No
hay invalidez peor que la del miedo.
Atreverme
y buscar en mi yo ¡ Debo !
Sin
atrofias por el susto y no apruebo
impidiendo
salir mi poco enredo.
De
acarreos ridículos procedo
y
tanto los reprocho y no me atrevo
que
me envenena el trago que me bebo,
por
el temor que tengo y no precedo.
El
miedo es la peor disminución
que
notamos en lo desconocido,
es
como la vergüenza sin razón.
Es
sentirse cortado y afligido,
sintiendo
desazón en la ilusión
galopante
por el susto aludido
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