De
pronto en mi caminar
valoré
aquel gran regalo
que
no dejo de estimar
el
que siempre recibí
de
tu sombra tan real
en
silencio y a granel
a
cambio de nada más
que
mi respeto total
por
verter en un papel
mi
poema mas preciado.
Me
detuve en el vergel
aquel
que está desolado
y
recordé tu corsé
que
aun no estaba anudado
le
faltaba el paripé
aquel
ritmo tan sobado
del
que jamás yo dudé
en
el que estoy alojado
que
nunca compartiré
por
estar ensimismado
Al
enmendar con mi fe
cerré
mis ojos llorando
y
como norma excusé
mi
tacto de avergonzado
y
el cariño desdoblé
porque
no estaba dudando
y
de pronto adiviné
lo
mucho que estoy tardando
en
decirte te querré
con
mis gestos dibujando
Perseverando
otra vez
porque
te sigo adorando
ya
no dudo si podré
amar
como estoy amando
y
siempre recordaré
que
me estuviste quemando
contigo
siempre arderé
en
tu infierno alucinando
por
ser mi bella y postrer
luz
albar de tanto en cuando.
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