Paseando
por la vereda
del
sendero de mi hastío,
te
imaginé piel canela
desabrochando
umbrío.
Traté
de quemar el viento
vertiendo
chispas al
cierzo.
Soñé
con mi sufrimiento
hasta
oler aquel esfuerzo.
El
barbecho lleva al rio
la
sima del corazón,
riñendo
con todo el brío
que
tiene mi cesación.
Jadeo
por tus sabores,
respiro
por sumisión,
me
enamoran tus colores
y
me muero por tu don.
Mechón
de cabello negro
guedeja
de mis pasiones,
espectáculo
que integro
asertivo
en ilusiones.
Desnudándote
a preguntas
llegaste
a la confusión,
queriendo
usar tus mentiras
se
deshizo mi pasión.
Evocando
este juzgar
sin
querer aclaración
lo
expreso como un pensar
y
huir; de la tentación.
0 comentarios:
Publicar un comentario