Por
no ofenderte me muerdo la lengua,
y
me quedo en silencio escuchando.
Advirtiendo
y oyendo ¡Sí! Dudando,
de
tu mensaje que, no tiene tregua.
Anhelando
sea real y no se adecua,
porque
tu mundo duda y se está hartando,
de
tanta falsedad que estás mostrando.
Quizás,
sin atinar y en ti; es asidua.
Es
difícil llevar joroba y verla.
Por
lo general nadie piensa en ello,
y
yo; la llevo sin reconocerla.
Luciendo
esplendorosa desde el cuello.
Aunque
tu, sin pensar en no tenerla,
también
la
arrastras,
con mucho destello.
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