Feliz AÑO 2022
Todavía
no refresca,
incluso
en el frio enero.
Se hace
de rogar la gresca,
que se entrevé
en el sendero
Ayer pasaron
los Reyes,
tradición
muy aplaudida.
Surcando normas
y leyes,
que son, mis
poesías prendidas.
En el balcón
he dejado
los
zapatos sin cordones,
una
botella de anís,
y un
cuaderno de ilusiones.
Todavía
no resfría,
O es qué,
ya no estoy entero.
A pesar
de ello podría,
cuidarme con
más esmero
La noche se
prevalía
de acontecimiento
humano,
aunque noté
anomalía,
al despertar
poco ufano.
En la alborada
salí
al balcón
ennegrecido.
Desnudo cual
jabalí,
Vi mis
gozos sumergidos.
Allí
estaba Baltasar
cuando sin
ropa exponía,
mi cuerpo
sin propasar
y el
santo se compungía.
Tapó mi yo,
con su tela
garboso, evitó
severa,
una
aurora que cincela,
y al
relente le impidiera,
dañarme con
más ahínco.
Proponiendo
de inmediato
que fuera
número cinco
Fehaciente
del mandato.
No sabía
que quería
y pronto
me lo aclaró,
necesitaba,
¡Exigía!
Saber quién
lo confesó.
Volví a
revelar al punto…
en el balcón
he dejado,
toda ilusión
y mi asunto
a la par con
mi calzado.
Los
zapatos sin cordones,
y la
garrafa de anís.
No
permitiendo alusiones,
al escuchar
a Thais,
que así llaman
a Melchor
en su círculo
destelles,
y como es
mi bienhechor,
defendió con
sus centelles.
Con su
rapidez expuso,
¿y el
cuaderno de ilusiones?,
¿quién te
lo mandó?, propuso…,
con
poesías y canciones.
Pronto canté,
¡Majestad!
Son quimeras
que compuso
mi deseo
y por piedad
así me
mantengo iluso.
Porque al
pedir, solo pido
para los demás,
… ¡Excuso!
Expresar,
por voluntad,
a los que
no tienen nido.
Ni dónde
asentar deseos.
Niños,
sin nada. ¡De nadie!
Pobres
sin ropa, con hambre,
y el
caritativo irradie.
Gaspar,
que lo estaba oyendo
quiso poner
de su parte
y con
salero de ofrendo,
pudo interrogar,
con su arte.
¡Todo
esto está muy bien!
Dijo con
sorna el rey rubio,
y para ti
que será…
con tanto
recado turbio.
Pues mire
noble deidad,
Para mí
no quiero nada
y esa es; mi libertad
con salud
muy esmerada,
nos
mantenga alejados
de
epidemias tan crecientes,
y para ti
que me lees,
te llegue
muy pertinente.
Con ello
deseo a los tuyos,
buenos Reyes
y salud,
que el veintidós
sin acuyos,
disfrutemos
de un alud,
de felicidad eterna
y aunque el
“perpetuo” no exista
creamos
en el amor
brindemos
por la bondad,
de tantas
personas buenas
que
escondidas no se ven
pero ¡Sí!
Ellos esperan,
la sangre surque en sus venas.
Agradecerte
de nuevo
y seas de
mí, el distinguido,
amigo,
que siempre llevo
muy atado
y protegido
Los tres
Magos, se miraron
y a la par,
me consiguieron;
licencia que
me otorgaron,
para
expresaros cariño.
¡Todo el
año venidero!
Dedicado a mis amigas,
amigos, compañeros, compañeras
vecinos, vecinas, miembros y miembras,
que con vuestra
presencia, vuestros
comentarios y consejos, dais razón a las
diarias vicisitudes. ¡Es lo
que siento! Por ello: Gracias.
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