Cuantas
y cuantas veces recordamos
nuestra
falta de tacto con el prójimo.
Lo
digo sin recato, no habrá próximo.
¡Con
hablarlo! No lo solucionamos.
Escribo
y pienso sin tribulaciones
dando
a conocer todo lo que quiero,
a
veces sin ton ni son, ¡soy sincero!
Tengo
inseguridad,
limitaciones.
Detalles
que detesto, ¡soy imperfecto!
No
me siento dichoso por mis obras,
me
hago una cruz, notando mi defecto
Emborrono
suspiros sin maniobras,
juzgo
alegrías vanas; sin afecto.
Siendo
el centro del mundo mis zozobras
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