Parece
nos de risa la prudencia,
nos
causa mucha guasa lo atinado.
A
lo coherente, se llama atrasado,
y
el ser natural, no es una exigencia.
Muchas
veces, me quedo sin conciencia;
no
se dónde mirar, por atascado.
Ni
quien comprenderá mi rollo usado.
Dudo,
a veces. Me encierro en mi experiencia,
Ni
tan siquiera opino. Igual ofendo
algún
mal aprendiz, de nada bueno,
que
pudiera asentir, lo que de horrendo,
presume,
y saca pecho. De ese trueno,
que
lleva por cabeza, no sintiendo,
un
ridículo cruel, por desenfreno.
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