Había
bajado del vagón del convoy que le retornaba a casa después de un
desplazamiento larguísimo y de una jornada amplia de trabajo.
La
cabeza le botaba por tantas recriminaciones que se hacía por el
último error comercial que había protagonizado.
Nadie
le recriminaría nada, puesto que lo guardaría como un secreto, ni
siquiera sus jefes se enterarían.
Tenía
licencia en el despacho para hacer lo que a él le viniera en gana
pero su remordimiento trabajaba a marchas forzadas.
No
era un profesional embaucador ni tramposo, jamás había cometido
desfalco, ni malversación.
Era
una persona amplia de miras, y no poseía aires de grandeza, ni tenía
entre sus aficiones la corrupción ni el latrocinio en sus
transacciones. Tampoco se había embolsado comisiones que no le
pertenecieran, aun y sabiendo que nadie daría con esos asientos
contables. Era un ejemplo de persona.
Cuando
llegó a su estación, la de siempre, en su trayecto habitual sin
saber por qué ni cómo, se encaminó en sentido contrario a su
domicilio.
Arrastrado
por una fuerza superior que lo abstraía y se lo llevaba calle abajo.
Luchó
con tesón por hacer intentos de encontrar una explicación al
suceso, pero sin darse cuenta, cada vez se alejaba mas de su entorno.
No
tenía voluntad, le era imposible, inaudito el determinar y
reaccionar en la dirección real, no era capaz de cambiar su decisión
y volver a lo que siempre había estado como normal. Un trayecto el
suyo de regreso, fácil y conocido.
Incapaz
se dejó llevar, no sin percatarse que le sucedía algo aberrante.
Imposible acceder a lo coherente que le dictaba su cabeza. No fue ni
llegó directamente a su barrio, ni a su calle, ni tan siquiera a su
casa. Iba en dirección opuesta a su vida, a su dominio a su mundo.
Sus
fuerzas habían quedado exhaustas y era incapaz de tomar las riendas
de su decisión. Cuando de pronto se detuvo en la esquina de la calle
Decepción, confluencia con la Avenida Desarraigo y en el numero
cinco de la casa, pulsó el timbre.
Era
su antigua casa, donde vivió con sus padres, en su adolescencia.
Un
pulsador envejecido y medio roto, sonó en el pasillo interior de la
casa.
No
tardando demasiado, como si ya le estuvieran esperando, se abrió la
puerta, con el conocido chirrido del desengrase, del comienzo de un
mal sueño.
De
pronto miró y no daba crédito a lo que estaba viendo. Aquella joven
estaba desnuda frente a él; en el portal de la casa, sin mayor
problema.
No
estaba protegida ni por el mínimo paño, descalza en el suelo, con
los brazos caídos, mostraba la enjundia de un cuerpo de mujer
madura, que se mostraba al mundo, sin ningún tipo de recato ni
reserva.
Su
melena, excesivamente larga, le caía por encima de los hombros,
llegándole a los pechos. Sin nervios ni prisas la mujer esperaba una
reacción por parte de Neftaly, que había pulsado el timbre de la
casa.
__
¿Quien eres?__ preguntó Neftaly, con una sorpresa y susto en la
cara.
__
Soy ...__ antes de responder, se lo pensó para buscar una nombradía
apropiada y dijo__ Me llaman Memoria, pero puedes llamarme “Mem”
__ y exigió a Neftaly que accediera al interior.
__
Qué estás esperando para entrar__ dijo la Memoria totalmente
desnuda al incrédulo llegado.
__
Acomódate, que iré explicando paso a paso, el por qué y la razón
de este lance.
__
Esta casa, ya no es mía__ dijo Neftaly__, aquí vivían mis padres,
pero yo me emancipé con Teresa.
__
¿No te acuerdas de nada Neftaly? __ preguntó sorprendida Mem __ Va
a ser verdad, que estás volviendo a la vida__ conformó la desnuda
mujer.
__
¡Oye tu no eres mi novia! Ni siquiera se quién eres__ intentó
aclarar Neftaly __ Te presentas ante mi en pelotas y sin ningún
recato ni vergüenza y me abordas con un cuento macareno.
__
Voy sin ropa, porque soy tu memoria verdadera, precisamente al
lirondo, pelada, tan desnuda como la verdad__ dijo “Mem”_ Has
vuelto a esta casa, porque es, donde si se reactiva tu vida,
¡vivirás!
__
¡No entiendo nada! __dijo Neftaly__ Oye Memoria, o como quiera que
te llames, yo vuelvo de un viaje de trabajo y quiero llegar a mi
casa, con mi novia, y no entiendo nada de lo que me dices. ¡Estamos!
__
Tu novia, ya no es tuya y tu casa tampoco __ le dijo “Mem”, para
continuar
__
Hace mucho que tuviste un accidente en el tren correo. Jamás
volviste a casa, después de esperar mucho tiempo, a que salieras del
hospital curado, ella Teresa, aburrida de esperar, contrajo
matrimonio con el farmacéutico del pueblo__ Hizo un alto, para
dejarle que recuperara el tempo del recuerdo.
__
Si haces cábalas recordarás aquel amigo que tenía en la escuela__
Larry__ ¡Así se llamaba!__ para continuar con las efemérides.
Yo
soy tu memoria, debilitada, ¡pero esa soy! Intentando me recuperes,
después de haber salido de un coma inducido de dos años y quedarte
vegetal durante otros veinte.
Nadie
daba por ti un duro y mira por donde has salido. Los médicos no
saben si tus constantes se activaran y quedaras normal, pero yo me
adelanto y antes que despiertes por completo, te pongo al corriente,
por si sucede; para que tengas fuerzas para revivir y sepas a que
atenerte.
__
Entonces__ preguntó Neftaly__, aquella tarde del ruido en el tren,
¿ocurrió un desastre?, porque si no me engaño de nuevo, hace un
momento yo intentaba volver a mi casa, para encontrarme con Teresa y
seguir la vida que llevaba.
__
Aquella tarde, respondió su memoria retardada__ Antes de llegar el
convoy a la estación terminal, otra locomotora que venía en sentido
contrario tropezó con la que intentaba llegar a los andenes.
Fue
tal el impacto sufrido, que tan solo se salvaron de los ciento
cincuenta pasajeros que llevaba, tres y uno de ellos eres tu, que has
pasado media vida entre las sábanas del hospital Comarcal.
__
Entonces si no bajé jamás del vagón, como es que mi cabeza,
recuerda que me apeaba en la estación aquella tarde__ pregunto
Neftaly
__
Intenta volver atrás__ le dijo la mujer__ y descubrirás, que tu
cabeza ardía en problemas, después de aquel error cometido en los
negocios.
Tu
remordimiento no te dejaba, ver ni oír lo que estaba alrededor tuyo.
Dudaste
en afrontar con valentía la situación. La que creías incierta y
fallada por un error tuyo fue un revulsivo__. Todo lo contrario a lo
que creíste, pero no te dio tiempo a verlo ni a disfrutarlo.
Tanto
es así, que después con la decisión que tu creíste, era errónea,
cambiaron los destinos de todos los negocios, a favor.
Fue
un acierto en toda regla, todo lo contrario de lo que analizaste. El
mayor lucimiento comercial que pudiste tener en tu carrera y así te
lo reconocieron. La iniciación de un negocio floreciente en favor de
la empresa.
__
¡Viviré! __ preguntó Neftaly mirando el cuerpo desnudo de Memoria.
__
De ti depende aunque lo
que te espera, no es nada fácil.
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