En Australia, temblaron muy nerviosos
al permitir descaros suficientes
de un tenista grandioso, y sus ardientes
caprichos, al montar, “un baile de osos”.
Fíjate qué ley, hecha por pomposos…
politicastros, tan insuficientes,
que, para cumplir, hitos concluyentes
forman meneos, y tan presuntuosos.
Con mucho nombre y el mejor prestigio,
siendo el número uno y, saber las formas
del campeonato: ¿¡Entras en litigio!?
Quizás el gran campeón, tenía reformas,
ganar el Slam con tantos sufragios.
Sin vacunas jugar, saltando normas
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