Espiniella, reportó lo hallado en su cuartel, y allí comenzaron definitivamente las pesquisas que aguardaban precisamente, ese punto de partida, ese detalle que no afloraba y que tan despistados les tenía a todos los de la comisaría.
Intentando
hacer el reporte cuanto antes con la caporal Esmirna, dado los
acontecimientos que se dieron y que no estaban ni preparados ni
pautados. Con lo que se dirigió aquel agente al despacho de la
caporal para comentarle oficialmente como se había desarrollado la
visita a la casa de Irene, con el concurso del sobrino Edwin.
Dándole
a la postre, las impresiones que había sacado Espiniella a su jefa,
con todos los detalles y la sucesoria de como había encontrado
Edwin, los dos talones, tras uno de los cuadros murales de Gaudí,
que pendían de una de las paredes del salón comedor, sobre el sofá
azul marino y que se les había escapado a los investigadores del
cuerpo.
Inimaginable
localización para guardar y disimular tanto dinero, a pesar de estar
sujeto a un par de libranzas que se habían de cobrar nominalmente
ingresadas en una cuenta por Narciso, aquel hombre tan preocupado,
por Irene y que ahora podría darse el caso de estar en la cuerda
floja. Pudiendo descubrir más que un motivo de esa tan llevaba y
traída ofuscación.
Ya
reunidos en el despacho de Esmirna, ésta le conminó a Espiniella,
que le comentara, con qué criterio pudo llegar Edwin, a la
averiguación y hallazgo de los dos talones, que en un principio a
los expertos de la policía se les había pasado por alto.
__
Dime Espi__ preguntó la caporal__, que pasó, como atinó en ese
lugar, ¿crees que sabía algo más de lo que aporta? __ volvió a
preguntar antes de recibir la primera respuesta__ ¿Lo hizo parecer
como una casualidad?
__
Creo que no había nada oculto en Edwin__ Lo noté en todo momento
relajado y veraz, hasta incluso demasiado por los comentarios que me
hizo sobre estar en aquel lugar donde él creía o notaba seres
extraños que le abrazaban. Con lo que tenía unas ganas locas de
abandonar aquel piso, que se las traía__ siguió argumentando__ Lo
único raro fue que antes de cerrar la puerta al marcharnos, Edwin se
dio media vuelta, sin más y se volvió al salón. Como atraído por
algo, que le llamaba y abducía hacia el recinto, hasta que llegó
frente a algo que no destacaba.
__
Te repito Esmirna__. Nos veníamos y al ir a cerrar la puerta, tras
nuestras espaldas, este tío, se dio media vuelta y yo claro le
seguí.
Se
dirigió sobre uno de los cuadros de Gaudí, que pendían de la pared
lateral y lo descolgó, apareciendo como te decía dos sobres de un
color amarillo, uno abierto con los dos cheques y con inscripción.
En
el frontal definía escrito a lápiz: entregar a Narciso Yates
Imperial, para que sean ingresados en cuenta.
__
Me preguntó quien era Narciso__ No le contesté, como si no me fuera
la cosa. Siguió observando, como comprobaba lo encontrado.
El
segundo y de menor tamaño que estaba engomado por la parte trasera,
el que no permití fuera abierto, y requisé para traerlo a
comisaría.
Solo
se podía leer unas iniciales, escritas con tinta negra y al parecer
con una pluma Montblanch de plumilla amplia, según los grandes y
anchos trazos
__
¿Como se sujetaban los dos sobres tras el lienzo de la pared?__
preguntó la caporal a Espiniella.
__
No eran cuadros de pintura al óleo, eran retablos de cerámica, que
llevaban insertos por la parte trasera, una punta de los sobres.
Entre las divisorias de las cuatro teselas, sujetos en los
intersticios.
Por
la otra cara, se divisaba, como bien digo la imagen histórica de
Casa Batlló de Gaudí.
Cuatro
lozas de mosaico o terracota, que colocadas dentro de un marco nidal,
aguantaban la grabación del dibujo de la construcción de Gaudí.
__
Que reacción tuvo Edwin__ preguntó Esmirna__ al ver los dos sobres,
quiso adueñarse del contenido, o dejó que tomaras la iniciativa.
__
Para nada__ Se mostró siempre atento y refinado__, él simplemente
oteó, o imaginó, o como me decía al entrar, que __no estábamos
solos, que en el ambiente existía un algo especial__ que le
abrazaba.
Simplemente
bajó los cuadros y en uno de ellos, al darle la vuelta notamos los
sobres.
Que
en ningún momento__ dejó muy claro Espiniella__ tocó con sus
manos, para evitar debilidad en las pruebas__ asentó el guardia, muy
serio__. En todo momento dejó que fuere yo, el que tramitara aquel
hallazgo.
Lo
que sí, preguntó como es que él, no estaba al corriente de las
investigaciones que están abiertas y como no es nada tonto, él hizo
sus cálculos y al decirle__ que los dos pagarés lo había de
requisar de momento, para llevarlos a la Comisaría y que allí
proseguirán con la investigación que se lleva a cabo.
Edwin,
me recriminó y me instó por no saber nada de exploración sobre
Irene, ni del compendio del suceso. ¡Que es lo que le ocultábamos!
Tan
solo le contesté lo que pude o imaginé.
Recuerdo
le dije estas palabras, porque además sabía que saldrían a la
palestra, contigo o en algún momento y las memoricé.
__
Mira yo no puedo adelantarte nada, pero por favor no me involucres.
En
la comisaría, por parte de mi jefa, la caporal Esmirna, se
ha
abierto una vía de aclaración sobre un par de cosas, que no son
normales.
Creo
que ella te pondrá al corriente__ Finalizando
ahí mi actuación.
Nos
separamos y cada cual a sus cosas, los talones ya están en manos de
los especialistas, incluso el cuadro de la Casa Batlló, quedó
apartado en su lugar, colgado en la pared y con las mismas salimos de
aquel enclave siniestro.
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