viernes, 4 de agosto de 2017

Trajinando con Dolores


Marina con su madre, también se las había tenido por mor de estos contenciosos y por diferencias de celos y de rango en el orden de la familia.
Al padre, le temía como a un salvaje contenido y educado, muy rencoroso. Procuraba tener con él un trato menor.

Disimulando reacciones y machacándose la lengua en ciento de ocasiones, para no pronunciarse. Dejando su pensamiento para ella misma.
Evitando un combate directo, con aquel hombre, su padre al que no le confiaría ni el mínimo detalle.

La madre, le dirigió unas palabras, y una serie de precisiones para que las cumpliera y, además velara por sus dos hermanas. Por ser ella, la más originaria, quizás la más parecida a su predecesor aunque ella ni siquiera lo intuyera y estuviera encontrada con él.

Era la más asilvestrada y no guardaba temor a incumplir con los principios del tan manido ridículo, o “el que dirán” aquellas lenguas rurales viperinas, tras las persianas después de haber descargado la tormenta de sobresaltos contenidos.
Le invitó a que hiciera gala de su fortaleza y complexión y de carácter, con lo que le sería mas fácil que a las demás y podría con todo.

__ Marina, sobre todo ayuda a Xarme, que se le presenta una papeleta muy áspera y difícil con todos los líos de la casa y sobre todo para amoldar a papá. Creo que entre las dos, podéis hacer un tandem bueno y poco a poco, que la familia se entienda.

Le indicó la madre, disimulando las dudas sobre el cumplimiento y tapándose la boca, a una cierta distancia de la muchacha.

__ Madre__ le dijo Marina, con basteza, notándose que ya había analizado la situación desde hacía semanas y con toda la crudeza le manifestó.

__ Tú sabes, que yo en cuanto pueda, me marcharé de la casa.
No pretendo nada, pero lo que menos quiero es estar con padre, que es una persona asalvajada y a nosotras, en especial a mi, me detesta.

No me trata como si fuera parte de su profusión. Sabe que nos abominamos, con una fuerza que trabaja en sentido contrario a los anhelos del cariño__ mencionó Marina, recogiendo su postura y acción en un lugar tan difuso y penoso, para seguir con su perorata.
__ Conoce de buena tinta, que sería capaz de denunciarlo, por tanta crueldad cometida. ¡Contigo, con nosotras, con sus pacientes, con el pueblo en general!
Es una especie de ser astuto carente de principios de lenidad y de dulzura, que no le apetece nadie y que sabe que todo es episódico y nada es durable, es una especie de diablo enmascarado en la tierra.
En cuanto a mi hermana, sabes de siempre que:__ hizo un inciso para llenarse el plexo de aire infecto.

__ No la soporto, somos completamente dispares y esos aires de grandeza que refleja, no estoy para nada en pro de aceptarlos. Por supuesto, ni que intente dirigir mi vida. Para eso yo soy suficientemente capaz de arreglármelas sola, sin atender a sus caprichos.

__ Cuidado Marina con tus expresiones. No son enseñanzas nuestras esas malas artes, ni esos celos infundados con tu hermana__, quiso hablar la moribunda.
__ Deja que acabe__, insistió Marina__ Está libre de toda regla y puede hacer lo que le sale del alma.
Asintió con rencor para continuar sin dejar que la madre pudiera poner una dispensa.

__ Madre tu mueres en el peor momento, nos dejas a todos a la deriva, igual hubiera sido preferible fenecer una de nosotras tres, o mejor aún, las tres hermanas y tu quedar aquí, para domeñar a tu esposo, que para eso lo elegiste ¿Verdad?
Sin afear ni criticar lo de padre. Tu se lo has permitido toda la vida, de otro modo este asunto estaría zanjado. Cómo coño has aguantado que te engañara y te menospreciara con esas barraganas del balneario y otras que se hacen pasar por honradas amas de casa.

La madre le tomó la mano a su hija y temblando pulso y salud le pronosticó.
__ Marina, no juzgues tan a la ligera. Yo me encontré sin esperarlo, prometida con él un buen día y ni siquiera fui dueña de mis antojos.
Estaba escrito que yo debía ser su consorte y así lo dispusieron tus abuelos, tanto mis padres, como los suyos.

Unas deudas entre ellos hicieron que dentro de la condonación de pago entrara mi persona, como moneda y mercancía de quitación. Así que vamos a dejarlo, que ya no tengo prorroga para explicarlo.
Me muero pronto y no me queda lugar para lamentaciones, ni para que una hija que no quiere comprender, lo entienda.

Imagino lo sabes__ salió al paso Marina, con lágrimas en los ojos y ya fuera de sus entretelas, notando que ¡para qué! Sin embargo, no quiso que se le quedara en el tintero la última fechoría vista por sus propios ojos.


__ Padre es un putero acabado madre y ¡Lo sabes!, no hace tantos días, lo pillé en el despacho del Balneario, trajinándose a Dolores, La peluquera. ¡Sí... montándola! De forma embravecida, como dos apestados que no les quedara vida, intentando follar como te digo; como dos perros sarnosos y mientras tú aquí en el tálamo del adiós. Intentando librarte de la muerte, luchando por sobrevivir.












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