viernes, 7 de enero de 2022

Mi primer deseo en este Año.

Feliz AÑO 2022




 






Todavía no refresca,

incluso en el frio enero.

Se hace de rogar la gresca,

que se entrevé en el sendero

 

Ayer pasaron los Reyes,

tradición muy aplaudida.

Surcando normas y leyes,

que son, mis poesías prendidas.

 

En el balcón he dejado

los zapatos sin cordones,

una botella de anís,

y un cuaderno de ilusiones.

 

Todavía no resfría,

O es qué, ya no estoy entero.

A pesar de ello podría,

cuidarme con más esmero

 

La noche se prevalía

de acontecimiento humano,

aunque noté anomalía,

al despertar poco ufano.




 

En la alborada salí

al balcón ennegrecido.

Desnudo cual jabalí,

Vi mis gozos sumergidos.

 

Allí estaba Baltasar

cuando sin ropa exponía,

mi cuerpo sin propasar

y el santo se compungía.

 

Tapó mi yo, con su tela

garboso, evitó severa,

una aurora que cincela,

y al relente le impidiera,

 

dañarme con más ahínco.

Proponiendo de inmediato

que fuera número cinco

Fehaciente del mandato.

 

No sabía que quería

y pronto me lo aclaró,

necesitaba, ¡Exigía!

Saber quién lo confesó.

 

Volví a revelar al punto…

en el balcón he dejado,

toda ilusión y mi asunto

a la par con mi calzado.

 

Los zapatos sin cordones,

y la garrafa de anís.

No permitiendo alusiones,

al escuchar a Thais,

 

que así llaman a Melchor

en su círculo destelles,

y como es mi bienhechor,

defendió con sus centelles.

 

Con su rapidez expuso,

¿y el cuaderno de ilusiones?,

¿quién te lo mandó?, propuso…,

con poesías y canciones.

 

Pronto canté, ¡Majestad!

Son quimeras que compuso

mi deseo y por piedad

así me mantengo iluso.

 

Porque al pedir, solo pido

para los demás, …    ¡Excuso!

Expresar, por voluntad,

a los que no tienen nido.

 

Ni dónde asentar deseos.

Niños, sin nada. ¡De nadie!

Pobres sin ropa, con hambre,

y el caritativo irradie.

 

Gaspar, que lo estaba oyendo

quiso poner de su parte

y con salero de ofrendo,

pudo interrogar, con su arte.

 

¡Todo esto está muy bien!

Dijo con sorna el rey rubio,

y para ti que será…

con tanto recado turbio.

 

Pues mire noble deidad,

Para mí no quiero nada

y esa es; mi libertad

con salud muy esmerada,

 

nos mantenga alejados

de epidemias tan crecientes,

y para ti que me lees,

te llegue muy pertinente.

 

Con ello deseo a los tuyos,

buenos Reyes y salud,

que el veintidós sin acuyos,

disfrutemos de un alud,

 

 de felicidad eterna

y aunque el “perpetuo” no exista

creamos en el amor

brindemos por la bondad,

 

de tantas personas buenas

que escondidas no se ven

pero ¡Sí! Ellos esperan,

la sangre surque en sus venas.

 

Agradecerte de nuevo

y seas de mí, el distinguido,

amigo, que siempre llevo

muy atado y protegido

 

Los tres Magos, se miraron

y a la par, me consiguieron;

licencia que me otorgaron,

para expresaros cariño.




 









¡Todo el año venidero!

 

 

 Dedicado a mis amigas, amigos, compañeros, compañeras

 vecinos, vecinas, miembros y miembras, que con vuestra

 presencia, vuestros comentarios y consejos, dais razón a las

 diarias vicisitudes. ¡Es lo que siento! Por ello: Gracias.

 




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