Es
una historia, de alguien que se cree vivir
por
encima de las nubes, del firmamento
y
de las constelaciones, lástima no darse
cuenta
de semejantes barbaridades.
Llegas
a tocar el puro ridículo.
Es
superior a ella,
el
escenario le encanta y no se da cuenta
que
es guata, lo que declina y congrega.
Sin
arte, porque le falta y
ni
siquiera enmienda.
Va
loca por destacar siempre es ella,
aunque
tenga que pisar, que ni se entera.
Su
angustia es tal, que ya no es ella
y el
ansia es tan igual, cuanto exagera
Siempre
hay alguien que la alienta y aclama,
se
deja llevar por las ramas,
sin
fruto porque no hay grana.
Sin
arte porque quedó en la nada.
La
gente no tiene traza y azuza,
la
incita a que siga en plaza y ella,
tan
empeñada en recitar sus alharacas
que
no conducen a nada, redunda.
Nadie
le dice, nadie la para,
nadie
conoce su idea amalgamada,
solo
quiere que la alienten con miradas
de
esas que son bastardas, como soflamas
Va
por delante de la esencia.
No se
da cuenta ¡Que pena!
No
percibe su angustia vital,
mira
con vehemencia,
que
pretende demostrar,
se
cree la gran carencia
Pena
me das chiquilla,
esa
calle está cortada
nunca
fuiste una diva
aunque creíste ser el alma..
No
estás en la edad del pavo
la
traspasaste con creces,
y aún
te crees que eres algo
mirándonos
con escaseces.
Igual
tendrías que serenarte
y
aflojar en tu triste engaño,
que
nadie deslumbra a nadie
cuando
menos con apaños.
Deja
que el mundo de vueltas
y
vive sin hacerte daño,
fíjate
por un momento
ahora
que se acabó el año.
Que
hay muchos normales,
de
esos que brillan,
más o menos solitarios.
más o menos solitarios.
Mírate
por un momento
y
deja tus escenarios.
No
hay cosa peor, que creer ser superior a los demás.
Ya
seas hombre o mujer, se nota una barbaridad y si
nadie
te pone freno, pues que Dios nos coja confesados
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