía romántica atrayente

que hizo vibrar a más de una bella señora, guapa.

Esperando que algún caballero presente fuera

a solicitarle trenzara la danza preciosa,

de un bolero cadencioso, amable y muy rotundo.

 

El meneo comenzó en el quicio de la gran sala,

los pasos estaban estudiados, siendo precisos,

y los instructores de la línea les corregían

una y mil veces, para poner el rigor perfecto,

A la vez que hacían recordar todos los deseos,

inmersos de muchos de los amables danzarines.

 

Más féminas que varones en pista disfrutaban

del bolero amarradito, que sonaba feliz

Se acercó y; ella lo vio llegar muy apresurado

con ganas de encantar y respetar toda cadencia,

sin intimidar, solo con deseos de agradar.

No supo expresar con palabras, hablaron los gestos

 

Enséñame a marcar estos pasos del gran bolero,

manifestó de forma imperceptible, mirándole

a los ojos, sonriendo claramente emocionado.

Ella no podía negar aquella pieza al prendado

galán que la citaba para bailar en la pista.

Al entrelazarse, ¡Despertó ¡, y vio que soñaba.

 

Imaginó tener entre sus brazos a su amada,

aquella flor difusa, que sin notar se esfumó,

Dejándole muerto todas las tardes de domingo,

Todas las mañanas, días y noches de su vida,

Recordando entre bambalinas aquella canción

Tendido como un viejo, con la pena y su abandono.

 

Que será; que será … ¡Qué será!





0 comentarios:

Publicar un comentario